EL Rincón de Yanka: ORACIONES Y MANDAMIENTOS ECOLÓGICOS POR NUESTRA TIERRA CON LA CREACIÓN: PAPA FRANCISCO - LAUDATO SI

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viernes, 19 de junio de 2015

ORACIONES Y MANDAMIENTOS ECOLÓGICOS POR NUESTRA TIERRA CON LA CREACIÓN: PAPA FRANCISCO - LAUDATO SI



Dos oraciones especiales


Después de esta prolongada reflexión, gozosa y dramática a la vez, propongo dos oraciones, una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús.



Oración por nuestra tierra

Dios omnipotente, 
que estás presente en todo el universo 
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, 
para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres, 
ayúdanos a rescatar 
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos. 
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo 
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.

Oración cristiana con la creación

Te alabamos, Padre, 
con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas, 
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.

Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.

Espíritu Santo, que con tu luz 
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones 
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.

Señor Uno y Trino, 
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado. 
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.

Dios de amor, 
muéstranos nuestro lugar en este mundo 
como instrumentos de tu cariño 
por todos los seres de esta tierra, 
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.

Los pobres y la tierra están clamando: 
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, 
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.

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LOS 10 MANDAMIENTOS ECOLÓGICOS

Respeto de los recursos naturales como bien común. El papa Francisco defiende que el clima, como el agua y otros recursos naturales, son bienes de la naturaleza, bienes que la Tierra nos ha regalado no para que los explotemos sino para que los compartamos y respetemos. El pontífice advierte que el problema del calentamiento global, así como las terribles sequías que afectan a las zonas más pobres del mundo, sólo pueden ser afrontados con responsabilidad. 
"El cambio climático es un problema global con graves consecuencias ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y constituye una de los principales desafíos actuales para la humanidad", señala el pontífice.

  1. Fomentar el uso de las energías alternativas que 'entierren' los combustibles fósiles. Es imprescindible, dice el papa, apostar por otro modelo de desarrollo más sostenible y limpio. "Se ha convertido en algo urgente el desarrollo en los próximos años de políticas dirigidas a reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono y otros gases altamente contaminantes, por ejemplo, sustituyendo los combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovables".
  2. Asegurar el acceso universal al agua potable. El agua es un bien de primera necesidad y un derecho universal. Por eso es imprescindible mejorar los mecanismos que permitan el acceso universal al agua, también entre los más pobres, y no mercantilizar su uso."Mientras la calidad del agua disponible empeora constantemente, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso y transformarlo en mercancía sujeta a las leyes del mercado. 
  3. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano esencial, fundamental y universal, porque determina la supervivencia de las personas", escribe el pontífice, que denuncia la dicotomía entre norte y sur, ricos y pobres. "Este mundo tiene una gran deuda social hacia los pobres que no tienen acceso al agua potable".
  4. No sustituir el trabajo humano con el progreso tecnológico. El trabajo es una necesidad para garantizar nuestra manutención y realización personal. Invertir en tecnología en lugar de en las personas para otener un mayor beneficio económico "es un pésimo negocio para la sociedad", advierte el pontifice. "La orientación de la economía ha favorecido un tipo de progreso tecnológico dirigido a reducir los costes de producción en función de la disminución de los puestos de trabajo que son sustituidos por las máquinas". La disminución de los puestos de trabajo, advierte el papa, "tiene un impacto negativo en el plano económico através de la progresiva erosión del capital social".
  5. No a la experimentación biológica con personas y animales. Francisco recuerda que el Catequismo sugiere que la experimentación con animales es legítima dentro de unos límites si contribuye a salvar vidas humanas. De la misma manera con los alimentos transgénicos. Sin embargo es mucho más crítico sobre la experimentación con embriones humanos. "Es preocupante el hecho de que algunos movimientos ecologistas defiendan la integridad del ambiente, y con razón reclamen límites a la investigación científica, mientras a la vez no se aplican estos mismos principios para la vida humana. A menudo se justifica que se pasen todos los límites cuando se hacen experimentos con embriones humanos vivos. Se olvida que el valor inalienable de un ser humano va mucho más allá de su grado de desarrollo".
  6. Crear una ecología económica y humana global. Es necesario respetar el medioambiente, las distintas culturas y pueblos así como los espacios en las ciudades. Por ejemplo, escribe el papa, poseer una casa es importante "para la dignidad de las personas y el desarrollo de las familias. Se trata de una cuestión central de la ecología humana". Todo está conectado entre sí. "El crecimiento económico tiende a homogeneizar para simplificar los procesos y reducir los costes. Por eso es necesario una ecología económica capaz de considerar la realidad en una manera más amplia. La protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en manera asilada".
  7. No a la especulación con el medio ambiente. "La estrategia de compra-venta de 'créditos de emisión' puede dar lugar a una nueva forma de especulación y no serviría para reducir la emisión global de gases contaminantes", escribe el pontífice. "Para los países pobres las prioridades deben ser la erradicación de la miseria y el desrrollo social de sus habitantes, al mismo tiempo deben examinar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados y contrastar la corrupción".
  8. La ciencia y las religiones son complementarias. "No se puede sostener que las ciencias empíricas expliquen completamente la vida, la íntima esencia de todas las criaturas y el conjunto de la realidad. Los principios éticos que la razón es capaz de percibir, pueden ser expresados con lenguajes diferentes, también religiosos".
  9. Cambiar nuestro estilo de vida para salvar la Tierra. "Más vacío está el corazón de una persona, más necesidad tiene de comprar objetos que poseer y consumir". Así Francisco denuncia como el consumismo "compulsivo" nos engaña haciéndonos creer somos libres mientras tengamos libertad para consumir. "La obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando sólo unos pocos pueden sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción recíproca", advierte el pontífice. "La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de cambiar los estilos de vida, de producción y de consumo para luchar contra este calentamiento global o, al menos, las causas humanas que lo producen o lo acentúan".
  10. Crear instituciones internacionales que velen por el bien común global. Es necesario la introducción de una regulación internacional para frenar el calentamiento global, asegura el papa. Pero las leyes, por sí solas, no resolverán el problema: hace falta cambiar la perspectiva ética global. "Es esencial lograr un consenso global para enfrentar problemas más profundos que no pueden ser resueltos por las medidas unilaterales de países individuales". "Las cumbres mundiales en los últimos años no respondieron a las expectativas por falta de voluntad política", denuncia el pontífice. Pero el responsable de que no se haya podido avanzar en este sentido son los países desarrollados que "privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global", en detrimento de los más pobres.

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Oraciones de la 

CARTA ENCÍCLICA


DEL SANTO PADRE

FRANCISCO
SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN


Dado en Roma, junto a San Pedro, 
el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, 
del año 2015, tercero de mi Pontificado.

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La encíclica «Laudato Si»: 
mil elogios, un pero


Aunque otros papas ya habían afrontado el problema ecológico como contexto para la paz, la lucha contra el hambre, la sostenibilidad del desarrollo y la equidad de las relaciones internacionales, es en la encíclica Laudato Si donde la Iglesia Católica se alinea con las corrientes científicas más fundamentadas, y con todos los enfoques politológicos que ven en el desarrollo sostenible un paradigma para el estudio del gobierno y de las políticas de bienestar. La «defensa de la casa común», que entre los cristianos tiene valiosos antecedentes, es elevada por Francisco a la categoría de deber moral para con Dios y los hombres, por lo que la idea de un mundo sostenible pasa a ser tan vertebral, universal e imperativa como la paz, la igualdad, la dignidad y la distribución de la riqueza. El cambio que el papa Francisco quiso dar a su pontificado se nota también, más allá de sus ideas sustantivas, en la redacción y distribución de esta Encíclica, que, escrita en castellano, y titulada con palabras de Francisco de Asís en italiano, tuvo gran eco en las redes sociales, fue reenviada por las diócesis a nuestros correos personales, y está siendo presentada al público -hoy mismo, a las 18.30, en San Martiño Pinario- por teólogos y científicos. No caeré en la soberbia de despachar la inmensidad de este texto -que aún estoy leyendo- en un artículo. Pero puedo adelantarles que, entre los mil elogios que ya le debo, se me ha colado un pero -ya reiterado- que algún papa debería restañar cuanto antes.


Porque, dado que la sostenibilidad depende de los marcos políticos y económicos, como el propio Francisco reconoce, no es posible ahondar en los planteamientos y soluciones del problema si no se apuesta por modelos productivos justos y suficientes y por una democracia avanzada y global. Sorprende mucho que entre las 41.978 palabras que tiene la Encíclica, el término democracia -si he de hacerle caso al buscador- no figuran ni una vez. Y por eso no entiendo qué vía se quiere tomar para que la doctrina de la encíclica pueda pasar, en horas -o siglos- 24, «de las musas al teatro». A los católicos nos falta una Encíclica -la Libertas filiorum Dei, por ejemplo- que reconozca la intrínseca necesidad y moralidad de la democracia, y que, en lógica consecuencia, enfrente a los fieles y jerarquías con todas las dictaduras y las democracias simuladas. Y no es nada tranquilizador que este Papa, en esta encíclica, tampoco haya percibido la deuda que tenemos los cristianos con el único modelo de poder que puede considerarse intrínsecamente bueno y digno.

Alguien dirá que el Papa no hace política. Pero yo le responderé que, si es así, tampoco puede hacer ecología, porque, si no se habla de lo más, es muy estéril hablar de lo menos. Y creo que el santo de Asís, si viviese hoy, me daría la razón.

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Sobre el cambio climático es una tesis, que ya no está en debate, pero omitió que muchos científicos no ven el planteamiento tan catastrofista que Al Gore plantea y que, por ejemplo, el Juez británico Michael Burton (Magistrado del Tribunal Supremo de Londres), denunció el contenido tendencioso de su documental y reveló nueve incómodas mentiras considerando que varias de sus conclusiones se realizan en ?un contexto de alarmismo y exageración?. Por ejemplo, se centra en el 2% de la superficie de la Antártida que se está calentando e ignora el 98% restante, que se está enfriando, lo que hace que el continente en su conjunto esté ganando hielo. Hace unas predicciones apocalípticas muy espectaculares sobre el hundimiento bajo las aguas de ciudades emblemáticas, pero para ello multiplica por más de diez la peor previsión existente de aumento del nivel del mar. El primer problema que tiene planteada la humanidad es el hambre que sufre más del 80% de la población mundial; sin embargo, ni una sola diapositiva, ni una sola palabra mostró este drama. Mentiras convenientes e intereses inconfesables en la ?lucha contra el calentamiento global?, que no es más que una gran operación propagandística para garantizarse el apoyo de la opinión pública en la actual guerra mundial por mantener el dominio occidental sobre las fuentes de energía. Un obsceno circo político a escala mundial con mareantes cifras de dinero público de por medio.