EL Rincón de Yanka: PELÍCULA "EL GRAN CARNAVAL" -ACE IN THE HOLE- (AS EN EL HOYO): LA VERDAD NO ES NOTICIA Y LA NOTICIA NO ES VERDAD 📰

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domingo, 13 de septiembre de 2020

PELÍCULA "EL GRAN CARNAVAL" -ACE IN THE HOLE- (AS EN EL HOYO): LA VERDAD NO ES NOTICIA Y LA NOTICIA NO ES VERDAD 📰


UNA BUENA NOTICIA NO VENDE
LAS MALAS NOTICIAS SE VENDEN MEJOR
LA VERDAD NO ES NOTICIA Y LA NOTICIA NO ES VERDAD

En pleno siglo XIX, Nietzsche sentó las bases de una tormenta que sacudiría el siglo XX con su visión del potencial del hombre para alcanzar la condición del “animal de presa o depredador“, un hombre exento de culpa, de remordimiento inconcebible, con la mirada fija en su objetivo y unívocamente guiado por una inalienable voluntad de poder. Muchas son las formas cómo el arte ha ensayado, consciente o no, la figura de este “animal” que no necesitó del pensador alemán para hacerse realidad, pero que encontró en él su más perfecto valedor ideológico, hasta convertirlo, durante décadas, en un peligroso referente para el mundo occidental.
Nos hemos ido a buscarle, pero no en sus ubicaciones más tópicas, lejos del imaginario nazi o similar. Proponemos ensayarlo en la fascinante figura de Charles Tatum, el ambicioso e insaciable periodista que creara Billy Wilder en 1951 para su película EL GRAN CARNAVAL (1951) “Ace in the hole“. Un hombre capaz de cualquier cosa para lograr el éxito, y por cuyas motivaciones nos preguntamos a través del análisis de las imágenes.
Lo que os proponemos es un viaje analítico que nos llevará a lo largo del metraje de la película, luego renombrada como “El gran carnaval“, que nos servirá para ilustrar, reflexionar y situar la figura del “animal de presa“, pero también para pensar los vicios de la prensa e incluso de la política. Con el personaje de Tatum, al que diera vida Kirk Douglas, ensayaremos la lógica animal por las propias palabras de Nietzsche, así como la sorprendente emergecia y gestión de la culpa, a través de la teoría freudiana.

Hoy, aunque disfrazado bajo otras formas, el “animal de presa” sigue fascinándonos, quizás porque algo de él reverbera en nuestro interior, revolviéndose, recordándonos lo que somos, o lo que podríamos ser, solicitando el desenjaule. Descubramos cómo esta película con más de 60 años de historia nos devuelve con acierto el semblante auténtico del animal que nos amenaza como civilización, el perfil mismo de la voluntad de poder, pero también sus riesgos irrefrenables tanto para el propio “animal”, como para todos los que se interponen en su camino.

“El gran carnaval” como la cristalización de una reflexión en tres ejes que se cruzan entre sí: La crítica del sensacionalismo periodístico, los riesgos del debilitamiento de la ley, y la pregunta por el incesante deseo escópico de unos espectadores aparentemente insaciables de toda clase de morbo. Tres formas de entender tanto a Tatum (Kirk Douglas), el personaje principal, como al propio relato.

Por desgracia, el público no estaba ni todavía está preparado para una cinta tan directa y avasalladora como 'El gran carnaval' y acabó convirtiéndose en el primer fracaso comercial de la carrera de Wilder.
En definitiva, una película valiente, una obra fascinante y, ante todo, una obra maestra indiscutible.
Lo que estamos padeciendo ahora con los medios, las instituciones, los intelectuales vendidos por el poder, es más depredador que nunca. Una alienación constante, un promotor de la gestapo política desde que estamos en esta maldita "PLANDEMIA de orden globalista para UNA NUEVA (SUB) NORMALIDAD DICTADA POR UN NUEVO ORDEN MUNDIAL".