EL Rincón de Yanka: PROFECÍA SOBRE EL FUTURO DE LA IGLESIA: APOSTASÍA Y GLOBALISMO MALIGNO 👿💥😈 y EL HUMO DE SATANÁS EN LA IGLESIA por DAMIÁN GALERÓN

inicio














lunes, 8 de febrero de 2021

PROFECÍA SOBRE EL FUTURO DE LA IGLESIA: APOSTASÍA Y GLOBALISMO MALIGNO 👿💥😈 y EL HUMO DE SATANÁS EN LA IGLESIA por DAMIÁN GALERÓN


“Yo decidiré la "crisis", acabaré con la corrupción y la inseguridad y les devolveré a mis súbditos el orgullo de ser Romanos. Recuperaré su mayor tesoro perdido: LA SEGURIDAD, por medio del PODER ABSOLUTO DEL IMPERIO. Tan solo les pediré una cosa a cambio: LA LIBERTAD". Cayo Valerio Diocles (Diocleciano)
"Es preciso reconocer que la jugarreta ha sido bien hecha y que la mentira de Satanás ha sido utilizada maravillosamente. La Iglesia va a destruirse a sí misma por vía de la obediencia. La Iglesia va a convertirse al mundo hereje, judío, pagano, por obediencia, mediante una Liturgia equívoca, un catecismo ambiguo y lleno de omisiones y de instituciones nuevas basadas sobre principios democráticos". M.L

"¡Ay, Santo Padre! A veces la obediencia a usted 
puede llevar a la condenación eterna". 
Santa Catalina de Siena

¿Estará esto en su futuro? A pocos escapa que la Iglesia Católica está debilitada. Escándalos sexuales y económicos, pérdida de fieles, confusión doctrinal, con discursos de la jerarquía más preocupados en orientar la vida de la gente hacia el "más acá" antes que al "más allá", etc.
Mientras que se acerca peligrosamente al Nuevo Orden Mundial, promocionado por la elite globalista, que pretende hacer un sincretismo con las religiones para haya una sola, por supuesto sujeta a su idea atea del mundo. 
¿Cuál será el futuro de la Iglesia si sigue este rumbo alejándose de la doctrina tradicional de los apóstoles y bíblica? Un gran enigma Y así como George Orwell retrató en su libro "1984" una sociedad de pensamiento único, que se parece cada vez más a la nuestra, un poco conocido escritor irlandés, describió en una novela de ficción de 1972, a una Iglesia Católica arrasada en mundo futuro, donde se había impuesto el ecumenismo como forma de religión. En este video te queremos contar las predicciones de este escritor irlandés, ya fallecido, cuyo tenor profético impresiona, porque describió hace medio siglo el descalabro de la doctrina católica. ¿Será éste el futuro de la Iglesia de Jesús?



Se estableció en Canadá donde se dedicó al periodismo y también hizo guiones cinematográficos y de teatro. Falleció en California en 1999. "Catholics" es de 1972, época en la cual Pablo VI declaró que el humo de satanás había penetrado por alguna hendija en la Iglesia. La novela está ambientada en un futuro próximo, que vagamente se interpreta como fines del siglo XX. Es una ficción que transcurre en Irlanda, y trata de las consecuencias de un Concilio Vaticano IV en la Iglesia Católica. La novela transcurre en una pequeña isla llamada Muck del Condado de Kerry en Irlanda, donde quedan unas pocas familias y un pequeño monasterio, alejados del contacto mundial. Y lejos de una sociedad donde hay control de la población y domina el ecumenismo religioso. Está redactada al estilo de la novela de política ficción "1984" de George Orwell publicada en 1949, donde hay un Gran Hermano que vigila a la sociedad y se impone una neolengua con fines represivos. 

Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en una sociedad donde se manipula la información, se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. En el monasterio de la isla que concibió Moore se practica una vida simple de trabajo, oración y misa en latín. Mientras eso sucede en ese monasterio, para el que no pasa el tiempo, luego del Concilio Vaticano II ha habido dos concilios más y la Iglesia Católica se ha convertido en una denominación liberal más. Ya en la Iglesia Católica, Lourdes y otros santuarios de apariciones marianas están fuera de funcionamiento, no existen más. La categoría de pecados mortales y la doctrina de la Iglesia dependen de un Consejo Mundial Ecuménico que establece las normas para todas las religiones. El rosario, la confesión y la presencia real de Cristo en la Eucaristía se consideran resabios del pasado y algo anticuado. Y por supuesto está prohibida la misa en latín. 

La misa para la Iglesia Católica ya no celebra la pasión de Cristo sino al "Dios en los otros" La Eucaristía no es la ingesta solemne del cuerpo de Cristo sino una cena comunitaria. Los sacerdotes ya no llevan sotana ni otros distintivos, está prohibido. Y la Iglesia Católica está muy cerca de llegar a una fusión con el budismo. Ese es el objetivo religioso del poder mundial en la novela. Sin embargo un programa de la BBC imprevistamente informa sobre este pequeño monasterio de Irlanda que mantiene los ritos tradicionales y la misa en latín. Y se genera entonces una gran afluencia turística hacia allí. Esto escandalizó a la Iglesia Católica y el Superior, que vendría a ser el Papa, envió a un inquisidor llamado James Kinsella, para tratar de terminar con ese resabio del pasado. Mientras tanto, peregrinos de todo el mundo occidental, que oyeron a la BBC, están yendo simplemente a escuchar la misa, a confesarse y a rezar el rosario. La Iglesia católica en ese momento está al servicio del Consejo Mundial Ecuménico y es encabezada por el padre general Humbertus Von Kleist de Amsterdam. Quien tiene poco conocimiento de la historia de la Iglesia, e incluso desconoce quién fue San Patricio, el santo patrón de los irlandeses. La preocupación de Von Kleist es fusionar el catolicismo con el budismo. 

En los últimas décadas la Iglesia se ha convertido en tolerante a todas las propuestas religiosas salvo al cristianismo histórico. La posición del inquisidor Kinsella era similar a la Teología de la Liberación, preocupándose más por mejorar la situación de vida de los pobres que en salvar sus almas. Todo lo cual le había llevado al relativismo doctrinal. Cuando Kinsella llega al monasterio lo que le impacta a primera vista fue ver a los monjes vestidos como tales y mantener un estilo de vida acorde a la antigua regla monástica. La novela de Brian Moore se centra en lo que sucede en la gestión de Kinsella quien piensa que la gente no quiere la verdad, ni la justicia social, sino certezas. Y hay una certeza que reemplazó al cristianismo histórico, que es el igualitarismo ecuménico. Este ecumenismo pretende ser antiautoritario pero actúa tratando eliminar todos los vestigios del cristianismo histórico, para generar una unión ecuménica entre todas las religiones. Por lo tanto la misión de Kinsella es exigir un cambio en el monasterio. Porque él entiende que si se le permite seguir de esa forma sería el germen de una contrarrevolución en el catolicismo. Kinsella se encuentra entonces con el abad O'Malley, que a sus 69 años actuaba como un administrador del legado histórico del monasterio. No era un hombre especialmente de fe, sino que había logrado su paz interior dirigiendo el monasterio y siendo fiel a la disciplina histórica. Uno de los monjes, llamado Matthew, tiene un diálogo interesante con Kinsella. El Abad le había dicho que deberían empezar a considerar la misa como un ritual piadoso y no como milagro. A lo que Matthew le responde ¿cómo puede ser una cosa un milagro un día y un no milagro al día siguiente? Y Matthew le dirá a Kinsella refiriéndose a la nueva misa: "Al contrario, esta nueva misa no es un misterio, sino una broma, un canto, no le habla a Dios, le habla a nuestro prójimo. Es un espectáculo, eso es lo que es y ya no hay sacrificio sino que es un ritual". Y que el pan y el vino siguen siendo pan y vino y no hay más el milagro de la transubstanciación. 

El texto de Brian Moore se basa en demostrar que la Iglesia se maneja por la obediencia. Desde el principio Kinsella tenía claro que no podía sobornar al Abad con algún puesto en Roma. Y que su carta ganadora era la obediencia como elemento central e intimidatorio. Es la propia obediencia que llevará al Abad y a los monjes a dejar de celebrar la misa tradicional y los otros ritos. La novela termina en que por primera vez en años el abad dirige a los monjes la oración del Padrenuestro, pero esta vez en inglés y no en latín. Y cuando estaba rezando le vino un temblor, que superó entrando en un estado de repetición de las palabras como si fuera un mantra. Y hoy me pregunto, igual que a los suscriptores de este canal, ¿en qué medida podemos leer este texto de hace medio siglo como una descripción del camino por el que está transitando la Iglesia? 

Podemos recordar que varias apariciones de la Santísima Virgen María nos informaron que esto iba a pasar Nada más claro que lo expresado por la Santísima Virgen en las apariciones de La Salette, que Roma perdería la fe, y también Nuestra Señora del Buen Suceso del siglo XVII. Lo cual coincide con la visión que tuvo León XIII del Vaticano atacado por un ejército de demonios y que le hizo redactar la famosa oración a San Miguel Arcángel. 


El Catecismo de la Iglesia Católica, dice que la Iglesia va a pasar por su Pasión siguiendo a Jesucristo antes de que Él venga a poner orden. Sabemos que al final Nuestra Señora y Su Hijo le aplastarán la cabeza a la antigua serpiente. Y entonces la Iglesia se levantará nuevamente con una liturgia espejo de la que se produce en el Cielo. ¿Y qué debemos hacer para evitar que suceda lo anticipado por la novela Católicos? Está claro que luchar con las armas espirituales que nos han sido dadas por Jesús y la Virgen. Contra la oración, el ayuno, frecuentar los sacramentos y leer la Biblia no podrá el enemigo. Y así mantendremos viva la Iglesia católica que no se destruirá, porque siempre hay un resto fiel integrado por fieles y religiosos que la va a mantener vigente.


"En el siglo pasado, décadas del 50 y 60, una joven camada de sonrientes jóvenes teólogos, iluminados con nuevas ideas innovadoras, progresistas, modernistas, liberales, democráticos, existencialistas, fenomenológicos, personalistas, convencidos de que la iglesia había caído en el atraso y estaba anquilosada. 
Anquilosada en su propia visión fundamentalista, antigua, cerrada, arcaica,  fanática, guetista, dualista, alienante del mundo y la vida real moderna. Se había encapsulado en un arca de noé.

Ha llegado el momento, dijeron, que hay que ponerla al día adaptando al mundo moderno, inyectándole las nuevas filosofías, lenguajes y métodos de la modernidad. Había que subir definitivamente la Iglesia al carro del progreso con mayúscula, hacia el punto omega.
Se haría esto, desembarazándose de la violencia, del fanatismo y fundamentalismo, sobrenaturalista, igualista antiguo, pero conservando el amor, lo fundamental del cristianismo; había que fusionarla con el mundo y hacerla una sola cosa con él, beneficiando también al mundo con el amor cristiano ya limpiado de excrecencias fanáticas igualistas. 
Posteriormente, finalmente, después de todo este aciago proceso, llega un apóstata hipócrita, rencoroso, demagogo, criado al calor del grupo anterior, hijo ideológico del grupo anterior, beneficiado y promovido por ese grupo y su rumbo, embebido de su filosofía pero, ya con la intención visible de demoler, destruir hasta los cimientos la iglesia, basado en los cauces que le brindó el grupo anterior, esta situación es el presente, es hoy". JUAN  DONNET


El humo de Satanás 
en la Iglesia
Dichos eventos se inician en la capilla Paulina del Vaticano (cerca de donde Bergoglio quiere ser enterrado) durante la noche del 29 de junio de 1963, se celebró una misa satánica, en la cual participaron un número no determinado de cardenales y obispos en un ritual satánico, con el objetivo de entronizar a Satanás en la Iglesia.

El hundimiento del Banco Ambrosiano, del cual, el Banco Vaticano era el principal accionista, se convirtió en el pistoletazo de salida de todos los acontecimientos que surgirán a partir de entonces en la Iglesia. De por medio estaba la muerte de Juan Pablo I, los numerosos intentos de asesinar a Juan Pablo II y la dimisión de Benedicto XVI. ¿El demonio está ya dentro del Vaticano? Expertos en demonología como el padre Gabriele Amorth y otros exorcistas de la Iglesia, lo afirman sin dudarlo un instante. Ahora bien, conviene aclarar que una cosa es la Iglesia y otra muy diferente es el Vaticano.

La muerte de Juan Pablo I, estaba íntimamente relacionada con el control de la Banca Vaticana, la cual, estaba (y sigue estándolo), en manos de la mafia italo-norteamericana; sin embargo, quien realmente era el dueño de la situación financiera vaticana, no eran otros que los dirigentes de la logia masónica italiana P-2, a la cual, pertenecían no pocos prelados italianos con sede en el Vaticano; estamos hablando de cardenales y obispos. Y las ramificaciones existentes con el crimen organizado eran tan evidentes por parte de la Banca Vaticana, que el director de cine norteamericano Francis Ford Coppola, se inspiró en este incidente del hundimiento del Banco Ambrosiano para rodar parte de la película “El Padrino III”.

Ahora bien, ¿dónde está el punto de partida de todos estos conflictos que se fueron acelerando de forma tan vertiginosa a partir de entonces? Para aclararnos un poco toda esta telaraña sin fondo, aparecerá en escena un personaje realmente singular; se trata de un sacerdote irlandés, concretamente el padre Malachi Martin, que fue asesor del cardenal Agostino Bea, (ambos eran jesuitas) y a su vez, fueron asesores de los Papas Juan XXIII y Pablo VI. Esto significaba tener acceso a información confidencial en el sentido más estricto de la palabra. Malachi Martin era un caso de inteligencia prodigiosa; sin haber cumplido 34 años ya estaba en poder de cuatro doctorados, uno de ellos, de los más difíciles que conozco: en idiomas semíticos.

En cierta ocasión, estando el padre Malachi Martin despachando con el Papa Juan XXIII, éste le pasó un documento que nadie hasta ese momento había leído, a excepción del Papa Pío XII. El documento era tan impresionante que Juan XXIII, una vez leído por el padre Martin y el cardenal Bea, ordena archivarlo. Se trata del tercer secreto de Fátima. Pero no es el famoso tercer secreto, (actualmente revelado), sino que la clave está en una hoja adjunta, adosada a dicho tercer secreto. Se trata de una hoja de papel, algo inferior al tamaño de los 21,5×27,5 centímetros que tiene un folio normal de oficina. Es una hoja escrita a mano en idioma portugués; contiene exactamente 25 líneas escritas en ese idioma. El Papa considera que lo que dice el texto, no lo ve apropiado para que sea publicado. Pablo VI lo leyó; también lo leyó Juan Pablo II. Ambos consideraron que era mejor no publicarlo. Sin embargo, cuando Juan Pablo II sufrió el atentado en la plaza de San Pedro el 13 de mayo de 1981, solicitó le fuera entregada de nuevo para estudiar lo que estaba escrito. Parte del escrito se refería a su pontificado. Quienes estaban con el Papa trabajando en esa época, confirmaron posteriormente que a partir de ese momento, Juan Pablo II ya no era la misma persona de antes. Algo realmente tremendo estaba escrito en esa hoja, escrita a mano y en idioma portugués.

Muerto Juan XXIII, es elegido como sucesor Pablo VI. Al poco tiempo de ser elegido, sucede algo realmente terrible dentro del propio Vaticano, y será el padre Malachi Martin quien informará de los acontecimientos al pontífice. Dichos eventos se inician en la capilla Paulina del Vaticano (cerca de donde Bergoglio quiere ser enterrado) durante la noche del 29 de junio de 1963, festividad de los santos Pedro y Pablo. En esa capilla se celebró una misa satánica, en la cual participaron un número no determinado de cardenales y obispos en un ritual satánico, con el objetivo de entronizar a Satanás en la Iglesia, iniciando de esta forma, el reinado e influencia del “príncipe de este mundo” dentro de la Iglesia. Se sabe que entre los cardenales y obispos estaba el siniestro Jean Villot, y también algún que otro sacerdote. El impacto de esta noticia en el Papa Pablo VI fue evidente. En la siguiente reunión con la curia romana, Pablo VI les habló sin rodeos, afirmando algo que se convertirá en portada en la mayor parte de la prensa mundial: “a través de alguna grieta del Templo, se ha introducido el humo de Satanás en la Iglesia de Dios”. Pues bien, este incidente en la capilla paulina, fue el inicio de todos los acontecimientos posteriores en la Iglesia.

Cien años antes, el Papa León XIII, había divulgado una oración especial a San Miguel Arcángel, para que se leyera en todas las iglesias del mundo al final de la misa, pidiendo ayuda de este Arcángel para luchar contra Satanás. Pues bien, cuando se celebró esta misa satánica en la capilla Paulina del Vaticano para entronizar a Satanás, poco antes, determinados cardenales influyeron en el acta final de algunas resoluciones relacionados con el Concilio Vaticano II, de manera que se suprimió la oración a San Miguel Arcángel decretada por el Papa León XIII ochenta años antes. Esa misa satánica era la consecuencia de la anulación del decreto pontificio del mencionado Papa. Desde ese momento, la Iglesia comenzó a estar bajo el poder de todos esos cardenales, obispos y sacerdotes infiltrados dentro de la Iglesia para ir demoliéndola poco a poco. No tardará mucho en aparecer el tema de la pederastia y todos los escándalos eclesiales que se irán sucediendo. Así por ejemplo, hay datos concretos de obispos y cardenales, que sabiendo con nombres y apellidos de seminaristas homosexualmente activos, eran seleccionados para ser ordenados sacerdotes por los responsables de esas diócesis. ¿Cuáles podrían ser las razones de esa actitud por parte de esos prelados? Sin ninguna duda, ir demoliendo la Iglesia por dentro.
Es cierto que Juan Pablo II tuvo una aceptación mundial a su persona y a su carisma, pero no es menos cierto, que una nutrida representación de la jerarquía eclesiástica católica, no solo hicieron todo lo posible por amargarle la existencia, sino que no dudaron en intentar matarle en numerosas ocasiones: la masonería eclesiástica.
Sin embargo, tenemos que regresar de nuevo al Papa Juan XXIII. ¿Por qué ordenó archivar ese documento tan inquietante? El Papa se justificó con la afirmación de que: “no pertenece a mi pontificado”. Pero sí será el padre Malachi Martin, quien dará pistas sobre el secreto de Fátima, el cual, había leído personalmente. Este sacerdote quedó tan impactado de todo lo que estaba sucediendo en torno al Vaticano, que le pidió al Papa Pablo VI una autorización pontificia para retirarse a la vida privada. Pablo VI le concedió dicha autorización, la cual, le eximía de estar bajo la autoridad de ningún obispo del mundo. Llevó a partir de entonces una vida retirada consagrada a escribir y a su labor de sacerdote y exorcista, que también lo era. Los libros que publicó entre las décadas de los años 70 a los 90, se convirtieron en auténticos “best-seller” mundiales.

Estaba bajo juramento, de manera que no pudo revelar nada respecto a lo que había leído sobre la misteriosa hoja escrita por la hermana Lucía (Fátima), adjunta al tercer secreto; aunque sí daba algunas pistas afirmando “sí o no” cuando le preguntaban al respecto sobre el tercer secreto de Fátima. Sin embargo no guardó silencio sobre las extrañas ceremonias que empezaban a proliferar entre un grupo poderoso de masones “satánico-iluminattis” formado por cardenales y obispos, homosexuales muchos de ellos. Revelar estos datos, sobre todo cuando escribió su último libro relacionado con el tema del “último Papa”, le supondría la muerte prematura. Escribió sus libros bajo un pseudónimo, describiendo en forma novelada parte del objetivo que tiene esta secta masónico-satánica infiltrada dentro de la Iglesia, cuyo plan no era otro que derribar a la Iglesia para imponer lo que hoy conocemos como “Nuevo Orden Mundial”.

“La pedofilia está directamente relacionada con el satanismo”… “el verdadero tercer secreto de Fátima no era sino la advertencia de que el Maligno se había infiltrado en el Vaticano, y que sustentaba una red de clérigos pedófilos aliados a poderosas sectas satánicas”.

La revelación de estos datos por parte del padre Malachi Martin, confirmando las prácticas homosexuales y ritos satánicos dentro del Vaticano por parte de estos cardenales, fueron las razones por las cuales fue encontrado muerto en su departamento de New York en 1999. No fue necesario investigar las causas; le quitaron de en medio.

Pues bien, esta hoja adjunta al tercer secreto de Fátima, seguía sin ser revelada, lo cual, ni siquiera pudo hacerse cuando por orden de Juan Pablo II, se ordenó que se revelase en el 2.000. Se sabe actualmente, que alguien del colegio cardenalicio, consiguió “torcerle la mano” al propio Benedicto XVI, es decir, le impidieron al Papa que se publicara lo que estaba escrito en esa famosa hoja. ¿Tan terrible es lo que está escrito?

Todo parece indicar que es realmente tremendo lo que está escrito. Sin embargo, el padre Malachi Martin, asediado por los medios de comunicación en los últimos años de su vida, en una entrevista concedida a una cadena de radio de New York poco antes de morir, nuevamente le insistieron sobre este tema, y por esta vez, sí habló, pero como él mismo reconoció, al estar bajo juramento, desvió la atención existente sobre el tercer secreto, de manera que se centró en algo que sorprendió a todos; mencionó con toda claridad las apariciones sucedidas en el norte de España, en la localidad cántabra de Garabandal. (He tenido la fortuna de escuchar el audio original en inglés (con traducción al castellano) y pronuncia el nombre en perfecto castellano).

En este pueblo del norte de España de nombre San Sebastián de Garabandal de origen celta, en el año 1961 se apareció la Virgen María durante varios años a un grupo de cuatro niñas. El padre Malachi Martin, perfecto conocedor de estos hechos, vuelve a repetir que no puede revelar nada debido a su juramento de sigilo, pero que lo mencionado en Fátima, ya está descrito en lo revelado en los mensajes marianos de Garabandal.

Sin embargo, no han sido pocos (sobre todo obispos y religiosos) quienes hicieron lo posible y lo imposible por intentar borrar del mapa estos acontecimientos marianos acaecidos en esta aldea del norte de España. Es aquí cuando paralelamente a estas declaraciones del padre Malachi Martin, aparece un documento que viene a confirmar la veracidad de todo esto. Resulta que aparece una carta, la cual está fechada en Sao Paulo (Brasil) el 20 de diciembre de 1990, dirigida al obispo de Santander, monseñor Juan Antonio del Val, (en cuya diócesis se produjeron dichas apariciones). Dicha carta no solo está firmada por el padre Alipio Martínez, sino también por el matrimonio formado por Egesipo Campos y su esposa Civa Silva, quienes confirman la existencia de un documento sobre las apariciones de Fátima, donde la Virgen María se despide de Lucía (que por entonces no tenía más de 12 años de edad) en su última aparición en Cova de Iría; dicho documento confirma que La Virgen María la dice a la niña: “ata Sao Sebastiao da Hespanha”, (Hasta San Sebastián de España).

Con esa despedida, La Virgen María estaba dando una clara indicación de donde sería su siguiente aparición. Efectivamente, el día 1 de junio de 1961 se produce la primera aparición en Garabandal, cuyo nombre completo es San Sebastián de Garabandal. Este fenómeno realmente prodigioso que se produjo durante cuatro años, era casi una copia de lo que fue Fátima. El padre Malachi Martin, recuerda en esa entrevista a los periodistas, que las primeras palabras de la Virgen María en Garabandal fue un “tirón de orejas” al Papa por negarse a revelar el mencionado secreto, lo cual, es rigurosamente cierto, según las actas de dichas apariciones. Este padre irlandés, se limita a confirmar que Garabandal, era una continuación de los famosos secretos de Fátima, lo mismo que posteriormente lo fueron los mensajes de Akita (Japón). Nadie como él sabía mejor de lo que hablaba, (junto con el cardenal Ratzinger, futuro Benedicto XVI), que será quien conozca en profundidad este tema, y por cierto, auténtico experto en el ámbito de la profecía).

Es a partir de este momento cuando sale a la luz lo que realmente está por llegar sobre la Iglesia y el mundo, que ya había sido revelado en Fátima, pero cuyos mensajes, un grupo de cardenales masones pertenecientes a la curia vaticana, consiguieron archivarlos para que no salieran a la luz. No es de sorprender por lo tanto, que determinados eclesiásticos, a través del obispado de Santander, hicieron todo lo posible por derribar lo que estaba sucediendo en una aldea perdida en las montañas del norte de España, que como se pudo confirmar posteriormente, era la continuidad de Fátima.

Y tanto es así, que el secretario de estado del Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II, monseñor Agostino Casaroli, envió una circular al convento donde estaba la hermana Lucía, dando la orden de que no saliera de dicho convento de por vida, ni hablara con nadie bajo ningún concepto. Tuvo que ser el propio papa Juan Pablo II quien en función de su autoridad como pontífice derogó personalmente esa orden para poder dialogar con la hermana Lucía. Solo este dato nos permite hacernos una idea hasta qué punto había una guerra interna contra el pontífice para menoscabar su autoridad y poder derribarlo de alguna forma.

Vamos a resumir en pocas ideas lo que comienza a revelarse tímidamente en Fátima, pero que ya en Garabandal, (en cuyos mensajes nos vamos a centrar), se convertirán en el centro de la atención de la Iglesia en ese período de la década de los años 60 del pasado siglo:
  • Benedicto XVI es el último Papa. (En Garabandal queda confirmado que tras la muerte de Juan XXIII, tres Papas se sucederán, pero a uno de ellos, Juan Pablo I, que sería el cuarto papa, no se le cuenta porque apenas tendrá tiempo de gobernar, por eso se dice “tres papas”, y no cuatro como algunos interpretan equivocadamente).
  • Quien suceda a Benedicto XVI pertenece ya al período de la Gran Tribulación (que es el actual papa Francisco, denominado “Pedro Romano” en la profecía de San Malaquías, si bien, hay autores que hablan de un Papa más)
  • Huida de Roma de un Papa para evitar que lo maten (hay razones para afirmar que el papa que huye de Roma sería el actual papa Francisco o quizá Benedicto XVI en caso de estar vivo todavía): “un obispo vestido de blanco”, (dice el tercer secreto de Fátima).
  • Roma queda sin Papas a partir de ese momento.
Elección no canónica de un Papa que será quien provoca el cisma anunciado en todas las profecías, y que será quien abra las puertas de la Iglesia al anticristo.
  • Roma se convierte en la sede del Anticristo.
  • Rusia invade Europa: se impone nuevamente el comunismo.
  • Situación caótica en todo el mundo; surge el Gran Aviso. (Se trata de un profundo impacto en la conciencia moral de toda la humanidad, a la que no escapará nada ni nadie).
Ahora bien, todos estos acontecimientos relatados no podían adelantarse siempre y cuando que un personaje misterioso, ya anunciado en las sagradas Escrituras, en especial lo anuncia Pablo de Tarso en el capítulo dos de la segunda carta a los Filipenses, estuviera en su puesto. Mientras este personaje no fuera derribado de su autoridad, todos estos acontecimientos anunciados estarían siendo retenidos. Este personaje del cual habla Pablo de Tarso, a quien le define como “el Katéjon”, (el obstáculo), hay razones para pensar que se trata de Benedicto XVI. “Derribado de la silla”, como así ha sido, todo lo anunciado en las Escrituras, se irá cumpliendo progresivamente.

Pero este tema requiere no pocas reflexiones al respecto, que veremos con más tranquilidad un poco más adelante.



Lagrimas en la lluvia 064 - Nuevo orden mundial

Profecía sobre el Futuro de la Iglesia Católica

película CATÓLICOS, EL CONFLICTO (1973)

Catolicos - El Abad Rebelde by Cristhian Leiva



′′Aprobando esta práctica la infernal conducta 
de la primera bestia, aconsejará a todos, pública y privadamente, 
que se acomoden las circunstancias del tiempo 
por el bien de la paz, de una falsa y maldita paz. 
Jesucristo en tales casos no quiere paz, 
sino guerra, y él mismo dice que nos trajo la guerra, 
y que por bien de esa paz tomen en sus manos 
y en su frontera la marca de la bestia, esto es, 
que se declaren por ella. Así, lo harán muchos, 
apostatando cobardemente, pero los fieles bien instruidos 
en sus deberes impugnarán con valor y descaro′′
San Antonio María Claret

VER+: