“No servimos para cosas bajas, pequeñas o menudas. No servimos más que para las cosas altas ygrandes. Por eso cuando decimos ‘Arriba España’, en esas dos palabras, a un tiempo, resumimos nuestra Historia y ciframos nuestra esperanza. Porque lo que queremos es que España vuelva a ‘su sitio’: al sitio que la Historia le señala. Y el sitio es ese: ‘Arriba’. Es decir, cerca del espíritu, del ideal, de la fe… Cerca, sobre todo, de Dios“. José María Pemán
Por supuesto, no añadiré ni una letra ni una coma al párrafo anterior. Pero sí diré que este lema tan fantástico no fue inventado en época de aquel que dio apellido al Ferrol del Caudillo. Aunque algunos se lo atribuyen a Rafael Sánchez Mazas, el primero que lo acuñó fue Ricardo Macías Picavea, fallecido en 1899 cuando Franco tenía siete años de edad.
Y que los del 15-M detesten gritar ‘¡Arriba España!’. Qué país de incultos.
Las palabras no tienen propietario, ni patente, ni deben ser tabú. Las palabras son libres de prejuicios y de partidismos ideológicos... Me importa un bledo quien lo haya dicho. Lo importante, significativo y verdadero es que lo diga yo y por que lo digo yo:
¡ARRIBA (o VIVA) ESPAÑA, NOJODA!
VER+:
LA GRANDIOSIDAD DE LA HISTORIA DE ESPAÑA: DÍA NACIONAL
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