11 diferencias entre el 11-M
en Madrid y el 13-N de París
Los dos han sido los atentados
más graves que ha sufrido Europa.
Pero ¿en qué se distinguen?
ATENTADOS EN PARÍS
Los atentados del 13-N en el centro de París y el 11-M en Madrid en 2004 guardan muchas similitudes -ataques múltiples y sincronizados, alto balance de víctimas, reivindicación yihadista...- pero las diferencias son mayores. Aquí algunas:
1.- En París estalló todo lo que pudo estallar. En Madrid dos bombas no estallaron. Allí no se acusó a delincuentes sin ningún tipo de preparación militar. Aquí a chapuceros malhechores traficantes de drogas que carecían de cualquier tipo de preparación militar y organización logística.
2.- En París no hay dudas sobre el explosivo. En Madrid, cuando el mayor experto en explosivos de la capital llega a la estación de Atocha, cree que lo que estalló responde a un explosivo militar. Más tarde, al intentar desactivar las dos bombas que no estallaron como si contuvieran un explosivo militar, éstas vuelan. Fue entonces cuando Cáceres Vadillo llega a la conclusión de que, al menos, esas dos bombas no contenían dicho explosivo.
3.- En París está clara una única autoría. En Madrid tendríamos que diferenciar entre la autoría que está tras las diez bombas que estallaron y la que pudo estar tras las dos que no estallaron.
4.- En París, los terroristas no llegaron a los escenarios del crimen en un coche robado, sin la cerradura forzada y sin las matrículas sin doblar. Tampoco lo dejaron cargado de pruebas muy cerca de donde asesinaron a decenas de personas. En Madrid, según la versión oficial, sí.
5.- En París, horas después de la masacre, no aparece una bomba sin estallar en una comisaría. En Madrid, sí. Cuando se analizó esa bomba, se acusó a Jamal Zougam de haber vendido la tarjeta del teléfono que en ella se encontró. Treinta y ocho horas después, le detienen en su negocio. Sabiendo, como todos los españoles, que la Policía había desactivado y analizado una bomba que supuestamente él colocó en los trenes con una tarjeta que supuestamente había vendido para supuestamente asesinar a centenares de personas, Zougam ni huye, ni se esconde ni se inmola cuando es detenido. En París no ocurrió nada de eso. Ni allí ni en ningún otro sitio ocurrió jamás algo parecido a lo que nos dicen que ocurrió aquí con Zougam.
6.- En París, los terroristas no portaban móviles liberados por un policía. En Madrid, sí.
7.- En París, los terroristas suicidas mueren asesinando a todos los ciudadanos que alcanzan. En Madrid, según la versión oficial, esperan a suicidarse tres semanas después y tras el desalojo del edificio en el que nadie nos explicó por qué y cómo se concentraron en un piso que estaba pared con pared con la vivienda de un policía experto en escuchas y seguimientos.
8.- En París, la masacre no se perpetró tres días antes de unas elecciones generales. En Madrid, sí.
9.- En París, no se destruyeron los escenarios del crimen. En Madrid, sí.
10.- En París, los terroristas no se sirven de un cristiano confidente de la Policía para, a cambio de droga, obtener los explosivos en una mina asturiana. En Madrid, según la versión oficial, sí.
11.- Todavía es muy pronto para asegurarlo, pero creo que es imposible que en el relato oficial francés nos hablen de un individuo que hizo allí lo que dicen que hizo aquí un tal Said Berraj. Le acusan de la masacre. Dicen que vive. El marroquí podría aclararnos muchas de las dudas que más de once años después tenemos sobre el 11-M.
Y 12.- En Francia se unieron todas las instituciones a favor del gobierno. En España, no se pensó en las víctimas. Cedieron al terrorismo y le dieron su voto...
*
Saint Denis y Leganés
Esta madrugada, la policía francesa iniciaba el asalto a un piso en el distrito parisino de Saint-Denis. Como resultado de la operación, dos terroristas han muerto y se han practicado siete detenciones. Una de las terroristas murió al accionar un cinturón de explosivos.
El periódico El País y la Cadena Ser se han apresurado a intentar asimilar los atentados de París al 11-M basándose en ese episodio: "Saint-Denis es nuestro Leganés". Leganés, como los lectores recordarán, fue ese episodio que tuvo lugar tres semanas después del 11-M en un piso de esa localidad madrileña, episodio en el que supuestamente siete terroristas se hicieron volar por los aires al verse rodeados por la policía.
¿Por qué han tardado tanto El País o la Ser en efectuar la comparación con el 11-M? Pues porque hasta ahora no podían hacerla: en los atentados de Paris, los islamistas utilizaron, de nuevo, terroristas suicidas, mientras que en el 11-M no hubo. El 11-M sigue siendo así el único gran atentado atribuido a islamistas en el que no hubo suicidas. Así que de repente, con el episodio de Saint-Denis, el Grupo Prisa ha visto el cielo abierto. Y se ha apresurado a aprovechar la oportunidad.
Es una lástima –para ellos– que la comparación tampoco resista el más mínimo análisis. Recordemos algunos detalles del oscurísimo episodio de Leganés:
En Leganés, los supuestos suicidas esperaron disciplinadamente ¡casi 7 horas! desde que se establece el cordón policial, a que desalojaran el edificio y los colindantes. Solo después de desalojados los ocho edificios hacen estallar la carga explosiva, coincidiendo con la hora del telediario.
En Leganés nos dicen que hubo un tiroteo con subfusiles durante el cerco policial. Pero no apareció ni un mísero cartucho de subfusil en el registro efectuado tras la explosión.
En Leganés, no hubo detenciones: aparecieron tras la explosión 7 cadáveres... a los que no se les practicó la autopsia. El juez Bermúdez tuvo que hacer malabarismos jurídicos para considerar autopsia unos informes antropológicos que incumplían claramente la normativa legal.
En Leganés, no solo no se practicó autopsia a los supuestos suicidas, sino que se intentó impedir a la Policía Científica que tomara muestras de sus cadáveres. Solo pudieron acceder a los supuestos suicidas 7 horas después de su llegada al Instituto Anatómico Forense.
En Leganés, uno de los cadáveres de los supuestos suicidas apareció… con los pantalones puestos del revés. ¿No tuvo tiempo ese hombre para vestirse bien a lo largo de las casi 7 horas que duró el cerco policial?
En Leganés, uno de los ocupantes del piso (el octavo ocupante) ¡bajó a tirar la basura durante el cerco policial! Y estando el piso rodeado por decenas de policías, coches policiales e incluso helicópteros… nos dicen que se escapó a la carrera. Finalmente, fue localizado en Serbia y detenido... y el Tribunal Supremo concluyó que NO había participado en la colocación de las bombas del 11-M. Por cierto, el Tribunal Supremo también concluyó que NO se podía afirmar que los siete presuntos suicidas de Leganés hubieran participado en la colocación de las bombas del 11-M, motivo por el cual las víctimas del 11-M quedaron jurídicamente imposibilitadas de demandar por vía civil a los herederos de los supuestos suicidas de Leganés.
En Leganés, con decenas de policías rodeando el piso durante siete horas, y con unos supuestos terroristas que nos dicen que se asomaban por la ventana para disparar ráfagas de subfusil... no tenemos ni una maldita imagen del asedio, ni de los propios terroristas, ni de la entrada en el piso.
En Leganés, el sumario del 11-M contiene TRES versionescontradictorias distintas sobre cómo se localizó aquel piso. Ceremonia de la confusión.
En Leganés, resulta que los supuestos suicidas vivían pared con pared… con un policía experto en lucha antiterrorista, escuchas y seguimientos.
En Leganés, nos dijeron que los supuestos suicidas rodeados mandaron sendos faxes al ABC y a Telemadrid amenazando con nuevos atentados. Pero en el desescombro del piso tras la explosiónno apareció ningún fax. Y, en realidad, los datos del sumario demuestran que al menos el fax de Telemadrid fue enviado... desde fuera del piso.
En Leganés, apareció una carta de despedida a sus familiares de uno de los supuestos suicidas... con una firma falsa. Siendo un marroquí que escribe (en árabe) una carta de despedida a sus familiares en Marruecos, resulta que aparece una firma... en caracteres latinos.
En Leganés, al hacer el desescombro del piso tras la explosión, aparecieron diversos libros coránicos... milagrosamente intactos. Lo más chusco es que varios de esos libros coránicos son chiíes, cuando todos los ocupantes del piso eran sunitas. Es algo así como si un radical de creencias católicas tuviera como libro de cabecera una biblia luterana. Evidentemente, quien colocó esos libros en el piso no tenía ni repajolera idea de las distintas corrientes que hay en el Islam. O se creía impune.
No, señores de El País y de la Cadena Ser: Saint-Denis no es nuestro Leganés. Igual que los atentados de Paris no son nuestro 11-M. Mientras que los ataques de París han sido un atentado yihadista, y por eso no hace falta manipular pruebas con el fin de demostrar que es yihadista, en el 11-M (y en Leganés) se destruyeron y manipularon pruebas a gran escala, para intentar vestir de yihadista algo que nunca lo fue.
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