Decálogo
1- No es lo mismo procesar información que comprender información. 2- La verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa. 3-
El primer objetivo de la educación consiste en hacernos conscientes de la realidad de nuestros semejantes.4- El aprendizaje más humano va ligado a la interacción con los semejantes. 5- El ser humano nace sin ser humano del todo, a través de la educación puede llegar a serlo. 6- Ensenar es siempre ensenar al que no sabe y quien no indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro, por mucho que sepa.7- Ser humano consiste en la vocación de compartir lo que ya sabemos entre todos, de ensenando a los recién llegados al grupo cuanto deben conocer para hacerse socialmente válidos.8- No es tanto la sociedad quien ha inventado la educación sino el afán de educar y e hacer convivir armónicamente maestros con discípulos durante el mayor tiempo posible… 9- Pero lo propio de la humanidad es la compleja combinación de amor y pedagogía. 10- A través del aprendizaje (no sólo sometiéndose a él sino también rebelándose contra él e innovando a partir de él) se fraguará su identidad personal irrepetible.
"En el doble sentido de la palabra «valor»:
quiero decir que la educación es valiosa
y válida,
pero también que es un acto de coraje,
un paso al frente de la valentía humana".
Síntesis de los capítulos
CAPÍTULO 1.- EL APRENDIZAJE HUMANO
Como Fernando Savater afirma, el ser “humano” es también un deber, la solidaridad es un rasgo propio de las personas”muy humanas”. Habrá pues quien ni siquiera intente ser humano o quien lo intente y no lo logre, junto a los que triunfen en ese noble empeño. Nacemos humanos pero no basta: tenemos también que llegar a serlo, y podemos fracasar en el intento o rechazar la ocasión misma de intentarlo. Graham Greene utiliza la palabra “humano” como una especie de ideal y no sencillamente como la denominación específica de una clase de mamíferos. Los demás seres vivos nacen ya siendo lo que definitivamente son, mientras que los humanos nacimos para la humanidad. Hay que nacer para humano, pero sólo llegamos plenamente a serlo cuando los demás nos contagian su humanidad a propósito. Llegar a ser humano del todo es siempre un arte. Todos los nacimientos humanos son en cierto modo prematuros: nacemos demasiado pequeños hasta para ser crías de mamíferos respetables. Desmond Morris, denomina la humano como “mono desnudo” es decir, mono inmaduro.
El primer objetivo de la educación consiste en hacernos conscientes de la realidad de nuestros semejantes.
CAPÍTULO 2.- LOS CONTENIDOS DE LA ENSEÑANZA
El aprendizaje a través de la comunicación con los semejantes y de la transmisión deliberada de pautas, técnicas, valores y recuerdos es proceso necesario para llegar a adquirirla plena estatura humana. Ni siquiera en todos los animales basta con la mera herencia biológica para conseguir un ejemplar cuajado de la especie. Quizá no resulte inevitable contraponer abruptamente el programa genético al aprendizaje social, lo que heredamos por la biología y lo que nos transmiten nuestros semejantes.
Lo primero que la educación transmite es que no somos únicos, y lo segundo es que no somos los iniciadores de nuestro linaje. El tiempo es nuestro invento más característico mas determinante y también mas intimidatorio. La panorámica temporal es el contrapeso de nuestra conciencia de la muerte inexorable que nos aísla aterradoramente entro los seres vivos. Por vía de la educación no nacemos al mundo sino al tiempo.
CAPÍTULO 3.- EL ECLIPSE DE LA FAMILIA
En la familia el niño aprende, o debería aprender aptitudes tan fundamentales como hablar, asearse, vestirse, obedecer a los mayores, etc. Todo ello conforma la socialización primaria. Después las escuela, los grupos de amigos, el lugar de trabajo, etc., llevan a cabo la socialización secundaria, en la que adquirirá conocimientos y competencias de alcance más especializado. En la familia las cosas se aprenden de un modo bastante distinto a como luego tiene lugar el aprendizaje escolar. Los niños felices, no son los niños mimados o súperprotegidos.
El protagonismo de la familia en la socialización primaria de los individuos atraviesa un indudable eclipse en la mayoría de los países, lo que constituye un serio problema para la escuela y los maestros.
CAPÍTULO 4.- LA DISCIPLINA DE LA LIBERTAD
Savater comienza este capítulo comentando un hecho que le sucedió a George Steiner, que afirma q ningún niño quiere aprender o por lo menos no quieren aprender aquello que le cuesta trabajo asimilar y que le quita el tiempo precioso que desea dedicar a sus juegos.
¿Es cierto que obligamos a los niños a estudiar por su propio bien?, los niños ven este hecho como una tiranía. En otro sentido la educación responde antes a los intereses de los educadores que a los de los educados. Para que la sociedad siga funcionando es necesario que aseguremos el reemplazo en todas aquellas tareas sin las cuales no podríamos subsistir. Si la educación implica cierta tiranía, es una tiranía de la que sólo pasando por la educación podremos en alguna medida más tarde librarnos.
Según Savater la educación es siempre un intento de rescatar al semejante de la fatalidad zoológica o de la limitación agobiante de la mera experiencia personal. El objetivo explícito de la enseñanza en la modernidad es conseguir individuos auténticamente libres, “ser libre no es nada, devenir libre lo es todo”. La libertad no es la ausencia original de condicionamientos, sino la conquista de una autonomía simbólica por medio del aprendizaje.
CAPÍTULO 5.- ¿HACIA UNA HUMANIDAD SIN HUMANIDADES?
Según afirma el catedrático, los planes de enseñanza general tienden a reforzar los conocimientos científicos o técnicos a los que se supone una utilidad práctica inmediata. Es mas seguro quedarse en la zona templada de la instrucción sobre los medios y en el sólido territorio del pragmatismo calculador, en el que la gran mayoría suele coincidir.
La separación entre cultura científica y cultura literaria es un fenómeno que no se inicia hasta finales del siglo pasando para luego consolidarse en el nuestro, por razones de abarcabilidad de saberes cada vez más técnicos y complejos.
Las facultades que el humanismo desarrolla son la capacidad crítica de análisis, la curiosidad, el sentido de razonamiento lógico, etc…
La principal cuestión no es el qué, sino el cómo enseñar. ¿Y qué decir de la filosofía, cuyos manuales de bachillerato ofrecen ristras de nombres agrupados en equipos opuestos que parecen a menudo la guía telefónica de grandes filósofos salvo que no figura ningún número.
Para despertar la curiosidad de los alumnos hay que estimularla con algún cebo, quizá anecdótico o aparentemente trivial. Lo principal es abrir el apetito cognoscitivo del alumno, pero sin agobiarlo.
CAPÍTULO 6.- EDUCAR ES UNIVERSALIZAR
La educación no es nada nuevo, los primeros grupos humanos de cazadores-recolectores educaban a sus hijos. Ese proceso de enseñanza nunca es una mera transmisión de conocimientos objetivos o destrezas y de un proyecto de sociedad. John Dewey señalo “los que recibieron educación son los que la dan; los hábitos ya engendrados tienen una profunda influencia en su proceder.
La sociedad prepara a sus nuevos miembros del modo que le parece más conveniente para su conservación, no para su destrucción. La educación es siempre en cierto sentido conservador, por la sencilla razón de que es una consecuencia del instinto de conservación.
Savater afirma que los aprendizajes humanos siempre se ven desbordados por lo que podríamos llamar el entusiasmo simbólico. Hegel dice que “el hombre no es lo que es y es lo que no es”. Hubert Hannoun dice que “la escuela no transmite exclusivamente la cultura dominante, sino más bien el conjunto de culturas en conflicto en el grupo del que nace”.
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