EL Rincón de Yanka: LO QUE NO LE HAN CONTADO DEL FORO DE DAVOS: PARA ENTENDER LO DE LA PLANDEMIA, LO DE CHINA SOMETIENDO AL MUNDO 👿💀👿

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lunes, 22 de febrero de 2021

LO QUE NO LE HAN CONTADO DEL FORO DE DAVOS: PARA ENTENDER LO DE LA PLANDEMIA, LO DE CHINA SOMETIENDO AL MUNDO 👿💀👿


Lo que no le han contado de Davos

A finales de enero pasado, en Davos, se celebró el Encuentro Virtual del Foro Económico Mundial y el presidente chino tuvo una actuación estelar, pues muchos consideran que mencionó los principios rectores del futuro próximo. 

Lo primero que llama la atención es que ninguno de los líderes presentes mencionó en ningún momento qué deseaban sus pueblos. Todo fueron anuncios programáticos sobre un futuro diseñado por ellos. Se cumplió así el viejo adagio: "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Adagio que, aunque parece desvelar una verdad, en realidad la oculta: todo para el pueblo es una falacia, puesto que lo correcto sería decir: todo para las élites; aunque sí es cierta la otra proposición "sin el pueblo". 

Estamos asistiendo a un espectáculo en el cual ya las élites políticas no disimulan su diseño de ingeniería social para nuestras sociedades sin contar con nosotros, mientras los ciudadanos, al menos los de Occidente, que se supone aún disponemos de cierta libertad y de mecanismos de protesta, permanecemos de brazos caídos y pasmados sin levantar la voz y sin un gesto de rebeldía. Pronto llegará el día en que los hechos consumados nos impidan cualquier reacción. 

¿Y cuál es ese mundo tan maravilloso que nos prometen nuestros amados líderes? Analizando el discurso del presidente chino, pocas dudas quedan. 

Comenzó con una mención a la pandemia: "La salud pública global se enfrentó a severas amenazas y la economía mundial cayó en una profunda recesión." Olvidó mencionar que uno de los pocos países que creció durante la pandemia fue el suyo, mientras que también fue el responsable de hundir al resto del mundo, como es público y notorio. Por supuesto, ahora que no está Trump, nadie le recordó que su país fue el responsable de ocultar la epidemia durante semanas o incluso meses y permitir de ese modo que se expandiera de un modo implacable al resto del mundo con la encomiable complicidad de la OMS. 

Prosigue mencionando que "el mundo nunca podrá regresar al pasado", lo que no es cierto y es, además, lo que proponen tanto su país como sus cómplices de Occidente: regresar a una suerte de socialismo cómplice de altas élites económicas (lo que se ha construido en China desde 1980), que no es otra cosa sino una versión suavizada de fascismo en el que se requieren masas ingentes de ciudadanos sometidos pero ya no paupérrimos puesto que han de ser, al mismo tiempo, consumidores, para lo cual es necesario que tales masas dispongan de un mínimo vital, no excesivo puesto que es sabido que cuanto más tienen las personas más tentaciones libertarias las asaltan. 

Menciona a continuación que "El futuro del mundo depende de cada decisión y acción que tomamos hoy", lo cual es una verdad indiscutible y sobre la que las sociedades de Occidente parecen no querer darse cuenta, pues permanecen ajenas a tales decisiones bien porque no se percatan o bien porque las comparten, convencidos por todos los grandes medios de comunicación de masas y sus élites locales. 

Pasa a analizar después cuatro "asignaturas pendientes de nuestra era": 

La primera que refiere es promover un crecimiento vigoroso. En todo el párrafo dedicado al progreso económico no menciona ni una sola vez la palabra libertad. La libertad económica ha sido lo que ha hecho progresar el mundo. Incluso en China, la mayor apertura (aunque vigilada, controlada y dirigida) ha sido la causa del gran crecimiento económico. Por supuesto, menciona que la economía ha de ser "inclusiva", lo que implica que debe ser controlada por el poder; en todo el párrafo utiliza la palabra "promover", la cual, viniendo del poder político, ya sabemos lo que quiere decir: dirigir, planificar, ausencia de libertad. Habla de "remodelación", "reestructuración" y "encarrilar" la nueva economía mundial. Esto es: control político, dirección y planificación políticas. Lo contrario de la libertad. Todos los términos utilizados implican dirigismo político. El Estado como rector supremo de nuestras vidas. 

La segunda asignatura pendiente según el presidente chino es relativizar los sistemas sociales pues "ninguno es superior a otros". Esto es, la democracia occidental no es un sistema superior al socialismo chino. La convivencia con regímenes como el que él representa se justica bajo el paraguas de la "diversidad" y cualquier intención democrática es "arrogancia", lo que significa que nos callemos la boca sobre la falta de libertad en China o sobre su falta de respeto a los derechos humanos, pues lo único que importa es el progreso, según lo que el Partido Comunista chino designe como tal.

En tercer lugar se refiere a la brecha entre países desarrollados y en vías de desarrollo alabando la cooperación entre todos porque ello redundará en beneficio recíproco. Sin embargo, olvida mencionar el proteccionismo que impone a su propio país, la falta de buena fe negocial de sus empresas y el constante y sangrante espionaje industrial que practican y la falta de respeto a los derechos de propiedad intelectual ajenos provocando, según algunos cálculos, unas pérdidas anuales a países como EE.UU. de unos 600.000 millones de dólares. 

En el punto cuarto insiste en la globalización económica que, por supuesto, es la causa de que su país haya salido de la ruina, pero no se debe a mérito alguno del Partido Comunista chino sino que es la consecuencia de un mayor grado de libertad (a su pesar) e insiste en la necesidad de hacer frente al cambio climático ¡cuando es el país que más contamina del mundo! y que debe promoverse el desarrollo "sostenible". Esto es, luchad todos contra el cambio climático mientras no cierro ni una sola planta de carbón, pues yo decidiré cómo será el desarrollo, que no dependerá de la voluntad de las personas, sino de la "gobernanza global" en la cual, como es sabido, China ocupará el puesto prominente. 

A continuación, critica a aquellos países que "provocan una nueva guerra fría, excluyen, amenazan o intimidan a los demás y sólo traen al mundo la división y la confrontación", en un alarde de buenas palabras que ocultan sin duda alguna la verdadera naturaleza del monstruo, pues si hay un país actualmente que provoque guerra fría es China, que intimida como hace en el Mar de China acosando constantemente a Taiwan y Japón. Puede contemplarse también el ejemplo de Hong Kong y su paulatina pérdida de libertades. El verdadero imperialismo actual es el que critica las políticas imperialistas.

Continúa el florido discurso aludiendo a las bondades de la ONU y de la OMS y su deseo de promover una reforma de la OMC y del sistema monetario y financiero, lo cual sólo puede producir escalofríos, pues basta imaginar qué supondría una modificación de tales sistemas al gusto del Partido Comunista chino. Por supuesto, no podían faltar las referencias a la promoción de la lucha contra el cambio climático y la Agenda 2030, que no son sino excusas de las élites políticas para implantar la ingeniería social necesaria para conformar las sociedades a su satisfacción donde ya la palabra libertad no sea sino un eslogan que no tenga un reflejo real en la vida de las personas. 

Las nuevas dictaduras posmodernas que nos están anunciando ante nuestros propios ojos sin que advirtamos el peligro que suponen y sin que mostremos otra emoción que el más triste sometimiento estarán maquilladas para evitar insurrecciones, pero no por ello serán menos implacables. Ya sabemos cómo se irán pergeñando: aplastante intervención del Estado en la economía ahogando la sociedad civil, nuevos impuestos y mayor exacción, más partidas de gasto público con mayor endeudamiento, invasión de la privacidad y pérdida de intimidad, control total sobre los ciudadanos, creación de la realidad desde el poder, imposición de la verdad oficial a través de macroproyectos de ingeniería social y, si eres de un grupo contestatario, la muerte civil y el acoso por los grupos activistas de izquierdas. 

En lugares como China se impondrán tales limitaciones a la libertad como hasta ahora, con un aplastamiento total de la disidencia por cualquier medio (se calcula que hay más de dos millones de personas confinadas en campos chinos) y en Occidente la imposición será más sutil, pero no menos atentatoria contra la libertad, y se impondrá con la colaboración de las grandes corporaciones, que ya están ensayando sus modos de censura, como se ha comprobado en Estados Unidos recientemente. Será, al fin y al cabo, una exportación del modelo chino mediante la clonación de los medios de control, esto es, un sistema socialista de control político combinado con un capitalismo mercantilista, corrupto, dependiente y limitado según las indicaciones del poder. 

Olvidándose de disimular, nuestras élites describen el cambio que proyectan como El Gran Reinicio (o reseteo) y lo menciona expresamente el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, en un reciente artículo, también transcrito en este mismo periódico (al igual que el texto íntegro del discurso de Xi Jinping al que nos hemos referido más arriba). Según el señor Schwab es imprescindible el "Gran reinicio del Capitalismo". 

Sin proponérselo, el señor Schwab abona las teorías conspiratorias sobre el origen del coronavirus, puesto que justica la necesidad del "Gran Reinicio" por la situación en que la pandemia ha colocado al mundo, lo que hará que muchos sospechen que la pandemia no ha sido una tragedia inesperada sino un deliberado acto para acelerar el proceso. Menciona la necesidad de "forjar unos cimientos" para luchar contra la desigualdad (refiere cínicamente que la fortuna de algunos millonarios norteamericanos se ha reforzado durante la pandemia, cuando son los mismos en los que encuentra colaboración para imponer su línea de pensamiento) y sostiene que la pandemia ha demostrado que se pueden introducir "cambios radicales en nuestro estilo de vida con gran rapidez" y que "los ciudadanos han demostrado que están dispuestos a hacer sacrificios" (traducción: los ciudadanos aceptarán nuestras imposiciones pasivamente). La consecuencia es inmediata: "harán falta unos gobiernos más robustos", lo que implica incrementar la presión del Estado sobre la sociedad. 

Divide en tres objetivos principales la agenda del Gran Reinicio: el primero, orientar hacia unos "resultados más justos", resultados más justos que, por supuesto, no los decidirá usted, ni yo, sino que lo que quiera que ello signifique nos vendrá dado por nuestros venerados líderes. Y menciona algunas perlas en tal sentido: incrementar las medidas fiscales (ya sabemos que esto significa más impuestos) porque estamos en un momento de "reducción de bases impositivas", lo que es radicalmente falso, pero se intenta imponer como convicción para justificar los hachazos fiscales que nos esperan. Todo ello con la intención de "imponer unos resultados más equitativos", lo que implica imponer el resultado de las relaciones, es decir, dirigir y controlar la economía e imponer "nuevas y mayores regulaciones a la propiedad intelectual, el comercio y la competencia". Traducido: los Estados deben controlar y regular cualquier actividad humana. 

El segundo objetivo de la agenda es que "las inversiones promuevan objetivos comunes, como la igualdad y la sostenibilidad", y quienes definen lo mejor para la igualdad son ellos, por supuesto, no usted a través de una libertad que le van a quitar. Y ya sabemos cuando un político utiliza la palabra sostenibilidad lo que significa: que el poder político dirá lo que usted puede o no puede hacer. Por supuesto, obvia que lo único que provoca mayor igualdad es la libertad de comercio, el capitalismo sin adjetivos y sin control estatal. Ya menciona el señor Schwab cómo han de ser dirigidos los esfuerzos económicos: a favor de la agenda verde, que supone que usted pague impuestos para que las grandes empresas desarrollen a coste cero ingentes proyectos de cambios energéticos para los que no le han pedido permiso a nadie. 

El tercer objetivo es aprovechar la cuarta revolución industrial en pos de lo público, el llamado bien público que, por supuesto, lo definen ellos, los gobernantes que dirigen los Estados y las grandes corporaciones sin que ni usted ni yo tengamos nada que opinar. Cualquiera que sepa el significado que dan los estatistas a "lo público" puede adivinar que los Estados se antepondrán a los derechos individuales. Traducido: dictadura.

Entre el bien público que nos pretenden imponer podemos mencionar tres perlas a modo de ejemplo: la supuesta emergencia climática provocará que los viajes en avión se encarezcan y se está promoviendo desde estos foros la vuelta al viaje en tren, de modo que el avión volverá a ser un privilegio de ricos, del mismo modo que pronto se verá como un atentado al planeta comer carne y como un gesto de insólito egoísmo gozar de una propiedad privada. 

Todo lo que el mundo occidental ha conseguido en los últimos doscientos años a través del capitalismo será condenado. Para ello, se buscan nuevos adjetivos: capitalismo inclusivo, capitalismo entre partes, capitalismo más justo, capitalismo social o capitalismo equitativo. Algunos de estos líderes han llegado a decir que el capitalismo, tal y como lo entendemos, ha muerto. Convendría recordar que nunca ha llegado a existir del todo puesto que cuando comenzó a crear riqueza para el mundo fue paulatinamente ahogado por el colectivismo estatista. Aún así ha sido capaz de crear la civilización más próspera y avanzada de la historia. Y están firmando su sentencia de muerte. 
Será un crimen contra la humanidad al que asistiremos felices: "en 2030 no tendrás nada y serás feliz", reza un lema del Foro de Davos (la distopía de Huxley) y nos crearán la realidad con la que comulgaremos obedientes y agradecidos porque para entonces la servidumbre será la libertad (Orwell). 
El modelo chino exportado a todo el mundo occidental con la connivencia criminal de los gobiernos occidentales, de las grandes empresas y medios de comunicación globales y de nuestros líderes de izquierdas y ante el embobado ensimismamiento de nuestras sociedades civiles. Parece que no podemos vivir sin alguna aristocracia que nos gobierne. Hemos cambiado la antigua aristocracia por la nueva de los líderes políticos de izquierdas.

Las consecuencias no podrán ser otras que cambiar nuestro paradigma de trabajar para vivir lo mejor posible a vivir para trabajar para alimentar al frío monstruo de la industria política. El Nuevo Orden Mundial, dirigido por China, con la complicidad indudable de las élites políticas occidentales, provocará ruina y sufrimiento, pues el monstruo consume mucha carne humana: reducción brutal de las clases medias, masas de clases medio-bajas sometidas a trabajos de mera subsistencia, ausencia de movilidad social, ausencia de libertad, nueva clase social de depauperados asistidos y subvencionados para ayudar al simulacro de democracias sostenidas por esas masas de votos. Desde luego, el mundo será mucho más igualitario, (que no es lo mismo que igualdad), porque habrá mucha menos riqueza y casi todos (excepto las élites) seremos mucho más pobres. El individuo estará muerto como tal más allá de alguna excepción, pues seremos miembros anónimos de colectivos que desesperarán de unas democracias que ya no serán tales sino que se habrá impuesto lo que no será sino un canibalismo depredador de los Estados sobre los ciudadanos. Habrá alguno entonces que se acuerde del capitalismo real, aquél que coloca al individuo como supremo sujeto de Derecho y permite la libertad individual sin limitaciones y que durante doscientos años, a pesar de las dificultades, ha creado una sociedad rica y libre, pero ya será tarde. 
Nadie ha oído una queja de Von Der Leyen, Merkel, Macron o Sánchez, asistentes al Foro, sobre ninguno de los discursos mencionados más arriba. Su silencio los delata. Del mismo modo que nuestro silencio de hoy será nuestra culpa de mañana.
* Winston Galt es escritor. Su novela más reciente es "Frío Monstruo" y del ensayo "La Batalla por la Libertad".


Cuando sepas lo que se pretende aprobar 
en el Foro de Davos, entenderás lo del virus, lo de China, 
lo de EEUU y lo de los Sánchez y su “banda”


La Cumbre de Davos del Foro Económico Mundial, se va a celebrar este año su 51ª edición en Singapur y esta vez se dividirá en dos fases: Una virtual en enero y otra presencial entre el 13 y 16 mayo de 2021 y el lema del Foro no será otro que “El Gran reinicio”.

Su presidente ejecutivo y fundador, Klaus Schwab, ha pronunciado las palabras que van a infundir de contenido el citado Foro : “ …Una cumbre de liderazgo mundial es de crucial importancia para abordar cómo recuperarnos juntos…”, es decir, en román paladino: De cómo el Gobierno Mundial va a regir a la humanidad.

Ante esta frase eufemística, el Foro de Davos se convierte en noticia sin que ni un sólo intelectual de talla mundial haga acto de presencia en esta reunión de seres anodinos para los que lo único importante, es hacer público el pensamiento de lo políticamente correcto y dominante, con el objeto de informar y formar a las masas ávidas de órdenes, sobre lo que han de decir, sobre lo que han de opinar y sobre que han de pensar en el próximo año y en los venideros, hasta poder implantar la Agenda 2030.

En ese foro no se va a generar pensamiento alguno, sino que sólo se va a transmitir aquello que los que están detrás de todos estos seres inanimados, de estas caras inexpresivas y tristes de CEO,s y burócratas, quieran transmitir al mundo desde el anonimato de su poder real. El verdadero líder del Foro, el plutócrata y dictador jefe del Partido Comunista Chino, es la verdadera estrella del Foro, con la inestimable presencia de sus palmeros silentes Merkel y Macron, verdaderos pasmarotes que con su presencia legitiman el socialismo real, la masonería y el nuevo Orden Mundial.

El Foro de Davos, es la cara amable de los que mandan en el mundo, sin dar a conocer sus caras a la opinión mundial, cuyo objetivo es controlar a la humanidad, transmitiendo ese dominio al Orbe con palabras sin alma ni sentido etimológico, vocablos que forman parte del “Gran Reset” que va a destruir el pensamiento cristiano occidental, lo que a la postre no es otra cosa que resetear de las mentes y de las almas de Occidente una civilización de dos mil años.

Esas palabras ridículas que llenan los discursos e intervenciones de políticos y Ceo,s (todos unos horteras de segunda) y que las oímos a diario, forman parte del diccionario de la Agenda 2030 y del Foro de Davos, lo que las ha llevado a convertirse en símbolos de calidad de quién quiera ser considerado políticamente correcto, como ejemplos veamos una muestra: “sostenible”, “empoderado”, “resiliente”, “multicanal”, “transparencia”, “equidistancia”, “transversal”, “inclusiva”. “igualitaria” “populismo”, “concordia”, “implementar”, “sororo” “diversidad”, “inclusiva”, “feminista”, “interseccional” “calentamiento global”, “multicultural”, “cohesionado” “migrantes”, “heteropatriarcado” “eje vertebrador”, “arrimar el hombro”, ” para que nadie quedará atrás”, “unidos saldremos más fuertes” “estado fuido”, “enfoque de género” , “pactos globales”, “desafíos globales”, “cambios estructurales” “brecha salarial”, “política redistributiva”, “Desarrollo sostenible” “protección integral”, “emergencia climática”, “entre todos lo conseguiremos” y ” para que nadie quede atrás” que si lo unes con “colectivo LGTBI”, la faena se completa.
Pero el vocablo al cual nos vamos a tener que acostumbrar y que será la estrella, junto a XI Jinping, de este 51º Foro de Davos, será el “Gran Reset“.

El Globalismo, alentado por personajes siniestros desde organizaciones más tétricas aun que ellos, ha aprovechado la pandemia y las medidas excepcionales de control social dictadas por los gobiernos títeres del dictador Chino y de la OMS que él domina, para poder gritar al mundo, que el Nuevo Orden Mundial ha llegado y la vocera de ese Gobierno Mundial que se instaurará en el año 2030 ha sido la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, que a modo de apertura de lo que va a ser el Foro de Davos, en una reciente conferencia de la ex presidenta chilena celebrada el 1 de diciembre de 2020, aprovechando un acto on line de homenaje a la Declaración Universal de los Derechos Humanos organizado por la Gran Logia de Chile, habló y anunció el “Gran Reset” que cacarearan las gallinas del Foro de Davos.

Estas “Gallus Domesticus”, comandadas por el líder de la nueva potencia que va a capitanear al mundo en la próxima década, repetirán lo que la dirigente masónica de la ONU, que actúo como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, proclamó en su discurso ante sus “hermanos de la viuda”:

Que existe el antes y después de la pandemia y que la covid supone, a ojos de la ONU, la implantación de una “nueva era” basada en el principio masónico de la fraternidad, principio que va íntimamente unido a la filantropía masónica que actualmente se resume en: “Tenemos que vacunar a todos los seres humanos de la tierra”.

Este anuncio de lo que se iba a tratar en el Foro de Davos, lo resumió perfectamente de este modo en su intervención: “Amigas y amigos, la pandemia de la covid 19 nos ha demostrado que el modelo de sociedad existente construido sobre desigualdades generalizadas no es sostenible. No podemos volver al ‘día 0’, esa es una normalidad mala, es una normalidad que permitía un mundo tremendamente desigual” … “lo que tenemos que hacer es esta crisis no dejar pasar una oportunidad de hacer esto de recuperarnos mejor” … “Lo que nosotros hemos hablado con el secretario general [Antonio Guterres] es que necesitamos un nuevo contrato social por una nueva era, porque el contrato social que hasta ahora tenemos está quebrado o no está dando los resultados que todo el mundo espera de él”… 

“Y para esto necesitamos y contamos con uno de los principios masónicos, la solidaridad, la fraternidad” … “Confío en que podamos unirnos y actuar como una sola humanidad, porque esto es lo que somos”…”
“Tenemos que vacunar a todos los seres humanos de la tierra, porque mientras uno no esté a salvo, nadie va a estar a salvo” y “por eso estamos llamando a que la vacuna sea considerada un bien público universal”.

Tal y como vaticinó la líder masónica y dirigente de la ONU, a través de lo expuesto en su discurso el Foro de Davos nos anuncia la gran necesidad de la Humanidad de recibir el “mana” de lo que viene denominándose “el gran reset” o “el gran reinicio” que va a nacer en este 51º Foro de Davos como anuncio de la “salvación del mundo”.

En el Foro, los poderosos asistentes van a tener la oportunidad, ante el pasmarote de Sánchez, de estrechar filas dando las directrices para que se pueda interpretar desde el “Gran Reset” todos y cada uno de los acontecimientos que se van a producir en el mundo, diseñados de antemano por el Gobierno Mundíal, lo que va a suponer dar un vuelco a la economía, a la libertad de expresión, a los conflictos militares globales y locales demostrando como el Gran Capital va a dirigir el planeta desde ese Nuevo Gobierno Mundial que nace de la Agenda 2030. Es decir, la desaparición de la democracia tal y como nos la contaron.

Como hemos dicho, el 5lº Foro de Davos contará con oradores del mundo académico, empresarial, sociedad civil y gobiernos. La agenda de Davos 2021, consta de 7 temas:

1º) Cómo Salvar el planeta

La Tierra se está calentando, el hielo se está derritiendo, el nivel de los océanos está aumentando y se están llenando de plástico. Estamos perdiendo especies, acumulando gases de efecto invernadero y nos estamos quedando sin tiempo. Es fácil que nos falte el ánimo. Y, sin embargo, hay muchas razones para estar alegre: la consigna es ‘sostenible’ y se aplica a todas las áreas de la actividad humana: energía, alimentos, ropa, viajes, ciudades y todo lo demás. Pero incluso si todo fuera 100 por cien sostenible, todavía habría trabajo por hacer para reparar el daño que hemos hecho. ¿Por dónde empezar?

2º) Economías más justas

Desde la Segunda Guerra Mundial, la esperanza media de vida en el mundo ha aumentado 30 años. Mientras tanto, el acceso a la salud y la educación ha sacado a miles de millones de la pobreza. Pero la desigualdad económica dentro de muchas naciones se ha disparado, la movilidad social ha retrocedido y la cohesión se ha debilitado. Ahora se teme que la nueva tecnología empeore las cosas. ¿Cómo podemos reformar las economías para que el crecimiento beneficie a la mayoría y no solo a unos pocos y para asegurarnos de que el extraordinario motor del desarrollo humano sea sostenible?

3º) Tecnología para el bien.

La nueva tecnología siempre es disruptiva. Crea ganadores y perdedores, destruye unos empleos y crea otros, e introduce un profundo cambio social. Pero la vertiginosa velocidad y el verdadero peso de esta etapa de cambio técnico es, en realidad, una amenaza a la definición misma de lo que es ser humano. Se nos presenta una gran variedad de dilemas éticos. ¿Cómo unirnos para acordar las reglas sobre cosas como los bebés genéticamente modificados, los robots de guerra y los algoritmos que determinan nuestras posibilidades de vida? ¿Deberíamos ralentizar un poco las cosas?

4º) El futuro del Trabajo

Cualquier persona con un teléfono móvil puede acceder al material de cursos para obtener un título de Harvard, participar en la “gig economy” o encontrar financiación para su nuevo proyecto. Ese es un cambio profundo y muy reciente. Las tecnologías que están alterando nuestras vidas económicas y sociales también nos están ayudando a adaptarnos. Pero la historia sugiere que si lo dejamos en manos del mercado, la Cuarta Revolución Industrial nos conducirá a un largo y perjudicial período de discontinuidad. Podemos verlo venir, sabemos que vamos a tener que adquirir nuevas habilidades, pero, ¿qué vamos a hacer al respecto?

5º) Empresas más justas

Desde la primera Revolución Industrial, las empresas han estado en primera línea del cambio tecnológico y social. No hay forma de que creemos un mundo cohesionado y resiliente sin ellos. Pero para hacer esto, necesitaremos que cambien sus horizontes temporales, mirar más allá de los beneficios a corto plazo y se transformen en organizaciones sostenibles e inclusivas. ¿Qué ha de hacer una empresa inteligente?

6º) Futuros más saludables

El gasto mundial en salud ha aumentado drásticamente en la última década. Asuntos que antes se limitaban a una consulta médica van perdiendo el peso del estigma. La soledad, el estrés laboral, el duelo, la depresión o la ansiedad son solo algunos de las cuestiones de salud mental de los stakeholders se están haciendo conscientes. Las dolencias físicas también son parte del problema. La ciencia médica ha dado grandes pasos, y la tecnología ahora promete el sueño de la “medicina de precisión” que ya aparecía en los libros y películas de ciencia ficción. ¿Cómo identificar y resolver los principales desafíos de salud al tiempo que garantizamos un acceso justo para todas las personas?

7º) Mas allá de la Geopolítica

Existen 193 naciones, una proliferación de centros regionales de poder y una realidad irrefutable: estamos juntos en esto. La buena noticia: cuando nos lo proponemos, realmente podemos lograr que nuestra acción internacional sea una. Como cuando tratamos el deterioro de la capa de ozono. O cuando llegamos al Acuerdo de París para limitar el cambio climático. La noticia no tan buena: el nivel de los desafíos a los que nos enfrentamos exige muchas más historias de éxito. Necesitamos pasar de la geopolítica y la rivalidad internacional a la única posible solución de colaboración global. Las naciones van a tener que cambiar.

La traducción de estos puntos que coinciden con los 17 puntos de la Agenda 2030 de la ONU, no nos deja duda alguna sobre la coincidencia de objetivos y de protagonistas. El Foro de Davos nos va a ir indicando año a año que objetivos anuales vamos a ir cumpliendo hasta llegar al sonado “Gran Reset” que nos traerá el nuevo y esperado Gobierno Mundial de la “Gran Fraternidad” en el año 2030.

Los siete puntos se pueden traducir en:

La población mundial no tendrá acceso a la propiedad privada y la falta de propiedad le traerá la felicidad. El Gobierno le permitirá y le facilitará que pueda poseer, por medio del alquiler, todo aquello que desee. Los únicos propietarios serán las grandes corporaciones y los estados, las grandes fortunas serán más poderosas. Todos seremos iguales por abajo. En vez de conseguir que todos seamos propietarios de nuestra viviendas, los humanos no seremos propietarios de nada y por lo tanto, seremos iguales. Los impuestos salvajes dirigidos a personas y Pymes, tales como el de sociedades, sucesiones y patrimonio, serán los instrumentos para una expropiación paulatina de la propiedad a las clases medias.

La geopolítica mundial cambiará. China y sus países satélites serán la nueva potencia mundial, EEUU perderá la hegemonía y el “gigante Asiatico, pasará a ocupar su puesto, basando su poder en un fuerte capitalismo de estado.

Habrá escasez de alimentos y de agua y las grandes corporaciones fomentarán la desaparición de la carne en la dieta mundial. Se fomentará el veganismo, facilitándose nuevas alternativas a la carne, fabricadas artificialmente por las grandes multinacionales que controlarán la agricultura con semillas y productos transgénicos, destruyéndose así la biodiversidad.

Ante esta escasez de alimentos, se fomentarán los movimientos de poblaciones y la inmigración de mano de obra barata a los países occidentales, con la excusa del cambio climático, destruyendo las naciones estado y sus fronteras, en pro de la gran fraternidad. Occidente desaparecerá para formar un pangea territorial y racial manejado por el gran Gobierno Mundial que nace de la Agenda 2030. Se destruirán todos los valores de la población occidental para poder absorber mejor a las poblaciones inmigrantes utilizando el buenismo fomentado desde los pocos medios de comunicación que modulan la opinión pública oficial, persiguiéndose la libertad de expresión de los que sean disidentes, es decir, de los europeos, heterosexuales, cristianos, patriotas y autónomos económicamente hablando, controlando su población con el aborto y la eutanasia.

La palabra clave será “calentamiento global” y “refugiados políticos” para favorecer la inmigración en masa.

La implantación de un salario mínimo, que destruye empleo y que hace que las pequeñas empresas no puedan sobrevivir, será esencial para implantar el nuevo Gobierno Mundial. El Estado pagará a los no disidentes, lo mínimo para alimentarse y poder alquilar para vivir en las grandes Megápolis que se van a fomentar para despoblar el incontrolable mundo rural y favorecer el control policial y militar de las poblaciones apiñadas en estas ciudades.

Se penalizará la emisión del CO2 a las naciones, criminalizando el uso de las energías fósiles y por ende, destruyendo a las empresas emisoras de CO2, en pro de la salud y el bienestar, potenciando los usos masivos de vacunas y con la excusa de las pandemias que controlarán la población mundial.

Se ocultará la verdad, que será sustituida por la verdad oficial, para poder reeducar de las masas en los postulados que dicte el Gobierno Mundial e implantar el Nuevo Orden por medio del Gran Reset anunciado. Perseguirán la historia y las noticias veraces, con Ministerios de la Verdad, implantando una férrea censura en los medios de comunicación y en las redes sociales. Twetter y Facebook, controlan el 80 % de la publicidad mundial y son asistentes a Davos.

La sustitución de las naciones por las organizaciones y corporaciones mundiales que tendrán el poder sobre los gobiernos, hará que desde el Nuevo Poder que surja del “Gran Reset” los oligarcas del capitalismo mundial, controlarán el comercio mundial de todo tipo de productos, de energía y de armas.
Los del Club Bilderberg asistirán a Davos y el líder y ejecutor del nuevo líder mundial, XI Jinping, será bendecido por los Rothschild, los Rockefeller y los Morgan, junto a los Bill Gates, Warren Buffett, Carlos Slim, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Larry Ellison y Michael Bloomberg.
Todos estarán juntos en Davos, para implantar el Nuevo Orden Mundial y bajo el brazo ejecutor de la nueva gran potencia china, los grandes propietarios mantendrán su hegemonía global, a causa de una pandemia que va a dar lugar a la Gran Reinvención del Mundo (Gran Reset) implantándose en la Tierra el gran ideal masónico de la Fraternidad Mundial, con la excusa de evitar que el virus maldito vuelva a aparecer.

El gran debate, será establecer cómo se va a neutralizar a aquellos que se nieguen a perder su identidad, su patria, su religión y sus propiedades, lo que será el núcleo de las nuevas disputas y enfrentamientos locales y globales que se van a vivir en el mundo hasta el año 2030.

La nueva pandemia mundial llamada Agenda 2030, sigue en Davos su andadura triunfante. Preparaos para lo que la Providencia nos depara.


¿CIENCIA? ¿QUÉ CIENCIA?

A las personas que dicen "creo en la ciencia" o "creo en las vacunas", les pregunto: ¿Qué ciencia? ¿La ciencia financiada por Big Pharma? ¿La ciencia impulsada por las ganancias de las corporaciones? ¿La ciencia que intenta imponer el control fascista sobre nuestras vidas?
La ciencia está cambiando siempre, no es algo en lo que "creer", es un proceso de investigación que siempre está destinado a ser cuestionado y desafiado.
Cuando la gente acepta la ciencia como una creencia, en lugar de entender que es un método de investigación, entonces la ciencia se convierte en una religión, y los científicos y los médicos son considerados como dioses/autoridades definitivas. Como resultado, la gente tiene fe ciega en estos simples mortales, les permite tomar decisiones sobre ellos, sobre su vida y muerte, y renuncian a la responsabilidad personal de su propia salud y bienestar.

“No tendrás nada y serás feliz”. Fíjense que la famosa frase es algo más que la enunciación de un objetivo del Foro de Davos y su famosa Agenda 2030. La forma en que está enunciado es la de una orden. Como un mandamiento del Decálogo. No matarás. No robarás. No tendrás nada. Y serás feliz (por tanto no te quejarás, o a la inversa). No es algo optativo. No tendrás nada y punto. Y serás feliz y te aguantas. No hay peros.

No tener nada resulta fundamental para la dominación de un conjunto. O sea, una cosa es la obsesión de tener, que también es una esclavitud, pero otra muy distinta es no tener nada y que se te niegue el derecho a la propiedad. Alguien que no tiene nada es alguien totalmente dependiente. Dependiente del que tiene. ¿Y de quién será todo en ese mundo 2030 en el que nadie tendrá nada? Porque de alguien tendrá que ser todo. ¿De los plutócratas que manejan los hilos de Davos? ¿Del estado? Pues de ellos será de quienes dependamos en todo al no tener nosotros nada, al ser todo de ellos.

Alguien que no tiene nada, aparte de dependiente, es alguien con menos motivos para luchar por algo. Alguien que no ha recibido nada de sus padres. Alguien que no tiene nada que defender. Alguien que no tiene nada que dejar a sus descendientes. Después de una vida de esfuerzos no tendrás nada. Estarás igual que al comenzar el camino, al comenzar a esforzarte. El premio a tus esfuerzos será seguir sin tener nada después de todos tus esfuerzos. Claro que para ese entonces quizá ya hayas decidido hace tiempo dejar de esforzarte. No te esfuerces. No luches. No te rebeles. Sé feliz. Obedece.

Con eso y con todo, contra el “no tendrás nada y serás feliz” ya nos vamos previniendo poco a poco. Lo vamos conociendo, siquiera una minoría con pensamiento crítico. Lo vamos propagando. Advertimos de lo que viene a nuestros conocidos. A veces con poco éxito. Parecemos unos paranoicos. ¿Quién nos va a dejar sin nada? ¿Quién nos va a impedir tener un coche o circular con él por donde queramos? ¿Quién nos va a obligar a comer gusanos? Somos la rana en el puchero, no nos enteramos de que nos están abrasando.

Pero lo peor quizá no es lo de que no tendremos nada y seremos felices. Lo peor, que también va implícito en la Agenda 2030 y la ideología de género, es la idea de que tampoco seremos nada. Además de no tener nada en 2030 no seremos nada. Y seremos felices no siendo nada.No tener nada es bastante dramático, pero no ser nada es mucho más amenazante todavía. Bajo el regalo envenenado de que podremos ser lo que queramos, al punto de que podremos hasta autodeterminar nuestro género, lo que en el fondo nos están haciendo es robarnos lo que somos. Para poder ser cualquier cosa hay que no ser nada. Para poder ser cualquier cosa hay que ser plastilina, una hoja en blanco. Si soy una jirafa no puedo ser un perro. Si soy un hombre no puedo ser una mujer. Si puedo ser una jirafa o un perro es que no soy ni una jirafa ni un perro. Eres o nada o algo que niega lo que realmente es, seducido por la idea de poder ser cualquier cosa. El problema es que poder ser cualquier cosa es una maldición, no un regalo. Para poder ser otra cosa tienes que negar lo que eres; pero negar lo que eres, por otro lado, no te convertirá en otra cosa que lo que eres. Una jirafa que quiere ser un perro no es un perro, es una jirafa lamentable. No te dicen que si quieres puedes ser un perro para que realmente seas un perro, sino para que te comportes como tal, para que puedas traerles en la boca los palos que te lancen a cambio de una caricia. No tener nada es la parte buena de la Agenda 2030. La parte preocupante de verdad es la de que no serás nada. No teniendo nada y no siendo nada, siendo totalmente dependiente y negando tu identidad, estarás preparado para ser el esclavo total. Un esclavo feliz con sus cadenas. Un esclavo infeliz se podría rebelar. Ser un esclavo feliz, por tanto, no puede ser opcional.


Lo peor de la Agenda 2030 no es que no tendrás nada, sino que tampoco serás nadie
“No tendrás nada y serás feliz”. Fíjense que la famosa frase es algo más que la enunciación de un objetivo del Foro de Davos y su famosa Agenda 2030. La forma en que está enunciado es la de una orden. Como un mandamiento del Decálogo. No matarás. No robarás. No tendrás nada. Y serás feliz…

NUEVO ORDEN MUNDIAL O GLOBALISTA GENOCIDA. 
ONU, MEDIOS, UNICEF, GOBIERNOS, BANCOS, MULTINACIONALES...

Quién es y de dónde procede el criminal psicótico Klaus Schwab, 
 fundador del Foro económico mundial.

Crowdfunding de su secuela, The Big Reset Movie.
The Blue Dot Movie.

En 15 minutos denunció todos los planes globalistas brillantemente... ¡IMPERDIBLE!


Para todo aquel que quiera comprender la realidad oculta tras la insistencia del "filántropo" Gates por vacunar a toda la población, solo tiene que ver este documental en el que se narran los hechos históricos que nos han traído hasta la nefasta situación actual causada por la "pandemia" de COVID-19, prefabricada por la propia élite globalista, de la que Gates forma parte.

Las vacunas no solo son un tremendo negocio, son la herramienta con la que ejecutar su agenda de reducción de la población, como el mismo ha dicho en múltiples ocasiones sin pestañear. Un psicopata, un genocida en potencia ante el que Hitler o Stalin pueden quedarse en una broma en comparación si logra su objetivo de reducción de, al menos, un 10 o un 15% de la población mundial.

Participantes en el Foro de Davos, entre otros empresarios, académicos y Ceo´s de empresas multinacionales.

XI Jinping
President of the People’s Republic of China, Office of the President of the People’s Republic of China

Narendra Modi
Prime Minister of India, Office of the Prime Minister of India

Yoshihide Suga
Prime Minister of Japan, Government of Japan

Emmanuel Macron
President of France, Office of the President of the Republic of France

Angela Merkel
Federal Chancellor of Germany, Federal Chancellery of German

Ursula von der Leyen
President, European Commission

Moon Jae-in
President of the Republic of Korea, Office of the President of the Republic of Korea

Vladimir Putin
President of the Russian Federation, Office of the President of the Russian Federation

Alberto Fernández
President of the Argentine Republic, Presidency of the Argentine Republic

Cyril M. Ramaphosa
President of South Africa, The Presidency of South Africa

Pedro Sánchez
Prime Minister of Spain, Office of the Prime Minister of Spain

Guy Parmelin
President of the Swiss Confederation and Federal Councillor for Economic Affairs, Education and Research, Federal Department of Economic Affairs, Education and Research of Switzerland

Ivan Duque
President of Colombia, Office of the President of Colombia

Carlos Alvarado Quesada
President of Costa Rica, Office of the President of Costa Rica

Nana Addo Dankwa Akufo-Addo
President of the Republic of Ghana, Office of the President of Ghana

Kyriakos Mitsotakis
Prime Minister of Greece, Office of the Prime Minister of Greece

Benjamin Netanyahu
Prime Minister of Israel, Office of the Prime Minister of Israel

Abdullah II ibn Al Hussein
King of the Hashemite Kingdom of Jordan, The Royal Hashemite Court

Paul Kagame
President of Rwanda, Office of the President of Rwanda

Lee Hsien Loong
Prime Minister of Singapore, Prime Minister’s Office, Singapore

Leaders from international organizations, government agencies and central banks

Christine Lagarde
President, European Central Bank

António Guterres
Secretary-General, United Nations

Tedros Adhanom Ghebreyesus
Director-General, World Health Organization (WHO)

Kristalina Georgieva
Managing Director, International Monetary Fund

Amina Mohammed
Deputy Secretary-General, United Nations

Achim Steiner
Administrator, United Nations Development Programme (UNDP)

Phumzile Mlambo-Ngcuka
Undersecretary-General and Executive Director, United Nations Entity for Gender Equality and the Empowerment of Women (UN WOMEN)

Dongyu Qu
Director-General, Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO)

Inger Andersen
Executive Director, United Nations Environment Programme (UNEP)

Henrietta H. Fore
Executive Director, United Nations Children’s Fund (UNICEF)

David Beasley
Executive Director, United Nations World Food Programme (WFP)

François Villeroy de Galhau
Governor, Central Bank of France

Fang Liu
Secretary-General, International Civil Aviation Organization (ICAO)

Anthony S. Fauci
Director, National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID)

Angel Gurría
Secretary-General, Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD)

Mauricio Claver-Carone
President, The Inter-American Development Bank

Andrew Bailey
Governor, Bank of England

Guy Ryder
Director-General, International Labour Organization (ILO)

Jürgen Stock
Secretary-General, International Criminal Police Organization (INTERPOL)

Fatih Birol
Executive Director, International Energy Agency

Rebecca Fatima Sta Maria
Executive Director, APEC Secretariat (Asia-Pacific Economic Cooperation)

Civil Society
Seth F. Berkley

Chief Executive Officer, Gavi, the Vaccine Alliance
Gabriela Bucher

Executive Director, Oxfam International
Sharan Burrow

General Secretary, International Trade Union Confederation (ITUC)
Hindou Oumarou Ibrahim

President, Association for Indigenous Women and Peoples of Chad (AFPAT)
Marco Lambertini

Director-General, WWF International
Laura Liswood

Secretary-General, Council of Women World Leaders
Delia Ferreira Rubio

Chair, Transparency International
Peter Sands

Executive Director, The Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria (GF)