Rafael Cadenas
contra la neolengua
contra la neolengua
Discurso completo del poeta venezolano al recibir el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana
El discurso del poeta venezolano Rafael Cadenas en Salamanca, durante la ceremonia de entrega del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que tuvo lugar este martes 23 de octubre de 2018, es una pieza de agradecimiento que no se limita a dar las gracias por el reconocimiento, sino que valora la influencia de los intelectuales españoles en la construcción de la república venezolana durante el siglo XX y destaca el valor del lenguaje contra los totalitarismos y su aberrante mecanismo de comunicación y dominación: las neolenguas.
Señora, señor Rector, señor Presidente del Patrimonio Nacional, autoridades, familiares y amigos. Este es un inmenso honor. Debo decir, una vez más, gracias. Esta palabra es muy importante. Se usa para agradecer, como en este momento, un bien recibido que además viene de la mano de la Reina Sofía y de las autoridades de la más antigua universidad española, por añadidura, en la conmemoración de los ochocientos años de su creación. Este cumpleaños la destaca entre las demás en edad en el mundo. En otro ámbito, el de la política, permítaseme una referencia diferente al motivo que nos reúne. Hay palabras tan principales como aquélla, por ejemplo, libertad, justicia, democracia, civismo, honestidad; las cuales cuando se ausentan de un país tornan muy difícil para sus ciudadanos el hecho de vivir realmente. Esas palabras, además, deben corresponder a lo que designan, si no habría que recurrir a lo que Confucio llamaba rectificación de los nombres, que se asemeja a nuestra adequat. Es que en Venezuela nos urge instaurar la normalidad, que sólo puede ser democrática. Pero no voy a adentrarme en este punto porque no es la ocasión de hacerlo.
Quisiera sí señalar la importancia del lenguaje en el ejercicio de la política. Tiene la enorme tarea de enfrentarse a la neolengua de todo totalitarismo, un peligro para los seres humanos porque los vuelve absolutamente dependientes del Estado. Ahora, voy a decirles mis vínculos con España. A ella me une profundamente la lengua. Sobre esta relación no es necesario insistir. Menos evidente es la que he tenido con su literatura. Comencé a leerla siendo muy joven, creo que a los catorce años, y me cautivó. El desfile empezó con la Generación del 27. Rafael Alberti, Federico García Lorca y Pedro Salinas fueron los primeros con quienes estuve. Debo mencionar también a Miguel Hernández, cuya poesía se adhiere tanto a la memoria, y a León Felipe, que peregrinó por Hispanoamérica diciendo sus poemas y quien, a su vez, se adelantó en España, como Walt Whitman en Norteamérica, a la ampliación del poema, la cual lo hermana con la prosa. Recordemos que ya Lorca llamaba prosía a los poemas de Salinas. Más tarde, leí a Jorge Guillén y a Luis Cernuda. Luego pasé a los autores del 98. Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Azorín, y a Miguel de Unamuno, nombre inseparable de esta universidad. Este despertador de almas llegó temprano a Venezuela a través de las ediciones argentinas. De ellas tengo casi toda su obra. De Unamuno me interesa, además de su estilo, lo que él llamaba instinto de charla, su liberalismo y la idea de intrahistoria que realza a la gente del común, que no entra en la historia pero sostiene todo. En cuanto a la riña con Ortega y Gasset sobre lo de españolizar a Europa o europeizar a España creo que lo resolvió la creación de la Unión Europea. Como soy un gustador de la prosa, ¿qué amante del idioma no lo es?, disfruté la de todos los mencionados.
La palabra crisisaplicada a Venezuela es un eufemismo. Nuestra situación es algo que va más allá de la crisis. Es de salida muy difícil.
A mi regreso de Trinidad, a donde me exilió una de nuestras habituales dictaduras, que fue derrocada por un sector del pueblo y del ejército, la vida me llevó de la mano a estudiar en la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela. Después di clases por más de treinta años, y en esa época una de las principales materias a mi cargo fue la de poesía española. Continúo este recuento. Con mi esposa, y gracias a ella, recorrimos mucho España. Inicialmente por iniciativa propia, después por invitaciones de la Residencia de Estudiantes, lugar sagrado para mí, Casa de América, o festivales como Poemat; a cada paso encontrábamos rasgos de nuestra filiación.
"La política vacía de sentido las palabras —democracia, justicia, libertad—, los poetas llaman la atención sobre ese vacío". Los poetas llaman la atención sobre ese vacío. Las palabras pierden su valor si no se corresponden con la cosa que designan. No es nada nuevo. Confucio lo llamaba ‘rectificación de los nombres’ y eso es un poeta: alguien que rectifica”.
Ahora me referiré a un hecho capital de nuestra historia que a menudo se olvida: la llegada a Venezuela de los exiliados españoles durante o después de la guerra civil. Fueron miles y entre ellos vinieron profesores, científicos, escritores, que contribuyeron decisivamente con nuestra cultura. Como Juan David García Bacca, Pedro Grases, Manuel García Pelayo, Marco Aurelio Vila, Juan Niño, Federico Riu, Manuel Granel, Guillermo Pérez Enciso, Mateo Alonso, Santiago Mariño y muchos otros. Todos dejaron su impronta perdurable en nosotros. Quisiera nombrar a otros, pero en razón de su cantidad no puedo. En realidad vinieron españoles de todas las profesiones.
Hace años se publicó en Caracas un libro de dos tomos con biografías breves de ellos, aunque no de todos, y en 2015 apareció el libro Humanistas españoles en Venezuela, compilado por el escritor Tulio Hernández, hoy exiliado de Venezuela. Les daré una idea de lo dicho. Yo hice el bachillerato en una ciudad del interior, Barquisimeto, que originariamente se llamó Nueva Segovia de Barquisimeto, y recibí clases de tres profesores españoles. Es decir, no sólo trabajaron en las universidades, sino también en el Instituto Pedagógico, en los liceos de Caracas y de otras ciudades.
Antes de concluir, debo agradecerle a la profesora Carmen Ruiz Barrionuevo lo que a su vez ha hecho aquí por nosotros con el apoyo de la Universidad de Salamanca. Ella fundó hace años la cátedra que lleva el nombre de un gran poeta venezolano, José Antonio Ramos Sucre, a fin de conocer la poesía venezolana. Merece un gran reconocimiento de parte nuestra.
En una entrevista dije que la palabra crisis aplicada a Venezuela es un eufemismo. Nuestra situación es algo que va más allá de la crisis. Es de salida muy difícil. Termino con una observación tal vez oportuna. Creo que los nacionalismos son abominables. Traen odios, conflicto, guerra. Ojalá aprendamos y optemos por la amistad entre las naciones; por eso he evocado la que existe entre Venezuela y España, no sin recordarles a los que atacan este país que lo hacen en español.
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‘No es mi rostro’, publicada por Ediciones Universidad de Salamanca.
"El totalitarismo ha sobrevivido y ha vuelto, y no hay que descuidarse", ha reflexionado el autor para añadir que "hay que defender la democracia" puesto que, a su juicio, está siendo "amenazada" en "muchos países".
Para él, la democracia "trasciende de lo político" llegando incluso a ser "algo espiritual". "En Venezuela llegó a haber práctica democrática, fueron 40 años luminosos que también tuvieron corrupción, pero fueron los mejores años. Sin embargo, no hubo educación democrática, y por eso no duró", ha relatado para añadir que "demócrata no es solo el que vota, si no el que lo es en todas partes".
En este contexto, ha lamentado la actual situación en Venezuela, con una inflación que "ha empobrecido a todo el mundo" y ha destacado "las innumerables protestas" que se están llevando a cabo que, sin embargo, "no son políticas", si no que "tienen que ver con la supervivencia".
Asimismo, ha mencionado que el periodismo de "oposición" no tiene "casi cabida" debido a que "los dólares del papel dependen del estado", algo que ha resultado en la "desaparición de muchos periodistas". "Los medios de comunicación los tiene el actual Estado", ha señalado.
Por todo ello, ha adelantado que en su discurso de recibimiento del galardón, que tendrá lugar este martes 23 de octubre en la Universidad de Salamanca, de mano de la Reina doña Sofía, ahondará sobre lo importante que es en estos tiempos "la amistad entre Venezuela y España".
En este punto, ha lamentado también que la universidad de Caracas -que cumple 300 años- está "por los suelos" debido a la situación que actualmente se vive en Venezuela, y ha denunciado que "los profesores tienen sueldos que no les permiten vivir", algo que le ocurre a él mismo.
"Este es el premio más importante que he recibido. Es un premio que para mí tiene importancia en todos los sentidos por que viene de España, un país al que quiero mucho y del que estoy muy vinculado", ha expresado. "La poesía es inseparable de la lengua. Cuando los estudiantes aprenden a valorar la lengua y a diferenciar una expresión bella de una vulgar es cuando ya se tiene el camino abierto", ha añadido.
POESÍA CON EL HABLA CORRIENTE
En cuanto a 'No es mi rostro', una selección de poemas de Cadenas editada por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca -en su 800 aniversario-, ha sido realizada por el propio autor y por Juan Pablo Gómez Cova, y prologada por la catedrática Carmen Ruiz Barrionuevo.
Cadenas ha precisado que a lo largo de los años "su obra ha ido cambiando" y ha matizado que escribió 'Los cuadernos del destierro' y 'Una isla' en los cuatros años que estuvo exiliado en La Trinidad. "Pude regresar por una amnistía que otorgó el dictador de turno, Marcos Pérez Jiménez", ha relatado para añadir que después de escribir esos dos libros su estilo cambió para acercarse "al habla corriente" un lenguaje en la actualidad sigue manteniendo en sus poemas.
Su obra siempre ha tenido cierta vinculación con "el misticismo occidental y oriental", corrientes que tienen en común que para ellos "lo único que existe el presente" dándole "un gran valor a la vida" pero sin olvidar "el pasado y el futuro".
"El pensamiento generalmente es pasado, hay una poesía del presente, que es la que yo trato de escribir, sin excluir lo que ha pasado, puesto que eso sería mutilarse. En mis libros hay pasado, presente y poco futuro, porque el futuro casi siempre es fantasía, hacemos proyectos peor no tenemos el control sobre él", ha expresado.
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El fracaso de Rafael Cadenas
Que bueno, poeta Cadenas, este fracaso suyo que le lleva hoy a recibir el prestigioso Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Que hermoso que este país nuestro, que se siente fracasado también y viviendo oscuros tiempos, reciba, por cuenta suya, un magnífico reconocimiento, justo en el arte que remite a la mayor luminosidad y elevación cultural de un pueblo: la belleza del sentimiento que expresa la ancestral humanidad de la palabra.
Hoy siente uno un relámpago de esperanza que nos anuncia que no hemos sido vencidos, que la nuestra sigue siendo una tierra de mentes lucidas, sensibles, virtuosas, que la inteligencia prevalecerá. Este acontecimiento, que desde la madre patria llena de alegría e ilusión a las almas sensibles de Venezuela y de Iberoamérica, tiene honda significación en nuestro destino. No será reseñado en nuestra prensa a cuatro columnas, porque ya no hay columnas en nuestros diarios, no recibirá usted ningún reconocimiento oficial ni condecoraciones (¡a Dios gracias!) y sin embargo, este galardón nos redime, nos hace grandes en lo que verdaderamente vale la pena, en el terreno de eso que llamaba Hegel el espíritu infinito. Su obra es esencia, frente a los accidentes de este duro y fugaz momento. La poderosa obra continúa y usted ya ha aportado su verso.
Este galardón, se lee en sus estatutos: “tiene como objeto premiar el conjunto de la obra poética de un autor vivo que, por su valor literario, constituya una aportación relevante al patrimonio cultural común a Iberoamérica y España”. ¡Naguará!, dirán sus paisanos, pero usted, Cadenas, no es un autor “vivo”, en el sentido tradicional que en Venezuela se le da a esa palabra, a usted el fracaso le salvó de la “viveza”, tan criolla y que a tantos ha confundido persiguiendo engañosos triunfos, tan deslumbrantes como inmundos y vacíos. Su palabra, vivirá más allá de usted y será parte de la hermosa visión de nosotros mismos que heredarán aquellos llamados a conocer un país mejor, distinto al que padecemos hoy, donde la inteligencia arrincone a la barbarie. Su palabra estará allí y algo de nuestros sueños en ella.
Que el premio que hoy recibimos -nos incluyo- no cause en su sosegada alma perturbación alguna. Usted es y seguirá siendo un fracasado en los cánones habituales de éxito de nuestra tierra. No se sienta agobiado por el protocolo de la Casa Real que chocará con la humilde “morada de barro” en que habitan sus metáforas. Será un rato, nada más, en la universidad más antigua de España, en su paraninfo, el mismo en el que el anciano rector, Unamuno, enfrentado a los fascistas (¡qué cosas no!), definió como “templo de la inteligencia”. En este templo de la inteligencia se consagra hoy la sencilla santidad de su poesía. Enhorabuena, me alegro mucho por usted, pero especialmente por nosotros que nos hinchamos de legítimo orgullo por alguien a quien el fracaso “privó de hinchazones”.
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Estas son las palabras de Rafael Cadenas recién galardonado "Premio Lorca de Poesía"cuando le preguntaron:
¿Dónde está Venezuela?
...¿Dónde queda Venezuela?, tengo que decir que queda en México, en Miami y otras zonas más internas de Estados Unidos.
Queda en Colombia, en Ecuador, en España. En Panamá, en Chile, hasta en los Emiratos Árabes.
Venezuela queda entre cualquier meridiano y paralelo del mundo a donde se tuvieron que ir a vivir los venezolanos de bien en busca de procurarse una mejor calidad de vida. Persiguiendo un poco de tranquilidad y seguridad, aunque sea, un poquito de futuro para ellos y los suyos.
Venezuela hoy es un país desperdigado por el mundo. Donde esté radicado el talento, la inteligencia y el trabajo de los venezolanos, ahí quedaVenezuela.
Venezuela está en cada petrolera del mundo que ha visto aumentar su producción y mejorar su actividad gracias al talento y trabajo de los venezolanos que contrataron.
Venezuela queda donde hay una televisora, un periódico, una radio cuyas programaciones y producciones se han visto mejoradas e incrementadas gracias al trabajo creativo de venezolanos que ayudan a crecer medios libres en otras tierras. En países que no son el suyo. Donde las editoriales sacan provecho de la imaginación y capacidad de creación de venezolanos ingeniosos y originales con historias formidables, muchas veces impregnadas de la nostalgia y la desazón del exilio.
Allí está Venezuela.
Venezuela estará en esos países a donde cada día lleguen venezolanos de bien para entregar en tierras lejanas y extrañas todo su esfuerzo y trabajo para hacer de este mundo un sitio mejor.
Quedará Venezuela donde vayan a vivir todos esos jóvenes que hoy están buscando la mejor manera de irse a una tierra que les ofrezca algo más que un certero tiro, una ominosa discriminación, un insulto en cadena.
Lo que queda aquí, rodeado por Colombia, Brasil y Guyana, frente a ese hermoso e imponente Mar Caribe. Esto, este corral al Norte de la América del Sur. Esta republiqueta de vivos, sicarios y malhechores. Esto que ya no es un país sino una parodia de República Bananera. Esto no es Venezuela. Este pozo de plomo y sangre, este luto en gerundio, este llanto que no cesa, no es el país del que nos canta el Gloria al Bravo Pueblo.
Esto, este solar de mansas colas de hambruna no es la tierra que parió a héroes independentistas.
Esto no es más que la república bolivariana de Venezuela. Así, con minúsculas. Disminuida y empobrecida. Ensombrecida, envilecida y triste, como nos la legó un hombre megalómano que se creyó líder intergaláctico e inmortal. Un resentido ser a quien ahora pretenden convertir en deidad.
VER+:
Presentación de la Antología de Rafael Cadenas
Acto de entrega XXVII Premio Reina Sofía
de Poesía Iberoamericana
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