EL Rincón de Yanka: febrero 2019

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jueves, 28 de febrero de 2019

LA GENTE MASA Y LO POLÍTICAMENTE CORRECTO 🐏🐏🐏🐏



La gente y lo políticamente correcto

Nos dicen que lo verdaderamente honesto en nuestros días es ser parte de “la gente”, estar al lado de “la gente”, porque “la gente” es la que debería llevar las riendas de nuestra sociedad. El nuevo socialismo mesiánico nos invita a ser protagonistas de un nuevo empoderamiento de los otrora oprimidos (el pueblo), hoy victimizados (el mismo pueblo, pero con un poder adquisitivo 1000 veces mayor).

“¡Cuán ingrata es la tarea del profeta!”, con estas palabras cita Trotski en su autobiografía (“Mi vida”, 1930) al fundador de la socialdemocracia austríaca, el Dr. Victor Adler. Durante el Congreso de la Internacional Socialista celebrado en Stuttgart (1907) y ante la intervención de un místico australiano que preveía el día y la hora de la próxima revolución mundial socialista, Adler se sentó al lado de Trotski para susurrarle: “puede ser, pero a mí los pronósticos políticos sobre la base de escenarios apocalípticos me resultan más agradables que las previsiones hechas en base a la interpretación materialista de la historia.”

El ruso quedó asustado, pero tal vez tenía razón el marxista austríaco. A día de hoy el socialismo de “la gente”, como la mística y el apocalipsis, nada en el amplio lago del esoterismo. El socialismo de “la gente” nos ofrece un mundo diferente (griego esotera). Crece en el interior de cada hombre como un inexorable deseo, ansioso por salir al exterior en forma de verdadero paraíso terrenal. Invita a la catarsis interior, a la metamorfosis del alma para explotar y conquistar orgullosamente el mundo, convirtiendo a todos los humanos a la nueva fe – resurgiendo desde las enseñanzas secretas de las que sólo un grupo de iniciados son depositarios. El David socialista contra el Goliat capitalista. Ecologismo, igualitarismo, multiculturalismo, estatalismo y paz. A cualquier precio. Después de todo, ¿qué cruzada no es sangrienta?

Ya lo advertía Marx en su “Brief an Sorge” del 19 de Octubre de 1877. Siempre ha existido ese “socialismo interior”, sueños y deseos esotéricos de tercera fase, calificados por Marx de “Mythologie von den Göttinnen Gerechtigkeit, Freiheit, Gleichheit und fraternité” (dejo la frase original, que suena muy bien. Viene a decir: mitología de las diosas Justicia, Libertad, Igualdad y Fraternidad).

Recomiendo a toda la gente de buena fe releer de vez en cuando a Marx. Es la mejor terapia para seguir siendo ateos, para no caer presas de los nuevos esoterismos. Con Marx en la mesita de noche no habrá sitio para las estampitas de Iglesias ni para altares audiovisuales a sus torticeros apóstoles.

A los fieles de la iglesia de “la gente”, los de las pancartas anti-el-que-no-piensa-como-yo les recuerdo (sé que en vano) tres de las certeras tesis de Aristóteles a la hora de definir los criterios de la mentira:

La mentira satisface. Es una satisfacción creer en el socialismo y propagarlo por el mundo. No importan los muchos millones de muertos fruto de las doctrinas socialistas. La iglesia socialista es también una iglesia de pecadores. Y ya saben: el pecado no disminuye la satisfacción de soñar con la redención, la engrandece.
La exageración, por obviamente falsa, es sólo mentira a medias. Está de moda presumir de los logros del socialismo. Logros que nadie que realmente vivió un régimen socialista jamás vio (desde que vivo en Leipzig estoy aprendiendo mucho del socialismo real). Pero soñar con las ventajas hipotéticas de un socialismo inexistente ante la amenaza cierta del “monstruoso” capitalismo reinante es un consuelo para el alma tribulada.
La mentira se disfraza de humildad. El socialista como masoquista: en continuo y aparente acto de penitencia por sus errores, sus crímenes, los “accidentes” provocados por los demás y al mismo tiempo como defensor único y verdadero del desigual, de TODAS las víctimas, incluso las propias. Pero esta nueva humildad en realidad es coquetería, reclutando a los nuevos aspirantes.

Bienvenidos a la secta.

Y aparece el dictado de la “corrección política” como la mejor herramienta posible para disimular las falsedades. El término emerge por primera vez en la década de 1980 en América, como auto-descripción de un cierto entorno académico. Se trata de centrar la atención en las sensibilidades de las minorías y de tenerlas en cuenta. Por primera vez, se hace una distinción entre el discurso políticamente correcto y el incorrecto. El primer periodista que hizo conocer esta tendencia a un amplio público fue Richard Bernstein en el New York Times en 1990. Se trataba de incluir en seminarios literarios como parte del currículum las obras de las mujeres, especialmente las surgidas fuera de la cultura no europea. En los años noventa el concepto se verá ocupado por el afán moralizante de censurar ciertos actos de lenguaje o de excluirlos para determinar los espacios discursivos “aceptables”. Este es el sentido de la corrección política que ha prevalecido hasta hoy.
La corrección política es un medio probado y comprobado de aumentar el empoderamiento… y el victimismo
Lo realmente preocupante es que, desde entonces, en todos los debates públicos la única herramienta que se utiliza para desacreditar los argumentos de la parte contraria es la del deprecio (sin “s”) moral. Esta devaluación moral se ha convertido en la espada más afilada y peligrosa cuando de hablar en público se trata. Es un arma de destrucción masiva, porque con ella abandonamos negligentemente la necesidad de discutir argumentativamente los razonamientos de “los otros”. La moralización de la vida política es una marca de nuestro tiempo. Convertimos cualquier cuestión política o social en un conflicto entre el bien y el mal, cuando en realidad sólo se trata de un conflicto de intereses. La corrección política es un medio probado y comprobado de aumentar el empoderamiento… y el victimismo.

La pregunta ahora es qué nos prometemos abrazándonos al victimismo moralizante que nace de la corrección política y se retroalimenta en ella. La primera plusvalía evidente es que, de pronto, nos damos cuenta de que otras personas comparten nuestro punto de vista: ¡no estamos solos! Estamos entrenados (cosas de la evolución y nuestra neurobiología) a escuchar con atención (y compasión) y devotamente las historias que nos cuentan y nos encanta que alguien muestre empatía por la nuestra. El segundo valor añadido es el cambio en la carga de la prueba. Nada es más reconfortante que la suposición de que uno no es el responsable de su propia desgracia. Si, por ejemplo, nadie nos lee, ello no se debe al hecho de que seamos incapaces de expresar nuestras ideas de forma clara o amena. No, es el cártel de opinión de izquierda/derecha el que sabotea/ignora nuestras opiniones públicas. Esta es exactamente la misma figura que funciona en otros ámbitos a la perfección: el heteropatriarcado, el capitalismo, el sexismo, … son los que me impiden cumplir mis deseos y esperanzas vitales … los responsables de mi desgracia.

Este pensamiento victimista es también un callejón sin salida, porque no nos permite salir del papel de víctima. Cualquier buen terapeuta le dirá a quien realmente ha sido víctima de una experiencia traumática, que debe abandonar este papel lo más rápido posible y dejarlo atrás. La institucionalización del papel de víctima está fundamentalmente en contra de la meta emancipadora de la Ilustración. Y la emancipación es exactamente aquello por lo que debemos esforzarnos. Ser independiente no es poder hacer lo que me da la gana. Ser independiente, ser una persona realmente emancipada, significa no depender de nadie para poder llegar a ser quien potencialmente puedo llegar a ser. Dado que en nuestra especie la independencia absoluta no existe -debemos socializar-, nuestro grado de emancipación será directamente proporcional al empeño que pongamos en no caer en las trampas victimizadoras -colectivizantes- de lo “correctamente político”.
No permitamos que nos pongan bolardos en la boca. Y menos en nuestras ideas.

Genial burla a los ideales "Progresistas" que buscan imponerse hoy en el mundo occidental, 
y a la dictadura de lo "políticamente correcto".

miércoles, 27 de febrero de 2019

LA CONTRARREVOLUCIÓN POR LA TRADICIÓN Y EL PRINCIPIO DE LA LIBERTAD

Contrarrevolución
LOS PRINCIPIOS Y LOS VALORES ÉTICOS ESTÁN POR ENCIMA DE LAS IDEOLOGÍAS Y DE LA POLÍTICA. La Libertad Política Colectiva es causa y fin de la democracia y de las libertades individuales.

"El pueblo que valora sus privilegios por encima de sus principios, pronto pierde unos y otros". Dwigth D Eisenhower


En Europa y América, estamos asistiendo a un movimiento sociocultural y político en defensa de las instituciones tradicionales más arraigadas dentro del alma de los pueblos como, entre otras: la patria, la propiedad, la familia y la vida.
Se trata de una «contrarrevolución», porque surge como respuesta a los movimientos revolucionarios de izquierdas que surgieron en mayo de 1968 y que, después de la caída del comunismo en la antigua URRS, han impuesto procesos de ingeniería «social» sobre la población europea y americana, empleando las leyes y los fondos públicos para poner en práctica las ideas de izquierdas surgidas en torno al comunismo (o socialismo real), la socialdemocracia (o socialismo de mercado), el ecologismo radical, el indigenismo, la ideología multigénero, el femi-marxismo, el animalismo…

La rebelión del pueblo frente a las ideologías

Existe una «contrarrevolución» que emerge desde el pueblo llano, desde abajo hacia arriba, desde aquellos que se rebelan frente a «los socialistas de todos los partidos» (Hayek dixit). Hombres y mujeres hastiados de las redes clientelares y las tramas de corrupción de los antiguos partidos. Personas hartas de la corrección política. Ciudadanos hasta las narices del adoctrinamiento y los insultos que la mayoría de medios de comunicación de izquierdas vierten en contra de las clases media y trabajadora.

La relectura de los clásicos es imprescindible en los momentos de agitación social, justo cuando los pueblos se rebelan frente a los procesos de ingeniería social. Es importante recordar que el filósofo griego Aristóteles señalaba en su obra Política que la «politeia» o forma política que denominamos democracia degeneraba en la demagogia.
La relectura de los clásicos es imprescindible en los momentos de agitación social, justo cuando los pueblos se rebelan frente a los procesos de ingeniería social
En la «civitas» del derecho romano, los ciudadanos ejercían como tales. En la actual contrarrevolución, están alzando su voz frente a la fase de demagogia de los políticos más perversos. Salen a manifestarse a las calles y plazas de los pueblos y ciudades. Reaccionan con valentía frente a quienes los descalifican de extremistas, racistas, xenófobos, fachas o nazis, por el simple hecho de oponerse a las ideas de izquierdas y defender pacíficamente las instituciones tradicionales que, sin duda, han permitido el mayor desarrollo sociocultural y económico de Occidente como, entre otras: la nación histórica, las fronteras, los pueblos, el mundo rural, la religión, la cultura, los usos y las costumbres, el comercio, las haciendas, las familias, la natalidad y la protección de la vida.

Marxismo Cultural

Una parte de la población había perdido las nociones básicas sobre las instituciones que sustentan una sociedad civilizada. Afortunadamente, parece que la batalla de las ideas está empezando a decantarse por la idea de LIBERTAD, escrita con mayúsculas, es decir, acompañada de la responsabilidad individual y del rechazo al adoctrinamiento «social».
De hecho, el marxismo cultural había contaminado también el «liberalismo», en aquellos planteamientos en los que la defensa de la vida, la propiedad y libertad no viene acompañada de la asunción de la responsabilidad individual.
El liberalismo está intentando ser distorsionado por determinados partidos políticos de izquierdas en su búsqueda del poder, ocultando lo que siempre se ha conocido como socialdemocracia. Es decir, travistiendo la filosofía de la libertad con el relativismo moral y los mitos del progreso, el hombre nuevo y el Estado benefactor, de tal modo que el «liberalismo progresista» es como intentar mezclar el agua con el aceite o como intentar buscar la cuadratura de un círculo.
Sin duda alguna, acierta la sabiduría popular con el dicho de que: «el papel lo soporta todo». Al igual que hicieron en su día los filósofos Hegel, Marx o Nietzsche, algunos autores liberales de la “modernidad” empezaron a especular sobre el concepto de libertad hasta llevarlo hasta límites que atentan contra la sostenibilidad de una sociedad civilizada.

Aquellos lectores liberales más jóvenes, con menos lecturas o con menor capacidad de análisis crítico de las ideas, dejaron de defender los derechos individuales a la vida, la libertad, la propiedad o la igualdad de trato ante la ley para pasar a defender cualquier idea materialista, es decir, economicista que les colocase en sus cerebros algún iluminado.
Resulta curioso observar como el cálculo del coste y beneficio se ha extendido de tal modo que el erudito catedrático Dalmacio Negro Pavón dice en broma que «los liberales economicistas, son marxistas» para referirse en sus clases de doctorado a que la economía y el cálculo materialista lo han invadido todo, anulando el liberalismo político.
De tal modo que, incluso, algunos perversos llegan a defender dictaduras como la República Popular China, porque producen bienes y servicios baratos en zonas económicas especiales, mientras quedan secuestrados los derechos y libertades individuales de millones de personas por una casta comunista.
Por dicho motivo, señala el sabio Dalmacio Negro que las obras que mejor describen la realidad actual son las novelas 1984 y Rebelión en la Granja de George Orwell y Un Mundo Feliz (1932) de Aldous Huxley. Aunque, en estos tiempos de contrarrevolución, también sea recomendable leer la obra Señor del Mundo de Robert Hugh Benson.

Libertad con responsabilidad individual

En último término, la responsabilidad individual es la base de una sociedad civilizada, abierta y libre. Detrás del respeto por el derecho a la vida de cada ser humano, su libertad y sus propiedades está la propia responsabilidad individual frente a Dios o bien, en su defecto, frente al resto de personas con las que debemos convivir en paz y armonía. Es el último baluarte frente al relativismo moral, al cientificismo y el totalitarismo.
Desde mi perspectiva, hay que abstenerse de los modos de pensamiento ideológicos, porque destruyen la responsabilidad individual creando nuevos marcos conceptuales que, como hizo el genial politólogo Eric Vögelin, pueden incluso estudiarse como religiones políticas que pretenden superar los patrones de comportamiento de la sociedad civilizada que se fundamentan en el respeto de instituciones tradicionales como la vida, la familia, la patria, las propiedades, el comercio y el gobierno limitado.
En realidad, las ideologías sirven ideas y recetas que, aunque sean erróneas, son fáciles de asimilar por el pueblo y permiten que las oligarquías alcancen el poder político por medio de la lucha de clases, el pueblo, el idioma y los mitos del hombre nuevo, el líder fuerte, el progreso constante o, incluso, la fusión de los pueblos y naciones bajo un único comité o «arquitecto universal» situado por encima del bien y del mal y administrando según sus caprichos de ingeniería social.

Tradición de LIBERTAD 

El liberalismo clásico o, siendo más exactos, la Tradición de Libertad, hunde sus raíces en la filosofía griega de Aristóteles, el derecho romano, la patrística cristiana, la Summa Theologica (1265-1274) de Santo Tomás de Aquino, las obras de los escolásticos españoles de los siglos XVI y XVII, los filósofos morales (Hugo Grocio, Samuel Pufendorf, John Locke) y los padres fundadores de los Estados Unidos de América (George Washington, Thomas Jefferson, John Adams…).
Todos ellos defienden el marco institucional de una sociedad civilizada que se caracteriza por la defensa de instituciones como los derechos individuales (vida, libertad, propiedad e igualdad de trato ante la ley), la familia, el mercado (interacciones e intercambios entre personas), la soberanía del pueblo, la nación histórica, el principio de consentimiento y el gobierno limitado sin renunciar a la existencia de entidades políticas como la familia, el municipio o la nación histórica que conforman el ethos de un país y, dígase también, la patria que permite la convivencia pacífica y en libertad.
La Tradición de Libertad surge muchos siglos antes que las filosofías y las ideologías colectivistas (comunismo, nazional-socialismo, fascismo, nazional-separatismo, femi-marxismo, animalismo, ideología multigénero…) que, por medio de la propaganda masiva, contaminan las mentes de la “supuesta” modernidad.

El liberalismo clásico no tienen nada que ver con los personajes nihilistas, marxistas culturales y globalistas. No tiene nada que negociar con la eugenesia, la eutanasia, la desigualdad ante la ley, la primacía de colectivos supuestamente discriminados, o las leyes ideológicas y las imposiciones lectivas en los colegios y las universidades.
La tradición de libertad se basa en la libertad de elegir, pero siempre con la exigencia de la responsabilidad individual. Siempre hay que tener cuidado con las especulaciones intelectuales y las disquisiciones filosóficas, pero especialmente cuanto atentan contra la bioética de la libertad, es decir, cuando atentan contra las instituciones de una sociedad civilizada.
A principios del siglo XXI, asistimos al ejercicio del derecho de oposición, resistencia o rebelión del pueblo que reclamaban los autores escolásticos españoles frente a los Tiranos que, en nuestro caso, son aquellos que intentan imponer los procesos de ingeniería social de las ideologías colectivistas.
Esperemos que la contrarrevolución logre hacer prevalecer el marco institucional de la tradición de libertad que, como quiera que fuere, pervive en lo más profundo de la psique de la población, con valores morales situados a medio camino entre lo racional y lo irracional, con instituciones transmitidas de generación en generación, de padres a hijos.





martes, 26 de febrero de 2019

EL ESPAÑOL QUE NO CONOCE AMÉRICA, NO SABE LO QUE ES ESPAÑA




“El español que no conoce América, no sabe lo que es España” es una frase atribuida a Federico García Lorca y que, con todo respeto, tomamos como título a esta sección donde repasaremos todos los sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO levantados en los territorios pertenecientes a la Monarquía Hispánica mientras esta construyó y desarrolló su Imperio. Un Imperio, el español, que cambió el mundo. Aquí van los 5 primeros…

1. Misiones de San Antonio, Virreino de Nueva España ahora en Texas, EEUU.

Añadidas a la lista de sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO el 2010, las Misiones de San Antonio, Concepción, San José, San Juan, Espada y San Antonio de Valero (más conocida como “el Álamo”) suponen el mayor ejemplo de arquitectura de la época española de Norteamérica. Fueron construidas a principios de 1700 para comunicar el territorio, integrar la región bajo bandera de España y atraer a los americanos nativos para evangelizarlos.
Estas misiones constituyen también una muestra del mestizaje entre la cultura hispánica y la cohauilteca, tal como lo ilustran, entre otros ejemplos, los elementos ornamentales de las iglesias que mezclan la simbología católica con la estética naturalista autóctona.

San Antonio de Valero, “El Álamo”, Texas

2. El Camino Real de Tierra Adentro, Virreino de Nueva España, ahora compartido entre México y EEUU.

Fue una ruta comercial de 2560 kilómetros de longitud que iba desde la Ciudad de México hasta la ciudad de Santa Fe (Nueva España, ahora en Nuevo México, EE. UU.) y que estuvo activa desde mediados del siglo XVI hasta el siglo XIX y que fue una arteria fundamental que permitió durante tres siglos desarrollar un legado cultural de gran valor que incluye archivos, obras de arte religioso y civil, manifestaciones musicales y festividades, cultura gastronómica y tradiciones orales. Fue incluida en la lista como Patrimonio de la Humanidad en 2010.

3. San Juan de Puerto Rico y su Fortaleza, Puerto Rico, ahora Estado libre asociado a EEUU.

Fue añadido a la lista de Patrimonio de la Humanidad el 6 de diciembre de 1983. Incluye, la Fortaleza, el Castillo de San Cristóbal, el de San Felipe del Morro, la Murallas del Viejo San Juan y el Fortín San Juan de la Cruz. Una absoluta preciosidad mandada construir por Carlos I para proteger San Juan contra el ataque de corsarios y piratas (e ingleses y holandeses… ¿o eran lo mismo? ;-))

San Felipe del Morro

4. Centro histórico de Oaxaca, entonces Virreino de Nueva España, ahora en México.

Es Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco desde 1987, debido a la belleza de Oaxaca y su buen ejemplo de urbanismo de la época española que mejoraron la arquitectura traída desde España para adaptarla a la región sísmica donde estas joyas arquitectónicas que datan del siglo XVIII fueron construidas.


5. Centro histórico de Puebla, entonces Virreino de Nueva España, ahora en México.

Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987, se encuentra en la ciudad de Puebla de Zaragoza y está ubicada al pie del volcán Popocatepetl. Su fundación data de 1531 y ofrece 2619 monumentos históricos registrados en 391 manzanas. Los inmuebles de los siglos XVI, XVII y XVIII representan respectivamente 1.1%, 23.4% y 18.2%.
De todos los edificios de la época española, el más impresionante es la Catedral de Puebla, construida en un estilo neoclásico. También la Capilla del Rosario en la iglesia de Santo Domingo es un ejemplo de estilo Barroco.
Un estilo, el Barroco, nacido en la península itálica y que alguien tuvo que hacer que atravesara el Atlántico junto con artistas, arquitectos, ingenieros,… No nos cansaremos de decirlo: Crear un Imperio es mucho más que expansión y dominio territorial o de materias primas, es querer cambiar el mundo… a mejor.



Virreinato de los reinos y territorios de Nueva España


Representación de la división de la Nueva España con la Luisiana y la Florida incluidos; algunos escudos son idealizaciones, ya que no se cuenta con información exacta sobre su existencia y se utilizan referencias históricas y culturales de los mismos, por otro lado la Luisiana es una reinterpretación del escudo existente con correcciones heráldicas


6. Ciudad histórica de Guanajuato y sus minas adyacentes, Nueva España, ahora México


Fundada por los españoles a comienzos del siglo XVI, esta ciudad se convirtió en el primer centro mundial de extracción de la plata en el siglo XVIII. Su pasado minero ha quedado plasmado en las “calles subterráneas” y el impresionante pozo minero de la “Boca del infierno”, que tiene una profundidad de 600 metros.
La arquitectura y los elementos ornamentales de los edificios barrocos y neoclásicos de la ciudad, construidos a raíz de la prosperidad de las minas, ejercieron una influencia considerable en las construcciones de una gran parte del centro de México. Las iglesias de la Compañía de Jesús y la Valenciana figuran entre los más hermosos ejemplares de la arquitectura barroca de Centroamérica y Sudamérica.


7. Centro Histórico de Morelia, Nueva España, ahora México

El Centro Histórico de Morelia es Patrimonio de la Humanidad desde 1991. Se construyó en el siglo XVI, siendo un magnífico ejemplo de la planificación urbana española. Combina las ideas del Renacimiento Español con la experiencia de Mesoamérica. Tiene una traza recta, para que siempre haya sombra en una acera, y su diseño general está adaptada a la inclinación de los cerros. Más de doscientos edificios históricos, todos en roca de color rosa, tradicional de la región, reflejan la historia arquitectónica de la ciudad.

Catedral del Morelia

8. Centro Histórico de Zacatecas, Nueva España, ahora México

En 1993 el centro histórico de Zacatecas, fue designado como Patrimonio de la Humanidad. También forma parte del Camino Real de Tierra Adentro, que también fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad en 2010; por lo que la ciudad alberga un DOBLE título ante la Unesco.
Fundada en 1546 al descubrirse plata en la región, Zacatecas alcanzó la cima de su prosperidad en los siglos XVI y XVII. Construida sobre las empinadas laderas de un estrecho valle, la ciudad goza de vistas espectaculares y contiene muchos edificios antiguos, tanto religiosos como civiles. La catedral, construida entre 1730 y 1760, domina el centro de la ciudad. Se destaca por su diseño armonioso de las fachadas barrocas, donde los elementos decorativos hispanos e indígenas se encuentran en ambos lados.
Centro histórico de Zacatecas

9. Monasterios del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl, Nueva España, ahora México

Los Primeros monasterios del siglo XVI en las faldas del Popocatépetl son CATORCE monasterios del siglo XVI que fueron construidos por los agustinos, los franciscanos y los dominicos para evangelizar las zonas al sur y al este del volcán del magnífico Popocatépetl. Estos monasterios fueron reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1994, debido a que sirvieron de modelo para los demás monasterios e iglesias de la Nueva España


10. Zona de monumentos históricos de Querétaro, entonces Nueva España, ahora México

La ciudad de Santiago de Querétaro, patrimonio de la Humanidad desde 1996, es singular porque los españoles quisieron mantener al lado del plano primitivo de la ciudad india, con sus calles sinuosas, el plano geométrico de la nueva ciudad. Los otomíes, tarascos, chichimecas y españoles convivieron en paz en la ciudad, que destaca por sus ornamentos barrocos y numerosos monumentos, cívicos y religiosos, su edad de oro fue en los siglos XVII y XVIII.

11. Hospicio Cabañas, Guadalajara, Nueva Galicia (actual México)

El Hospicio Cabañas es un edificio de estilo neoclásico, emblemático de la ciudad de Guadalajara. Desde 1810 ejerció su cometido durante más 170 años, siendo declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El principal artífice de este hospicio fue el obispo Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, quien llega de España a la capital de la Nueva Galicia en 1796.
El proyecto original del obispo fue crear una casa de niños expósitos (palabra que proviene del latín y se aplicaba a los niños recién nacidos abandonados, generalmente en las puertas de las iglesias o en la calle). Desde la Península, el rey Carlos IV ordena la ampliación de la finalidad del organismo y que se admitieran ancianos de ambos sexos, lisiados, enfermos habituales, huérfanos y caminantes pobres. Así como que diera educación y corrección a menores

Interior del Hospicio Cabañas, México

12 Centro histórico de Campeche, Nueva España (actual México)

El centro histórico de Campeche, se encuentra la ciudad de San Francisco de Campeche ubicada frente al Golfo de México, y su fundación se remonta a 1531. El centro histórico aún conserva mucha arquitectura de la época española.
Es Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO desde 2001.

Fuerte de San José el Alto, Campeche

13. Misiones franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro, Nueva España (actual México)

Las misiones franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro en México, son cinco misiones construidas entre 1750 y 1760. La fundación de las misiones es atribuida a Junípero Serra, quién también fundó las más importantes misiones de California. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2003.
Son muestra de una unidad arquitectónica y estilística con una pintura al temple que es uno de los mejores ejemplos del barroco popular novohispano. Según los criterios a los que se refiere la inscripción de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, las misiones son testimonio del importante intercambio de valores durante el proceso de colonización, tanto del centro y norte de México, como del oeste de lo que actualmente ocupa el territorio de Estados Unidos.

Misiones franciscanas

14. Acueducto del Padre Tembleque, Nueva España (actual México)

El acueducto del Padre Tembleque o acueducto de Tembleque es la obra de ingeniería hidráulica más importante en el continente americano durante la Época Española.
Tenía la finalidad de conducir agua a los pueblos de Otompan (actual Otumba) y la Congregación de Todos los Santos (actualmente Zempoala), así como a otras poblaciones ubicadas en su trayecto, a lo largo de 48 kilómetros (y con 6 secciones aéreas).
La obra fue planeada y dirigida por Francisco Tembleque, nacido en Toledo (España. Un fraile franciscano que llegó a la Nueva España en 1542). En 1553 se inician los trabajos. La UNESCO lo incorporó a la lista de Patrimonio de la Humanidad en 2015.

Acueducto del Padre Tembleque

15. La ciudad de Antigua, Capt. Gral de Guatemala (actual Guatemala)

La ciudad fue designada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
Durante la época española era conocida como «Santiago de los Caballeros de Guatemala», y fue la capital de la Capitanía General de Guatemala, entre 1541 y 1776, año en que la capital fue trasladada a la ciudad de Nueva Guatemala de la Asunción después que los terremotos arruinaran la ciudad por tercera ocasión en un mismo siglo.
Desde la experiencia propia os puedo decir que es una ciudad preciosa, con un encanto especial y en un entorno que abasalla y enamora.

Ciudad de Antigua, Guatemala

16. Ruinas de León Viejo (Capitanía General Guatemala, actual Nicaragua)

La Pompeya Americana, León Viejo, es la única ciudad del siglo XVI asentada en América (en 1524), que nunca sufrió alteraciones urbanísticas a través de la historia, siendo éste el argumento principal para solicitar a la Unesco que fuese declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo cual sucedió en el año 2000.
Este poblado, ubicado a orillas del Lago de Managua frente al volcán Momotombo, llegó a tener en sus arrabales unos 15,000 vecinos. Sin embargo es una zona muy calurosa y con mucha actividad sísmica ocasionada por la continua actividad del volcán (en ese tiempo este tenía 5 cráteres). Lo que significaba lanzamiento por los aires de arena, ceniza y lava en estado ígneo, además de temblores violentos y persistentes que culminaron en los terremotos de 1594 y de 1610, este último de mucha intensidad.
Sus pobladores reunidos en cabildo decidieron trasladarse al actual asentamiento que hoy ocupa, siendo la ciudad “vieja” paulatinamente sepultada por las continuas expulsiones de ceniza y piedra volcánica.

Ruinas de Léon Viejo, Huellas de la Época Española
Ruinas de Léon Viejo, Huellas de la Época Española

17. La Catedral de León (CG Guatemala, actual Nicaragua)

Por su gran valor artístico, cultural e histórico, el 28 de junio de 2011, fue elevada por la UNESCO a la categoría de Patrimonio de la Humanidad.
Por entonces Nicaragua pertenecía a la CG de Guatemala, que estaba formada por las actuales Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, además del estado mexicano de Chiapas y las actuales provincias panameñas de Chiriquí y Bocas del Toro.
La catedral de León en Nicaragua fue construida entre 1747 y principios del siglo XIX con diseños del arquitecto Diego José de Porres Esquivel, expresando la transición de la arquitectura barroca a la neoclásica. La catedral se caracteriza por la sobriedad de su decoración interior y la abundancia de luz natural. La bóveda del santuario presenta una ornamentación muy rica. La catedral tiene en su interior obras de arte importantes, incluido un altar flamenco.

Catedral de León, Huella de la Época Española
Catedral de León, Huella de la Época Española

18. Las fortificaciones de la costa caribe, Panamá Viejo (CG Guatemala, actual Panamá)

Panamá la Vieja o Panamá Viejo es el nombre que recibe el sitio arqueológico donde estuvo ubicada la ciudad de Panamá desde su fundación en 1519 hasta 1671. De la ciudad original, considerada como el primer asentamiento europeo en la costa pacífica de América, quedan hoy varias ruinas que conforman este sitio arqueológico.
La escasez de agua potable era una de las principales dificultades, lo que obligó a sus moradores a construir varios pozos y aljibes.​ La ciudad fue azotada por al menos tres incendios devastadores y por un terremoto, en 1621. También sufrió el azote de los cansosos piratas ingleses.
Fueron los propios españoles por orden del gobernador Juan Pérez de Guzmán los que abandonaron y destruyeron la ciudad, para ubicar la ciudad en una posición que permitiera la construcción de un mejor sistema defensivo. La ciudad fue trasladada a una península cercana, ubicada unos 10 km más al suroeste, en lo que hoy es considerado como el casco antiguo de la ciudad de Panamá.
La Unesco lo declaró como Patrimonio de la Humanidad en el 2003.

Panamá Viejo - Huella de la Época Española
Panamá Viejo – Huella de la Época Española

19. Fortificaciones de la costa caribeña de Panamá: Portobelo y San Lorenzo

El Fuerte de San Lorenzo, localizado a la entrada del río Chagres. Fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en el año 1980 bajo la denominación de las Fortificaciones de la costa caribe de Panamá, junto con las fortificaciones de la ciudad de Portobelo. Ambos formaban el sistema defensivo para el comercio transatlántico de la Corona de España, esto es la Carrera de Indias, y constituyen un magnífico ejemplo de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII.
La obra impulsada por Felipe II en 1598, se terminó en 1601. Los planos de la maciza fortaleza fueron hechos por el ingeniero Bautista Antonelli perteneciente a una saga familiar de ingenieros y arquitectos que construyeron para la Monarquía Hispánica muchas a lo largo y ancho del Imperio. El castillo de San Lorenzo se erigió en la cima de un alto arrecife, en posición que domina completamente la entrada del río Chagres.

El Chagres…, donde empujamos al “héroe” inglés Drake al otro barrio

Huella de la Época Española - Portobello
Huella de la Época Española – Portobello

20. La Habana Vieja (Gobernación de Cuba, actual Cuba)

La Habana Vieja es la zona más antigua de la capital cubana que comprende la plaza de Armas, de San Francisco, la Vieja, la del Cristo y la de la Catedral.
Como plaza defensiva también formaba parte del conjunto histórico el castillo el de los Tres Reyes Magos del Morro, el de la Real Fuerza, el de San Salvador de la Punta y el de Atares. Su más notable fortaleza es la de San Carlos de la Cabaña. Alrededor de la Habana Vieja todavía quedan restos de las murallas que durante dos siglos la protegieron y la configuraron como un recinto militar defensivo (El derribo de la muralla se inició en 1863).
En 1982, la Habana Vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La gobernación de Cuba comprendía la isla de Cuba, Jamaica, la provincia de La Florida y la Luisiana española.

Huella Época Española - Habana Vieja
Huella Época Española – Habana Vieja

Llegamos al punto donde empezó todo. En estas islas se empezó a escribir de nuevo la Historia con mayúsculas. Y no, no fue por descubrir un poco de territorio o a otros humanos. Fue por, se podría resumir, el “Plus Ultra” de nuestro escudo o lo que es lo mismo “sin límites”.
Eso es lo que hicieron aquellos 90 españoles a bordo de tres naves financiadas por una España que empezaba a despuntar: No hay más límite que el que nosotros mismos nos impongamos. Esa certeza recién descubierta fue la que hizo cambiar en adelante la mentalidad de la humanidad. La misma que nos ha llevado a la Luna o a explorar el Universo.

21. La ciudad de Trinidad (Gobernación de Cuba, actual Cuba)

La Villa de la Santísima Trinidad fue la tercera villa fundada por la Corona española en Cuba, a principios de 1514. La labor de conservación y restauración emprendida por los especialistas de esta zona del centro sur de Cuba, y el amor que profesan a su ciudad sus habitantes, propició que sea una de las ciudades coloniales mejor conservadas no sólo de Cuba, sino también de América, e inscribirse en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco junto al Valle de los Ingenios en 1988.

El Valle de los Ingenios son 65 sitios arqueológicos, incluidas 13 casas haciendas, algunas de las cuales cuentan aún con sus calderas, torres, sistemas industriales de la época y vestigios propios de la producción azucarera, de los siglos del XVIII al XIX.

Plaza Mayor de Trinidad

22. Castillo de San Pedro de la Roca (Gobernación de Cuba, actual Cuba)

El Castillo de San Pedro de la Roca o Castillo del Morro como también se le conoce, es una fortaleza militar situada en Santiago de Cuba, Cuba, declarada por la Unesco en 1998 como Patrimonio de la Humanidad.
No se le debe confundir con el Fuerte San Felipe del Morro en San Juan, Puerto Rico, que además de estar situados en ciudades de dos islas antillanas y compartir nombres parecidos, también en apariencia son muy similares.
Esta fortificación militar renacentista fue construida en el año 1638 con el objetivo de proteger la ciudad de Santiago de Cuba contra un ataque naval. La idea surgió de parte del que entonces era gobernador de la provincia Pedro de la Roca y Borja. Es considerado por los entendidos en la materia como una joya arquitectónica de indiscutible valor estético e histórico.

Castillo del Morro, Cuba

23. Casco histórico urbano de Cienfuegos (Gobernación de Cuba, actual Cuba)

La ciudad de Cienfuegos se convirtió en un centro comercial de productos como la caña de azúcar, el tabaco y el café. Bañada por las aguas del Caribe y situada en la parte central del sur de la isla, Cienfuegos se halla en medio de una región productora de café, tabaco, mango y caña de azúcar.
Su arquitectura, neoclásica en un principio, evolucionó hacia formas más eclécticas, sin que por ello el paisaje urbano perdiera nunca su armonía de conjunto. Los edificios más notables son: el Palacio de Gobierno, el Colegio San Lorenzo, el Obispado, el Palacio Ferrer, el antiguo Liceo y algunas mansiones. Cienfuegos es el primer y notable ejemplo de conjunto arquitectónico y urbanístico en el que se plasmaron las nuevas ideas de modernidad, higiene y urbanismo surgidas en América Latina en el siglo XIX

Casco histórico de Cienfuegos

24 Centro histórico de Camagüey (Gobernación de Cuba, actual Cuba)

Camagüey es una de las siete primeras poblaciones fundadas por los españoles en la isla de Cuba. Esta ciudad desempeñó un papel principal en su calidad de centro urbano de un territorio dedicado esencialmente a la ganadería y la industria azucarera.
Fundada en 1528 en su emplazamiento actual, la ciudad se fue desarrollando a partir de un esquema urbanístico irregular constituido por una red de plazas, plazuelas, calles serpenteantes y manzanas irregulares de casas, que es muy poco común en las ciudades de la América Española situadas en terreno llano. El centro histórico de Camagüey abarca 54 hectáreas y es un ejemplo excepcional de asentamiento urbano tradicional.
La influencia de la arquitectura y el urbanismo de la España del Medievo es patente en el trazado urbano y las técnicas de construcción traídas por los albañiles y maestros de obras españoles.

Centro histórico de Camagüey

25. Ciudad Colonial de Santo Domingo (CG de Santo Domingo, actual República Dominicana)

Es el nombre con que se conoce a la parte más antigua de la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana y fue la primera ciudad fundada por los españoles al llegar al Caribe. Es por lo tanto la primera ciudad fundada por europeos en América.
Este área de Santo Domingo cuenta con edificios de la época española y gran atractivo turístico, como son el Alcázar de Colón (que perteneció a Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón), el Museo de las Casas Reales o la Catedral primada de América. Fue El 8 de diciembre de 1990 cuando fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad abarcando un área de 93 ha.

Ciudad Colonial de Santo Domingo
Van 25 patrimonios de la humanidad y estamos alcanzando la mitad de ellos. No se si os parecen muchos pero cuando comparemos con los Patrimonios de la humanidad levantados por los ingleses fuera de sus fronteras… ¡lo vais a flipar!

CONTINUARÁ...


lunes, 25 de febrero de 2019

UN MONUMENTO EN BÚSQUEDA DE UN HÉROE: BLAS DE LEZO Y OLAVARRIETA


Un monumento en búsqueda de un héroe 
Blas de Lezo y Olavarrieta 
y la propuesta popular de un monumento 
en su memoria en la capital del reino. 


"Son Españoles que aman más la honra que la vida, 
y temen menos la muerte que la infamia". 
 Sancho de Londoño, 8 de abril de 1568. 



La protesta del Ayuntamiento de Barcelona con motivo de la inauguración en Madrid de una estatua en homenaje a Blas de Lezo ha puesto de actualidad a un personaje que fue sin duda uno de los grandes héroes de la historia de España. Dejando a un lado la mezquindad y estrechez de miras del nacionalismo catalán, es evidente que cualquier país normal -aunque dudo que España lo sea- ha de exaltar la memoria de los personajes que contribuyeron a su historia, algo que hacen muy bien nuestros vecinos franceses o ingleses, que mantienen viva en sus calles y monumentos la huella de una historia que, a diferencia de nosotros, han sabido asumir en su totalidad.
Blas de Lezo y Olavarrieta fue un hombre que desde su tierna infancia se formó, vivió, y dio finalmente su vida en el servicio a las armas, no sin haber sufrido graves pérdidas físicas a lo largo de su carrera con heridas y mutilaciones de gravedad, lo que no le impidió huir de la comodidad que se le ofrecía, buscando siempre el lugar de mayor riesgo y fatiga. Fue el hombre que a mitad del siglo XVIII impidió que el Imperio Español en América se derrumbara a manos de los ingleses, llegando hasta el siglo XIX.
Fue la derrota a la mayor concentración naval de la historia hasta el Desembarco de Normandía. España contaba con seis naves y algo más de 2000 hombres frente a 186 naves y 36.000 hombres, debiendo combatiré los españoles en razón de uno contra diez. La victoria habría llegado mucho antes si se hubieran seguido los dictados de Lezo que sufrió el enfrentamiento frontal y la oposición del Virrey Eslava.

No me cansaré de insistir en la figura de este héroe español. Si España ha sido siempre desagradecida con sus héroes la injusticia llegó a su sublimación con este soldado y marino que dio su vida y su salud por España y su rey, recibiendo el pago del olvido y la degradación tras una vida de servicio y de éxito en combate sin parangón.


Debemos demostrarnos de una vez que el español no es, ni puede permitirse el lujo de ser, un pueblo olvidadizo y cutre, sino un pueblo orgulloso, honorable y agradecido con nuestros antepasados, los que forjaron la arquitectura de lo que somos hoy. Debemos reconciliarlos de una vez con nuestro pasado arrojando muy lejos esos complejos que la propia leyenda negra ha sembrado sobre nosotros a lo largo de los tiempos. Para renacer en estos momentos de crisis no podemos permaneces ajenos a los valores que nos han hecho grandes a pesar de las dificultades y ejemplos no nos faltan en nuestra Historia sino que debemos acometer ilusionantes proyectos y aventuras colectivas, y esta es una de ellas.

Sólo si actuamos de esta manera actuaremos de forma honorable. Apelemos a nuestro espíritu indómito y recuperemos la memoria de estos héroes del zaquizamí de los complejos. Lo único que vengo a recordar en estas líneas s una realidad que está en los libros de nuestra historia común, la historia de los españoles, sembrada de grandes hechos, grandes personajes y de etapas grandiosas pero también de lamentables y egoístas guerras civiles en momentos de sequía de líderes que no supieron estar a la altura del pueblo que lo sacrificó todo por España, Historia con mayúsculas que por si no fuera poco algunos se obcecan en pervertir y como muestra un botón: me quiero referir un momento a lo que leí hace poco del Diario de sesiones del Congreso de los Diputados, del pasado 18 de septiembre, sobre una propuesta no de ley en relación con la memoria del bravo marino español Blas de Lezo y que si fuera de otra nación europea seguro tendría una plaza en el centro de su capital, en la que un diputado que habla allí porque es español expuso: … quizá, si yo fuera español también compartiría pero no lo podemos compartir porque don Blas de Lezo fue uno de los asaltantes de Barcelona el 11 de septiembre del año 1714, es decir, hace trescientos años… fue uno de los militares que asaltó, después de meses de asedio, a la ciudad de Barcelona, la capital de Catalunya, y ustedes saben que ello conllevó no solo una represión brutal sino la pérdida de las libertades catalanas, así como la prohibición del uso de la lengua catalana. Y sigue…desde la racionalidad, incluso les diría que desde la lejanía que nos permite el análisis frío de la historia, deberían entender que no podamos apoyar una figura que encarna tan bien el poder militar, que asedió y conquistó nuestro país y que conllevó la pérdida de las libertades nacionales...

“Represión”, “prohibición de la lengua”, “nuestro país”, “libertades nacionales”, y más adelante habla de “EL BOMBARDEO DE BARCELONA QUE SE VIVE AÚN HOY EN DÍA COMO UN TRAUMA”… ante todo esto, debemos hacer algunas puntualizaciones. Teniendo presente que “Una nación que olvida, reinventa o borra su pasado, no tiene futuro” pongamos sobre la mesa la vida y obra de este español.

Blas de Lezo, cojo, manco, tuerto y sitiado por una fuerza diez veces superior a la suya, nos demostró que su espíritu indómito, la furia española, que tanto fascina a los ingleses permanecía intacto. Un espíritu fundado en valores como el amor a su patria y a su rey, la sencillez, la humildad, la paciencia, la perseverancia, el trabajo, el sacrificio y una vida de permanente acto de servicio a España. Una lección viva y permanente para cualquier español de cualquier época. Mientras España no dé el paso de reconocimiento permanecerá como Blas de Lezo: 

manca, coja y tuerta, que es así como quieren dejarla los separatistas que desprecian a sus héroes ante el silencio de tantos. La situación puede parecer perdida pero la esperanza es lo único que nos queda y es la llama que mantiene viva nuestra Nación Española, ahora empobrecida y con un sistema educativo más pobre y manipulado todavía, que hace que se den palos de ciego ante un olvido de la propia identidad que otros se apropian tratando de mutilar a España. Las situaciones difíciles son un buen momento para recuperar la visión de conjunto y ahí está Blas de Lezo para con un ojo, y sin una mano y sin una pierna supo mantener su espíritu intacto hasta el final. Loor y respeto a nuestros héroes.






Para ser justos y benéficos hemos de estimular y reconocer el trabajo bien hecho pues España no puede permanecer ni un segundo más ausente sin ser protagonista de su propia Historia. España siempre ha dado y viene dando hombres y mujeres que viven día a día por España de forma honrada, esforzada y valiente, como ejemplarmente lo hizo Lezo que es y debe ser un referente moral por su sencillez, perseverancia y espíritu de sacrificio. Modelo de tesón, trabajo y sacrificio, Valores tan necesarios en el momento de crisis actual, tan turbulento en lo económico como en lo moral, siendo modelo especial de ese principio doctrinal que es la Voluntad de Vencer.

Definitivamente es un ejemplo para las nuevas generaciones en este tiempo nuevo que necesitamos, que exigimos, de regeneración moral, Lezo es un ejemplo de perseverancia, sacrificio, un hombre inasequible al desaliento, que nos demuestra que con falta de medios, algo que nunca ha sobrado a los ejércitos españoles, y que con ingenio y voluntad de vencer nos demuestra que la victoria siempre es posible, aún a costa de la propia vida.
Lezo es un ejemplo palpable de esa máxima: Per aspera ad astra, por la dificultad a las estrellas, además de tremenda sencillez, sin vanagloriarse de sus éxitos, en contraposición a la arrogancia manifiesta por su oponente el almirante Vernon.

No me cansaré de insistir en la figura de este héroe tan español. Si España ha sido siempre desagradecida con sus héroes, la injusticia llegó a su sublimación con este soldado y marino que, desde los quince años de edad, menguó su salud e integridad física dando finalmente su vida por España y su Rey, recibiendo el pago del olvido y la degradación tras una vida de servicio y de éxito en combate sin parangón.

Ese monumento debe ser una semilla que reflejando esos Valores quede para nuestros hijos y recuerden siempre a todos aquellos que con su esfuerzo y su sangre fueron arquitectos de lo que hoy es España. Debemos demostrarnos de una vez que el español no es, ni puede permitirse el lujo de ser, un pueblo olvidadizo y cutre, sino un pueblo orgulloso, honorable y agradecido con sus antepasados.

Debemos reconciliarnos de una vez con nuestro pasado arrojando muy lejos esos complejos que la propia leyenda negra ha sembrado sobre nosotros a lo largo de siglos. Para renacer en estos momentos de crisis no podemos permaneces ajenos a los Valores que nos han hecho grandes a pesar de las dificultades. Ejemplos no nos faltan en nuestra Historia que nos sirvan de modelo para acometer ilusionantes proyectos y aventuras colectivas, en este tiempo nuevo, y esta es una de ellas.

Sólo si actuamos de esta manera lo haremos de forma honorable. Apelemos a nuestro espíritu indómito y recuperemos la memoria de estos héroes del zaquizamí de los complejos. Lo único que deseo recordar en estas líneas es una realidad que está en los libros de nuestra historia común, la historia de los españoles, sembrada de grandes hechos, grandes personajes y de etapas grandiosas pero también de lamentables y egoístas guerras civiles en momentos de sequía de líderes que no supieron estar a la altura del pueblo que lo sacrificó todo por España.
Todo se resume en sus últimas palabras dirigidas a su esposa en el lecho de muerte: “Josefa, dile a nuestros hijos que yo, como buen vasco, defendí siempre a España y a su Imperio”.

"El soldado se formaba pensando que si la espada del enemigo tocara el costado del soldado era como si tocara al mismo emperador".

Ya lo dijo Virgilio: Potest quia potere volentum: Pudo porque estaba seguro que podía.

No se trata únicamente de una victoria de la Armada, el teniente general Blas de Lezo era el jefe del apostadero de Cartagena de Indias pero allí combatieron codo con codo marinos, infantes de marina, ingenieros, artilleros, fuerzas de milicias y unidades de los gloriosos regimientos de Infantería Española.
El total de defensores españoles no superaba los 3.000 hombres, frente a los ingleses contra los que combatieron en proporción de 1 contra 10, encontramos la fuerza veterana, incluidos los de Marina, con unos 400 soldados y 600 marineros embarcados en los 6 navíos anclados en el puerto cartagenero, y sin olvidar a las fuerzas terrestres que seencuadraban en 12 compañías del regimiento Aragón, 12 del regimiento España, 12 de los regimientos de Toledo, Lisboa y Navarra, 9 compañías del regimiento Fijo de Cartagena de Indias, 5 compañías de milicias de blancos y pardos y 600 indios flecheros traídos del interior del virreinato con lo que se alcanzaban los «dos mil setecientos hombres», que con justa equidad señala Bermúdez Plata.

El monumento que queda erigido en Madrid representa también a los caídos del Ejército de Tierra en aquella heroica contienda.










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