Una y otra vez hemos oído que la masonería es compatible con el cristianismo.
Que es una organización caritativa y a lo sumo de ayuda mutua a sus integrantes. Pero no es así.
La masonería es incompatible con el cristianismo. Y ha llevado una estrategia permanente de infiltración de la Iglesia católica.
Con el objetivo de cambiar su doctrina y su pastoral.
Y por eso ha apoyado diversos eventos legítimos dentro de la Iglesia Católica, pero que han tratado de torcer a través de la comunicación, como por ejemplo el Concilio Vaticano II.
El papa Pío IX llamó a la masonería la sinagoga de satanás.
El papa Pío XI declaró a la masonería el enemigo mortal de la iglesia.
Y el papa León XIII llamó a los católicos a evitar la masonería porque si no perderán su alma ahora y por toda la eternidad.
La condena de la Iglesia Católica sigue hasta hoy a pesar que los masones quieren hacer creer que se levantó.
La logia masónica actuado siempre en las sombras y ha logrado unir fuerzas anticatolicas apoyando innumerables herejías dentro de la Iglesia.
Pero sobre todo hay diversos documentos donde se planea penetrar la Iglesia Católica y deshacerla desde adentro.
LA INCOMPATIBILIDAD DEL CRISTIANISMO
Y LA MASONERÍA
Los principios de la Iglesia Católica y la masonería son opuestos.
El cristianismo enseña que es la fe verdadera, pero la masonería sostiene que todas las religiones igualmente válidas.
El cristianismo sostiene que se salvaran para la vida eterna aquellos que estén en gracia de Dios en el momento de su muerte.
Mientras que la masonería sostiene que la salvación es universal que todo se salvan, independientemente de la moral que hayan practicado.
Pero se pueden mencionar muchas más diferencias.
Una de ellas es el odio perdurable que las logias masónicas han desarrollado frente a la iglesia
Y no porque los masones sean odiosos sino porque hay una incompatibilidad de base
Por eso el papa Pío IX la llamó la sinagoga de satanás,
El papa Pío XI declaró a la masonería el enemigo mortal de la iglesia
Y el papa León XIII llamó a los católicos a evitar la masonería porque si no perderán su alma ahora y por toda la eternidad.
La condena de la Iglesia Católica sigue hasta hoy a pesar que los masones quieren hacer creer que se levantó.
La logia masónica actuado siempre en las sombras y ha logrado unir fuerzas anticatólicas apoyando innumerables herejías dentro de la iglesia.
Pero sobre todo hay diversos documentos donde se planea penetrar la Iglesia Católica y deshacerla desde adentro.
En 1806 el abate Agustín Barruel denunció que en Italia Los masones habían reclutado más de 800 eclesiásticos, incluyendo algunos obispos y Cardenales
Y una declaración de 1908 de una logia dice que la meta, ya no es la destrucción de la iglesia sino más bien hacer uso de ella al infiltrarla
Esta declaración consolida la Instrucción Permanente comúnmente llamada Alta Vendita, qué detalla un plan masónico para infiltrarse dentro de la iglesia y difundir las ideas liberales.
Este plan fue producido por la alta logia de los Carbonari italianos en las primeras décadas del siglo XIX.
Y es tan explícito que los Papas Pío IX y León XIII solicitaron su publicación para sensibilizar a los católicos de las amenazas masónicas.
El objetivo básico es la destrucción final del catolicismo y de la idea cristiana.
Y el documento propone la infiltración asegurando una cabeza de playa en la Iglesia.
Establece una campaña de difamación contra cualquiera de los fieles que se oponga, especialmente del clero.
También la corrupción de los sacerdotes por los infiltrados, que significará también la corrupción de los laicos por extensión
Establece que la clave del éxito sería la capacidad de los agentes infiltrados para fingir piedad y ortodoxia y ganarse la confianza y la estima de los católicos.
Esta reputación de los infiltrados permitiría abrir camino a las nuevas doctrinas dirigidas al clero joven.
Sostiene que en pocos años el clero joven será invadido.
Y reclamarán un Concilio donde se pedirá que todo el cuerpo clerical elija el pontífice.
Y que se dé prioridad a los principios humanitarios como forma de evaluar la piedad.plo el Concilio Vaticano II.
También el Concilio este que se reclama tendría como objetivo la anulación de las diversas condenas pronunciadas por los papás a la masonería.
Su orientación sería llegar a la jerarquía superior de la iglesia.
Su objetivo no era nombrar un Papa masón sino crear el clima dentro de la iglesia para que tarde o temprano se produzca una jerarquía católica y un Papa imbuido por las ideas liberales masónicas.
Entonces los líderes católicos ya no se opondrían a las ideas de la Revolución Francesa por ejemplo.
Los tres indicadores del éxito de la operación serían la producción de un cambio en la iglesia que cualquier observador externo hubiera identificado una gran revolución interna, para actualizar la iglesia a las ideas modernas.
También la introducción de una nueva teología que reformará las enseñanzas anteriores.
Y una apertura hacia las otras religiones y pluralismo incluso con los masones.
Este es uno de los documentos sobre el plan de la masonería.
Pero también hay una carta del arzobispo de Colonia cardenal Félix Von Hartmann dirigida al nuncio apostólico en Alemania que en ese momento era Eugenio Paccelli, que más tarde se convertiría en el papa Pío XII.
Que lo detallamos más abajo.
Es por esta razón que los masones han visto con buenos ojos el clima que se generó en el Concilio Vaticano II.
No estamos hablando de la mayoría de los documentos que se produjeron en el Concilio.
Sino del espíritu que se creó en toda la sociedad e incluso dentro de la Iglesia.
Y que fue manipulado por los medios de comunicación, haciendo creer incluso a los sacerdotes de parroquia, que había habido una gran Revolución en la Iglesia.
Y aún hoy los masones siguen operando a favor del espíritu del Concilio Vaticano II.
No bien asumió el pontificado el Papa Francisco el gran Oriente italiano salió a comunicar su apoyo el Concilio Vaticano II lanzando una campaña con folletos y conferencias como veremos abajo.
¿Que tienen que hacer los masones apoyando un evento católico si no es una forma de intervención?
Hay otros documentos como por ejemplo el supuesto Master Plan para destruir a la Iglesia que supuestamente fue olvidado en un portafolio por un paciente en el consultorio del doctor Jerónimo Domínguez en Nueva York, en el año 1973.
Después de un tiempo en que nadie lo reclamo él lo abrió y se encontró con este Master Plan.
Que en términos generales planteaba el tema masónico de sustituir la Iglesia Católica por una iglesia universal.
Difundir que el objetivo del cristianismo es el amor al prójimo relegando el amor a Dios en segundo lugar.
Producir cambios internos como que los sacerdotes se casen, sacar a las monjas de los claustros, desvalorizar los sacramentales como medallas, rosarios, escapularios. Y también no apoyar las oraciones.
Modificar el criterio de la misa proponiendo que es un banquete y no un sacrificio.
Fortalecer la misa de cara al pueblo, quitar el sagrario de frente al altar, disminuir la reverencia con qué se toma la comunión.
Eliminar las exposiciones al Santísimo Sacramento y desvalorizar la imagen de la Virgen y de los Santos.
De este último documento no tenemos seguridad de su autor, pero es compatible con los otros que mencionamos.
UN HISTORIADOR CUENTA
EL PLAN DE LOS MASONES
El Dr. Michael Hesemann, un alemán, Historiador de la Iglesia Católica, dio una entrevista a Robert Moynihan del Inside The Vatican Magazine. El Dr. Hesseman ha escrito más de 40 libros y que ha ganado mucho reconocimiento por su importante investigación sobre el genocidio armenio
En esta entrevista, que se ocupa del 100 ºaniversario de las apariciones de Fátima, el Dr. Hesseman habló sobre la masonería.
Porque también en 1917, la masonería celebra el 200 aniversario de la fundación de la primera Gran Logia en Londres en 1717.
La ideología masónica no sólo está basada en el deísmo, sino también en la herejía gnóstica de la auto-salvación y la “iluminación”, y tiene un programa decididamente anti-católico.
En 1917, Maximilian Kolbe, uno de los más grandes santos del siglo XX, fue testigo de una procesión masónica en Roma, portando pancartas con el lema
“Satanás debe reinar en el Vaticano. El Papa será su esclavo”.
Un año más tarde, el emperador alemán Guillermo II fue advertido por los masones alemanes que el Gran Oriente planeaba obligar que todos los monarcas soberanos en Europa abdicaran.
También destruir la Iglesia Católica y poner a Europa bajo el control de las grandes empresas americanas, de acuerdo con un documento que encontró en el Archivo Secreto Vaticano.
El bolchevismo sería el instrumento de la masonería para alcanzar este objetivo.
De hecho, 1917 fue el año de la revolución bolchevique rusa que terminó en una persecución masiva de la Iglesia.
También 1917 fue el año de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.
El año en que nacieron las dos superpotencias, y que tomó forma la historia del siglo XX por los próximos 74 años.
EL DOCUMENTO SECRETO QUE ENCONTRÓ
EN EL ARCHIVO VATICANO
Inspirado por su afirmación de que él mismo había encontrado inesperadamente un documento importante en el Archivo Secreto Vaticano, Maike Hickson editor de One Peter Five entró en contacto con el Dr. Hesseman y éste se ofreció a compartir con él el documento original. El Dr. Hessemann ha llevado a cabo una amplia investigación en el Archivo Secreto Vaticano desde 2009.
Y en marzo de 2017 y en preparación para el 100 º aniversario de la Virgen de Fátima, el Dr. Hesseman publicó un artículo sobre este documento histórico. En el que cita la mayoría de las partes importantes de ese documento.
El documento lo encontró en los archivos del Vaticano de la Nunciatura Apostólica de Múnich.
Es una carta escrita a mano escrita el 8 de noviembre 1918 por el arzobispo de Colonia, cardenal Felix von Hartmann, y dirigida al Nuncio Apostólico en Alemania, monseñor Eugenio Pacelli; que más tarde se convertiría en el Papa Pío XII.
En esa carta, el cardenal von Hartmann informó al arzobispo Pacelli sobre una información que el emperador Guillermo II había recibido y que quería transmitir al Papa, con la ayuda de su amigo personal, el cardenal von Hartmann.
Lo que sigue son los extractos más importantes de la histórica carta:
“Su excelencia,
Su Majestad el emperador acaba de hacerme saber
‘Que, según la noticia que le llegó ayer, el Gran Oriente acaba de decidir:
Primero, deponer a todos los Soberanos – en primer lugar él, el emperador.
A continuación, destruir Iglesia Católica, encarcelar al Papa, etc.,
Y por último, establecer sobre las ruinas de la antigua sociedad burguesa una república mundial bajo la dirección del gran capital estadounidense.
Los masones alemanes son supuestamente leales al emperador [alemán] (lo que ha de ser puesto en duda)
Y le informaron al respecto.
También Inglaterra quiere preservar el orden burgués actual.
Francia y Estados Unidos, sin embargo, se dice que están bajo la plena influencia del Gran Oriente [Freemasonic Logia].
Dicen que el bolchevismo es la herramienta externa para establecer las deseadas condiciones.
Estamos en la cara de un gran peligro que amenaza a la Monarquía y también a la Iglesia Católica.
Por lo que es importante que el episcopado alemán sea informado y que también sea advirtido el Papa’
Hasta aquí el mensaje de Su Majestad.
He creído el deber de transmitirlo a su excelencia, y tengo que dejar a su juicio si desea transmitir este mensaje a Roma.
La demanda de los social demócratas [alemanes] que el Emperador debe abdicar da una cierta confirmación a este mensaje.
¡Que Dios nos proteja y a su Santa Iglesia en esta terrible crisis! [….]
Con la mayor devoción y estando a disposición de su excelencia, Cardenal Félix de [von] Hartmann”.
(Fuente:…. ASV, Arch Nunz Monaco dB 342, fasc 13, p 95-96)
Como el propio Dr. Hesseman señala en un manuscrito, esto fue sólo un día después de que la Revolución de Noviembre estallara en Alemania.
Con la consecuencia de que el emperador alemán Guillermo II tuvo que abdicar.
De modo que la advertencia se había hecho realidad.
El documento del año 1918 parece casi profético.
Sin embargo, no describe las visiones de un vidente, sino, más bien cita un plan premeditado.
¿Era un plan masónico del Gran Oriente para implantar en la Europa del XX y principios del XXI?
Tal vez parezca una simplificación o una teoría de la conspiración.
Sin embargo, no se puede negar que la masonería previó, hace casi cien años, lo que después se ha hecho realidad, y de una manera casi misteriosa.
Esto puede ser a su vez corroborado en lo que respecta a la Iglesia Católica.
Mencionaremos sólo un hecho que surgió en Italia en el 2014.
¿LOS MASONES CONSPIRANDO
A FAVOR DEL CONCILIO VATICANO II?
En el 2014, al inicio del pontificado de Francisco, vimos que la Gran Logia del Gran Oriente de Italia lanzó una operación para ponerse cercana al Papa Francisco.
Y reivindicar el espíritu del Concilio Vaticano II, del que apuesta a que Francisco implementará en su pontificado.
La organización masónica más grande e influyente en Italia es el Gran Oriente de Italia [Grande Oriente d’Italia].
Es la misma Gran Logia cuyos Grandes Maestres han trabajado siempre por la humillación de la Sede Apostólica.
Desde las batallas contra Pío IX a los actos simbólicos como la estatua de Giordano Bruno en el Campo dei Fiori, una respuesta a León XIII.
También fue la Gran Logia que una vez tuvo jurisdicción sobre la conocida logia Propaganda Due, la P2, incluso durante los años cruciales del Concilio Vaticano II y el período inmediatamente posterior.
Esta Gran Oriente de Italia fue el anfitrión de una conferencia el 12 de junio de 2014, en el Palazzo delle Esposizioni, Via Milano, Roma, para promocionar el libro «Il Concilio Segreto« (El Concilio Secreto), escrito por Ignazio Ingrao.
En el panel de invitados para presentar el libro estuvieron:
-Marco Politi, periodista y vaticanista de «La Repubblica» y «Il Fatto Quotidiano»;
-Alberto Melloni, historiador muy influyente y líder de la famosa «Escuela de Bolonia», fundada por Giuseppe Alberigo, cuyo propósito era establecer para siempre el «espíritu del Concilio» como la interpretación oficial de los documentos conciliares;
-Marinella Perroni, teóloga, profesora en el Pontificio Ateneo de San Anselmo, Roma (el Anselmianum, la Pontificia Universidad Benedictina en Roma), que se especializa en estudios del Nuevo Testamento;
-y, por último pero no menos importante, Stefano Bisi, el nuevo Gran Maestre electo de la Gran Logia.
El autor, Ignazio Ingrao, un vaticanista de gran relevancia, hizo la presentación del libro.
La reunión fue grabada y se puede encontrar aquí en Radio Radical en su totalidad.
Para dar la idea de un ambiente festivo y relajado, el Gran Maestre Bisi en su discurso remarcó con orgullo que un sacerdote consultado por él le dijo que sin duda «podía recibir la comunión.»
Y obviamente no fue contradicho por ninguna persona presente.
EL FOLLETO ES REVELADOR
Esto es una traducción del folleto que el Gran Oriente de Italia produjo para promocionar el evento:
La Iglesia de Diálogo,
desde el Concilio Vaticano II al Papa Francisco
«Hay un Concilio del que nunca se ha hablado, el que se llevó a cabo lejos de los focos, en las conferencias secretas entre los obispos y los cardenales, en las reuniones de los diplomáticos, en reuniones entre el personal editorial de los periódicos, en las secciones de los partidos políticos y aun entre «007» […]
Hay huestes de rusos, polacos, ingleses, americanos y por supuesto – espías italianos, que se camuflan entre los prelados y los oyentes, compilando expedientes e incluso capaces de influir en el cónclave que elige a Pablo VI.
Cartas de sacerdotes que piden a Montini abolir el celibato sacerdotal se materializan.
Hay un teólogo que denuncia, con valentía, el escándalo de la pedofilia en la Iglesia, pero su grito de alarma, sigue siendo, por desgracia, algo inaudito».
Y sigue el folleto de la masonería:
Para entender un hecho tan innovador y paradigmático como el Concilio Vaticano II, hay que hacerlo a través de una lectura no oficial.
Basada, sin embargo, en los testimonios y muchos documentos inéditos, lo que significa tener la oportunidad de llegar al corazón de lo que está sucediendo en la Iglesia de hoy.
El acto revolucionario de Benedicto XVI, el Papa que abdicó, al renunciar al trono, hace de él [el Papa] un obispo entre los obispos y cumple ese espíritu colegial que había impregnado fuertemente el Vaticano II.
La elección «sorpresa» del Papa Francisco, el primer obispo en la historia de la Iglesia en venir de América del Sur para guiar al pueblo de Cristo – predicador de la renovación espiritual, en la humildad y la pobreza, una figura estratégica –, en una Iglesia que parece haber perdido su centro en la vieja Europa.
Pero que está volviendo a descubrirse, viva y fecunda, en «el sur del mundo».
Son todos acontecimientos cuyos orígenes son generalmente reconocibles en el evento sin precedentes, que marcó la vida de la Iglesia universal entre los pontificados de Juan XXIII y Pablo VI.
Por desgracia, la «puesta en marcha» del Concilio Vaticano II, en el transcurso de los últimos cincuenta años de historia de la Iglesia ha encontrado obstáculos y dificultades.
La Iglesia que se describe en las reuniones conciliares, como saliente y abierta al mundo, dispuesta al diálogo y sensible a aquellas semillas positivas de la modernidad, no siempre ha tenido una vida fácil.
El temor, la resistencia y la miopía, a veces, han frenado esta evolución necesaria.
Muchas de las reformas en la agenda del pontificado de Bergoglio se refieren de nuevo a los temas ya discutidos en el Concilio: desde la familia hasta el papel de la mujer, desde el celibato sacerdotal a la «pobreza» de la Iglesia, por citar sólo algunos.
En resumen, el estudio del Concilio de ayer nos ayudará a anticipar la Iglesia del mañana.
El Papa Francisco ha reunido el testimonio de sus predecesores y se ha comprometido firmemente y de manera decisiva a la puesta en práctica y la implementación del Concilio.
La Iglesia en un diálogo que se centra en las periferias, como quiere el Papa argentino, re-propone el modelo que los padres conciliares querían.
Por lo tanto, se ha abierto una nueva temporada de confrontación de temas que quedaron colgados.
Un punto importante del diálogo, incluso con los secularizados y no creyentes, es el de los derechos humanos.
El compromiso con la justicia, basado en el reconocimiento de los principios fundamentales del derecho natural, caracteriza la acción de la Iglesia en todas las latitudes e implica, no pocas veces, un alto precio que pagar, incluso en términos de ataques y persecuciones.
La defensa de los derechos humanos y el reconocimiento de los principios de la ley natural que guían el bien común, pueden ser, por tanto, una plataforma útil para confrontar y discutir, para todos aquellos que tienen la promoción de la persona humana en el corazón.
[El último párrafo es una breve presentación de Ignazio Ingrao.]
LO QUE SE LEE ENTRE LÍNEAS
Al parecer, esta es la posición de la Gran Logia: el Concilio Vaticano II fue un acontecimiento «innovador y paradigmático» altamente positivo, que no fue «puesto en práctica» muy bien.
Pero la «abdicación revolucionaria» de Benedicto XVI que hizo al Papa «un obispo entre los obispos», sentó las bases para su aplicación fuerte y decidida por el Papa Francisco.
El Gran Maestre Gustavo Riffi, líder de la Gran Logia en el momento, había fijado el tono en su mensaje de felicitación sobre la elección del Papa Francisco:
«Con el Papa Francisco, nada volverá a ser como antes.
La elección de la fraternidad para una Iglesia del diálogo es claro, no contaminado por la lógica y la tentación del poder temporal». (14 de marzo de 2013)
Este fue el mismo Gran Maestre que había criticado a la Conferencia Episcopal Italiana, en la campaña electoral italiana de 2006, en el pontificado anterior, por haberse atrevido a hablar en contra del aborto, la eutanasia, el matrimonio durante la campaña. El dato objetivo es que la intención de la masonería italiana es promocionar el ‘espíritu’ del Concilio Vaticano II.
Y el por qué el gran enemigo de la Iglesia hace esto es para que cada lector discierna.
Fuentes: