EL Rincón de Yanka: LA BIBLIA ES UNA PERSONA: ES NUESTRA PROPIA HISTORIA DE SALVACIÓN

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miércoles, 9 de septiembre de 2020

LA BIBLIA ES UNA PERSONA: ES NUESTRA PROPIA HISTORIA DE SALVACIÓN


LA PALABRA DE DIOS, HISTORIA DE LA SALVACIÓN

La Biblia es el poema sinfónico de la nueva creación, cuyo compositor es el Artista Divino que conduce su obra al impulso del viento del Espíritu. Los instrumentos de la orquesta fueron hechos de polvo de la tierra, son de arcilla, vasos de barro, hijos de hombre. El Director no es otro sino el mismo Compositor: El Espíritu de Dios que planea sobre la creación, para darle armonía, orden y belleza. El título de la obra es ‘’La Palabra de Dios’’. 

Existía desde un principio; estaba con Dios y era Dios. Nos narra lo que de Él nadie ha visto: El misterio mantenido en secreto durante siglos eternos; sonidos inefables que revelan hasta las profundidades de la divinidad y su plan de salvación sobre la humanidad. La obra fue compuesta en dos movimientos: El Antiguo, con cuarenta y cinco compases y otros veintisiete, forman el Nuevo. El Antiguo está patente en el segundo y el Nuevo está latente desde la primera nota del Antiguo. Ambas partes, los dos Testamentos, con sus setenta y dos libros, están íntimamente ligados entre sí, e integran la obra maestra de Dios; escrita no en tablas de piedra, sino en el pentagrama del corazón. Para comprender la Escritura, debemos comenzar aceptando que sólo el Espíritu de Dios puede enseñarnos la verdad completa. 

Este poema sinfónico se presenta en el teatro del universo. Sin embargo, no hay espectadores, ni uno solo. Todos son actores, instrumentos o cantores. El auditorio entero se convierte en escenario. La creación, el hombre y el Espíritu, participan activamente. El Compositor divino ha sabido enlazar con maestría las melodías más variadas. La melodía de la historia hace acorde con la geografía, la moral se conjuga con la política, mientras que las leyes divinas armonizan con la antropología. Cada melodía armoniza con las demás. Realmente nuestra Biblia es un gigantesco himno del universo; interpretado por el coro de sopranos divinos y tenores humanos. Además, la Biblia, como cada sinfonía, no es sólo una conjugación de melodías. Existe un tema principal que domina en la obra entera. 

Un “leit motiv” que da orden, sentido y armonía a todos los temas secundarios de la Biblia. El Concilio Vaticano II lo descubre y lo presenta al decir que el Espíritu Santo ha querido consignar en las Sagradas Letras ‘’lo referente a nuestra salvación’’. Sí, la salvación, nuestra salvación, es el tema central de la Escritura, su corazón. San Agustín afirma que el hilo dorado que recorre toda la Biblia, como su columna vertebral, es la Historia de la Salvación. Estas páginas nos ayudarán a obtener una visión panorámica del plan salvífico, recorriendo las grandes etapas de la Historia de la Salvación. 

La salvación, ciertamente, trasciende el marco del tiempo y el espacio, pero es tan concreta como el Salvador o como un hombre salvado. Se lleva a cabo a través de acontecimientos salvíficos, concretos y controlables por la historia. Por lo tanto, podemos concluir que el tema principal de la Biblia es la Historia de la Salvación. 

- Historia: Se parte de acontecimientos vividos de alguna forma en el pasado pero que son transmitidos de acuerdo con un objetivo presente. 
- Salvación: Por lo general, entendemos por salvarse únicamente el librarse de un peligro. Sin embargo, el mismo concepto guarda una noción más positiva: Salvar, es ganar o adquirir algo valioso. 

En nuestra historia, la salvación consiste en ese proceso en el tiempo y el espacio por el cual Dios libera al hombre del pecado y del poder del Maligno, y además lo bendice al comunicarle la misma vida divina. Si el pensamiento de Dios, el Logos, organiza toda la historia, es al mismo tiempo quien la explica. El Verbo de Dios, Jesucristo Salvador, da armonía a este variado concierto. Sólo bajo la perspectiva cristocéntrica se puede comprender la Escritura. A lo largo de toda la Historia de la Salvación, desde la obertura hasta la conclusión, Cristo domina la obra. Las primeras notas de nuestra Biblia están ya en el tono de Cristo redentor. De este principio fundamental ha nacido nuestro esquema centrado en Cristo Jesús: 

I. Necesidad de Cristo El maravilloso plan original de Dios es desfigurado por el pecado original. Entonces Cristo se hace presente como una promesa de restauración de la ruptura entre Dios y el hombre. 
II. En marcha hacia Cristo En el tiempo oportuno, Dios decide poner en marcha su plan de salvación. Cristo es entonces el polo de atracción hacia el cual confluye toda la historia. La constitución y formación del Pueblo Elegido tiene por objeto preparar y anunciar la venida del Mesías. 
III. Cristo Jesús Llegada la plenitud de los tiempos, Dios envía a su Hijo nacido de mujer para librarnos del pecado y hacernos partícipes de su Naturaleza Divina. 
IV. Por Cristo, con él y en él El Padre nos envió a su Espíritu para que pudiéramos adorarlo y glorificarlo en Cristo Jesús, mientras esperamos y preparamos la segunda gloriosa venida. La Historia de la Salvación es nuestra aceptación y respuesta como comunidad de creyentes en santidad y amor a la libre elección amorosa de Dios que nos participa de su naturaleza divina en Cristo Jesús, por la acción del Espíritu Santo que va reproduciendo en nosotros la imagen del Hijo, e instaurando todas las cosas en él, para la alabanza de la gloria del Padre. Nuestra intención es presentar una visión panorámica de la Biblia. Recorrer paso a paso las grandes etapas dela Historia de la Salvación, siguiendo el proceso pedagógico que Dios usó para revelarse al hombre. De ninguna manera se trata de suplir el contacto directo con la Palabra de Dios. Al contrario. 

El siguiente estudio corre al parejo con la Sagrada Escritura. Nació de la Biblia y es para la Biblia. Algunas veces se ha supuesto cierta lectura o previa iniciación, para evitar repeticiones. Sin duda que la mejor lectura de la Biblia consiste en seguir progresivamente cada etapa de la Historia de la Salvación. Este es nuestro propósito, al mismo tiempo que presentar una visión general, pero no exhaustiva, del mensaje revelado, que es inagotable. No podemos olvidar el principal fundamento de Interpretación bíblica: 

La Escritura se explica por la Escritura. Por otro lado, no se trata de un estudio frío o teórico de la historia. No. La Historia de la Salvación es nuestra propia historia. Nosotros nos vemos reflejados en cada uno de los personajes que intervienen en el desarrollo del plan de Dios. Tenemos algo de Abraham y de Jacob. Nos parecemos a Moisés y a David. Caín y Abel forman parte de cada uno. Dentro de nosotros vivimos la etapa de los profetas, del sufrimiento del Destierro o de la esperanza en la venida del Señor. El pueblo elegido somos cada uno de nosotros.

La Historia de la Salvación es un germen, un anuncio y una promesa de aquello a lo que Dios ha llamado a cada uno de nosotros: Ser transformado en Cristo. La plenitud de los tiempos a la que Dios nos ha predestinado consiste en irradiar en nuestra vida la gloria de Dios, como brilla en el rostro de Cristo. La Historia de la Salvación es nuestra propia historia. La Biblia, habíamos dicho, es una sinfonía. Sin embargo, no resulta fácil entenderla, ya que el poema está fríamente escrito en los pentagramas de la partitura. Es necesario que sea interpretada por la orquesta para comprenderla, tanto en su profundidad como en su unidad. Lo que nos hará comprender la Historia de la Salvación, será vivirla, individual y comunitariamente, como pueblo de Dios. En este sentido, somos nosotros quienes damos vida a la Palabra de Dios. 

La Palabra es eficaz sólo cuando se graba en el corazón y se pone en práctica. Por lo tanto, estamos obligados a seguir paso a paso la historia del pueblo de Israel, que nos ha precedido en la marcha y el encuentro con Cristo Jesús. Vamos a emprender la marcha para caminar con el pueblo elegido, meditando y experimentando los apasionantes caminos de Dios. Que la Palabra de Dios sea difundida y glorificada, y se vaya encarnando en nosotros por obra del Espíritu Santo, como en María.



Historia de la Salvación (el libro) 
José H. Prado Flores

La escritura se explica con la Escritura - José H. Prado Flores


Jesús es la Palabra de Dios - José H. Prado Flores


Josías y el libro de la ley


EL LIBRO PERDIDO Y ENCONTRADO