EL Rincón de Yanka: BLASFEMIAS Y HEREJÍAS DE BERGOGLIO 👿 Y EL FALSO "DESARROLLO TEOLÓGICO" DE LA ANTI-IGLESIA y CIEN MALDADES BERGOGLIANAS

inicio














lunes, 7 de marzo de 2022

BLASFEMIAS Y HEREJÍAS DE BERGOGLIO 👿 Y EL FALSO "DESARROLLO TEOLÓGICO" DE LA ANTI-IGLESIA y CIEN MALDADES BERGOGLIANAS

 

BLASFEMIAS Y HEREJÍAS DE BERGOGLIO

"Pero Jesús se volvió y dijo a Pedro: –¡Apártate de mí, Satanás, pues me pones en peligro de caer! ¡Tú no ves las cosas como las ve Dios, sino como las ven los hombres!" Mt 16,23
BERGOGLIO Y LA FALSA IGLESIA VATICANISTA NOS DICE PERO JESÚS NOS DICE LA VERDAD PLENA DEL EVANGELIO

Traemos de nuevo este fragmento de la predicación de Bergoglio del día 31 de marzo de 2020 en Santa Marta:
Tal afirmación sólo puede proceder de un traidor a Jesucristo y a la Iglesia que Él fundó, ya que tal afirmación implica:
  • Pisotear la Cruz de Cristo, al transformarla en un signo de fracaso y de derrota.
  • Despreciar y declarar inútil Su Pasión Dolorosa y Sus Sufrimientos para nuestra salvación.
  • Declarar nula y falsa toda la obra de la Redención.
  • Anular la fuerza, el poder y los beneficios de los Sacramentos, instituidos por el mismo Jesucristo.
  • Destruir el sentido y la misión de la Iglesia que Jesucristo fundó.
  • Y sobre todo manchar la Santidad perfecta de nuestro Señor Jesucristo y de Su Sangre Preciosa, al afirmar que Jesucristo se hizo pecado y que en ello vemos su derrota total.
"A quien no conoció pecado, 
le hizo sacrificio-victima 
por el pecado en favor nuestro, 
para que nosotros llegáramos 
a ser justicia de Dios en Él".
2 Cor 5,21
En primer lugar:

Jesucristo no se hizo pecado.

Tal afirmación procede del siguiente texto:

"A quien no conoció pecado, le hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en Él". (2 Cor 5, 21)

Sin embargo, ES UNA MALA TRADUCCIÓN que la masonería aprovechó para hacer daño, afirmando que Jesucristo se hizo pecado.

La traducción correcta:

"A quien no conoció pecado, le hizo sacrificio-victima por el pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él".

La palabra original hebrea "hatta't" puede tener dos significados:

'pecado' o 'sacrificio-víctima por el pecado'.
Y este último es el significado correcto en este texto. (Ver: Lv 4,1 al 5,13)

Como confirmación de lo que explicamos, 2 textos:

"Él, [Jesucristo] habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre".  (Hb 10, 12)
"El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño [Jesucristo]... el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados". (1 Pe 2, 22...24)

En segundo lugar:

Después de ver que la primera premisa es falsa, llegar a decir que:
"En Jesucristo hecho pecado,
vemos la derrota total de Cristo",
es la mayor blasfemia y desprecio por la obra de la Cruz que se puede llegar a pronunciar:

Si, según dice Bergoglio:
Jesucristo fue derrotado totalmente en la Cruz,
su sacrificio, por tanto, no sirvió para nada, la redención no tuvo lugar, los Sacramentos no servirían para nada y la Misa tampoco tendría ningún valor, ni siquiera se reviviría en ella el sacrificio de la Cruz.

En definitiva, si, como dice Bergoglio,
Jesucristo fue derrotado totalmente en la Cruz,
el sacerdocio, el ministerio de obispo, y hasta el mismo papado,
no valdrían para nada y
serían también un absoluto fracaso por entregar la vida al servicio de un dios vencido y derrotado totalmente en la Cruz. Y la misma Iglesia Católica sería una religión falsa y llena de derrotados... (y ojo que muchas veces parece que caminamos así muchos católicos, porque no sabemos vivir y caminar en victoria)

Ya le gustaría al Diablo y a sus demonios que fuese así... ¡Ja!


(👆¡FALSO!, ya lo hemos explicado)
Traemos de nuevo este fragmento 
de la predicación de Bergoglio 
del día 31 de marzo de 2020 en Santa Marta

IGLESIA DE CRISTO, 
NO DE NINGÚN PAPA VATICANISTA

Así el Diablo y sus demonios no tendrían que trabajar en perseguir a las almas que aman verdaderamente a Dios, porque ellas solas caminarían hacia su destrucción por seguir a un dios derrotado.
El Diablo y sus demonios ya no lucharían por arrastrar al pecado a cada alma y podrían dejar de realizar su actividad fundamental que es la de tentar al hombre.
El Diablo ya no tendría envidia de las almas que viven en el amor de Dios y que luchan en fe por alcanzar la vida eterna, que no será otra cosa que disfrutar eternamente del triunfo del amor de Dios en la Cruz...

Ese amor que él perdió para siempre y del que jamás podrá volver a gozar.

¿Para qué va a perseguir entonces el Maligno a las almas que siguen a un perdedor y son tan necias que luchan por negarse a sí mismas, tomar la cruz de cada día y seguir a un dios derrotado que les ha prometido vida y felicidad eterna?

Sin embargo, sabemos que no es así.

El Diablo siempre ha perseguido a lo largo de la historia a todas las almas que han luchado por acoger y extender los beneficios de la Cruz y han buscado sinceramente defender la Verdad y alcanzar su santificación.
El Diablo y sus demonios fueron derrotados en la Cruz y tratan de separar a los hombres de los beneficios que vienen de la obra de la Cruz...
Y los servidores del Diablo, infiltrados en la Iglesia Católica, también hacen lo mismo, y para ello presentan la obra de la Cruz como un fracaso según les ordena la directriz n°17 del plan para la destrucción de la Iglesia Católica dirigido a... ¡obispos católicos afiliados a la masonería!
Ciertamente, presentar la cruz como un fracaso, es pisotear la Cruz de Jesucristo con las palabras, como están obligados a hacer física y realmente en alguno de sus rituales secretos...


Recordemos aquellas palabras del cardenal Biffi:

"El anticristo se presenta como
pacifista, ecologista y ecumenista".

Es importante entender que el precursor de dicho anticristo es el falso profeta, que no es otro que Bergoglio.
Él es quien ha de preparar el terreno al anticristo y para ello está llevando adelante el plan del Diablo realizando varias acciones, entre otras, las siguientes:

Fomentar el anhelo de una paz falsa, una paz al margen del Único Dios verdadero, una paz sin Dios y contra Dios.
Este anhelo de paz hará que muchos sean engañados y seducidos por el anticristo.
Hay que tener en cuenta que la misma élite globalista satánica, a la que Bergoglio claramente pertenece, es la que en la sombra está promoviendo y llevando adelante la tercera guerra mundial en la saben que emergerá el anticristo como falso pacificador.
Esto se realiza en la sombra a la vez que se promueve un anhelo desordenado de paz al margen del Único Dios verdadero.
Promover en una primera fase el ecumenismo masónico, donde la Iglesia Católica que Jesucristo fundó es rebajada para ser una más dentro de las distintas denominaciones cristianas, (es la idea tan insistentemente inculcada por la masonería de que la Iglesia que Jesucristo fundó no es la Iglesia Católica realmente, sino que es otra Iglesia, una que ya quedó rota y dividida, una Iglesia que hay que volver a recuperar, una Iglesia que se rompió en muchas.... por eso se ha insistido tanto en afirmar falsamente que todas las denominaciones cristianas tienen parte de verdad), para en una segunda fase culminar en un sincretismo religioso (es decir, en la unidad de todas las religiones y creencias, incluido el ateísmo), donde la religión Católica fundada por Jesucristo y única verdadera debe ser una más entre las demás religiones falsas.
Esta es la aplicación del principio masónico de que todas las religiones son buenas y que en todas ellas se encuentra a Dios.
Tengamos en cuenta que el Dios de todas las religiones no existe, es un Dios falso.
(Bergoglio y la falsa iglesia que él lidera desde el seno de la Iglesia Católica ha defendido e insistido en esta falsedad multitud de veces).
"lnsistir e inculcar el ecologismo a todos los niveles, promoviendo la religión de la "madre tierra", el culto a la "pachamama", el cuidado de la "casa común", etc...
Son distintos rostros de una misma falsedad panteísta, una obsesión maléfica que impide que las almas se levanten, se conviertan de sus pecados y pongan su mirada en los bienes eternos.

Es por eso que estos 3 puntales:
¹° la falsa paz, ²° el ecumenismo y el sincretismo religioso y ³° el ecologismo,
forman un verdadero tridente espiritual astutamente preparado por el Diablo para atrapar y trinchar a los hombres en la engaño y la mentira, para seducirlos fácilmente y arrastrarlos a la perdición eterna.
Este texto de la "supuesta consagración al Inmaculado Corazón de María" está totalmente impregnado de esta mentalidad pacifista, ecumenista y ecologista que nada tiene que ver con la piedad verdadera, y que es de gran ayuda para el Diablo, ya que prepara la mente y el corazón de muchas almas sin discernimiento de espíritus para ser seducidas desde este momento hasta la manifestación del anticristo.

LOS DOGMAS NO CAMBIAN SON ESTÁTICAS, 
EN CAMBIO, LA DOCTRINA SIEMPRE SE DESARROLLA

Un dogma, entonces, es un punto fijo para la vida de la fe. Está definido por el Magisterio de la Iglesia que lo reconoce en la Sagrada Escritura como revelado por Dios y en estrecha relación con la Tradición. La tradición, sin embargo, no es algo inmóvil y estático, sino que – como dice Juan Pablo II (Carta Apostólica Ecclesia Dei) en línea con el último Concilio – está viva y es dinámica a medida que crece la inteligencia de la fe. Los dogmas no cambian, pero gracias al Espíritu Santo entendemos cada vez más la amplitud y profundidad de las verdades de la fe. Así, el Papa Wojtyla puede afirmar "que el ejercicio del Magisterio concreta y manifiesta la contribución del Romano Pontífice al desarrollo de la doctrina de la Iglesia" (Audiencia General, 24 de marzo de 1993

▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
SACERDOTES PECADORES DE OMISIÓN 
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
El pecado de omisión es el pecado que hace condenar más sacerdotes. En el del juicio, dice san Bernardo, se levantará un grande clamoreo que dirá: Señor, somos condenados, lo conocemos, pero los sacerdotes tienen la culpa, ellos no nos avisaron, no nos corrigieron. Pero la voz más imponente, las palabras más aterradoras serán las del mismo Jesucristo, quien les dirá que no han distribuido el pan de la divina palabra, que no han vestido al desnudo con la estola nupcial de la gracia por medio de los sacramentos… ¡Cuántos sacerdotes que podrían, catequizando, predicando, confesando, misionando, socorrer las necesidades espirituales del prójimo! No lo hacen, y los dejan perecer y condenar, ¡ay de ellos!  San Antonio María Claret: SERMONES DE MISIÓN tomo I pagina 9
                  ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬
El falso "desarrollo teológico"

No es lo mismo cambio que desarrollo. El dogma no puede cambiar porque algo profesado como verdadero no puede después ser falso. Pero sí hay un desarrollo, con el tiempo, en el entendimiento de los dogmas. Los Apóstoles no comprendieron desde el primer momento todo el significado de lo que Jesús les enseñaba. Igualmente, la Iglesia no comprendió desde el principio toda la profundidad contenida en la revelación divina. Es por eso que Jesús prometió el Espíritu Santo que estará con la Iglesia siempre y enseñará toda la verdad. Así, a través de los siglos, la Iglesia va adquiriendo mayor claridad sobre las verdades reveladas que ya estaban desde el principio en las Sagradas Escrituras y en la Tradición.
Concilio Vaticano II: “Eligió (Dios) al Pueblo de Israel, con quien estableció un pacto, y a quien instruyó gradualmente manifestándole así mismo sus divinos designios a través de su historia.” (Lumen Gentes II, 9.)

En síntesis: El verdadero desarrollo de la doctrina implica el gradual entendimiento por parte de la Iglesia de una verdad que no cambia. Esa verdad, gracias al Espíritu Santo actuando en la Iglesia, se comprende mejor.

Ejemplo: La doctrina "No hay salvación fuera de la Iglesia" contiene una verdad fundamental: La Iglesia es absolutamente necesaria para la salvación. Por medio de la Iglesia que es el Cuerpo de Cristo, Dios canaliza su gracia al mundo. Toda salvación viene por la Iglesia de Cristo, fuera de esta gracia no hay esperanza de vida eterna. Esta verdad ha sido entendida en diferentes maneras a través de la historia de la cristiandad. Ha habido un desarrollo de entendimiento y sin embargo la doctrina en su esencia permanece intacta.
Aquellos que sostienen que la Iglesia ha cambiado su posición no comprenden la verdad esencial que se encuentra en el centro de las diferentes interpretaciones ni el desarrollo en la comprensión de la doctrina.

San Pedro dijo: "Porque no hay bajo el cielo otro nombre (que Jesús) dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos" -Hechos 4,12. Como otras enseñanzas, esta debe ser entendida a la luz de toda la Sagrada Escritura y de la sabiduría que el Espíritu Santo da a su Iglesia a través de los siglos.
San Pablo en 1 Tim 2,4: "(Dios) que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad". ¿Cómo se reconcilia este deseo de Dios con lo dicho arriba por S. Pedro y el hecho de que tanta gente muere sin conocer a Jesús?
Los Santos Padres enseñaron que no hay salvación fuera de la Iglesia. San Cipriano, por ejemplo, dijo: "No puedes tener a Dios como Padre si no tienes a la Iglesia como madre". Sin embargo estas enseñanzas se referían a aquellos que, habiendo conocido la fe verdadera, la rechazaron.
San Agustín pensaba que, habiéndose proclamado el Evangelio en todas partes, los judíos y otros que no aceptaban a Jesús serían condenados. Esta enseñanza tuvo mucha influencia porque la Iglesia buscaba la interpretación correcta de lo dicho por S. Pedro. Pero la interpretación de S. Agustín no llegó a ser universalmente aceptada. Hemos de recordar que aun los Padres y los santos cometen errores en aquella materia que no está claramente definida.

Más tarde Santo Tomás de Aquino también enseñó sobre la necesidad de pertenecer a la Iglesia para salvarse pero al mismo tiempo enseñó sobre la posibilidad del "bautismo de deseo": Uno puede obtener salvación sin ser de hecho bautizado, si la persona deseó el bautismo, tal deseo es el resultado de la fe que actúa por medio de la caridad, por la que Dios, cuyo poder no está atado a los sacramentos visibles, santifica la persona interiormente. (ref.: Summa Theologiae III, q.68, a.2).

El Papa Pío IX en Singulari Quadam enseñó la doctrina de "no salvación fuera de la Iglesia" con algunos importantes matices. Enseñó, por ejemplo que algunos trabajan en "ignorancia invencible" sobre nuestra religión pero observan con perseverancia la ley natural y sus preceptos que Dios ha "inscrito en el corazón de todos". Estos están listos para obedecer a Dios y viven una vida honesta y recta por lo que pueden, por la obra de la luz divina y la gracia, alcanzar la vida eterna".

Ochenta años después de la encíclica de Pío IX, el Papa Pío XII publicó Mystici Corporis en 1943. En ella enseña que los que están fuera de la Iglesia Católica deben ser prestos en seguir las mociones interiores de la gracia y rescatarse de ese estado en el que no pueden estar seguros de su propia salvación. Porque, aunque, en cierto deseo inconsciente ellos puedan estar relacionados al Cuerpo Místico del Redentor, pueden quedar desprovistos de tantos y tan poderosos dones y ayudas del cielo que sólo pueden gozar dentro de la Iglesia Católica.

En 1949, una carta del Santo Oficio al Arzobispo Cushing hace referencia a la encíclica de Pío XII: El Papa censura a aquellos que excluyen de la salvación eterna a todos los hombres que se adhieren a la Iglesia sólo con un deseo implícito; también censura a aquellos que falsamente mantienen que los hombres pueden salvarse igualmente en todas las religiones".

Entre los Concilios Vat. I y Vat. II, el teólogo Ives Congar enseñó que "elementos" de la única Iglesia verdadera existen fuera de sus fronteras visibles. Otro teólogo, Henri de Lubac continuó esa línea. Ambos fueron periti (Latín "expertos") oficiales en el Vaticano II y ambos han sido nombrados cardenales por el Papa Juan Pablo II.

El Concilio Vaticano II no cambió la doctrina sino que cristalizó casi 1900 años de desarrollo teológico.

En Lumen Gentium el Concilio confirmó la doctrina de que la Iglesia es necesaria para la salvación porque Cristo, hecho presente para nosotros en Su Cuerpo, que es la Iglesia, es el único Mediador y único camino de salvación. La Iglesia es el "sacramento universal de salvación". Toda salvación viene por la Iglesia de Cristo, fuera de esta gracia no hay esperanza de vida eterna. Esta verdad debe entenderse en conjunto con lo siguiente:
El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña:

846 ¿Cómo entender esta afirmación (fuera de la Iglesia no hay salvación) tantas veces repetida por los Padres de la Iglesia? Formulada de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por la Iglesia que es su Cuerpo:

El santo Sínodo [...] «basado en la sagrada Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación. Cristo, en efecto, es el único Mediador y camino de salvación que se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. Él, al inculcar con palabras, bien explícitas, la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que entran los hombres por el Bautismo como por una puerta. Por eso, no podrían salvarse los que sabiendo que Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella» (LG 14).

847 Esta afirmación no se refiere a los que, sin culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia:

«Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna (LG 16; cf DS 3866-3872).

848 «Aunque Dios, por caminos conocidos sólo por Él, puede llevar a la fe, "sin la que es imposible agradarle" (Hb 11, 6), a los hombres que ignoran el Evangelio sin culpa propia, corresponde, sin embargo, a la Iglesia la necesidad y, al mismo tiempo, el derecho sagrado de evangelizar» (AG 7).

Hay un desarrollo teológico correcto, un entendimiento cada vez más profundo de las verdaderas reveladas. Pero, hay un falso de desarrollo teológico que consiste más bien, en una corrupción de el entendimiento de los dogmas católicos. Falsos errores que fueron condenados por la iglesia en elpasado pero que, ahora se difunden abiertamente estos textos del magisterio los enemigos internos de la Iglesia y, que no quieren que los conozcas. Nunca te los van a mencionar y, si se los mencionas se van a burlar de lo que la Iglesia dijo en el pasado. Lo van a ridiculizar, van a inventar una serie de argumentos para decir que, aquello que la Iglesia dijo antes ya no vale hoy; ya que hoy ya no se tiene que entender en sentido literal o bla bla bla...

EL FALSO PROFETA


1. Si alguno dijere que la razón humana es de tal modo independiente que no puede serle mandada la fe por Dios: sea anatema.
2. Si alguno dijere que la fe divina no se distingue del conocimiento natural sobre Dios y los asuntos morales, y que por consiguiente no se requiere para la fe divina que la verdad revelada sea creída por la autoridad de Dios que revela: sea anatema.
3. Si alguno dijere que la revelación divina no puede hacerse creíble por signos externos, y que por lo tanto los hombres deben ser movidos a la fe sólo por la experiencia interior de cada uno o por inspiración privada: sea anatema.
4. Si alguno dijere que todos los milagros son imposibles, y que por lo tanto todos los relatos de ellos, incluso aquellos contenidos en la Sagrada Escritura, deben ser dejados de lado como fábulas o mitos; o que los milagros no pueden ser nunca conocidos con certeza, ni puede con ellos probarse legítimamente el origen divino de la religión cristiana: sea anatema.
5. Si alguno dijere que el asentimiento a la fe cristiana no es libre, sino que necesariamente es producido por argumentos de la razón humana; o que la gracia de Dios es necesaria sólo para la fe viva que obra por la caridad: sea anatema.
6. Si alguno dijere que la condición de los fieles y de aquellos que todavía no han llegado a la única fe verdadera es igual, de manera que los católicos pueden tener una causa justa para poner en duda, suspendiendo su asentimiento, la fe que ya han recibido bajo el magisterio de la Iglesia, hasta que completen una demostración científica de la credibilidad y verdad de su fe: sea anatema.

SOBRE LA FE Y LA RAZÓN

1. Si alguno dijere que en la revelación divina no está contenido ningún misterio verdadero y propiamente dicho, sino que todos los dogmas de la fe pueden ser comprendidos y demostrados a partir de los principios naturales por una razón rectamente cultivada: sea anatema.
2. Si alguno dijere que las disciplinas humanas deben ser desarrolladas con tal grado de libertad que sus aserciones puedan ser sostenidas como verdaderas incluso cuando se oponen a la revelación divina, y que estas no pueden ser prohibidas por la Iglesia: sea anatema.

Pero aunque la fe se encuentra por encima de la razón, no puede haber nunca verdadera contradicción entre una y otra: ya que es el mismo Dios que revela los misterios e infunde la fe, quien ha dotado a la mente humana con la luz de la razón. Dios no puede negarse a sí mismo, ni puede la verdad contradecir la verdad. La aparición de esta especie de vana contradicción se debe principalmente al hecho o de que los dogmas de la fe no son comprendidos ni explicados según la mente de la Iglesia, o de que las fantasías de las opiniones son tenidas por axiomas de la razón. De esta manera, «definimos que toda afirmación contraria a la verdad de la fe iluminada es totalmente falsa». 

Además la Iglesia que, junto con el oficio apostólico de enseñar, ha recibido el mandato de custodiar el depósito de la fe, tiene por encargo divino el derecho y el deber de proscribir toda falsa ciencia, a fin de que nadie sea engañado por la filosofía y la vana mentira. Por esto todos los fieles cristianos están prohibidos de defender como legítimas conclusiones de la ciencia aquellas opiniones que se sabe son contrarias a la doctrina de la fe, particularmente si han sido condenadas por la Iglesia; y, más aun, están del todo obligados a sostenerlas como errores que ostentan una falaz apariencia de verdad. La fe y la razón no sólo no pueden nunca disentir entre sí, sino que además se prestan mutua ayuda, ya que, mientras por un lado la recta razón demuestra los fundamentos de la fe e, iluminada por su luz, desarrolla la ciencia de las realidades divinas; por otro lado la fe libera a la razón de errores y la protege y provee con conocimientos de diverso tipo. Por esto, tan lejos está la Iglesia de oponerse al desarrollo de las artes y disciplinas humanas, que por el contrario las asiste y promueve de muchas maneras. 

Pues no ignora ni desprecia las ventajas para la vida humana que de ellas se derivan, sino más bien reconoce que esas realidades vienen de «Dios, el Señor de las ciencias», de modo que, si son utilizadas apropiadamente, conducen a Dios con la ayuda de su gracia. La Iglesia no impide que estas disciplinas, cada una en su propio ámbito, aplique sus propios principios y métodos; pero, reconociendo esta justa libertad, vigila cuidadosamente que no caigan en el error oponiéndose a las enseñanzas divinas, o, yendo más allá de sus propios límites, ocupen lo perteneciente a la fe y lo perturben. Así pues, la doctrina de la fe que Dios ha revelado es propuesta no como un descubrimiento filosófico que puede ser perfeccionado por la inteligencia humana, sino como un depósito divino confiado a la esposa de Cristo para ser fielmente protegido e infaliblemente promulgado. De ahí que también hay que mantener siempre el sentido de los dogmas sagrados que una vez declaró la Santa Madre Iglesia, y no se debe nunca abandonar bajo el pretexto o en nombre de un entendimiento más profundo. «Que el entendimiento, el conocimiento y la sabiduría crezcan con el correr de las épocas y los siglos, y que florezcan grandes y vigorosos, en cada uno y en todos, en cada individuo y en toda la Iglesia: pero esto sólo de manera apropiada, esto es, en la misma doctrina, el mismo sentido y el mismo entendimiento».

D-1818 3. Si alguno dijere que puede suceder que, según el progreso de la ciencia, haya que atribuir alguna vez a los dogmas propuestos por la Iglesia un sentido distinto del que entendió y entiende la misma Iglesia, sea anatema [cf. 1800]. TOMADO DE DENZINGER, EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA No 1800 y 1818.

SÍNODO SINUOSO HERÉTICO BERGOGLIANO


Cien maldades bergoglianas

Miles Christi

La mayor desgracia para un siglo o para un país, es el abandono o disminución de la verdad. Podemos recuperarnos de todo lo demás, pero jamás nos recuperamos del sacrificio de los principios. (Monseñor Freppel).
Quienquiera que ama la verdad aborrece el error y este aborrecimiento del error es la piedra detoque mediante la cual se reconoce el amor a la verdad. Si no amáis la verdad, podréis decir quela amáis e incluso hacerlo creer a los demás; pero estad seguros que, en ese caso, careceréis dehorror a lo que es falso, y por esta señal se reconocerá que no amáis la verdad. (Ernest Hello).
¡Basta de silencios ! ¡Gritad con cien mil lenguas ! Porque por haber callado, el mundo está podrido. (Santa Catalina de Siena).

VER+:


El modus operandi CONSTANTE de JMB. 
El vive sumergido en una constante estrategia masónica. Te las enumero brevemente:

1. Doble discurso masónico (double mind)
2. Medias verdades
3. Transferencia de culpa
4. Esconderse en el más absoluto descaro
5. Lenguaje confuso y ambiguo como sello de calidad demoníaca, pues el Señor dice: "vuestro lenguaje sea sí, sí, no, no, que lo que pase de ahí, viene del Maligno"
6. Dos pasos adelante, uno atrás (lema revolucionario)
7. Dejar que cada cual pueda interpretar un mismo discurso de formas opuestas para que reine el relativismo.
8. Desvirtuar el evangelio, el depósito de la fe, la tradición, el señorío de Jesús y la autoridad del papado.
En resumen, no confirmar en la fe, y sí en la confusión y el error, permitiendo que la gente  se quede con medias verdades sin sospechar que son las peores mentiras.


El falso "desarrollo teológico". Textos del Magisterio que te ocultan los falsos profetas.

 
Errores doctrinales que la Iglesia ya condenó ahora se difunden abiertamente. ¡Conócelos!