Tu historia,
mi historia,
nuestra historia.
La mentira de la vida.
🌎
¿Vivimos entonces toda la raza humana en una mentira?
Ahora mismo podrías estar donde sea, haciendo cualquier cosa. Pero estás sentado frente a una pantalla.
¿Que te inclina a hacer lo que quieres o a estar donde quieres?
Cada día sigues la misma rutina, para repetir lo que hiciste ayer. Sin embargo, hubo un tiempo en el que cada día era una nueva aventura.
Los días parecían eternos, pero en algún momento algo cambió.
Ahora todo es rutinario.
¿Esto es crecer?
¿Ser libre?
¿Somos realmente libres?
La comida, el agua, la tierra... Todo lo que necesitamos para vivir, es propiedad de las grandes compañías.
Ya no hay fruta en algunos árboles, ni agua limpia en muchos ríos.
¡Coge algo de lo que da el planeta e irás a la cárcel!
¿Entonces? Entonces es que seguimos sus reglas.
Descubrimos el mundo a través de los libros, pasamos los años repitiendo lo que nos enseñan. Nos prueban y clasifican como a ratas de laboratorio.
Somos educados para parecernos. Lo suficientemente inteligentes para hacer bien nuestro trabajo, pero no para cuestionarlo. Trabajamos tanto que no nos queda tiempo para disfrutar de la vida. Hasta que llega el día en que nos hacemos viejos y entonces nos empiezan a dejar morir. Entonces nuestros hijos toman el relevo.
Sólo se vive una vez, pero no somos más que combustible.
La materia prima de la élite. Aquellos que se ocultan tras el logo de una multinacional.
El mundo es suyo y su recurso más valioso somos nosotros.
Construimos sus casas, sus máquinas, peleamos en sus guerras...
¡No es el dinero lo que les mueve, es el poder!
El dinero es solo la herramienta que usan para controlarnos. Trozos de papel sin valor, de los que dependemos para todo. Ellos nos dieron el dinero y nosotros les entregamos el planeta.
Donde había árboles limpiando el aire, ahora hay fábricas contaminantes. Donde había agua para beber, ahora hay residuos tóxicos. Donde los animales corrían en libertad, ahora hay granjas para criarlos y sacrificarlos.
Más de mil millones de personas mueren de hambre, sin embargo, hay comida para todos. El 70% del grano que se produce, se usa para alimentar a los animales que te comes. Los hambrientos no generan beneficios...
Somos como una plaga propagándose por la tierra, destruyendo el medio que nos da la vida.
Parece que todo se pueda comprar y vender como si fuera nuestro solamente.
¿Pero que pasará cuando hayamos contaminado el último río o envenenado todo el aire?
Cuando nos daremos cuenta de que el dinero no se come!
No destruimos el planeta, destruimos su vida.
Cada año miles de especies se extinguen. Falta poco para que seamos los siguientes.
Si vives en Estados Unidos, por ejemplo, según leí hace poco, tienes un 41% de posibilidades de contraer cáncer. Allí las enfermedades cardiovasculares, matan a 1 de cada 3 hombres. Usan fármacos para tratar estas enfermedades. Sin embargo, la atención médica es la tercera causa de muerte.
Nos dicen que todo se soluciona dando dinero a un científico, pero la industria farmacéutica depende de nuestro sufrimiento para obtener ganancias. Cuando creemos tener la cura, en realidad olvidamos la causa.
¡Somos lo que comemos!
La mayoría de los alimentos se diseñan para enriquecer a la industria y por eso, los llenan de química tóxica.
Mucha carne de la que comes, vienen de animales engordados con drogas. ¡Pero no lo vemos!
Ya se encargan de ello los medios que controlan las grandes compañías.
Ahora nos parece de chiste que una vez los humanos creyeron que la tierra era el centro del universo, pero seguimos creyéndonos el centro del planeta.
Rodeados de nuestra tecnología, pensamos que somos los más inteligentes. ¿Pero son nuestros ordenadores e industrias sinónimo de nuestra inteligencia? o tal vez ¿sinónimo de nuestra pereza?
Nos llamamos civilizados, pero ¿qué somos realmente?
Que rápido olvidamos que hasta hace cien años las mujeres no podían votar o de que había algunas razas con menos derechos que otras...
Creemos saberlo todo, pero hay tanto que desconocemos.
Vamos por la calle sin valorar las cosa más simples, las miradas de los demás,sus historias... Creemos que somo el centro de todo. Quizá nos de miedo saber el que no estamos solos y que formamos parte de algo mucho más grande y por eso no conectamos.
Nos da igual matar animales o personas de otro país. Pero no matamos al vecino, no a nuestro perro... aquellos a los que comprendemos y amamos.
Pensamos que la otras especies son estúpidas. Les disparamos y lo justificamos.
¿Matamos solo por qué podemos? Porque siempre lo hicimos
Que poco hemos aprendido...
¿Por que seguimos igual, en vez de desarrollar nuestros pensamientos y sentimientos como la compasión?
Un día eso que llamamos vida se irá y nuestros cuerpos se pudrirán, nuestras propiedades se perderán.
Sólo lo que hagamos perdurará para siempre.
La muerte nos rodea y aún así la vemos muy lejos de lo cotidiano.
Vivimos en un mundo a punto de colapsar. La guerra del futuro no tendrá vencedores.
¡La violencia no es la respuesta!
Si pensamos en nuestros deseos más profundos, veremos que nuestros anhelos, no son tan diferentes a los de los otros.
Compartimos un mismo objetivo, ¡ser felices!
Destruimos el mundo buscando placeres sin ni siquiera pararnos a pensar.
¡La gente más feliz, suele ser la que menos tiene!
¿Somos realmente felices con nuestros teléfonos, coches, casas?
¡Nos hemos desconectado!
Adoramos a amigos que no conocemos personalmente, vivimos como nuestro lo extraordinario a través de una pantalla, pero no valoramos lo cercano.
Queremos que alguien cambie todo esto y no vemos que el cambio está en nosotros.
La elección de nuestros gobernantes es como tirar una moneda al aire, dos caras de una misma moneda. Escogemos a uno de ellos y nos parece que cambiamos, pero todo sigue igual.
No trabajan para nosotros, trabajan para quienes les mantienen en el poder.
¡Necesitamos líderes, no farsantes!
Pero nos hemos olvidado de auto guiarnos y nos dejamos llevar.
No esperes más el cambio. ¡Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo!
El ser humano no ha evolucionado hasta hoy, teniendo su culo pegado a una silla.
La raza humana ha sobrevivido por trabajar en equipo. Ya dominamos el arte de matar... ¡conquistemos ahora la alegría de vivir!
No se trata de salvar el planeta. La tierra seguirá adelante con o sin nosotros.
Somos sólo un instante, pero nuestra influencia es eterna.
Nuestra generación decidirá como será la vida en nuestro planeta, para bien o para mal. ¡Podemos seguir igual o despertar!
Somos los rostros de los que estuvieron aquí antes. Este es ahora tú turno. Puedes elegir si cambiar tú destino o seguir el de tantos otros antes que tú.
Tú vida no es una película con un guión escrito, nosotros lo escribimos.
¡Esta es tu historia, es mi historia, es nuestra historia!
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