EL Rincón de Yanka: QUEIRÓS Y LA CIVILIZACIÓN BÁRBARA: LA FELICIDAD Y LA LIBERTAD RURAL FRENTE AL VACÍO URBANO 🏢🏣🏤🏦🏨🏪🏬🏭

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miércoles, 12 de febrero de 2020

QUEIRÓS Y LA CIVILIZACIÓN BÁRBARA: LA FELICIDAD Y LA LIBERTAD RURAL FRENTE AL VACÍO URBANO 🏢🏣🏤🏦🏨🏪🏬🏭


"Los políticos tienen todos la misma política".

"Nada hay más difícil que ser claro y breve. 
Se necesita ser un genio".
José María Eça de Queirós

José María Eça de Queirós es un autor cada día más actual. El gran escritor portugués, nacido en Póvoa de Varzim (Cerca de Oporto) en 1845, abogado, periodista, diplomático, pero por encima de todo el novelista más destacado del siglo XIX en Portugal, el introductor del realismo en la tradición literaria de su país, ya había sido bastante traducido al castellano antes del estreno de la película mexicana, pero es gracias a esa ella que un público no tan conocedor de la literatura portuguesa pudo acceder a la genialidad y la ironía de Queirós.
Varias son las novelas que podríamos destacar junto a "El crimen del padre Amaro", como "El primo Basilio", "El Mandarín" o "Los Maia", que no sólo retratan el Portugal decimonónico y finisecular, sino que crean personajes de un realismo y complejidad extraordinarias; además, sus obras sobresalen por la fluidez de sus narraciones, creando una literatura del conocimiento humanista y sabiendo mantener en todo momento el interés del lector, cualidades que han convertido sus novelas en universales y, como los buenos clásicos, de plena actualidad.

Pero me gustaría destacar "La ciudad y las sierras", una de sus novelas con menos difusión en nuestro país y que, en mi opinión, es una de sus mejores obras, sino la mejor. Publicada póstumamente en 1901, traducida rápidamente al castellano (1902), era una de sus novelas más difíciles de encontrar en las librerías españolas hasta hace poco; por suerte, en el 2007 Alianza Editorial reeditó la edición que, con la vieja traducción de Eduardo Marquina, ya había publicado Bruguera en 1984. 
"La ciudad y las sierras" plantea la felicidad rural frente al vacío urbano, retrata con maestría extraordinaria, amenidad e ironía, el momento finisecular en el París de las vanguardias y de la ciudad moderna por antonomasia, liberal y tecnificada (la gran ciudad hacia la que tantos portugueses y españoles huyeron en el pasado en busca de todo aquello que no había en la Península: 
ciencia, libertad, nuevas tendencias artísticas, etc. En suma: la civilización), en contraste con el origen rural y caciquil del protagonista de la novela (Jacinto) que, tras vivir una larga temporada, cómodamente, en París, debe volver, por obligaciones familiares, a su casa natal junto a su mejor amigo (el José Fernández que Eça de Queirós convierte en narrador de la novela). 
La vuelta a sus orígenes, a la desfasada realidad ibérica, a la opresión clerical, a lo ancestral y arcaico, pero también a la sencillez y a la naturaleza, a la savia prístina, dan pie al autor para construir una de las novelas más extraordinarias, completas y entrañables que el lector amante de la novela realista del siglo XIX no puede dejarse perder. Varios momentos destacan por su brillantez narrativa, tanto el retrato delicioso, casi amoroso, de la amistad entre los dos protagonistas, como el viaje que emprenden en tren desde París hasta Tormes, en el Alentejo, y las vicisitudes expedicionarias entre divertidas, irónicas y patéticas que les suceden en cuanto dejan en Irún el tren francés (la modernidad) y pasan la aduana española (“África comienza en los Pirineos”, es conocida la frase que solían decir los franceses) para tomar un tren portugués que les devolverá al territorio esencial desde el que habían partido hacía mucho en busca de la novedad parisina.

A la altura no sólo de las grandes novelas de Clarín, Pérez Galdós o de Pardo Bazán, también de los grandes de la novela francesa de su época Flaubert o Zola; Eça de Queirós, gigante de las letras portuguesas, merece estar, sin lugar a dudas, entre los más grandes novelistas europeos de todos los tiempos.



"La ciudad y las sierras" cuenta la historia de Jacinto, que abandona los lujos y el confort de su palacete parisino y, en compañía de su amigo Zé Fernandes, se adentra por primera vez en la tierra de sus antepasados en el Bajo Duero. El viaje de los personajes permite a Eça de Queirós reelaborar el tema del antagonismo entre campo y ciudad con inusitada fuerza y modernidad, haciendo a su manera —irónica y sincera, humorística y grave— el inventario de los progresos de la técnica, pero también de sus contratiempos y adversidades. La novela, editada por primera vez en 1901, un año después de la muerte del autor, tiene su origen en un cuento titulado «Civilización», publicado en la Gazeta de Notícias de Río de Janeiro en 1892, que incluye este volumen.