EL Rincón de Yanka: LIBRO "TERRORISMO SIN LÍMITES": ACCIÓN EXTERIOR Y RELACIONES INTERNACIONALES DE ETA 👿💣💀

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jueves, 5 de agosto de 2021

LIBRO "TERRORISMO SIN LÍMITES": ACCIÓN EXTERIOR Y RELACIONES INTERNACIONALES DE ETA 👿💣💀


TERRORISMO SIN LÍMITES
Acción exterior y relaciones 
internacionales de ETA


ETA es una organización terrorista compleja que abogó por la proyección internacionalista como uno de sus principales pilares de lucha. La búsqueda continua de un apoyo exterior que legitimara sus acciones violentas conllevó vínculos con otros grupos terroristas, insurgentes, situados en la delincuencia transnacional e incluso con gobiernos soberanos.
Este libro se acerca a un fenómeno poco conocido, como es el internacionalismo de ETA y demuestra la existencia de una red de organizaciones ligadas por lazos de clandestinidad e idearios revolucionarios tales como el IRA, la Fracción del Ejercito Rojo, el MIR o las FARC. Asimismo, se introduce en el amparo de determinados gobiernos en virtud de las relaciones internacionales del momento que se manifestó en campos de entrenamiento en Yemen del Sur, Líbano, Argelia y Libia; en los primeros tratados de deportación que organizaron los gobiernos socialistas de Felipe González y que tuvieron como destino Cabo Verde y Togo; y otros vínculos polémicos con organizaciones de la mafia italiana, el narcotráfico mundial y el yihadismo.

PRÓLOGO

El Tema de ETA me tiene un poco cansado, amén de derrotado. Pero en este 2020, año del cincuenta aniversario del Proceso de Burgos, donde empezó el futuro para ETA, más por el enorme error que cometió el servicio de inteligencia del entonces vicepresidente Carrero Blanco (el SECED) que, por el mérito de aquella cuadrilla de seminaristas y universitarios, no puedo negarle estas líneas al profesor Azcona. No puedo negárselas por colega que es de la Sociedad El Sitio de Bilbao, último reducto del liberalismo de una España asolada de nuevo por requetés, cantonalistas y aventureros. Y con el respeto, fraternidad y cariño de dignos sucesores de los milicianos bilbaínos se las remito. De la lectura del trabajo de Azcona y Madueño, además de una buena contextualización histórica, puede el lector conocer las relaciones internacionales que a lo largo de su dilatada trayectoria ETA ha tenido con diferentes organizaciones y gobiernos a la búsqueda de apoyos materiales y políticos que le permitieran sobrevivir. Por lo que sé del asunto, resulta una relación completa de conexiones y contactos, fiel a la realidad. A las pocas líneas de su lectura cualquier interesado en el tema observa su consistencia. El libro no exige ningún publirreportaje, pero el tema de ETA si alguna exposición por mi parte. 

Como ya he dicho ETA consigue darse a conocer internacionalmente durante el Proceso de Burgos, dejó a la dictadura española en una situación comprometida, la «causa vasca» recibió apoyos hasta entonces impensables para los que estaban siendo procesados. En general, a lo largo de su trayectoria ETA aguanta sus cincuenta años de actividad criminal más por errores del Estado y limitaciones de la nación española que por virtudes propias. En este sentido, el profesor Gurutz Jauregi 1 hace años sostiene que el nacimiento de ETA fue posible a causa de la dictadura franquista y que «el mejor y más eficaz agente concienciador del nacionalismo vasco de la postguerra lo constituye el propio franquismo». Fue una legitimación muy bien aprovechada si añadimos la conclusión que aporta, otro profesor de la UPV, Javier Corcuera 2. Para éste, «Burgos es el comienzo de la “nacionalización” del antifranquismo: ETA demuestra la desmesura de la opresión hecha a los vascos como tales, porque nadie, en caso contrario se jugaría la vida por nada; simétricamente, por parte de los partidos de izquierda no nacionalistas, ETA es ocasión de intentar conquistar carta de ciudadanía vasca que rompiera el histórico foso entre nacionalismo y socialismo, y que posibilitara la ampliación del movimiento contra el régimen. En esa dinámica, la lucha emprendida desde organizaciones obreras (que en lo fundamental habían sido las únicas actuantes hasta entonces) se convierte en lucha de los obreros vascos, o sea, en lucha de los vascos, o sea, en lucha vasca contra el franquismo, o sea, en lucha que demuestra la vitalidad de los vascos contra la opresión nacional, o sea, de una opresión tan grave que ha dado lugar al nacimiento de ETA». La dictadura de Franco no sólo legitimó a ETA sino que en su represión resucitó un nacionalismo vasco que había prácticamente desaparecido. 

Aquel marchamo que le hiciera aparecer como luchadores por la libertad contra el último vestigio de la reacción fascista que asoló Europa fue muy bien aprovechado por tan oportunista organización, que salvo para cuatro despistados, como yo, nada tenía de antifranquista y mucho de integrismo nacionalista. Sin embargo, como tal se la acogió en muchos sitios. Hasta tal punto, que muerto el Caudillo y estabilizada la democracia española empezaron a oírse voces, al principio en el extranjero, argumentando que la democracia española no era tal porque ETA seguía sacrificando jóvenes luchadores vascos. Más tarde vendría Pablo Iglesias a decir lo mismo, y profesores del izquierdismo resucitado se sumaron a poner en valor a ETA por no haberse rendido ante la trampa de esta falsa democracia y denigrar la Transición. Hoy Iglesias es vicepresidente del Gobierno, el nacionalismo vasco es hegemónico en Euskadi, sus seguidores pactan con el Gobierno español cuestiones de carácter estratégico, la autonomía vasca se perfila como un estado confederal, y la influencia de ETA se contempla también en el secesionismo catalán. Mientras un buen grupo de personas que creímos en los clarines redentores del nacionalismo escapábamos de él, Juaristi, Onaindía, Elorrieta, hasta el mismo Federico Krutwig, la izquierda en general se prendaba del mismo, despreciaba el internacionalismo como poco movilizador, desertaba de la nación por concepto discutido o discutible, y la destruía en su negación, el plurinacionalismo, abrazándose con los dignos descendientes de la tradición. Adoran el identitarismo y la segregación. Es para sentirse derrotado, ¿o no? 

Demasiados procesos de negociación con el terrorismo vasco, pero especialmente el largo proceso de negociación que llevó adelante el Gobierno Zapatero con ETA, manifestaba la empatía e interés de la actual generación del socialismo de otorgarle una salida política a ETA cuando ésta, tras los atentados de las Torres Gemelas y el acoso de los aliados occidentales, estaba siendo derrotada por la Guardia Civil. Una resolución del Tribunal Constitucional, contradiciendo al Tribunal Supremo, permite hoy tener a sus herederos legalizados en plenas facultades políticas enarbolando la sacralidad de la nación vasca o catalana y difamando la española como fascistas. 

Enredando en las relaciones internacionales 

No sólo el profesor Azcona ha viajado encontrándose con ambientes del nacionalismo etarra por diferentes partes del mundo, personalmente me encontré en quehaceres proselitistas y diplomáticos frente a la acción de ETA en el extranjero en compañía de viejos etarras de la época del Caudillo. A raíz del fracaso, por muy pocos votos, de la alternativa constitucionalista del PP y PSE en el País Vasco al soberanismo de Ibarretxe y el azote terrorista, se creó en Euskadi un lugar de encuentro de la disidencia nacionalista que se llamó Fundación para la Libertad. Fueron sus presidentes sucesivamente Edurne Uriarte y Nicolás Redondo Terreros, y entre sus miembros se contaban presentes personas que en el pasado fueron de ETA, como el propio Onaindia, que falleció al poco de constituirse, Javier Elorrieta, Iñaki Viar, yo mismo, y otros cuyo nombre prefiero guardar por prudencia. Llegado al ministerio de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, y en plenas negociaciones del Gobierno con ETA, protagonizadas por Jesús Egiguren, el ministro requirió nuestros servicios para defender la democracia española en foros internacionales, con el reconocimiento público de haber pertenecido a ETA, lo que nos animó a inscribir nuestra fundación en el consejo consultivo de la ONU (ECOSOC) para contrarrestar en ese ámbito la presión que en él realizaban el mundo de ETA y sus aliados. De ahí nuestras repetidas visitas y participación en sus plenarios en su sede en Ginebra. El proceder de Rubalcaba al llamarnos no dejaba de significar cierta contradicción con la negociación con ETA auspiciada por Zapatero, y su singular habilidad de jugar con dos barajas. 

Emprendimos nuestras actuaciones en Washington en su universidad de Columbia, diferentes instituciones, Congreso, Senado, la sede de la ONU en Nueva York y misiones diplomáticas ante la misma. El senador por Idaho, Larry Craig, se sorprendió de que viejos etarras antifranquistas estuviéramos hoy enfrentados a ETA, por ello amenazados de muerte, y expusieran un relato sobre la democracia española diametralmente opuesto al que le hacían llegar sus amigos vascos. Favorecimos la presencia de Joseba Arregi ante la Universidad de Stanford tras su paso por ella de Ibarretxe, estuvimos presentes en el encuentro de grupos de solidaridad en Panamá, encuentro con la Asociación Iberoaméricana de Juristas en Buenos Aires, encuentros con los partidos de izquierdas y universidades en Chile, encuentro con el Gobierno sudafricano, parlamento, partidos y sindicatos tanto en Johannesburgo como en Ciudad del Cabo, debate con Mr. Currin en comisión informativa en el Parlamento Británico, presencia ante los parlamentos Belga, Suizo, Europeo y diferentes intervenciones en el Plenario del ECOSOC de la ONU en Ginebra, desarrollo de conferencias y seminarios, etc. 

Creo que fue una labor bien realizada y con ciertos efectos inmediatos. El Gobierno de Rodríguez Zapatero no puso obstáculos y sabía de nuestras gestiones. Sin embargo, paradójicamente, o algo peor, a pesar del apoyo del ministro Margallo nuestra gestión se vio paralizada desde el Gobierno de Rajoy, y determinadas líneas de trabajo fueron abandonadas al nacionalismo radical. Padecimos un locaut en toda la línea. De toda aquella experiencia puedo concluir que la vitalidad y exigencia en la defensa de su causa por el nacionalismo vasco, tanto el violento como el institucional en muchas ocasiones en común trabajo, es muy superior a la desarrollada por las formaciones que protagonizaron la Transición. Que salvo en Chile, donde los partidos de la II Internacional se encontraban influenciados por la generación socialista de Rubalcaba -caso contrario era la democracia cristiana, influenciada por el PNV- en el resto de Latinoamérica se apreciaba la deriva hacia los movimientos revolucionarios, y junto a éstos a ETA, de representantes del socialismo español. En Argentina, por ejemplo, observamos excesiva complacencia hacia los movimientos del populismo revolucionario, y allí sin mayor acritud por parte de la embajada se dispuso por parte de la Asociación Iberoamericana de Juristas el nombramiento de una militante de HB como su representante en ECOSOC de la ONU. 

En ese contexto se puede entender el comportamiento parcial que los diferentes relatores de la ONU para España adoptaron. Es evidente que el acercamiento del socialismo español a concepciones populistas y revolucionarias, así como a la propia ETA, y el paulatino abandono de la concepción liberal de la nación, ha favorecido el protagonismo tanto presencial como ideológico de ETA desde los enclaves del exterior que tan laboriosamente han ido fundando desde el Proceso de Burgos. Por otra parte, el discurso nacional de la derecha española, aunque válido, está demasiado preñado de tradicionalismo antiliberal. Es fácil de tachar como reaccionario y mantillas o cristos de la buena muerte no son el mejor sello para una nación de ciudadanos. 
En esas condiciones un nacionalismo sincrético, desde posiciones tradicionalistas conservadoras a revolucionarias, como es el caso del nacionalismo vasco, está barriendo las posibilidades de supervivencia de la única nación posible: la española. 
Claro y alto, incluso cristalino: la secesión es difícil, pero el conflicto está garantizado. Los apoyos exteriores de ETA y los nacionalismos periféricos en general han servido de base fundamental para acosar a una nación sin encuentro político como es la española.
Eduardo Uriarte Romero
Condenado a muerte en el Proceso de Burgos
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1 Jauregui Bereciartu, Gurutz, Ideología y Estrategia Política de ETA. Análisis de su Evolución entre 1959 y 1968, Siglo XXI, Madrid, 1981, pág. 237.
2 corcuera atienza, J, «De Guernica a Sarajevo, Pasando por Burgos», prólogo de «Auto de Terminación», El País/Aguilar, Madrid, 1997, pág. 22.