EL Rincón de Yanka: marzo 2019

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domingo, 31 de marzo de 2019

VIA CRUCIS CON LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS 🕂


"Proyecto Despierta" quiere unirse a la Cruz de nuestros hermanos perseguidos a través del rezo del Santo Via Crucis.

Las estaciones de dolor que Jesucristo recorrió por cada uno de nosotros y ante las que nos sentimos interpelados a tener el amor más grande que se puede tener ("Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por aquellos que aman" (Jn 15,13)), son las que quieren ir marcando en nosotros el amor a Jesucristo que nuestros hermanos tienen, y la unión de corazón con ellos que la comunión de los santos nos interpela a tener. Rezaremos por nuestros hermanos perseguidos en países como: Eritrea y Kenia, Libia y Níger, Nigeria y Somalia, Sudán y Tanzania, Afganistán y Bangladesh, Myanmar y China, India e Indonesia, Corea del Norte y Pakistán, Turquía y Vietnam, Irán e Irak, Palestina y Gaza, Arabia Saudí y Siria, Yemen y Egipto, Turkmenistán y Uzbekistán.



En el rezo del viacrucis recordamos 
la pasión de Cristo, 
que es consecuencia de nuestros pecados 
y gracias a la cual se nos abren las puertas del cielo. 
En esta ocasión lo hacemos de la mano 
de los cristianos perseguidos, 
los cuales viven identificándose 
cada día con Jesucristo, 
ofreciéndose generosamente al Padre 
para la salvación del mundo. 

Padre misericordioso y lleno de amor, 
mira a tus hijos e hijas que a causa de la fe 
en tu Santo Nombre sufren la persecución y
discriminación en Irak, Siria 
y tantos lugares del mundo. 

Que tu Santo Espíritu les colme 
con su fuerza en los momentos más difíciles de perseverar en la fe. 
Que les haga capaces de perdonar 
a los que les oprimen. 
Que les llene de esperanza para que puedan 
vivir su fe en alegría y libertad.
Que no dejen de ser nunca un testimonio 
vivo para los cristianos del mundo entero. 
Amén.

ORACIÓN FINAL 

Recibe Señor nuestra oración, 
y por la intercesión de tus santos Mártires, 
concédenos la fortaleza en las tribulaciones, 
valor en las persecuciones y la dulce esperanza 
de resucitar con tu Hijo Jesucristo, 
que vive y reina, inmortal y glorioso, 
por los siglos de los siglos, 
Amén. 

“DICHOSOS LOS PERSEGUIDOS 
POR CAUSA DE LA JUSTICIA, 
POR QUE EL REINO DE LOS CIELOS 
LES PERTENECE” 
(MT 5, 10)

De la QUINTA ESTACIÓN: El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz: (…) "Del encuentro involuntario ha brotado la fe. Acompañando a Jesús y compartiendo el peso de la cruz, el Cireneo comprendió que era una gracia poder caminar junto a este Crucificado y socorrerlo. El misterio de Jesús sufriente y mudo le llegado al corazón. Jesús, cuyo amor divino es lo único que podía y puede redimir a toda la humanidad, quiere que compartamos su cruz para completar lo que aún falta a sus padecimientos (Col 1, 24). Cada vez que nos acercamos con bondad a quien sufre, a quien es perseguido o está indefenso, compartiendo su sufrimiento, ayudamos a llevar la misma cruz de Jesús. Y así alcanzamos la salvación y podemos contribuir a la salvación del mundo".

El profundamente humano y espiritual despertar que produce cada una de las meditaciones del por entonces Card. Ratzinger en el Via Crucis rezado en el Coliseo en el año 2005, nos hace más presente la realidad de nuestra pecadora humanidad y del mundo -tan apartado de las realidades espirituales y trascendentes- que mira hacia otro lado sin ver que hoy más que nunca, su tierra está sembrada de la sangre de los mártires de Cristo.
Vive junto a los cristianos perseguidos el seguimiento de Jesucristo crucificado con "Proyecto Despierta".


"Para los cristianos en Pakistán, el Cristo sufriente es muy atractivo, Cristo sufriente en su pasión. 
Hay más personas que van a las iglesias en Viernes Santo que el día de Pascua. La imagen de Cristo en su pasión y la cruz, son algo muy significativo. Yo como teólogo también lo puedo explicar: Aún estamos sufriendo, no hemos experimentado todavía la resurrección en nuestras vidas. 
Cristo sufriente de la Pasión Cristo es muy atractivo para ellos. 
La Virgen también nos atrae mucho. Es nuestro modelo. Para la iglesia sufriente de Pakistán, la Virgen Dolorosa, fue una madre que pasó por el sufrimiento de ver morir a su hijo en la cruz, maltratado, clavado, y después bajado de la cruz, y puesto en su regazo. 
Todo esto es un gran sufrimiento, que nuestra Madre María pasó.
Y por eso, rezamos a Nuestra Madre que estuvo al pie de la cruz. Le decimos que rece por nosotros, de pie junto a la cruz de nuestros sufrimientos." (P. Morris Jalal, OFM Cap. de Pakistán)





sábado, 30 de marzo de 2019

🎓 PETER TABICHI: EL FRAILE FRANCISCANO DE KENIA, EL MEJOR MAESTRO DEL MUNDO

Un fraile franciscano de Kenia, 
el “Mejor Maestro del Mundo”

Peter Tabichi da clase en un secundario, donde el 95% de los estudiantes vive en la pobreza o es huérfano, por lo que dona gran parte de su salario para ayudarlos. Bajó la deserción escolar y creó un laboratorio de ciencias con proyectos competitivos.
"Este premio no me reconoce, sino a los jóvenes de ese gran continente. Estoy aquí solo porque mis alumnos lo han logrado", dice el religioso.
"África producirá científicos, ingenieros y empresarios que serán famosos en todos los rincones del mundo"

"Las nuevas generaciones no tendrán bajas expectativas. África producirá científicos, ingenieros y empresarios que serán famosos en todos los rincones del mundo, y las mujeres jugarán un gran papel". Lo prevé. Sus estudiantes han diseñado un método para medir a los ciegos y han utilizado una instalación para generar electricidad.

Los fines de semana, Tabichi, que se desplaza en motocicleta por caminos sin pavimentar, enseña a las familias a cultivar sus tierras semidesérticas de manera más eficiente y ecológica. Y tratar de sembrar concordia. en una tierra donde la tensión entre las siete tribus terminó con una masacre en 2007. Por esta razón también creó un club de paz Donde discuten y hacen actividades juntos.

Tabichi, que había estado sin madre a la edad de 11 años, había abandonado su país solo una vez, en la vecina Uganda, antes de aterrizar. Dubai Capital de la ostentación y del lujo extremo. Toda una aventura en el avión (nunca había tomado una) que compartió con su padre, quien era su maestro en la escuela y es su referencia cuando se enfrenta a una lona. Tus tíos y primos también son maestros. Por lo tanto, cuando pronuncia su nombre como ganador, el maestro de Kenia Quería que los focos de la habitación también se centraran en su padre. y le agradeció por infundir los valores cristianos.
El Premio Global de Maestros ha sido nombrado este año. 10,000 candidatos de 177 países. Después de una primera proyección, hubo 50 semifinalistas y el resultado alcanzó 10 perfiles muy diferentes, pero siempre con un compromiso muy grande hacia una comunidad estudiantil rodeada de problemas.
Reconocido por su capacidad de adaptación e iniciativa

El docente keniata Peter Tabichi fue elegido como el mejor profesor del mundo y se quedó con el Premio Global de Maestros, el "Premio Nobel de Educación" que entrega todos los años la Fundación Varkey. En la lista de candidatos también figuró el argentino Martín Salvetti, que quedó entre los diez mejores del mundo. 
A pesar de la falta de recursos, el documento de un grupo de diseño de proyectos de investigación de excelente calidad. A tal punto, más de la mitad de las propuestas para las competencias nacionales e internacionales.
La religión comenzó en una escuela más pequeña. La clave de su éxito académico está en el club de la ciencia que ha montado, en el que anima a los chicos a experimentar con sus medios. 
"Las nuevas generaciones no van a tener unas expectativas bajas. África va a tener una gran cantidad de información, ingenieros y empresarios que serán famosos en todos los rincones del mundo, y las mujeres van a tener un enorme protagonismo", augura. Sus estudiantes han diseñado un método para que los ciegos se puedan medir y han aprovechado una planta para generar electricidad.
Tabichi, que se mueve en la moto por las carreteras sin asfaltar, enseña a las familias un cultivo más eficiente y ecológico sus semidesérticas tierras. Y trata de sembrar la concordia en una tierra en la que la tensión entre las siete finalidades en una masacre en el 2007. Por ese motivo hemos creado también un club de la paz en el que se debate y se hacen actividades juntos.

Tabichi, que se quedó sin madre a los 11 años, solo había salido una vez en su país, a la vecina Uganda, antes de aterrizar en Dubái, capital de la ostentación y el lujo extremo. Toda una aventura en avión no se había tomado ni uno ni se compartió con su padre, ni se le había dicho ni un maestro en la escuela ni se hizo referencia. Sus tíos y primos también son maestros. Por eso, al pronunciar su nombre como ganador, el profesor keniano quiso que los focos de la sala también se centran en su padre y le agradeció haber inculcado valores cristianos.
"Este premio no me reconoce a mí, sino a la gente joven de ese gran continente. Estoy solo aquí porque mis alumnos han sido exitosos. Este premio les ha dado una oportunidad, se dice en el mundo que ellos pueden ser lo que quieran", aseguró Este domingo al recoger un trofeo.
El maestro, que en los días previos de la actividad deportiva, se estableció para la gala, el hábito de la orden de San Francisco de Asís, que se ciñe a la cintura con un cordón franciscano de los nudos para representar la pobreza, la castidad y la obediencia.  
"Peter, me das la esperanza de que los mejores días de África están cerca. Tu historia iluminará a otras generaciones".
Al Global Teacher Prize se han postulado este año 10.000 candidatos de 177 países. Tras una primera crianza quedé con 50 semifinalistas y con el objetivo de encontrar 10 con perfiles muy distintos, pero siempre con un gran compromiso con una comunidad estudiantil. Tabichi es el primer hombre que vence, antes lo hizo cuatro mujeres —ellas son la mayoría en la docencia— y en las quinielas entraban los nombres de los dos latinoamericanos (Débola Garofalo y Martín Salvetti), porque el subcontinente aún no ha sido premiado pese a tener Muchos semifinalistas.




viernes, 29 de marzo de 2019

LOS VIAJEROS DEL ATARDECER * I viaggiatori della sera (1979) 👴👵





En un futuro cercano, los ciudadanos próximos a alcanzar los cincuenta años de edad son enviados a una especie de colonias vacacionales en las que deben permanecer confinados por el resto de sus días. En esta situación se encuentra Orso Banti, un famoso locutor radiofónico que es trasladado a uno de estos centros junto a su mujer Nicky.

Co-escrita, dirigida y protagonizada por Ugo Tognazzi, "Los viajeros del atardecer / I viaggiatori della sera (1979)" supuso la quinta y última película como realizador del célebre actor italiano. Basada en la novela homónima de Umberto Simonetta publicada en 1976, su trama se sitúa en un futuro cercano en el que la violencia ha sido prohibida, la prostitución institucionalizada y la edad mínima para votar es de trece años. 

En este mundo, en apariencia perfecto, los ciudadanos próximos a alcanzar la cincuentena de edad son enviados de vacaciones forzosas a unos complejos residenciales en los que son confinados para el resto de sus días. Allí tiene lugar “El gran juego”, una especie de bingo en los que los afortunados ganadores son obsequiados con un billete para un crucero. Pero, en realidad, tal crucero no existe y “El gran juego” no es más que un método con el que eliminar de forma progresiva y silenciosa a este segmento de población inútil.
Sirviéndose de este argumento como base, Tognazzi efectúa una evidente parábola sobre el modo en que la sociedad actual se comporta con sus mayores una vez han dejado de ser productivos, tratándoles como una carga molesta de la que hay que desembarazarse por todos los medios; ya sea enviándoles de viajes turísticos con el IMSERSO o abandonándoles en asilos a la espera de que les llegue la muerte, con el pretexto de estar mejorando su calidad de vida. Sin embargo, tan interesante planteamiento queda en buena parte deslucido por culpa de la forma en que es llevado a cabo.

Para empezar, la historia en que se apoya se antoja un mero compendio de lugares comunes de la ciencia ficción distópica, repitiendo con escasas variaciones el núcleo central de esta clase de relatos. Como de costumbre, un hecho determinado hará que su protagonista tome conciencia de la cara menos amable de la armoniosa sociedad en la que vive, rebelándose desde ese instante contra el sistema. En este contexto, resultan muy difíciles de ignorar las evidentes sincronías que su trama guarda con uno de los clásicos de este estilo, la novela de William F. Nolan y Geoge Clayton Johnson "La fuga de Logan (Logan’s Run, 1967)", la cual para aquel entonces había sido llevada tanto a la pequeña como a la gran pantalla. Y no solo porque el argumento de ambas gire en torno a la idea de una sociedad dominada por los jóvenes en la que sus ciudadanos son eliminados al llegar a una edad concreta, sino también por el desarrollo de sus respectivos clímax en un lugar que proyecta el recuerdo del viejo mundo agonizante, en este caso representado por un abandonado museo de historia natural repleto de animales disecados. No sólo eso; la trama también remite de forma inequívoca a otro clásico del género como es ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! (Make Room! Make Room!, 1966), de Harry Harrison, o más bien a su célebre y libérrima adaptación cinematográfica, "Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, 1973)" de Richard Fleischer.



VER+:
Y RECIBE EL APOYO DE LA PRESIDENTA DE LA ASOCIACIÓN HOLANDESA DE GERIATRÍA CLÍNICA



Corinne Ellemeet de Groenlinks (la Izquierda Verde) hizo la propuesta en febrero y la presentó recientemente en la Cámara Baja de Holanda. Diputada ecologista holandesa ha sugerido restringir las cirugías para pacientes mayores de 70 años, permitiendo que los geriatras decidan si operan o no e incluso si continúan brindando tratamiento a los pacientes a partir de esa edad. La presidenta de la asociación holandesa de Geriatría Clínica apoya la medida.

jueves, 28 de marzo de 2019

SOBRE LA EXPERIENCIA 👀✋

SOBRE LA EXPERIENCIA


El escritor francés Charles Péguy hablaba del respeto que se debe a la realidad, «el respeto religioso a la realidad soberana y maestra absoluta, a la realidad como viene, como se nos dada, al acontecimiento como se nos da». 

¿Cuál es la importancia del dato sensible para la fe cristiana?

Nosotros somos el pueblo por el cual el Verbo se ha hecho carne. Los sentidos tienen una importancia capital en la vida de la fe.

Nuestra religión es la religión del ver, no sólo del escuchar, como era en cambio para los judíos. San Pablo dice que Cristo es Eikon, imagen del Dios invisible, y Eikon, en griego, tiene un significado contundente: quiere decir “retrato”. El retrato no es una representación teórica, sino una “fotografía”. Es volver a presentar la realidad.

Durante la lucha iconoclasta, cuando una parte de la Iglesia sostenía que no se podía representar el rostro de Cristo porque el Misterio es irrepresentable, hizo falta un Concilio para restablecer la verdad: puesto que Cristo se ha hecho carne, nosotros lo podemos ver. Entonces, la fe cristiana surgió como la fe del ver. Se ve el rostro de Dios crucificado y resucitado, a quien se puede mirar, lo cual indica la importancia de los sentidos en la fe.

Piense en lo que sucede en la culminación de la vida cristiana que es la Eucaristía, en todos los sentidos que están implicados en esta experiencia. La Eucaristía es un momento absolutamente sacro en el que cada hombre puede decir: «Yo toco, veo y me como a Cristo». Los sentidos son todo. Aunque después, delante del Misterio, como dice santo Tomás, los sentidos menguan: entonces queda la contemplación.

¿Me equivoco, o con frecuencia también en la Iglesia esta atención a la realidad ha sido sustituida por un vago espiritualismo, como si para vivir la experiencia cristiana hiciera falta separarse de la realidad y refugiarse en un intimismo exasperado?
Seguramente. Ha habido formas que han jugado mucho, incluso demasiado, con la emotividad. Se ha dado un exceso de emotividad que ha llevado a formas de un subjetivismo exasperado. Por ejemplo, se ha producido una falta de respeto hacia la forma concreta de oración de la Iglesia que es la liturgia. Hay oraciones que no tienen espesor teológico, profundidad ni espiritualidad, sino que están construidas sólo sobre un vago espiritualismo.
El Evangelio, en cambio, habla continuamente de hechos y experiencias concretas.
Los doce primeros tuvieron la experiencia de un hombre que vivía con ellos, que caminaba con ellos, que comía con ellos y que decía que era Dios.
Y lo relatan sin adornos literarios. Y de estas experiencias vividas nació la Iglesia.

Mons. Fisichella ¿en qué medida es importante la experiencia para un cristiano?
Necesitamos la experiencia, porque la fe nace de la experiencia. La experiencia es una forma de conocimiento fundamental para el hombre. En el proceso cognoscitivo no se puede pasar por alto la experiencia, porque a través de ella el hombre comprende la realidad. Santo Tomás intuía esto cuando dijo: «Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu», el intelecto no puede elaborar una forma de conocimiento si antes no han percibido los sentidos.
Sí, los discípulos tuvieron experiencia de Cristo, vivieron con Él, escucharon el anuncio del Reino, vieron los milagros que realizaba. Compartieron todo, durante tres años, día tras día, con Jesús de Nazaret. Tuvieron un conocimiento del maestro de Galilea en el que todos los sentidos estaban implicados: lo veían, lo tocaban, hablaban con Él.
Pero hay que tener cuidado de no reducir la Revelación sólo a la experiencia que el hombre hace de ella. Porque la Revelación no es un producto del sujeto que la recibe, la Revelación es un don. Como explicaba el gran Hans Urs Von Balthasar, con cuyos textos me he formado, lo que prima es la actuación de Dios, no del hombre. Por eso creo que es fundamental la categoría del testimonio: puesto que existe la primacía de la intervención de Dios, yo me convierto en testigo de algo más grande que yo. No por casualidad los apóstoles, después de la Pascua, cuando anunciaban lo que habían visto y oído, decían: «Nosotros somos testigos». El testigo tiene experiencia de la gracia, tiene experiencia de la fe, tiene experiencia de Dios y de la Revelación; pero es consciente de ser testigo, sabe que en el centro ya no está su persona, sino eso más grande que se le ha comunicado.

El célebre filósofo francés Alaín Finkielkraut, judío y abanderado de la laicidad, me dijo una vez que el problema del siglo que acaba de terminar, el siglo de las ideologías, es que el hombre ha pretendido suprimir los datos que provienen de la experiencia. Al rechazar la realidad tal como se presenta ante nuestros ojos, deja de formarse una razón modelada sobre la imagen del mundo, y trata de construir un mundo sobre la imagen de la razón. En definitiva, si se eliminan la experiencia y la realidad, la ideología se convierte en un “a priori” que explica al hombre prescindiendo del dato sensible y, por tanto, encerrándolo en medidas que establecemos por nosotros.
Monseñor Fisichella, ¿cree que este error nace del hecho de que en nombre de una ideología se justifique el asesinato de millones de personas, como sucedió en el siglo pasado, pero de lo que, desgraciadamente, somos testigos aún hoy con los ataques a las Torres Gemelas y el terrorismo?

Es un proceso que empezó hace mucho tiempo, en lo que Juan Pablo II llama «la dramática separación». Es el proceso que se verifica después de la muerte de santo Tomás. Se empieza a separar la unidad fundamental que la Edad Media había alcanzado leyendo la realidad en una unión armónica entre la razón y la fe. Ockham, después Descartes, Kant, Hegel y Nietzsche crean una separación progresiva entre la fe y la razón, que antes estaban unidas en la lectura de la realidad. Poco a poco la razón se hace tan autónoma que quiere subordinar a sí misma incluso la fe, o bien la reduce a Noumeno, es decir, a algo que no puede ser conocido. Esto es un tremendo error. Descartes presenta la duda como elemento que caracteriza el conocimiento. Y nace el predominio de la duda; se pregunta incluso si está soñando o está viviendo realmente.
De ahí nace el gran proceso de división que ha tratado de convencer al hombre de que sólo existe lo que la razón produce. Por tanto, sólo la razón piensa. ¿Y la fe qué hace? La fe cree, se confía, en ella no existe posibilidad de conocimiento. Basta leer las intervenciones de nuestros maestros del pensamiento, como por ejemplo Eugenio Scalfari, para comprender lo viva que está esta concepción. Una concepción que hace del predominio de la razón la única forma de conocimiento. Sin tener en cuenta la naturaleza de la fe cristiana.

Dice san Agustín: si la fe no pasa también a través de la razón, no es fe. Es esta “dramática separación” lo que lleva a la debilidad de la razón y, por tanto, también a la debilidad de la fe.
En la Fides et Ratio, el Papa dice que la relación entre fe y razón es tan importante que no es verdad que donde existe una razón débil haya una fe fuerte. Por el contrario, una fe fuerte requiere una razón fuerte.
Es dramático, pero si no volvemos a una correcta concepción de la razón, los errores de los que somos testigos están destinados a perpetuarse.

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Si la experiencia no es una opinión
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"La experiencia es el lugar donde se comunica la verdad. Cualquier reducción de la experiencia representa una amenaza para la fe. Abstracción, sentimentalismo y moralismo, en un tiempo de nuevas herejías más bien antiguas" 
Hay tres imágenes impresas en los ojos del mundo, del mundo cristiano y del mundo que en otro tiempo fue cristiano, tres imágenes que acompañan nuestra historia, la historia de todos, creyentes y no creyentes. El Nacimiento, el Crucifijo y la Resurrección. Una multitud que acude, laboriosa, devota y curiosa, con interés por conocer aquel evento; aquella multitud que hace resonar incluso en el alma del más duro de corazón la pregunta del Innombrado que desde lo alto de su castillo mira al pueblo que corre ante la visita del cardenal Federigo: 

«¿Qué hay de bueno, de alegre, en este maldito país?». Y en el centro del nacimiento hay siempre una choza, y una madre que acuna a un niño. Y el Crucifijo, la Muerte clavada en el madero, Dios clavado en el madero, un hombre verdadero, real, traspasado y clavado en aquel madero. No hay nada de simbólico, de abstracto en aquella muerte, ninguna fantasía. Todo es real y concretísimo, como el dolor de esa misma madre que acunaba a su niño. Y la Pascua, aquel sepulcro abierto, los guardias que quedaron como muertos y Cristo que triunfa sobre la muerte. Imágenes repetidas muchas veces, recorridas de muchas formas por el arte. Imágenes queridas para el corazón de los cristianos porque son el signo de algo que sucedió, algo verdadero, sencillo y real. De un hecho extraordinario, sorprendente, inesperado e inimaginable, pero sencillo y fácil de relatar. Algo que sucedió y que aquellos pastores, aquellos magos, aquellos soldados, aquella gente, pobre o rica, humilde, mezquina o grande, experimentó. Algo de lo que muchos, como ellos, tienen experiencia y pueden contar, como testimonian - es sólo un ejemplo - las cartas que abren cada mes esta revista. Muchos hechos, muchas experiencias reales, que tienen la misma luz, la misma concreción, la misma belleza que los cuadros de Caravaggio.

Son el relato de experiencias verdaderas que conmueven, que mueven, que han creado y que crean el movimiento. Hagamos el trabajo de compararlas - es sólo otro ejemplo - con las muchas otras cartas de lectores que abarrotan los periódicos y las revistas. La mayoría de ellas - no es un juicio malvado sino una constatación - hablan de estados de ánimo, a menudo deprimidos, desmoralizados, a veces sin moral, como las respuestas que igualmente incitan con frecuencia a seguir el instinto, lo que apetece, que incitan a ser libres y a no atormentarse demasiado, que la vida es breve y merece la pena coleccionar… experiencias. Es terriblemente triste cuando la palabra más concreta que se ofrece a la existencia humana, la experiencia precisamente, lo que da sustancia a cualquier instante de cualquier día, se tiñe de ambigüedad. También aquí existe un movimiento, pero es totalmente estéril: movimiento que comienza a construir para abandonar y recomenzar continuamente, movimiento que siembra ruina, que no edifica moradas.

Lo que existe
Es, literalmente, la sugerencia de Escrutopo al Tentador Orugario: no permitir que el hombre tenga la mirada abierta hacia la realidad, llenarle la cabeza de pensamientos confusos, de opiniones sobre su Dios, sobre su tiempo, sobre su vida, sobre su mujer, sobre su perro. Sobre todo aquello que considera ridículamente suyo, sobre lo que debería ser o podría ser; no dejarle nunca pararse en lo que existe, porque es lo único, el Ser que con demasiada evidencia no le pertenece, que podría reclamarle al Otro que le dona todo, y que le hace. «La pretensión en la que debes mantenerlo es tan absurda que, si se pone en discusión, ni siquiera nosotros somos capaces de encontrar un jirón de argumento en su defensa» (C.S. Lewis, Cartas del diablo a su sobrino). Pero lo importante, desde el punto de vista del Diablo, es que el hombre no mire jamás lo que existe, la realidad; que su mirada esté siempre descolocada. Es un contratiempo, para el Tentador, distraerse y dejar que el hombre viva una experiencia real: «Hasta en lo nimio es deseable siempre sustituir las medidas del mundo,de la convención, o la moda, por lo que verdaderamente gusta o disgusta al ser humano… Aquel que goza verdadera y desinteresadamente de todo lo que hay en el mundo, sin que le importe un comino lo que dice la gente, está por esto mismo armado contra algunos de nuestros más sutiles modos de atacar. Tendrías que preocuparte siempre de que tu paciente abandone a las personas o los alimentos o los libros que verdaderamente le gustan a favor de las personas “mejores”, del alimento “justo”, de los libros “importantes”».

Recolectar experiencias
Resumiendo, es tarea del Diablo impedir que el hombre tenga una experiencia verdadera y la compare con su corazón, con la que don Giussani llama experiencia elemental. Es suficiente un momento de experiencia verdadera para dar a Dios la posibilidad de entrar y abrir el sepulcro de nuestra existencia herida por el pecado original. Incluso el mal coopera para el bien: es lo más temido por el Tentador. Es suficiente, para darse cuenta, una mirada sencilla pero atenta a la vida y a lo que se experimenta; una mirada curiosa, como la de los niños. Justamente por esto capaz de comparar lo que vive y encuentra con lo que “verdaderamente” desea, no con lo que publicidad, televisión, poder y, en definitiva, la inmensa incrustación en la que estamos inmersos - en la que nos sumerge el poder - nos hace creer que deseamos. Y nos empuja a coleccionar falsas experiencias.
Coleccionar experiencias, que en realidad no son experiencias, sino instintos, torpe y afanosamente perseguidos. La realidad está siempre en otra parte, y hasta el pecado se convierte en un estado de ánimo: muchos confesores pasan su tiempo escuchando más sentimientos de culpa que pecados reales.

Monofisismo: peligro grave

Es impresionante pensar que la Iglesia nacida de aquellos hechos reales, de aquellas experiencias vividas, percibiera enseguida como peligro grave, como herejía, lo que aparta del hecho, de la realidad experimentada, de la experiencia. Pablo invita a no confundirse con las propias fantasías, henchidas de vano orgullo, y a arrimarse a la Realidad, que es Cristo. La Iglesia fulmina a los monofisitas, que ven en Cristo únicamente la naturaleza divina, y relegan su humanidad a apariencia, que es lo contrario de la experiencia. La Iglesia condena a los que leen la Biblia como un conjunto de alegorías, de puros símbolos y no como personajes y hechos reales que remiten a otros hechos a su vez verdaderos y que dan a los primeros su significado completo. El Nuevo Testamento es la verdad, la adveración del Antiguo, no su anulación. La Iglesia condena la iconoclastia, que no tolera el reclamo a la concreción y a la carnalidad de los hechos. El cristianismo inaugura en la literatura el más concreto de los lenguajes, el más realista de los estilos. Ceñido a los hechos, con pocos comentarios y ninguna fantasía. Son los gnósticos los que hacen filigranas sobre la ambigüedad, los que consideran sus significados secretos, escondidos. Los hechos que relata el Evangelio son hechos, y a aquellos hechos los primeros cristianos se pegaron con pasión, como a sucesos de los que tenían experiencia, que podían juzgar confrontándolos con el propio corazón y con lo que sentían como justo, bello y verdadero. Había un Hombre, y ese Hombre daba al corazón el sentido de todo. Era evidente incluso, y sobre todo, para los niños. No eran tiempos fáciles, tampoco entonces, sobre todo entonces. Pero aquella experiencia se dilató rápidamente a otras experiencias, venciendo la resistencia de los que querían reducirla a mito, abstracción, arquetipo de sabiduría gnóstico y maniqueo.

Contra la abstracción
En el fondo es la misma violencia a la que asistimos hoy en día; la raíz es la misma: la abstracción. Cuando las Brigadas Rojas asesinaron a Tarantelli, su mujer dijo algo precioso: «Quiero hablar de mi marido para que el que ha disparado se dé cuenta de que ha disparado a un hombre, a sus afectos, a su amor, a su carne y a su concreción». «Nosotros no disparábamos a un hombre, sino a un símbolo», decía entonces uno de los dirigentes terroristas, Franceschini.
Los primeros discursos de Juan Pablo II estuvieron centrados en la concreción del hombre, del cuerpo, de su realidad, en un periodo en el que las ideologías habían eliminado a la persona concreta. La nueva idolatría está hecha de abstracción, de dioses no realistas, que prometen y no mantienen su promesa, y cuya experiencia es ilusoria: dinero, poder, apariencia, ideología. Pero hay algo bueno y alegre, incluso en el país más maldito.
«Las montañas estaban medio veladas por la niebla; el cielo, más que nublado, todo era una nube cenicienta; pero, en la claridad que poco a poco iba creciendo se distinguía, por el camino del fondo del valle, gente que pasaba, otra que salía de las casas, y se encaminaba, todos al mismo sitio, hacia la salida, a la derecha del castillo, todos vestidos de fiesta y con una ligereza extraordinaria.

“¿Qué diablos les pasa a ésos? ¿Qué hay de alegre en este maldito país? ¿A dónde va toda esa canalla?” Y dando una voz a un bravo de confianza que dormía en una estancia contigua, le preguntó cuál era la causa de aquella agitación. Éste, que sabía tanto como él, contestó que iría al punto a informarse. El señor quedó apoyado en la ventana, muy atento al móvil espectáculo. Eran hombres, mujeres, chiquillos, en grupos, en parejas, solos; uno, alcanzando al que iba delante, se emparejaba con él; otro, saliendo de casa, se unía al primero que encontraba; e iban juntos, como amigos a un viaje convenido. Los gestos indicaban manifiestamente una prisa y un júbilo comunes; y aquel resonar no concertado, pero simultáneo, de las distintas campanas, unas más próximas, otras menos, parecía, por así decirlo, la voz de aquellos gestos, y el suplemento de las palabras que no podían llegar hasta allá arriba. Miraba, miraba: y en su corazón crecía algo más que curiosidad por saber QUÉ ERA LO QUE PODÍA COMUNICAR UN TRANSPORTE IGUAL A TANTA GENTE DISTINTA» (A. Manzoni, Los novios, cap. XXI)

VER+:

LA FE NACE, POR GRACIA, DE LA EXPERIENCIA



miércoles, 27 de marzo de 2019

📙 LIBROS "LA MÁQUINA DE BUSCAR A DIOS" Y "PENSAMIENTOS" DE BLAISE PASCAL: UNO DE LOS GRANDES FILÓSOFOS DE LA HISTORIA

una de las mentes más extraordinarias 
de la historia

A su muerte, el 19 de agosto de 1662, Blaise Pascal deja un legado que desconcierta a sus herederos. De la Apología del Cristianismo que esperaban hallar, no aparece rastro. En su lugar, hay un caos de papeles. Pliegos de gran formato algunos, recortes de diversos tamaños la mayor parte; cosidos en transitorios legajos o bien en total desorden. Una primera lectura deja claro que no se trata de un borrador siquiera. Más bien, del cúmulo de notas acumuladas por el matemático y hombre de fe en sus últimos años. Pese a la decepción inicial, su edición fue preparada por el círculo jansenista y vio luz, en 1670, con el título de Pensamientos, que consagra esos papeles, pero también los disfraza, al darles resonancia de obra concreta, aunque inacabada.

Editar hoy a Pascal con rigor exige deshacer ese malentendido. Esos papeles son sus anotaciones de trabajo: reflexiones propias en parte, pero también en parte resúmenes de lo leído o citas literales de aquellos a quienes lee. En rigor, estamos ante fichas susceptibles de ser ordenadas en distintas composiciones según la función -oral o escrita- a la que fueran destinadas: Pascal componía y descomponía sus legajos, como nosotros ordenamos y desordenamos nuestros ficheros.

Nuestra edición ha recurrido al instrumental informático para que el lector pueda hoy operar del mismo modo. Así, a la lectura «convencional» de los papeles -acompañada del amplio aparato de notas imprescindible para desentrañar su laberíntico sentido-, hemos añadido una base de datos digital que permita trazar en esa selva senderos similares a los que su autor transitaba. La tarea, que hace unos pocos años hubiera sido inabordable, pone por primera vez en manos del lector la materialidad real de esos papeles a los cuales la posteridad dio nombre -engañoso pero irreversible- de Pensamientos.

"Burlarse de la filosofía es la verdad del filosofar": que un matemático superdotado cifre así la clave metodológica de su pensamiento, mueve a estupor. A sus contemporáneos del siglo XVII como a nosotros. Que un cristiano estrictísimo designe los milagros como lugar de perdición ("los milagros no sirven para convertir, sino para condenar") y sentencie como sacrílegas las argumentaciones racionales de la existencia divina ("es por carecer de pruebas, por lo que [la religión de los cristianos] no carece de sentido"), tiene todas las resonancias de la herejía. Eso es Blaise Pascal: la tragedia de un pensar tan en lo extremo que hace tierra quemada del suelo mismo en el cual opera: el del geómetra prodigioso, el del hombre al cual la pureza de su fe condena aniquilarse. Cabe todo en una fórmula insostenible. Y acerada. "No hay nada tan conforme a la razón como la descalificación de la razón".

"La máquina de buscar a Dios", que Pascal dice tratar de construir a la manera del autómata aritmético por él artesanado, se cierra en el rompecabezas de un imposible, a cuyas ruinas llamamos Pensamientos. Y en uno de los más intensos callejones sin salida de este pensar sin sentido que es el de la edad moderna.

A su muerte, el 19 de agosto de 1662, Blaise Pascal (1623-1662) dejó un caos de papeles, pliegos de gran formato, recortes de diversos tamaños, cosidos en transitorios legajos o bien en total desorden. No se trataba de un borrador sino de un cúmulo de notas acumuladas por el matemático y hombre de fe en sus últimos años. Fue recogido en un solo ejemplar en 1670 con el título de "Pensamientos" y ha sido reeditado por el escritor Gabriel Albiac para la editorial Tecnos.

No es una lectura para todos los públicos, advierte Andrés Amorós, pero sí es accesible a un lector culto. Es un libro que tiene mucho interés por dos asuntos: por el difícil trabajo que ha hecho el editor y por la propia figura de Pascal. Albiac ha realizado un gran trabajo intelectual sobre un autor que lo merece. Ha trabajado con los 1.993 fragmentos, sin acabar ni ordenar, que Pascal dejó escritos en sus cuatro últimos años de su vida. Se trata de reflexiones propias, resúmenes de lo leído y citas literales de aquellos a quienes leyó.


Pascal fue un hombre precoz en muchos campos, fue matemático, inventor de la "rueda de Pascal", una especie de calculadora; autor de la teoría de probabilidad, fluidos, la presión, el vacío, etc. Tuvo la tentación mundana de ser sólo "honnete homme" y durante la noche del 23 de noviembre de 1654 sufrió una conversión y decidió anonadarse. "El yo es odioso", consideró. Se planteó la necesidad de una defensa racional de la fe cristiana.
A pasear de ser fragmentos sueltos y desordenados, conforman una obra apasionante. Tiene un atractivo literario enorme pues piensa en axiomas, con frases implacables. Aunque no se compartan sus creencias religiosas, posee una profundidad psicológica extraordinaria.
"Toda la desdicha de los hombres proviene de una sola cosa: no saber permanecer en reposo, dentro de una habitación, a solas con sus pensamientos". 
"Queda claro pues, que, para conocer al hombre, la sola razón no basta, antes bien, la razón suficiente y necesaria para este fin es su relación con Dios, con El Verdadero. Solo hay, de echo, tres tipos de personas: las que están al servicio de Dios, porque lo han encontrado; las que se esfuerzan buscándolo, porque no lo han encontrado; y, por último, aquellas que viven sin buscarlo, sin haberlo encontrado. Las primeras son razonables y felices, las últimas son estúpidas e infelices, las segundas son razonables e infelices". "Pensamientos" de Blaise Pascal
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"Creer en Dios no es pensar en Dios, 
sino sentir -sentipensar- a Dios". 
Pascal
En cambio, para mi opinión, ahí reside la importancia del pirronismo de Pascal: en la actitud humilde propia del tipo de cristianismo que reconoce su miseria frente a Dios, en respuesta a un racionalismo cartesiano que ha conducido a los hombres a pensar que pueden vislumbrar la verdad absoluta. Todo ello desde un pirronismo que, lejos de anclarse en la angustia y desesperación provocada por esta miseria, se ve capaz de superarla por una vía de conocimiento alternativa a la razón, incitando al conocimiento interior -como "conocimiento del alma"- con unas claves que hoy en día se presentan como imprescindibles para salir de la rueda de una sociedad enferma por el orgullo de creerse en posesión de la verdad.
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Dejó frases como estas:

  • "Todas las desdichas de los hombres vienen de una sola cosa: no saber permanecer en reposo en una habitación".
  • "Cada cual finge un Dios a su medida".
  • "No habiendo podido curar la muerte, la miseria, la ignorancia, los hombres se han concertado, para ser felices, en no pensar en ello. Todo lo que yo sé es que debo morir pronto".
  • "Un hombre, en un calabozo, tiene sólo una hora para saber su sentencia y hacerla revocar. Es contra natura que ocupe esa hora en jugar a las cartas".
  • "Apuesta: si ganas, lo ganas todo; si pierdes, no pierdes nada".
  • "Como no sé de dónde vengo, tampoco sé a dónde voy".
 
Entrevista a Gabriel Albiac

Luis del Pino entrevista al autor del libro 
"Los pensamientos de Pascal" de la editorial Tecnos

VER+:





martes, 26 de marzo de 2019

LA FE DE LA IGLESIA RUMANA FRENTE AL COMUNISMO: ¿EL SITIO MÁS DIÁBOLICO DEL SIGO XX? 👿

La fe de la iglesia rumana frente al comunismo: 
7 obispos reconocidos mártires
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- Valeriu Traian Frenţiu 
- Vasile Aftenie 
- Ioan Suciu 
- Tit Liviu Chinezu 
- Ioan Bălan 
- Alexandru Rusu 
- Iuliu Hossu  

Éste último (obispo de Cluj-Gherla, en 1964 sale de la cárcel, queda bajo arresto domiciliario, muere en 1970; Pablo VI lo había creado cardenal "in pectore", es decir, en secreto)
Durante la persecución comunista de los años 50, muchos sacerdotes y obispos permanecieron fieles a Roma y al Papa
En 1945, vivían en Rumanía un millón y medio de católicos de rito oriental, una iglesia viva y pujante, que volvió a la unidad con Roma en 1698. Las autoridades comunistas, con la connivencia de la jerarquía ortodoxa, decidieron suprimir esta Iglesia siguiendo órdenes de Moscú. La intención, en todos los países de la órbita comunista, era separar a los católicos del Papa.
Primero se lanzó una campaña para que el clero greco-católico se integrara en la Iglesia Ortodoxa: de 1.600 sacerdotes sólo cedieron 38. A pesar de ello, se declaró disuelta a la Iglesia greco-católica y fueron confiscados sus edificios y sus bienes. Después llegó la persecución física: cientos de sacerdotes greco-católicos fueron detenidos y presionados, aunque casi ninguno cedió. 

El obispo Ioan Suciu, de Alba-Julia, pronunció estas palabras en su catedral antes de ser detenido: 
“Nos someteremos a las leyes pero no haremos nada contra nuestra fe. Y si nos preguntan: ¿de qué parte estáis, de parte del pueblo o de parte del Papa?, responderemos: de parte de Dios, para que ayude a este pueblo”. Lo detuvieron el 28 de octubre de 1948 y murió a causa de las repetidas torturas físicas después de 5 años de calvario. Parecida suerte tuvieron los otros seis obispos de aquella Iglesia brutalmente perseguida.
Testigo de excepción de esta tremenda historia es Alexandru Todea, consagrado obispo en secreto en 1950 y encarcelado de 1951 a 1964. Los 13 años en prisión no lo hundieron: al salir reorganizó la Iglesia greco-católica en la clandestinidad y al caer el comunismo fue nombrado arzobispo y luego cardenal con Juan Pablo II. Al participar en 1990 en el Sínodo de los Obispos, Todea habló en nombre de esa Iglesia que había perdido sus templos pero que transformó las celdas de las cárceles en otras tantas capillas y abrió seminarios en las catacumbas rumanas del siglo XX. Durante el tiempo de la persecución fueron ordenados cerca de doscientos sacerdotes.


Cadáveres que siguen sin aparecer

Han pasado 60 años y los cadáveres de tres de ellos siguen sin aparecer. El historiador e investigador Gheorghe Petrov explica en el interesante y terrible libro La tortura del silencio(de Guido Barella, en español en Rialp) que “se sabe sólo que sus cuerpos fueron enterrados en lo que se llamaba el Cementerio de los pobres de Sighet, pero el sitio sigue siendo desconocido”. Sighet fue una de las peores prisiones del régimen comunista rumano, solo superada en perversidad por Pitesti.

Una Iglesia católica oriental viva y pujante

Los católicos de rito griego en Rumanía eran aproximadamente un millón y medio en 1945. Era una iglesia viva y pujante, unida a Roma desde 1698. Se organizaba en 5 diócesis y contaba con unos 1.600 curas, la mayoría casados y con hijos, conforme a la costumbre oriental, distribuidos en unas 1.700 parroquias. Valeriu Traian Frentiu, uno de los obispos mártires, por ejemplo, era hijo de sacerdote, como sucedía a menudo.
Pero “en octubre de 1948, las autoridades de la Rumanía comunista, junto con la jerarquía ortodoxa, terminaron con la existencia jurídica de la Iglesia greco-católica. Fue una decisión tomada siguiendo órdenes de Moscú, en función de un proyecto minucioso que tenía como objetivo separar del Vaticano a todos los países que, tras la guerra, quedaban bajo la influencia de la URSS”, explica el historiador Gheorghe Petrov.

Primera fase: presionaron a 1.600 clérigos, ceden 38

La estrategia comunista consistía en integrar a los católicos de rito oriental en la Iglesia ortodoxa local, mucho más controlable, desconectándolos de la Iglesia universal. Se empezó con una campaña animando al clero católico a integrarse en la ortodoxia: de 1.600 clérigos, solo 38 cedieron. El obispo Hossu proclamó la excomunión de estos 38 "ipso facto" (es decir, "por el hecho mismo" de su desobediencia).
A continuación, la Iglesia Ortodoxa rumana -totalmente controlada por el poder comunista- declaró disuelta a la Iglesia greco-católica y lo celebró con una gran misa “de reunificación”. Los comunistas confiscaron los edificios y bienes grecocatólicos: parte para el Estado comunista, parte para la dócil y amedrentada Iglesia Ortodoxa local.

De confiscar a encarcelar y matar

Tras las confiscaciones, llegó la persecución física ese mismo año de 1948: cientos de clérigos grecocatólicos fueron detenidos. Les presionaron para que se hicieran ortodoxos, pero casi ninguno cedió. 
Primero los encerraron en monasterios ortodoxos bajo vigilancia, como “huéspedes”. Ya en 1950 pasaron a los obispos a la horrenda prisión de Sighet.
Mientras tanto, puesto que el pueblo grecocatólico no podía acceder a sus obispos detenidos, la Nunciatura vaticana en Bucarest procedió a ordenar rápidamente a 6 nuevos obispos más jóvenes: Alexandru Todea, Titu Liviu Chinezu, Ioan Chertes, Juliu Hirtea, Ioan Ploscaru y Ioan Dragomir. Pero las autoridades comunistas los localizaron pronto y los encarcelaron. Siendo más jóvenes y fuertes, sobrevivieron a su encarcelamiento y, años después, fuera de prisión, pese a estar vigilados, formaron una eficaz red clandestina de sacerdotes grecocatólicos.

El obispo Suciu que no se escondía

En ese año de presiones de 1948, el obispo grecocatólico de Alba Julia, Ioan Suciu, predicaba así, en público, en su catedral de Braj: “Nos someteremos a las leyes pero no haremos nada contra nuestra fe. Y si nos preguntan: ¿de qué parte estáis, de parte del pueblo o de parte del Papa?, responderemos: de parte de Dios, para que ayude a este pueblo”.
Los historiadores hoy tienen numerosos informes de la inteligencia del régimen comunista, la temida Securitate, detallando cada homilía o discurso del obispo Suciu. En Pascua de 1948, por ejemplo, predicaba: “Una larga vida y la misma libertad no tienen significado cuando el número de cadáveres crece cada día y las cárceles y los campos de concentración están llenos de presos políticos”.

También tenemos acceso a las transcripciones de los interrogatorios a los que fue sometido por la Securitate. “¿Agitador? Sí, yo agito las conciencias para ponerlas en orden con Dios. No he predicado ni predicaré contra las autoridades, pero defenderé siempre a la Iglesia y la doctrina católica”, declaró en una de esas sesiones. 
Lo detuvieron el 28 de octubre de 1948, reteniéndole primero en un monasterio ortodoxo y luego en la cárcel de Sighet. Murió a causa de las repetidas torturas físicas, en la celda número 44, el 26 de junio de 1953, después de 5 años de calvario.
Se dice que murió en brazos del obispo Juliu Hussu y que los carceleros arrastraban su cadáver por las escaleras para que todos oyeran el truculento golpear. Tenía 46 años.

Obispos en la fosa común

Este obispo Juliu Hussu también fue arrestado en 1948, enviado a un monasterio ortodoxo (en realidad, una prisión controlada) y luego a la cárcel de Sighet. Al cabo de unos años lo dejaron marchar, pero como organizó una misa solemne en la plaza de la Universidad de Cluj lo volvieron a encarcelar en 1956. Pablo VI lo nombró cardenal “in pectore” (en secreto) en 1969, algo que se supo sólo en 1973, cuando ya estaba muerto.
A la misma fosa común fue arrojado el obispo Titu Liviu Chinezu, que de hecho había sido consagrado obispo en la mismísima cárcel de Sighet, a escondidas, por otro obispo allí detenido, el pastor de Lugoj, Ioan Balan. 
Se sabe que Chinezu, cada vez que recibía presiones de las autoridades comunistas para que se pasase a la Iglesia Ortodoxa (donde estaría siempre vigilado, dócil y controlado por la Securitate) respondía con humor: “No entiendo cómo el gobierno de Bucarest, que hace profesión de ateísmo, es tan misionero de la Iglesia Ortodoxa”. 
En enero de 1955 lo pusieron en una gélida celda sin ventanas, cuando la temperatura exterior era de 20 grados bajo cero. Murió el 15 de enero, probablemente de congelación. 

Ioan Balan, trabajados forzados con 70 años

Ioan Balan, obispo de Iugoj, tenía cierta experiencia como preso: durante la Primera Guerra Mundial le habían detenido las autoridades rumanas acusado de ser espía austrohúngaro, aunque el rey rumano pidió después que se le liberara convencido de su inocencia. Ahora, 40 años después, le encerraban los comunistas. En 1950 se le condenó a trabajos forzados extenuantes en Sighet: tenía 70 años.
Cinco años después, cuando se cerró Sighet (ese año la Rumanía comunista entraba en la ONU y le interesaba fingir un lavado de cara), se le mantuvo bajo vigilancia, enfermo y agotado, en monasterios ortodoxos, hasta que murió en 1959.

El obispo Frentiu, ordenando obispos a escondidas

Valeriu Traian Frentiu estudió en Viena y era obispo grecocatólico de Oradea. Primero estuvo preso en monasterios y se las arregló para consagrar obispo, a escondidas, a Ioan Chertes en la noche de Navidad de 1949 (Chertes pasaría 14 años en distintas prisiones y campos de trabajo, y luego más años bajo vigilancia).
En 1950 Frentiu llegó a Sighet, donde moriría en 1952, con 77 años. Como otros en Sighet, fue enterrado una noche, sin ataúd, en un pozo común en el Cementerio de los Pobres. La tumba fue nivelada para que el lugar del entierro no se conociera ni honrara, pero una investigación en 2008 encontró sus huesos. 

Sighet: diseñada para matar de hambre

Conocemos muchos datos de la vida en Sighet por el obispo Ioan Ploscaru, que pasó 15 años en cárceles del régimen (4 en aislamiento) pero sobrevivió a todo y murió anciano, en 1998, con 87 años, y explicando los hechos con detalle en sus memorias “Cadenas y terror”.
“El mayor suplicio de la cárcel de Sighet era el hambre. La dieta alimenticia de esta prisión estaba calculada con mucho cuidado para que el detenido no muriese rápidamente sino gradualmente por el hambre. Los alimentos eran pocos y podridos”, escribió. 
Sighet cerró como cárcel política en 1955 al entrar Rumanía en la ONU: de los 200 reclusos que albergó en apenas 8 años, 54 murieron allí. 
Hoy una Fundación con pocos fondos intenta convertir Sighet en un “lugar de la memoria”, con apoyo del Consejo de Europa, que la clasifica junto al Memorial de Auschwitz y el Memorial de la Paz en Francia como un espacio de conservación de “memoria del siglo XX”. Su web-memorial es www.memorialsighet.ro .

Torturado en el Ministerio de InteriorOtros obispos fueron asesinados en otros espacios. El vicario general de Bucarest, Vasile Aftenie (que desde 1940 era también obispo auxiliar de Alba Julia) fue arrestado en 1948, pasó por un campo de concentración, luego un monasterio y, como se negaba a hacerse ortodoxo, en mayo de 1949 lo torturaron en los sótanos del Ministerio del Interior. “Ni mi fe ni mi nación están en venta”, dijo a sus torturadores. 
Murió en mayo de 1950, pero logró al menos un funeral católico y una tumba en el cementerio católico de Belu, en Bucarest.

La celda negra: desnudo, encadenado en la oscuridadAlexandru Rusu, el obispo de Maramures, arrestado en 1948, pasó primero por conventos-prisión. En 1950 llegó a Sighet donde pasó mucho tiempo en la terrible “celda negra”, desnudo, encadenado de pie y en oscuridad absoluta. Sobrevivió a 5 años en condiciones terribles.
Puesto en libertad vigilada, en 1956 firmó con los obispos Ioan Balan y Ioan Hussu un documento en defensa de los derechos religiosos de los grecocatólicos. Volvieron a detenerlo y en 1957 el régimen le condenó a 25 años de trabajos forzados, alojado en una celda subterránea en Gherla. Murió allí en 1963. Los documentos dicen que se le enterró en el cementerio de presos políticos de la cárcel… un lugar que luego las autoridades comunistas araron para nadie identificara los restos. 

Todea: 13 años de cárcel, 27 de arresto domiciliarioOtro caso es el de Alexandru Todea, que cuando los comunistas disolvieron la Iglesia grecocatólica en 1948 era un simple sacerdote. Lo consagraron obispo en secreto en 1950. Lo encarcelaron de 1951 a 1964.
Pero esos 13 años no lo hundieron: al salir reorganizó la Iglesia grecocatólica a pesar de que oficialmente lo sometieron a 27 años de arresto domiciliario. Cuando cayó el comunismo fue nombrado arzobispo y luego cardenal con Juan Pablo II.
Todea, en 1990, al caer el Muro de Berlín, habló así en un sínodo de obispos en Roma: “Hablo de una iglesia mártir, que ha vivido 16 años en prisión. Durante este periodo, de los doce obispos que tenía, cinco han muerto en prisión, dos en los monasterios ortodoxos como presos y dos después de la liberación con la salud maltrecha. Hablo en nombre de una Iglesia que ha perdido las iglesias pero ha transformado las celdas de las cárceles en otras tantas capillas y ha abierto seminarios en las catacumbas rumanas del vigésimo siglo. Durante el tiempo de la persecución fueron ordenados cerca de doscientos sacerdotes”, explicó.

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Poner Piteşti en perspectiva



El ruso cristiano Aleksandr Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura y autor de Archipiélago Gulag, escribió que el experimento Pitesti fue "el acto más terrible de barbarismo del mundo contemporáneo". Pero "barbarismo" hace pensar en ira ciega, y la maldad en Pitesti se recreaba de forma meticulosa, cientifista y sistemática.


El historiador François Furet, de la Academia Francesa, lo considera "uno de los experimentos más terribles en deshumanización que ha conocido nuestra época". 

Pero Sorin Iliesiu, entre los cientos de horas de testigos y expertos que ha grabado y entrevistado, quiere dejar claro que nada llega al nivel de Piteşti, y para ello recurre al historiador Stéphane Courtois, ex-maoísta, investigador del CNRS francés y director del equipo que escribió en 1997 "El Libro negro del Comunismo". Iliesiu ha colocado su análisis incluso en español en la web "El Genocidio de las Almas"







Torturados por Cristo