EL Rincón de Yanka: junio 2014

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domingo, 29 de junio de 2014

EL HOMBRE Y DIOS

Dios es Amor y es Amar...
El deseo de verdad, interrogarse sobre el por qué y la finalidad de las cosas, pertenece a la naturaleza misma del ser humano.



Últimas Preguntas trata de responder a esas grandes cuestiones que todas las personas nos planteamos, desde la perspectiva del humanismo cristiano, pero siempre en diálogo con los fieles de otras religiones y con quienes, aún no compartiendo una creencia religiosa, buscan la renovación de la humanidad.



Entrevista al Dr. Mario Alonso Puig
"El miedo es una moción. 
La valentía es una decisión por voluntad.
Conócete para comprenderte y superarte. 
Y trasciéndete para descubrirte 
(Conócete, acéptate, supérate)".





LA BELLEZA DE LO MINÚSCULO Y LA POESÍA DE LO PEQUEÑO

En lo pequeño 
Rainer M. Rilke

En lo pequeño hallarás un maestro
para el que nunca, en el fondo,
harás lo suficiente.


Arena de playa - Foto Gary Greenberg
"Cada vez que miro arena bajo un microscopio es una sorpresa. Es como ir a cazar tesoros, solo que los tesoros son muy pequeños y muy baratos".  
Gary Greenberg


La belleza de lo minúsculo: 



Si cambiamos la perspectiva, todo tiene un aspecto diferente. No hay más que ver las imágenes de la Tierra que los astronautas llevan décadas tomando desde el espacio. Desde ahí arriba, parecemos minúsculos y no son pocos viajeros espaciales que aseguran haber recibido una cura de humildad al comprobar que lo que desde aquí parece tan grande e importante es insignificante con solo subir un poco.



Bajar hasta el nivel microscópico es también un cambio de perspectiva, al que estamos menos acostumbrados a pesar de tenerlo a nuestro alrededor constantemente. Solo hace falta un microscopio para descubrir que los objetos cotidianos tienen un aspecto oculto, imponente y muy distinto al que estamos acostumbrados.


Hemos elegido 25 instantáneas que retratan ese mundo microscópico que nos rodea: alimentos, objetos o insectos que utilizamos en el día a día y que vistos muy, muy de cerca, parecen sacados, precisamente, de otro planeta.
Rocío P. Benavente


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LA POESÍA DE LO PEQUEÑO
Desconozco autoría


¿Qué tendrá lo pequeño que a Dios tanto le agrada?
Gotitas forman los mares con sus paisajes de plata;
Puntitos llenan el cielo en una noche estrellada;
De unos granitos de trigo se hace un Dios en la Hostia Santa.
Gotitas…Puntos… Granitos ¿Qué hay más pequeñito? Nada.
Y, ¿qué hay más grande y sublime que el mar con sus olas bravas?,
¿El cielo con sus misterios y Dios a quien nadie alcanza?

¿Qué tendrá lo pequeño que a Dios tanto le agrada?
Y ¿Qué tendrá una sonrisa, una atención prodigada
con algo más de dulzura, una sencilla palabra…?
¿Levantarse en el momento en que toca la campana,
cumplir un punto de regla sorber, tal vez, una lágrima…?
¿No levantar hoy los ojos, guardar silencio mañana,
decir un “sí” que me cuesta vencer una repugnancia…?

¿Qué tendrán esos “puntitos” esas mil “gotitas” de agua
que han formado esos Bernardas y Teresitas tan santas…?
esos “mares” de virtudes, esos “cielos” de la gracia
esos “dioses” en quien Dios su imagen misma retrata…?
¿Qué tendrá lo pequeño que a Dios tanto le agrada?
Por raíz el heroísmo y por flor la exuberancia
de todo lo que es virtud, porque todo ahí se encuadra.

Tiene el sonreír de Dios escondido entre sus mallas,
tiene oculta la grandeza de todas las almas santas,
tiene aromas de martirio, de pureza, de constancia…
Es la senda más segura para la meta sagrada.
Y aquellos que lo desprecian perlas al aire esparraman,
no harán nunca nada digno de coronarse con palmas, 
no harán “mares”, no harán “cielos”, 

no harán “dioses" de las almas.


¿Qué tendrá lo pequeño que a Dios tanto le agrada?







sábado, 28 de junio de 2014

EN PAZ - EN EL OCASO DE MI VIDA -


"Aquí estamos para vivir, no para morir. 
Se muere en la muerte no en la vida". 
Julia de Burgos
(Poeta Puertorriqueña)

*
"NO MORIMOS PARA MORIR". 
Juan Gelman



En paz
Amado Nervo

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, 
porque nunca me diste ni esperanza fallida, 

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; 
porque veo al final de mi rudo camino 
que yo fui el arquitecto de mi propio destino; 

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, 
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: 
cuando planté rosales, coseché siempre rosas. 
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: 
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! 

Hallé sin duda largas las noches de mis penas; 
mas no me prometiste tan sólo noches buenas; 
y en cambio tuve algunas santamente serenas... 
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. 
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!




viernes, 27 de junio de 2014

SI NO PUEDES DORMIR, NO CUENTES OVEJAS. HABLA CON EL PASTOR DE LAS OVEJAS

SI NO PUEDES DORMIR, NO CUENTES OVEJAS. 
HABLA CON EL PASTOR DE LAS OVEJAS







jueves, 26 de junio de 2014

EL ELIXIR DE LA FELICIDAD



EL ELIXIR DE LA FELICIDAD

A un pueblo perdido entre las montañas llegó un viajero que regalaba unos frascos que contenían, según él, el elixir de la felicidad. Como todos estaban muy necesitados de ella, acabaron con todos los frascos que llevaba. Pero aquel elixir no podía tomarse de cualquier manera.
Antes de marcharse les dijo que, para que funcionara, tenían que beberlo después de cenar en casa de unos vecinos y esperar con ellos media hora para notar sus efectos. Y así lo hicieron esa misma noche. Todos prepararon sus casas para acoger a sus vecinos y hacer que la espera fuera lo más agradable posible.

¡Los efectos fueron tan extraordinarios que al día siguiente no se hablaba de otra cosa en el pueblo! 
Por la noche volvieron a hacer lo mismo, pero esta vez con diferentes vecinos. Y, asombrósamente, funcionó igual de bien.
A la mañana siguiente todos iban radiantes de felicidad comentando las maravillas de aquel elixir. Noche tras noche se fue repitiendo la misma historia hasta que los frascos quedaron vacíos. Entonces la tristeza se apoderó nuevamente de todos.

Pasaron unos días hasta que otra vez volvió a pasar por allí el viajero. Al verlo, se abalanzaron sobre él pidiéndole más frascos de aquel elixir. El viajero, muy extrañado, les dijo: 

Pero si ya no me quedan más frascos. 
Creía que ya os habríais dado cuenta de dónde estaba el secreto del elixir. Cada vez que os sintáis infelices, no tenéis más que llenar vuestros frascos de agua azucarada con limón e ir a casa de vuestros vecinos a ¡compartir la vida!





lunes, 23 de junio de 2014

LIBRO "EL VIAJE DE LUIS" EL PODER DEL AMOR Y DE LA MÚSICA DE UN PADRE POR SU HIJO


"El corazón tiene razones que la razón desconoce".  Blas Pascal

El viaje de Luis, editado por Oberon, la historia real de un niño de 12 años que sufrió un grave accidente y le mantuvo veinte minutos muerto Luis quedó con un severo daño cerebral y hoy está totalmente recuperado gracias al tesón y el esfuerzo de su padre y autor de este libro, José Manuel Gil, que lleva a cabo un método de rehabilitación intensivo y novedoso.

Cuando hablamos de viajes, de inmediato pensamos en lugares remotos, en paisajes por descubrir, en emociones intensas, pero los viajes también pueden ser el testimonio de una compleja experiencia personal. Así es el viaje de Luis desde su accidente -que estuvo a punto de costarle la vida- hasta su milagrosa recuperación.

Ahora, su padre y autor de El viaje de Luis (Oberon/Grupo Anaya), José Manuel Gil, quiere acercar su testimonio, su experiencia personal, su lucha y, en definitiva su propio viaje en la recuperación de Luis, a lo largo de las páginas de este libro.

Este viaje comienza para Luis cuando con tan solo 12 años se clava una navaja en el pecho, muy cerca del corazón, lo que le causa la muerte durante veinte minutos. El SUMMA que atiende a Luis, en su casa, consigue resucitarle de camino al hospital pero la parada cardiaca sufrida provocaría un daño cerebral severo y unas posibilidades de recuperación escasas. Con el paso de los días y con el niño en la UCI, el padre cuenta cómo toma las riendas de la rehabilitación de Luis desoyendo los consejos de doctores y especialistas y utilizando un método que denominará en el libro “Rehabilitación en 3 ejes” y que está apoyado en sus conocimientos sobre el cerebro y en el estudio que lleva a cabo en esos momentos para sacar adelante a su hijo. El autor afirma que “los médicos que le trataron no han cono­cido en décadas un caso así, con una recuperación tan rápida y completa, que hoy puede considerarse casi un milagro”. A lo largo de las páginas del libro, el autor también aporta las terapias, referencias e investigaciones científicas que se utilizaron en este caso así como todos los pasos que siguió para sus sesiones de rehabilitación como la música, el ejercicio, la estimulación, las actividades, el cariño y el amor que le transmite para salir adelante.

Una conmovedora historia contada para inspirar, ayudar y dar fuerza a quienes afronten una situación extrema. Una guía escrita por un padre enérgico con todas sus emociones, pero al mismo tiempo, su útil racionalidad, que motivaron este milagro explicado por la ciencia. José Manuel Gil, afirma que el libro lo ha escrito para ayudar a otros padres y otros niños en la misma situación y para aquellos que quieran conservar su cerebro en buen estado, contribuir a retrasar el envejecimiento cerebral y padecer enfermedades como el Alzheimer o ictus, y añade que “si a una sola persona, le aportara el impulso, la confianza y la fuerza necesarios para salir adelante, entonces, habrá merecido la pena”.






sábado, 21 de junio de 2014

IDENTIDAD Y SENTIR LATINOAMERICANO: LATINOAMERICANIDAD


"América es la tierra donde la gente 
encuentra lo que había perdido". 

Günter Grass

"Lo que desde ya sabemos afirmar de América 
es que estamos enamorados extrañamente de ella. 
Y ese amor, como todo gran amor, es una prueba. 
Prueba que arroja sobre nuestras incapacidades 
e imperfecciones una luz resplandeciente y cruel". 
Victoria Ocampo





En América Latina hay unión y sentimiento continental de LATINOAMERICANIDAD o PANAMERICANISMO. Mientas que en Europa no hay ese sentimiento ni esa europeidad... Prueba de ello que en los mundiales de fútbol en América Latina animan a uno de los suyos cuando no está su país en el partido. Mientras que en Europa, no.

Los mundiales de fútbol en Europa, con excepción de Suecia en 1958, los han ganado equipos de ese continente. Pero cada vez que el Torneo se ha mudado a otro continente, la corona ha sido de los latinoamericanos.


Latinoamérica Libre
Pablo Rafael Gómez González


Quiero caminar feliz del monte a la playa,
sin fronteras que amarren la libertad nuestra;
quiero escuchar las voces unidas en un eco,
gritando valientes: "Somos Latinoamerica"

Quiero andar libre de la playa a la selva,
sin fronteras que aten el pensamiento;
quiero sentir la mano conjunta de todos,
ya del negro, ya del blanco, ya del mestizo y del indio.

Quiero escuchar una sola melodía en esta tierra,
la sinfonía que proteste por libertad y grandeza,
la canción que alegue equidad con amor
y unión con corazón bravo y solidario.

Quiero caminar libre de norte a sur,
sin fronteras de dinero ni de pensamiento,
quiero a mi tierra, a nuestra tierra feliz
y gritando con voz altiva y orgullosa: "Somos libres"

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AMÉRICA, no invoco tu nombre en vano.
Cuando sujeto al corazón la espada,
cuando aguanto en el alma la gotera,
cuando por las ventanas
un nuevo día tuyo me penetra,
soy y estoy en la luz que me produce,
vivo en la sombra que me determina,
duermo y despierto en tu esencial aurora:
dulce como las uvas, y terrible,
conductor del azúcar y el castigo,
empapado en esperma de tu especie,
amamantado en sangre de tu herencia.


Pequeña América


CUANDO miro la forma
de América en el mapa,
amor, a ti te veo:
las alturas del cobre en tu cabeza,
tus pechos, trigo y nieve,
tu cintura delgada,
veloces ríos que palpitan, dulces
colinas y praderas
y en el frío del sur tus pies terminan
su geografía de oro duplicado.

Amor, cuando te toco
no sólo han recorrido
mis manos tu delicia,
sino ramas y tierra, frutas y agua,
la primavera que amo,
la luna del desierto, el pecho
de la paloma salvaje,
la suavidad de las piedras gastadas
por las aguas del mar o de los ríos
y la espesura roja
del matorral en donde
la sed y el hambre acechan.
Y así mi patria extensa me recibe,
pequeña América, en tu cuerpo.

Aún más, cuando te veo recostada
veo en tu piel, en tu color de avena,
la nacionalidad de mi cariño.
Porque desde tus hombros
el cortador de caña
de Cuba abrasadora
me mira, lleno de sudor oscuro,
y desde tu garganta
pescadores que tiemblan
en las húmedas casas de la orilla
me cantan su secreto.
Y así a lo largo de tu cuerpo,
pequeña América adorada,
las tierras y los pueblos
interrumpen mis besos
y tu belleza entonces
no sólo enciende el fuego
que arde sin consumirse entre nosotros,
sino que con tu amor me está llamando
y a través de tu vida
me está dando la vida que me falta
y al sabor de tu amor se agrega el barro,
el beso de la tierra que me aguarda.

Pablo Neruda





viernes, 20 de junio de 2014

INVIERNO FRÍO



Los indios de una remota reserva preguntaron a su nuevo jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible.

Dado que el jefe había sido educado en una sociedad moderna, no conocía los viejos trucos indios.
Así que, cuando miró el cielo, se vio incapaz de adivinar qué iba a suceder con el tiempo...

De cualquier manera, para no parecer dubitativo, respondió que el invierno iba a ser verdaderamente frío, y que los miembros de la tribu debían recoger leña para estar preparados.

No obstante, como también era un dirigente práctico, a los pocos días tuvo la idea de telefonear al Servicio Nacional de meteorología.
-¿El próximo invierno será muy frío? - preguntó.
-Sí, parece que el próximo invierno será bastante frío - respondió el meteorólogo de guardia.

De modo que el jefe volvió con su gente y les dijo que se pusieran a juntar todavía más leña, para estar aún más preparados.
Una semana después, el jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de meteorología y preguntó: -¿Será un invierno muy frío? -Sí - respondió el meteorólogo- va a ser un invierno muy frío.
Honestamente preocupado por su gente, el jefe volvió al campamento y ordenó a sus hermanos que recogiesen toda la leña posible, ya que parecía que el invierno iba a ser verdaderamente crudo.

Dos semanas más tarde, el jefe llamó nuevamente al Servicio Nacional de Meteorología:
-¿Están ustedes absolutamente seguros de que el próximo invierno habrá de ser muy frío.
-Absolutamente, sin duda alguna - respondió el meteorólogo - va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.

-¿Y cómo pueden estar ustedes tan seguros? 
-¡Coño, porque los indios están recogiendo leña como locos!


jueves, 19 de junio de 2014

EL FAROL ROJO


El farol rojo

En la bella ciudad de Marraquech vivía un pobre pastelero que, ante la mala fortuna en su negocio, decidió partir hacia otras tierras, con la esperanza de encontrar una vida mejor. Ahmed recogió lo único que tenía, un farolillo de hojalata con cristales rojos, y emprendió su viaje.

Al cabo de varios días, llegó a un próspero valle, donde fue recibido por el jeque de aquel lugar, un hombre generoso y hospitalario. En pago por su hospitalidad, Ahmed le regaló lo único que tenía: su farolillo rojo. El jeque examinó el farol con asombro, porque en aquella ciudad no conocían el cristal, y aquello de ver la luz de una vela brillando a través de un cristal rojo le parecía un espectáculo maravilloso. ¿Cómo podría corresponder adecuadamente a aquel maravilloso obsequio, si él sólo tenía montones de oro y piedras preciosas? Al final, ofreció a Ahmed doce camellos cargados de piedras preciosas, y éste, sorprendido, volvió a Marraquech, donde se construyó un magnífico palacio rodeado de jardines.

Ahmed tenía un hermano llamado Said, que gozaba de cierta riqueza, pero que nunca había ayudado a su hermano cuando éste lo había necesitado. Envidioso por la suerte de Ahmed, fue a verle, y consiguió enterarse del origen de su sorprendente fortuna. Entonces pensó que si su hermano había conseguido toda esa riqueza a cambio de un simple farol rojo, ¿Qué no le darían a él, a cambio de un regalo realmente valioso? Así que vendió todo cuanto tenía, cargó sus pertenencias en unas mulas, y partió, siguiendo el camino que su hermano le había indicado.

Pero durante el viaje fue asaltado por una partida de ladrones, que le robaron todo, viéndose entonces Said tan pobre como en otro tiempo lo había sido Ahmed. Con todo, decidió seguir, hasta que un día llegó a su destino.

El jeque lo acogió con hospitalidad. En el momento de partir, Said le ofreció como regalo lo único que le había quedado, un viejo reloj de latón sin ningún valor. Mas en aquella ciudad tampoco se había oído hablar jamás de relojes, por lo que el jeque valoró aquel regalo mucho más que cualquier otra riqueza. Pensando sobre cómo corresponder a aquel maravilloso presente, y pensando que las joyas no significaban nada, que eran simples bagatelas, llegó a la conclusión de que sólo había en su palacio un tesoro que fuera digno de aquella incomparable máquina de medir el tiempo. Con infinito pesar, el jeque regaló a Said su objeto más preciado: el farol de cristales rojos que siempre llevaba consigo.

Ni que decir tiene que los ladrones no molestaron a Said en su camino de vuelta a Marraquech.







miércoles, 18 de junio de 2014

EL SOPLO DE LOS ANCESTROS



Birago Diop 
El soplo de los ancestros

Escucha más a menudo 
A las cosas que a los seres, 
La voz del fuego se escucha, 
Escucha la voz del agua, 
Escucha en el viento 
Al zarzal sollozando: 
Es el soplo de los ancestros. 

Aquéllos que han muerto no se han ido nunca 
Están en la sombra que se alumbra 
Y en la sombra que se espesa, 
Los muertos no están bajo la tierra 
Están en el árbol que se estremece, 
Están en la madera que gime, 
Están en el agua que corre, 
Están en el agua que duerme, 
Están en la cabaña, están en la multitud 
Los muertos no están muertos. 

El soplo de los ancestros muertos 
Que no se han ido, 
Que no están bajo la tierra, 
Que no están muertos. 
Aquéllos que han muerto no se han ido nunca, 
Están en el seno de la mujer, 
Están en el niño que llora, 
Y en el tizón que se aviva, 
Los muertos no están bajo la tierra, 
Están en el fuego que se apaga, 
Están en el peñasco que se queja 
Están en las hierbas que lloran, 
Están en el bosque, están en la morada, 
Los muertos no están muertos. 


Escucha más a menudo 
A la cosas que a los seres, 
La voz del fuego se escucha, 
Escucha la voz del agua, 
Escucha en el viento 
Al zarzal sollozando: 
Es el soplo de los ancestros. 
El reitera cada día el pacto, 
El gran pacto que une, 
Que une a la ley nuestra suerte; 
A los actos de los soplos más fuertes 
La suerte de nuestros muertos que no están muertos; 
El pesado pacto que nos une a la vida, 
La pesada ley que nos une a los actos 
De los soplos que se mueren. 

En la cama y en las orillas del río, 
Los soplos que se mueven 
En el peñasco que se queja y en la hierba que llora. 
Los soplos que moran 
En la sombra que se alumbra o se espesa, 
En el árbol que se estremece, en la madera que gime, 
Y en el agua que corre y en el agua que duerme, 
Los soplos más fuertes, que han tomado 
El soplo de los muertos que no están muertos, 
Los muertos que no se han ido, 
Los muertos que no están más sobre la tierra. 

Escucha más a menudo 
A las cosas que a los seres.













martes, 17 de junio de 2014

LA FALTA DE COMUNIÓN FRATERNA ENTRISTECE Y ENTORPECE LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO




La falta de comunión fraterna entristece 
y entorpece la acción del Espíritu Santo

"Acabada su oración, tembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y predicaban la Palabra de Dios con valentía. La multitud de los creyentes no tenía sino un corazón y una sola alma" Hch 4,31-32

La comunidad se reunió para darse ánimos, pedir la protección de Dios y la fortalezca para predicar con libertad la Palabra. El Espíritu escucha su oración, y en un nuevo Pentecostés, viene a animar a la comunidad y les da valor para predicar la Palabra de Dios y amor para fortalecer la comunión fraterna.
La Iglesia, «desde el primer momento, se caracteriza como fraternidad y comunión en la unidad de un solo corazón y de una sola alma» 
Si para llegar a ser hermanos es necesario conocerse, para conocerse es imprescindible comunicarse. Cuando hay comunicación, el aire que se respira en la fraternidad es aire limpio y sano, las relaciones se vuelven más estrechas y familiares, se alimenta el espíritu de participación, y crece el sentido de pertenencia. En cambio, la falta de comunicación deteriora la comunión fraterna hasta destruirla.

Sólo el Espíritu Santo es capaz de crear fraternidad; una fraternidad en la que personas «diversas» puedan convivir teniendo «un solo corazón y una sola alma» Hch 4,32. Sin el Espíritu Santo la fraternidad se vuelve pura utopía, simple  grupo de intereses. Pero el Espíritu viene cuando somos «unánimes y perseverantes» (cf. Hch 1,14). De ahí la necesidad de una auténtica vida de oración en fraternidad, una vida de oración que no se reduzca a mero cumplimiento de normas o reglamentos, sino que sea a la vez manifestación y alimento de nuestra vida fraterna. El progreso en la vida fraterna en comunidad va de la mano del camino de fe de cada hermano, y del camino de fe de la fraternidad. Si falta la fe como fundamento de la fraternidad, antes o después, ésta desaparecerá, y su lugar lo ocupará o un grupo de conocidos o una comunidad de trabajo o un conjunto de individuos unidos mientras pueden satisfacer los propios intereses, y que cuando esto no suceda se convertirá en un «campo de batalla», en el que siempre caerán derrotados los más débiles.

La fraternidad es un don y una tarea. Como un don la acogemos con gratitud; como tarea hemos de comprometernos seriamente en su construcción y crecimiento. «La comunidad sin mística no tiene alma, pero sin ascesis no tiene cuerpo. Se necesita "sinergia" entre el don de Dios y el compromiso personal para construir una comunión encarnada, es decir, para dar carne y concreción a la gracia y al don de la comunión fraterna».

Con gozo hemos de reconocer que entre nosotros son muchos los que trabajan sin descanso por lograr esa "sinergia", pero también considero necesario reconocer que abundan los «consumidores» de fraternidad, aquellos que piensan que todo les es debido. De hecho no es raro constatar que los que más exigen de la fraternidad son, a menudo, los que más la ignoran. Éstos olvidan que la verdadera fraternidad «no existe sin la entrega de cada uno».

Para participar activamente en la construcción de la vida fraterna en comunidad es imprescindible tener la valentía de reconocer las heridas que los unos causan a los otros. Es necesario vivir la gratitud por lo que se recibe y la humildad por lo que no sabemos dar. Es la actitud del publicano, de quien se cree culpable, y no la del fariseo, de quien se cree justo, la que construye la fraternidad. Es necesario reconocer que la fraternidad ideal no existe, y que nos acercaremos a ella en la medida en que sepamos aprovechar la gracia de las debilidades humanas y estemos dispuestos a restablecer la unidad, siempre que se rompa, al precio de la reconciliación. Será importante recordar que sólo quien tiene conciencia de necesitar el perdón, lo ofrecerá a los demás.


“El Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes”, dice San Pablo (Rom 8, 11). El Espíritu de Pentecostés habita en nosotros para que podamos vivir animados, no por la carnalidad de nuestro yoísmo y sus pasiones, sino por el espíritu de nuestra persona que se perfecciona en el amor (Cf. Rom 8, 5-6ss).

El camino fraterno y más común de santificación está en perfeccionar, con la gracia de Dios, el trato con nuestros semejantes. “Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del espíritu, mediante el vínculo de la paz” (Ef. 4,2-3).

La falta de comunión fraterna entristece y entorpece la acción del Espíritu Santo. En su Palabra, el Señor nos dice: “No entristezcan al Espíritu Santo de Dios. Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado” (Ef 4, 31-32).

Y es valiosa la siguiente exhortación de san Pablo: “Traten de imitar a Dios, como hijos suyos muy queridos. Practiquen el amor, a ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio agradable a Dios” (Ef 5, 1-2). Nuestro yo pasa a vivir en el amor cuando se hace Pascua de “ofrenda y sacrificio agradable a Dios”. De otro modo, se hace codicia de sí mismo más que donación.
Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor...
El Espíritu también nos lleva a vivir en vínculo de alianza con Dios. Él recrea y profundiza nuestra interioridad (Cf. Rom 8, 14-16) y “viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido” (Rom 8, 26).

De acuerdo con la experiencia pentecostal de los comienzos eclesiales, podríamos decir que el Espíritu Santo tiene un gusto especial por establecer un vínculo de oración comunitaria con Dios. Lo vemos repetidamente en los Hechos de los Apóstoles, donde la oración comunitaria tiene, además, un poder carismático de liberación y conversión extraordinario (Cf. Hech 4, 23-31; 12, 5-17).

De su experiencia pastoral, Pablo plasmó en sus cartas: “Eleven constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animados por el Espíritu. Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos” (Ef 6, 18) y “Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza Instrúyanse en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cánticos inspirados” (Col 3, 16).

Hermanos, “si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por Él” (Gál 5, 25). Y entonces recogeremos en nuestras vidas el fruto del Espíritu Santo: “amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad y confianza, mansedumbre y templanza” (Gál 5, 22-23).
"En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros". San Juan 15, 12-17 
En toda fraternidad hay bastante dosis de amistad, y en la amistad puede haber algunos grados de fraternidad. Todo está combinado. Es bueno que las comunidades se pregunten con frecuencia: 



¿Qué es lo que prima en nuestras relaciones comunitarias: la amistad o la fraternidad?

Ciertamente lo que nos une es la fraternidad. La belleza de aprender a amar a todos, de conocernos, de estimarnos, de ver nuestros carismas; de crecer con todos; de aprender de todos gracias al secreto fundamental para la buena marcha de esa unión fraternal: imponer las convicciones de fe por sobre las emociones. Y es a través del motor dinámico de una comunidad, el amor oblativo que podemos hacer realidad el Sueño de Oro de Jesús: "Ámense unos a otros como el Padre y yo nos amamos".
(del libro de I. Larrañaga, Sube Conmigo –  

Cap. IV Amor oblativo 1. Dar la vida)


Podemos terminar orando al Espíritu de esta manera:

“Llama profunda que escrutas 
e iluminas el corazón del hombre: 
restablece la fe con la Noticia, 
y el amor ponga en vela la esperanza, 
hasta que el Señor vuelva” 
(Himno Litúrgico)