EL Rincón de Yanka: febrero 2014

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sábado, 22 de febrero de 2014

DOS POEMAS A UN TIRANO Y BANQUETE DE TIRANOS



A UN TIRANO

¿Por qué la patria sumergida en llanto
por su preciosa libertad suspira?
¿Por qué infeliz, entre congojas, mira
roto en girones su estrellado manto?

¿Por qué en vez de ceñir el lauro santo,
ciñe la adelfa que tristeza inspira?
¿Por qué de gloria en su armoniosa lira
solo vibra la nota del quebranto?...

Es porque un día te confió su honra
la virgen Venezuela…y su inocencia
de ignominia cubriste de deshonra…!

¡Atrás, profanador! La frente impía
ve en el lodo á ocultar de tu conciencia,
y no avergüences más la patria mía!

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TIENEN RAZÓN

Tienen razón! Se equivocó mi mano
cuando guiada por noble patriotismo,
tu infamia títuló de despotismo,
verdugo del honor venezolano!

Tienen razón! Tú no eres Diocleciano,
ni Sila, ni Nerón, ni Rosas mismo!
Tú llevas la vileza al fanatismo…
Tú eres muy bajo para ser tirano!

“Oprimir á mi patria”: esa es tu gloria,
“Egoísmo y codicia: ese es tu lema
“Vergüenza y deshonor: esa es tu historia;

Por eso, aún en su infortunio recio,
ya el pueblo no te lanza su anatema…
El te escupe a la cara su desprecio!

JUAN ANTONIO PÉREZ BONALDE
Poemas escritos por 
Juan Antonio Pérez Bonalde 
 dedicados a Guzmán Blanco 
 y que le valieron el exilio en 1870.

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Banquete de tiranos
(José Martí - Pablo Milanés)

Hay una raza vil de hombres tenaces
de sí propios inflados, y hechos todos,
todos, del pelo al pie, de garra y diente,
y hay otros, como flor, que al viento exhalan
en el amor del hombre su perfume.
Como en el bosque hay tórtolas y fieras
y plantas insectívoras y pura
sensitiva y clavel en los jardines.
De alma de hombres los unos se alimentan,
los otros su alma dan a que se nutran
y perfumen su diente los glotones,
tal como el hierro frío en las entrañas
de la virgen que mata se calienta.

A un banquete se sientan los tiranos,
pero cuando la mano ensangrentada
hunden en el manjar, del mártir muerto
surge una luz que les aterra, flores
grandes como una cruz súbito surgen
y huyen, rojo el hocico y pavoridos
a sus negras entrañas los tiranos.

Los que se aman a sí, los que la augusta
razón a su avaricia y gula ponen,
los que no ostentan en la frente honrada
ese cinto de luz que en el yugo funde
como el inmenso sol en ascuas quiebra
los astros que a su seno se abalanzan,
los que no llevan del decoro humano
ornado el sano pecho, los menores
y los segundones de la vida, sólo
a su goce ruin y medro atentos
y no al concierto universal.

Danzas, comidas, músicas, harenes,
jamás la aprobación de un hombre honrado.
Y si acaso sin sangre hacerse puede,
hágase... clávalos, clávalos
en el horcón más alto del camino
por la mitad de la villana frente.
A la grandiosa humanidad traidores.
Como implacable obrero
que a un féretro de bronce clavetea,
los que contigo,
se parten la nación a dentelladas.




viernes, 21 de febrero de 2014

#SOSVENEZUELA: AUXILIO PUEBLOS DEL MUNDO POR VENEZUELA


                                                    #SOSvenezuela






SOS EN CLAVE MORSE


S.O.S.
Unos que dicen que S.O.S. se aplicó como señal internacional de auxilio a principios de siglo por ser este el mensaje más simple de enviar en código Morse (... --- ...) 

Otros le dan origen a la expresión inglesa "Save Our Souls" (Salven nuestra almas) o "Save Our Ship" (Salven nuestro barco). La primera versión es la correcta. En 1906, S.O.S fue adoptado en una conferencia en Berlín para reemplazar "CQD" (Seek You, Distressed [te busco, estoy afligido], por la pronunciación de las letras C [si], Q [quiu], D [di]). Otros dicen que "CQD", quiere decir, "Come Quickly, Disaster" (Vengan Rápido, Desastre).

SOS fue elegido porque la transmisión de un código sencillo podría sobrevivir interferencias causadas por tempestades y no porque sus letras tuvieran algún significado. Juan José me dice que el Titanic fue el primer barco en usar ese código cuando se hundió. Es verdad que el Titanic uso SOS y también CQD cuando se hundió en 1912, pero no fue el primero. Otros barcos europeos ya lo habían usado antes.







martes, 18 de febrero de 2014

PALABRA DE POETA





PALABRA DE POETA

Si al poeta le faltan las palabras
el verdugo aprovecha la ocasión, 
del silencio de las rimas y las prosas
surge un mundo de odio y represión.

Si al poeta le faltan las palabras
las canciones perderán toda su voz,
se duerme la conciencia de los pueblos
y en la siesta se asienta en dictador.

Si al poeta le faltan las palabras, 
no habrá un joven desbordado de pasión
que luche por la paz y la justicia
y siga manteniendo la ilusión.
Ni habrá ancianos, con recuerdos de una vida
Sosegada por el tiempo y la razón. 

Y si al mundo le faltan los poetas, 
habrá acabado el tiempo del amor, 
no habrá ya una nueva primavera
y marchita morirá la última flor. 

(A Gustavo Adolfo Bécquer por su melodía)

Susana Hernández, del poemario “Vivir las Cinco Villas”
Ilustración de David Guirao, de su libro “Leyendas. 
Gustavo Adolfo Bécquer”



                                                                                            UNA PALABRA - CARLOS VARELA


lunes, 17 de febrero de 2014

QUE EN PAZ Y EN JUSTICIA DESCANSE OTRO MÁRTIR VENEZOLANO Y SALESIANO, ASESINADO EN VENEZUELA: PADRE JESÚS ERASMO PLAZA SALESSI




QUE EN PAZ Y EN JUSTICIA DESCANSE OTRO MÁRTIR VENEZOLANO Y SALESIANO, ASESINADO EN VENEZUELA, MI BUEN AMIGO Y DIRECTOR ESPIRITUAL PADRE JESÚS PLAZA, que ESTUVO COMO SACERDOTE EN LA PARROQUIA CRISTO REY DE JUDIBANA PARAGUANÁ,  EDO. FALCÓN, VENEZUELA. 

Un hombre apasionado por la vida y por la verdad. Sus homilías eran palabras de profeta. Un sacerdote andino de nuestra querida,  maltratada, oprimida y reprimida Venezuela...


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"Esto es fruto de la descomposición social que tenemos"

Para el presbítero Jonny Reyes, ex director del Colegio Don Bosco de Valencia, Edo. Carabobo, Venezuela, la muerte del padre Jesús Plaza y del hermano salesiano Luis Sánchez "es fruto de la descomposición social que tenemos. Acontecimiento que duele porque los salesianos hemos hecho la promesa de dar la vida por los jóvenes, y fueron dos jóvenes precisamente los que cometieron estos asesinatos".



Recuerdo de las bodas de oro sacerdotales 
del Padre Jesús Plaza SDB

El padre Jesús Erasmo Plaza Salessi nació el 2 de junio de 1934 en La Mesa de Ejido del Estado Mérida. Su primera profesión religiosa como salesiano la celebró el 8 de septiembre de 1952 y fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1962 en la ciudad de Guatemala, donde realizó sus estudios de Teología. Ejerció su ministerio sacerdotal con sencillez, fraternidad y una especial dedicación apostólica, casi siempre en labores de atención parroquial.


COMPLEJIDAD DE EFECTO MARIPOSA: LA VIDA CUANTO MÁS VACÍA PESA MÁS




                                                                           Efecto Mariposa - Complejidad


 
COMPLEJIDAD DE EFECTO MARIPOSA

Fragilidad, que quiebra en mil pedazos nuestra vida. 
Hostilidad, que nos asalta en cada esquina. 
Complejidad, si hacemos que lo fácil se complique más. 
La vida cuánto más vacía pesa más 
Y tocas fondo al despertar 

Y si los días grises más oscuros tú los viste, 
Pon color a tus ojos tristes 
Y sólo mira alrededor… 
Si pierdes las ganas de alzar la mirada 
No mires atrás, hay algo más 
Lo que hoy se te escapa no vuelve jamás, 
No busques más, que todo vendrá. 

Tranquilidad, que inquieta 
Que pretende conseguir la casualidad 
Que nos encuentra cada día 
Eternidad, de donde nadie ha vuelto nunca 
Para contar si mantenemos viva la curiosidad, 
Nos acercamos más y más 

Y si los días grises de sonrisas tú los vistes, 
Pon color a tus ojos tristes 
Y sólo mira alrededor… 
Si pierdes las ganas de alzar la mirada 
No mires atrás, hay algo más 
Lo que hoy se te escapa no vuelve jamás, 
No busques más, que todo vendrá 

Si pierdes las ganas de alzar la mirada 
No mires atrás, hay algo más 
Lo que hoy se te escapa no vuelve jamás, 
No busques más, que todo vendrá.



domingo, 16 de febrero de 2014

PROPUESTA PARA LA GENERACIÓN Y CONSTITUCIÓN DE LA DEMOCRACIA DE DON ANTONIO GARCÍA-TREVIJANO















PROPUESTA PARA LA GENERACIÓN 
Y CONSTITUCIÓN DE LA DEMOCRACIA DE 


1.- Separación de poderes: los ciudadanos eligen al poder Legislativo y al poder Ejecutivo directamente y por separado.
1.1.- Poder Legislativo: España se divide en cuatrocientas o cuatrocientas cincuenta circunscripciones electorales de cien mil o ciento veinticinco mil habitantes cada una. Mediante el sistema electoral mayoritario -a doble vuelta si fuese necesario-, sólo un representante por circunscripción sale elegido para la Asamblea Nacional -única cámara existente-.
1.2.- Poder Ejecutivo: una sola circunscripción, la Nación en su totalidad, para elegir al presidente de la República.
1.3.- Poder Judicial: desaparición del Tribunal Constitucional. La única y más alta instancia del Judicial es el Tribunal Supremo, que es elegido mediante sufragio restringido a los miembros de la judicatura.
1.4.- La independencia de los poderes queda, a grandes rasgos, asegurada por las siguientes reglas de juego:

El Ejecutivo puede vetar una ley aprobada por el Legislativo, para lo que tendrá que dimitir.
El Legislativo puede interponer una moción de censura al Ejecutivo, para lo que tendrá que disolverse.
Potestad de cualquier juez para declarar inconstitucional una ley. El recurso será automática y directamente elevado al Tribunal Supremo, que habrá de pronunciarse -no hay un órgano intermedio entre el juzgado y el Supremo-.

2.- Representación y participación de los ciudadanos: se asegura el derecho de los ciudadanos a elegir y deponer a sus representantes y gobernantes de la siguiente manera:

2.1.- Poder Legislativo: debe ser representativo de la sociedad, y las mónadas republicanas, circunscripciones electorales con el mismo número de representantes, así lo aseguran. ¿Cómo sería el proceso de elección? Mediante sistema electoral mayoritario, el representante ganador es investido en presencia de los aspirantes perdedores, alcaldes y demás fuerzas políticas de la mónada, en acto solemne. A partir de ahora, él representará a la mónada en la Asamblea y a aquélla regresará cada cierto tiempo para rendir cuentas de sus actuaciones. Los electores, con mandato imperativo, pueden revocar el nombramiento de su representante si éste no cumple las promesas de la campaña electoral o si es declarado culpable de algún hecho delictivo. Es la mónada la que paga el sueldo del diputado.

2.2.- Poder Ejecutivo: es el representante del Estado, elegido en circunscripción única. El Ejecutivo recaerá en dos figuras: el presidente de la República, con sus ministros, y una figura mediadora entre el Estado y la sociedad civil: el presidente de la Asamblea Nacional, a cuyo nombramiento podrá acceder cualquiera de los diputados del Legislativo que se postule y que será elegido entre ellos mismos mediante votación. Como vemos, la presidencia de la Asamblea se define como una institución mixta mediadora entre los que aprueban las leyes y quien la ejecuta. Así pues el presidente de la Asamblea tendrá la potestad de sancionar las leyes emanadas del Legislativo, no en nombre del Jefe de Estado -el presidente de la República- sino en el de la República misma. La intermediación se hará efectiva en el momento en que el devenir político se crispe por la confrontación ideológica. Así, por ejemplo, el presidente de la Asamblea puede vetar una ley; consecuentemente, el Legislativo elevará el conflicto al presidente de la República. Éste puede hacer dos cosas: o sancionar finalmente la norma aprobada o, siguiendo la iniciativa del presidente de la Asamblea, vetarla, para lo que tendrá que dimitir y disolver la Asamblea para que los ciudadanos diriman el conflicto creado. La idea que establece esta institución mediadora es que, así como el Estado no debe interferir en la propuesta y en la aprobación de las normas que han de regir a la Nación, la sociedad y sus representantes no deben intervenir en la eficacia de las leyes y su sanción, pues esta potestad únicamente pertenece al Estado.

3.- Los partidos políticos dejan de ser órganos estatales. Pasarán a financiarse con las cuotas de sus afiliados; las donaciones habrán de llevarse a cabo con luz y taquígrafos. El Estado sólo financiará -equitativamente- la campaña electoral.

4.- Municipios: el mismo sistema para los municipios. Separación del poder Legislativo -concejales- y el poder Ejecutivo -alcaldes-. Ambos accederán mediante elecciones distintas y con sistema electoral mayoritario.

5.- Distribución territorial: las competencias básicas de gobierno -fiscalidad, educación, sanidad, fuerzas del orden y justicia- pasan a depender del Estado central. Las actuales Comunidades Autónomas sobreviven como demarcaciones judiciales y/o administrativas. Las tres comunidades lingüísticas conservarán sus Parlamentos, pero no el Ejecutivo. Es una solución intermedia -al estilo del parlamento escocés o galés- entre el centralismo absoluto -que no ha dado buenos resultados- y el dislate autonómico actual -que los ha dado peores-. Los nacionalismos no serán erradicados, obviamente, pero tendrán la justa fuerza que los ciudadanos quieran darles. La mayoría de las competencias que actualmente tienen las Comunidades Autónomas -excluyendo las cinco mentadas más arriba- pasarán a los ayuntamientos.










de Antonio García Trevijano 


El próximo viernes se cumplirán 35 años del mayor engaño sufrido por el pueblo español en toda su historia. Nos referimos a la llamada Constitución, que no es tal, sino en realidad la Ley Fundamental de la Monarquía de Partidos. En ella se establecen las directrices para vaciar de competencias al Estado central a través del reparto autonómico.

Para que ese reparto y el del inmenso botín económico que suponía se hicieran con normalidad, se necesitaba una ley electoral que, en lugar de ser representativa de la sociedad civil, lo fuera de los jefes de partido que hacen las listas. Y para no dejar ningún cabo suelto, impusieron en la Constitución la no separación de poderes estatales, poniéndolos en manos del ejecutivo. El poder legislativo y el judicial quedaban así sometidos al poder ejecutivo, lo que garantiza a este la total impunidad ante la corrupción, la malversación de fondos públicos, el nepotismo más absoluto y la prevaricación.

El primer agente de esta oligarquía, el rey Juan Carlos, traicionó a su padre y a Franco. La clase franquista traicionó a Franco para sobrevivir y participar en el reparto del botín con los nuevos allegados. Estos, la nueva clase política procedente de la ilegalidad, descubrirían de pronto que si también ella traicionaba a sus principios ideológicos, con los que había tenido que vivir pobremente en la sombra, también podrían participar del botín y enriquecerse sin riesgo alguno a costa de los demás.

El segundo agente, el presidente Suárez, fue tres veces traidor: traicionó los principios del Movimiento Nacional, a los españoles no permitiendo que alcanzaran la libertad política y a España, dividiéndola en diecisiete trozos, contrarios todos ellos a la realidad histórica y objetiva de la Nación. En el caso del PSOE de Felipe González, un diseño de partido de ‘izquierdas’ realizado por la CIA a través de Willy Brandt para frenar al comunismo, renegó de sus principios marxistas y desde el poder traicionó a la clase obrera en favor de las elites financiera y mediática. Miguel Boyer les entregó los monopolios públicos por la décima parte de su valor.

Con estos mimbres, la Carta Magna fue el resultado de un simple reparto de poderes entre traidores: a sí mismos, a la libertad política constituyente y a la unidad de España. La Constitución de 1978 ha destruido la unidad administrativa del Estado, la unidad de mercado, todas las referencias éticas en lo público y las morales en lo privado, ha aniquilado el sentimiento patriótico de España y suprimido la representación política de los ciudadanos.

Asesinos de la libertad

Los autores de este engendro son auténticos criminales de la paz, porque no hay mayor delito que el de matar las esperanzas de libertad de un pueblo que llevaba casi 40 años sin conocerla. Fue el asesinato de la libertad colectiva y el abuso sin medida de las libertades individuales por parte de los oligarcas. Los culpables visibles de esta traición a todo un pueblo fueron siete, queden sus nombres en la historia negra para vergüenza de sus descendientes y desprecio de las generaciones futuras, porque aunque eran sólo los ‘chicos de los recados’, ya que la Constitución les fue dictada, se prestaron a representar y avalar la farsa infame que supuso todo el proceso.

Gabriel Cisneros (UCD)
Miguel Herrero de Miñón (UCD)
José Pedro Pérez Llorca (UCD)
Gregorio Peces Barba (PSOE)
Miguel Roca (Pacto Democrático por Cataluña)
Jordi Solé Tura (Partido Comunista de España)
Manual Fraga (AP)

Los verdaderos artífices fueron sus jefes políticos, Adolfo Suárez por un lado, y Felipe González por otro, y más directamente sus respectivas manos derechas, Fernando Abril y Alfonso Guerra, que discutían y pactaban en secreto todo lo esencial, completamente al margen de los ciudadanos, a los que no se consideraba dignos de conocer cómo se estaba decidiendo su destino. En particular, pactaron la monarquía de partidos estatales, donde todo el poder se reparte en exclusiva entre las agrupaciones políticas, aunque el Rey siempre conservó el derecho de designar ministros por vía de pasillo.

En los artículos de contenido social, la Constitución trata cínicamente de convertir en norma obligatoria los simples deseos de bienestar. Los partidos estatales basaron su propaganda demagógica en estas simplezas utópicas que ninguna constitución seria puede albergar, pues son engaños siniestros. “Los españoles son iguales ante la ley”,mentira: el Rey, los partidos, y los jueces demuestran a diario este colosal engaño. “Todos los españoles tienen el derecho al trabajo y una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”, mentira: las estadísticas millonarias de paro y pobreza evidencian tan escandaloso embuste.

“El derecho a una vivienda digna y adecuada”, mentira. Familias hacinadas en una sola habitación, sin agua ni electricidad, dos millones de ellas que viven en infraviviendas, según Cáritas, y más de 400.000 desahuciadas prueban no sólo la falsedad, sino la maldad de esta norma contraria a la normativa europea. “La independencia de la Justicia respecto a los órganos políticos”, mentira. PP y PSOE, sin recato ni vergüenza alguna, nombraron a los rectores de la judicatura para que los jueces no persigan la corrupción política. Somos un país arbitrario sin seguridad ni ordenamiento jurídico.

Al menos, el régimen de Franco cumplía las normas administrativas y civiles. Hay infinidad de pruebas, entre ellas, por ejemplo, la sentencia del Supremo que el abogado Trevijano ganó al Estado franquista y a la presión de Carrero Blanco logrando una fuerte indemnización (11.000 millones de euros en valor actual) por el cierre ilegal del diarioMadrid. Hoy eso sería inconcebible, ¿imaginan Uds. al actual Tribunal Supremo obligando a indemnizar al Estado con 11.000 millones de euros por el cierre ilegal de un periódico?

Los españoles ni siquiera pueden concebir el daño que está causando a nuestra economía la falta de seguridad jurídica. Otras mentiras escandalosas de la Constitución se comentan por sí mismas: “El Estado debe garantizar una redistribución de la renta más justa”, pero tenemos la más injusta de Europa; “ninguna autoridad podrá adoptar legislaciones para obstaculizar la libertad de circulación y establecimiento”, cuando todos los caciques locales lo hacen; “todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del Estado”, un rimero de mentiras y así todo lo demás.

“Los españoles estuvieron a la altura de las circunstancias”, afirmó cínicamente el Rey después de la aprobación de este engendro. Los españoles no estuvieron a la altura de nada, se comportaron como un rebaño de borregos que fueron a votar su propia ruina y la de sus hijos, haciendo lo que les dijeron los capos de la nueva mafia política oligárquica, un nuevo “vivan la caenas” en versión moderna.


A día de hoy, el Estado de las autonomías ha destruido la unidad de la conciencia de España; arruinado la economía nacional, destruido la clase media, que lo tiene más que merecido por ser el principal sostén de estos miserables; convertido en mileuristas o menos al 60% de los trabajadores ocupados y llevado a la pobreza y al hambre a mas de tres millones de españoles. Y lo único seguro para 2014 son nuevos recortes – pensiones, salarios y desempleo – y más injusticia social, mientras Gallardón y el ministro del Interior siembran las semillas de un regreso al autoritarismo y de un recorte, esta vez, de las libertades personales.

Don Antonio García-Trevijano






VER+:


sábado, 15 de febrero de 2014

LA HISTORIA ES LO QUE BRILLA EN UN INSTANTE DE PELIGRO

“Llegará el día que será preciso desenvainar una espada 
por afirmar que el pasto es verde”. 
GK Chesterton.

"La cleptocracia partitocrática quiere un 
pueblo amoral y corrupto para seguir robándoles". 
Yanka

"Vivimos tiempos en que tenemos 
que manifestar lo que creemos 
y lo que nos parece bien hasta 
lo que nos parece normal, 
y que antes no teníamos 
que expresarlo por ser obvio". 
Yanka




La Historia, nos lo recuerda Walter Benjamin, no es lo que suponemos sucedió en el pasado, sino lo que brilla en un instante de peligro. 
España no solo vive un devastador ciclo de penalidades económicas, un menoscabo de las esperanzas de recuperación de bienestar que turban nuestra serenidad. Hay algo más grave. España carece hoy de esa mirada, capaz de dotar de sentido histórico a lo que nos ocurre, de insertar nuestras vicisitudes en una memoria nacional, donde el recuerdo de aquellas ocasiones en las que hemos sabido salir adelante nos proporcionen una esperanza bien fundada de recuperación. En el exilio, los judíos rezaban: 

“Si me olvido de ti, Jerusalén, que se seque mi mano derecha y la lengua se me pegue al paladar”. En momentos en que España está al borde de un exilio moral, pedimos a la Historia que nos refresque cómo nuestros antepasados alzaron una patria común.






Hay comunidades autónomas que vulneran los derechos individuales cuando despliegan su vocación intervencionista para modelar la sociedad, eliminar las diferencias o disidencias y construir su nación.

Al tiempo que el Estado solucionaba en España su desfase con la modernidad fiscal (1977), se enfangaba en unas reformas estructurales y cesiones de poder a las comunidades autónomas que contribuirían a su debilitamiento. Error de la Transición, que luego nadie querría reparar, fue entregarles la palanca ideológica de la Historia renunciando el Estado al principal instrumento de formación de ciudadanos.

Desde que Ortega se doliera de su España invertebrada se ha popularizado la idea de que la sociedad civil es débil en nuestro país. Pero, si, efectivamente la sociedad española ha sido débil a lo largo de los dos últimos siglos, el Estado lo ha sido todavía más. Débiles sus ejércitos, insuficiente su aparato burocrático y fracasada su política educativa.

Dos corrientes ideológicas enraizadas en la España de las minorías o las mayorías contribuirían a adelgazar al Estado: el krausismo, partidario de limitar al máximo la acción estatal como un mal necesario y el anarquismo, enemigo acérrimo de cualquier forma de poder. Aunque hemos olvidado grandes lecciones de la historia nacional, todavía podemos recordar que, en España, la Iglesia, el caciquismo rural, el ejército, el sindicalismo o el capitalismo fueron más importantes que la vida política hasta los años treinta del siglo pasado y el largo período de autoritarismo franquista.

A pesar de ser el primer Estado moderno de Europa, España arrastraría por siglos una gran debilidad, derivada de sus agobios económicos, de su incapacidad para crear un sistema fiscal poderoso que convirtiera en contribuyentes a los dos estamentos privilegiados, la nobleza y la Iglesia. De nada sirvieron los parches -inmensa deuda pública, moneda fraudulenta, bancarrota- que improvisaron los distintos gobiernos con el objeto de inyectar sangre en las venas de una Hacienda siempre moribunda.

En el arranque del Estado nacional, de poco o nada sirvieron las desamortizaciones que pusieron en marcha los liberales, los pioneros del capitalismo. Hasta la magna reforma fiscal de 1977, el Estado español no tendrá el horizonte despejado de su supervivencia y el cauce necesario para afrontar la extensión y mejora de los servicios públicos.

Pero al mismo tiempo que el Estado solucionaba en España su desfase con la modernidad fiscal, se enfangaba en unas ambiciosas reformas estructurales y cesiones de poder a las Autonomías que contribuirían a su debilitamiento. 
Error de la Transición de Suárez, que luego nadie pondría empeño en reparar, fue entregar a las Comunidades Autónomas la palanca ideológica de la Historia renunciando el Estado al principal instrumento de formación de ciudadanos.
Lamentablemente, durante los últimos años la debilidad del Estado ha dejado indefensos a millones de ciudadanos, castellanoparlantes, residentes en Cataluña, País Vasco, Galicia, Baleares y Comunidad Valenciana. Y ha permitido a sus autoridades regionales exhibir como «normalización» lingüística lo que, en realidad, es un proceso forzoso de planificación cultural implacable, una homogeneización descarada contraria al pluralismo.

Mientras al gobierno nacional se le llena la boca proclamando su cruzada de defensa de las libertades, éstas se asfixian en las disposiciones de algunas comunidades autónomas que vulneran los derechos individuales cuando despliegan su vocación intervencionista para modelar la sociedad, eliminar las diferencias, las disidencias y construir sus otras naciones.

En esta hora grave de España, muchos soñamos con un Estado fuerte que impida volver a unos reinos de taifas étnico-lingüísticos propios de la Edad Media. En esta hora de destrucción de empleo y crisis económica muchos pensamos que el Estado debe recuperar su capacidad financiera y diseñar un sistema fiscal que le permita tomar decisiones rápidas, centralizadas y sin los agravios comparativos que quieren establecer algunas Autonomías.

Oscurecida la idea de España como nación, reacios a identificarse en una historia común, los españoles y sus políticos han inventado una manera de comulgar más atractiva que la de las religiones o las ideologías: la exaltación regional , la resonancia folklórica de un designio descentralizador que desborda los grises fines de la pura reflexión administrativa. Hay en todo ello un anarquismo centrífugo y consumista que se mueve entre la plaza del pueblo, El Corte Inglés y la televisión. Lo que pasa más allá de estos tres casquetes polares del hogar interesa a poquísimos, de ahí que los telediarios dediquen cada vez más espacio a trasmitir las noticias de la aldea o a difundir las opiniones de expertos en ferias, gastronomía, deporte y danzas populares. Los jóvenes de antes soñaban con viajar en el submarino amarillo de los Beatles o vivir elegantemente en la desesperación, a lo Baudelaire o Rimbaud en aquel París bohemio e imposible de Montmartre. Los de ahora ,perdidos en el bucle melancólico que han modelado los nacionalismos de siempre y los regionalismos del Estado de las Autonomías, no saben quién es Baltasar Gracián ni Baudelaire; están en casa atrapados en el cepo de Internet; y ya no sueñan sino con lo verde que un día llegó a ser su valle.

El opio de los pueblos que hoy se expande entre los españoles –lo decía con espíritu y tono proféticos Rafael Sanchez Ferlosio en El País de 1978- no es sino el narcisismo alternativo que el poder central fabricó cuando se dio cuenta de la inutilidad política del narcisismo nacional . El “España y yo somos así, señora”, el joseantoniano “ser español es una de las pocas cosas serias que se pueden ser en el mundo”, el gol de Zarra contra Inglaterra en el mundial de Brasil… son manifestaciones de un narcisismo que había dejado de vender. Al percatarse de ello, Adolfo Suárez pensó que había que recomponer todo el juego de espejos rotos y producir reflejos diferentes para seguir manteniendo al pueblo encandilado con alguna identidad. De los vetustos baúles centralistas, el gestor de la Transición, en funciones de ama de llaves del añejo solar hispano, fue amorosamente rescatando los viejos trajes regionales, el de baturro, el de charro, el de flamenco,el de payés. Mira por donde ha ido a ser en los atuendos regionales donde se ha plasmado el nuevo traje del emperador que caminaba desnudo.

Hace unos años contrariado por la complacencia e incluso la satisfacción con que la opinión pública asistía a la sacralización del terruño y la aldea, Julio Caro Baroja escribía:

Parece que la gente con el autonomismo siente una mayor impresión de libertad. Hablan de las libertades forales, de las leyes de cada reino antes de la Nueva Planta impuesta por Felipe V…Sí,en efecto, con todas esas leyes en Navarra, en Aragón, en Cataluña serían muy libres, pero en las cosas fundamentales desde el Renacimiento, que son la libertad de conciencia del hombre, la de expresión, la de elección…, no sólo no lo eran sino que vivieron cientos de años con la Inquisición y no les im portó. Así pues, este foralismo y las clamadas libertades colectivas no comportaban las libertades que quiere y necesita el hombre de hoy, las individuales.

El triunfo de la servidumbre

Pensábamos que la sugestión folklórica de las autonomías iba a ceder a medida que los españoles se curaban el sarampión anticentralista fruto de la paranoia uniformadora del franquismo. Sin embargo, no ha sido así. El fetichismo de la identidad y la autenticidad, la neurosis de primitivismo y la rebusca de la diferencia han hecho crecer la marea regionalista hasta tal punto que amenaza con anegar todo principio de racionalidad política. Gobiernos locales de izquierdas y derechas han descubierto en el regionalismo un anzuelo barato que lanzar a los ríos electorales, e inmunes al ridículo han montado orgullosos los carnavales y bailes de disfraces de sus reinos de taifas, a los que se ha pretendido dotar de conciencia histórica.

“La posteridad no podrá creer que, después de que ya se hubiera hecho la luz, hayamos tenido que vivir de nuevo en medio de tan densa oscuridad”. La frase es de Sebastián Castellio, aquel humanista que protestó ante Calvino por la ejecución de Servet, pero resume a la perfección lo que, a caballo del nacionalismo étnico y los regionalismos ha ocurrido en España donde a la dictadura de un general le ha sucedido la tiranía de la barretina o la muñeira. Frente a la triste situación del régimen anterior, en la que lo cultural era esgrimido para justificar toda una gama de propuestas que iban de lo anacrónico a lo estrambótico, el concepto , en manos de los nacionalistas y sus imitadores, no ha sido aún recuperado para la lucidez y el bienestar intelectual, que en el siglo XXI aparecen connotados con sinónimos como toma de conciencia avanzada, contraste de ideas, integración de comunicación social y ausencia de particularismos.

Error de la Transición de Suárez, que luego nadie pondría empeño en reparar, fue entregar a las Comunidades Autónomas la palanca ideológica de la historia, renunciando el Estado al principal instrumento de nacionalización del imaginario y formación de ciudadanos. La indigencia del pensamiento político español de esos años, en torno al hecho nacional, tendría graves consecuencias pues se regaló el pasado a las Autonomías y éstas se lo quedaron. En manos regionales, un sistema educativo aparentemente neutro dejó de hacer ciudadanos españoles para hacer catalanes, vascos, andaluces, valencianos, gallegos… pero en ocasiones, a costa de convertir en antagónicas dichas identidades. Y siempre con la ayuda de una gigantesca manipulación de los libros de texto, a mayor gloria de la Consejería de Educación, encargada de supervisarlos. Los nacionalismos a pesar de su esencialismo tuvieron muy claro desde siempre que sus naciones no podían darse por sentado sino que habían que construirse. Recuérdense los constantes llamamientos de Jordi Pujol a “hacer Cataluña” o los de Arzalluz “primero hacer pueblo,luego la independencia”.

A finales del siglo XIX escribió Juan Valera: “A veces por defender la patria, hemos defendido el fanatismo”. En 1937 Manuel Azaña anotó en su diario: "Viviremos o nos enterrarán persuadidos de que nada de esto era lo que había de hacer”. Escribían, Valera y Azaña, desde desilusiones y tiempos separados. El primero escribía tras el colapso de esperanzas que se vivió en la Restauración; el segundo, desatada la barbarie unánime de la guerra civil, con la sospecha de que la sociedad española tal vez no estaba preparada para una trasformación como la intentada por su generación. Equivocadas o no, lo cierto es que en las palabras de ambos temblaba, de fondo, una preocupación en carne viva: que sin escrúpulo ético no existe política ni justicia dignas de tal nombre, que hay una última fibra donde reside el latido de la vida moral que no se puede sacrificar ni a la Patria, ni a la República, ni a la Revolución y esa fibra, esa última frontera, la componen la libertad y los derechos de la persona, la persona concreta, real, la persona con cara y ojos y frente y lengua. Mientras al gobierno se le llena la boca proclamando su cruzada de defensa de las libertades, éstas se asfixian en las disposiciones de algunas comunidades autónomas que vulneran los derechos individuales cuando despliegan su vocación intervencionista para modelar la sociedad (también le llaman pueblo), eliminar las diferencias y, al mismo tiempo, las disidencias y construir su nación.

Lamentablemente, durante los últimos años la debilidad del Estado ha dejado indefensos a millones de ciudadanos, residentes en Cataluña, País Vasco, Galicia, Baleares y Valencia permitiendo a sus autoridades regionales exhibir como “normalización” lingüística lo que, en realidad, es un deseo de homogeneización contraria al pluralismo social. El término contiene un elemento coactivo evidente: describe un proceso forzoso de planificación cultural implacable que moldea la realidad simulando querer dotarla de normalidad, pero reconociendo la inexistencia de esa misma normalidad en el conjunto de la sociedad , a la que se pueden aplicar las acciones punitivas y reglamentarias de la administración.

Los nacionalismos lingüísticos, cuyo idioma “nacional” es minoritario en los límites de lo que ellos consideran su propia nación recurren a una especie de interpretación justiciera de la historia: la lengua de la nación y, consiguientemente, la extensión de la nación misma, es la antigua lengua perdida. Interpretación singular, a modo de consigna , que, como recuerda Tomás Pérez Vejo, da origen a afirmaciones tan pintorescas como la de un manifiesto del PNV de 1992: "No entendemos al vasco que no ama su lengua, aun cuando la haya perdido”. Quizás la siquiatría ofrezca alguna explicación de por qué alguien puede considerar su lengua, una lengua que no habla y que nunca ha hablado. De todas formas, esa sorprendente declaración del nacionalismo lingüístico supone una curiosa concepción organicista, en la que el derecho de los muertos prevalece sobre el de los vivos, el mismo que sustenta los pretendidos derechos históricos.

“Normalización”, es la terrible y amenazadora palabra empleada por los gestores de las comunidades bilingües que no consigue encubrir su decidida voluntad de que la lengua autóctona ocupe todos los ámbitos de la vida oficial y social de la región, relegando al castellano a un papel secundario de vehículo de comunicación con el resto de España y un nivel similar al que supone el inglés en las relaciones internacionales. Al normalizarse una lengua, se establece un proceso automático de exclusión de la otra. Quien habla la lengua normalizada se ve recompensado; quien no la usa habitualmente, se ve castigado, marginado. Por el contrario, la normalidad con la que muchos de los españoles de las comunidades catalogadas de bilingües –la vasca es monolingüe castellana en su gran mayoría- podían hablar cualquiera de sus dos idiomas ha sido cambiada violentamente por una situación en la que una lengua pasa a considerarse propia (incluso hablan ya de “lengua natural”, como si la otra fuera artificial) y dispone del privilegio de ser la de los medios institucionales y la enseñanza.

Manuel Azaña pensaba que los únicos hombres firmes en sus deberes son los que no ceden en sus derechos. Con mayor razón, tampoco podemos nosotros ceder nada en nuestros derechos lingüisticos frente a quien considera más importante el color de una bandera, hecha de nacionalismo cultural y manipulación política, que el color de la ciudadanía. Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo, dejó escrito Abraham Lincoln. Mi optimismo ante el pasaje futuro de las lenguas de España arranca de la convicción de uno de los fundadores de la democracia, aplicado ahora a una práctica política de chantajes identitarios, que juega con las cartas marcadas. En nuestro paraíso políglota es de esperar que, con el tiempo y los golpes, los españoles saquemos alguna lección del cuento de Saroyan, de su protagonista, un asirio, que en inglés, en una barbería de San Francisco, dice que nació en la madre patria pero que quiere olvidarlo, como quiere olvidar aquella lengua, porque de nada sirve engañarse, porque los asirios son un tema de historia antigua, porque una vez, sí, fueron un pueblo importante, pero eso había sido ayer, anteayer y no tenía ningún sentido lamentarse. En su voz no habla la liviandad romántica, ni el anacronismo: habla la historia y el sentido común. “Por qué -dice- debería aprender a leer nuestra lengua? No tenemos escritores, ni noticias”.



Catedrático de Historia Contemporánea
Universidad de Deusto





miércoles, 12 de febrero de 2014

LA POESÍA DESGARRADORA DE ÁNGELA FIGUERA AYMERICH



«Yo poeta declaro que escribir poesía 
es decir el estado verdadero del hombre 
es cantar la verdad es llamar por su nombre 
al demonio que ejerce la maldad noche y día. 

El poeta es el grito que libera la tierra 
la primera montaña que divisa la aurora 
la campana que toca la canción de la hora 
el primer corazón que lastima la guerra». 

Agustín Millares

*
"Hombre, redime al hombre vivo. 
Álzate y anda entre los vivos, 
lucha con los vivos, gánate el pan. 
Hombre, haz que las flores sean 
para los vivos, 
haz que el aceite sea para los vivos 
y el vino de la vid para la vida". 
Pablo Armando Fernández

*
“Poeta es aquel que en medio 
de las diez mil cosas que nos distraen, 
es capaz de “ver” lo esencial 
y llamarlo por su verdadero nombre”. 
Rubem Alves

*
"Poesía es "Rascar hasta el hueso, 
asumir en toda su hondura 
el desconcierto y la perplejidad, 
no ahorrarse preguntas. 
Aceptando en definitiva, 
que lo que caracteriza 
a este momento histórico 
es la disolución de las marcas de certeza, 
y admitir certezas sólo en lo que tiene 
que ver con las convicciones éticas". 
Gerardo Caetano


Ángela Figuera Aymerich es la más terrenal de nuestras ángelas. Lo más presente de su canto terrenal es el árbol. Pero como sucede siempre con los árboles, entre más hondas y fuertes son sus raíces, con mayor decisión se eleva hacia el cielo destacándose entre todos por su belleza y vigor. Ángela se interesa por lo concerniente al hombre, y rechaza todo lo que es perfecto, como los lirios y los ángeles. Asume la imperfección del ser humano, y hace de esa imperfección una obra de arte diferente, perdurable, fuerte. ¡Qué valor el de Ángela al usar un lenguaje llano, cuando en España estaban tan de moda los juegos y las lujuriosas metáforas de un García Lorca, de un Vicente Aleixandre, de un Rafael Alberti...!


Gran parte de la poesía de la Figuera se dirige a las situaciones, situaciones medularmente vitales como un nacimiento, una fiesta ritual... una derrota, una victoria, un entierro. Pero ella extrae lo esencial de esa situación, elevándola a la categoría de eterna.


Ángela Figuera, nacida entre mar y montaña, tendrá siempre el conflicto entre la tierra, que representa estabilidad, y el agua que simboliza el misterio, lo huidizo, lo inefable, contra lo visual concreto, germinante y palpable de la tierra, pero siempre en ella, al fin mujer, al fin poeta, predomina esa multiplicidad del siglo veinte, que conduce a los poetas a otra meta distinta de la que ellas inicialmente se trazaron. Murió en Madrid en 1984.



Balance


Es hora de echar cuentas. Retiraos.
Dejad ese bullicio del paseo,
la mesa del café, la santa misa,
y el bello editorial de los periódicos.
Entrad en vuestra alcoba. Echad la llave.
Quitaos la corbata y la careta,
iluminad el fondo del espejo,
guardad el corazón en la mesilla,
abríos las pupilas y el costado.
Poneos a echar cuentas, hijos míos.

Tú, invicto general de espuela y puro,
echa tus cuentas bien, echa tus cuentas.
Toma tus muertos uno a uno, ciento
a ciento, mil a mil, cárgalos todos
sobre tus hombros y desfila al paso
delante de sus madres.

Y tú, ministro, gran collar, gran banda
de tal y cual, revisa, echa tus cuentas.
Saca tu amada patria del bolsillo
como un pañuelo sucio sin esquinas.
Extiéndelo y sonríe a los fotógrafos.

Y tú, vientre redondo, diente astuto,
devorador del oro y de la plata,
señor de las finanzas siderales,
echa tus cuentas bien, echa tus cuentas,
púrgate el intestino de guarismos
y sal si puedes que te dé la lluvia.

Tú, gordo y patriarcal terrateniente
esquilador de ovejas y labriegos.
Tú, cómitre del tajo y la galera,
azuzador de brazos productivos.
Tú, araña del negocio. Tú, pirata
del mostrador. Y tú, ganzúa ilustre
de altos empleos, ávida ventosa
sobre la piel más débil, echa cuentas,
medita y examínate las uñas.

Y tú, señora mía y de tu casa,
asidua del sermón y la película,
tú, probo juez de veinte años y un día,
tú, activo funcionario de once a doce,
y tú, muchacha linda en el paseo;
tú, chico de familia distinguida
que estudias con los Padres y no pecas.

Y tú, poeta lírico y estético,
gran bebedor de vino y plenilunios,
incubador de huevos de abubilla
en los escaparates fluorescentes,
sumad, restad, haced vuestro balance,
no os coja el inventario de sorpresa.

Tú no, pueblo de España escarnecido,
clamor amordazado, espalda rota,
sudor barato, despreciada sangre,
tú no eches cuentas, tienes muchas cifras
de saldo a tu favor. Allá en tu día,
perdónanos a todos nuestras deudas,
perdónanos a todos en tu nombre
y hágase al fin tu voluntad
así en España
como en el cielo.

(En: Belleza cruel, 1958)

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"Unidad"

Si todos nos sintiéramos hermanos.
(Pues la sangre de un hombre, ¿no es igual a otra sangre?)
Si nuestra alma se abriera (¿No es igual a otras almas?)
Si fuéramos humildes. (El peso de las cosas,
¿no iguala la estatura?)

Si el amor nos hiciera poner hombro con hombro,
fatiga con fatiga
y lágrima con lágrima.

Si nos hiciéramos unos.
Unos con otros.
Unos junto a otros.
Por encima del fuego y de la nieve;
aún más allá del oro y de la espada.

Si hiciéramos un bloque sin fisura
con los dos mil millones
de rojos corazones que nos laten.

Si hincáramos los pies en nuestra tierra
y abriéramos los ojos serenando la frente,
y empujáramos recio con el puño y la espada,
y empujáramos recio, solamente hacia arriba,
qué hermosa arquitectura se alzaría del lodo.

Ángela Figuera Aymerich
en Los días duros (1953),
incluido en Poesía española 1939-1975. 
Antología (Ediciones Tarraco, Tarragona, 1977, 
ed. de Ricardo Velilla).

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SALVE ESPAÑA 

Dios te salve, 
tierra y madre 
sin misericordia; 
muerte, amargura y esperanza 
nuestra, 
Dios te salve. 
A ti llamamos, 
a ti suspiramos 
gimiendo y llorando 
en tu valle de lágrimas. 
(De lágrimas, ¿por qué? ¿Por qué de 
llanto tus hombres y tus ríos se 
alimentan?) 
A ti clamamos 
los desterrados 
de ti, que en ti vivimos extranjeros, 
de tu raíz de ayer desposeídos, 
de tu verdad de hoy eliminados, 
a tu futura herencia no admitidos. 
A ti llamamos 
los huérfanos de ti en tu propia 
entraña, 
los que a diario te aman y te sufren, 
los que te llevan, ácida en la sangre, 
los que sus huesos sueldan con tus 
huesos 
y no saben salvarte y balbucean 
“que Dios te salve” por si Dios 
escucha.


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Canto rabioso de amor 
a España en su belleza

Poema del libro: 

BELLEZA CRUEL (1958) 
de ANGELA FIGUERA.

Con los ojos cerrados, con los puños cerrados, con la boca cerrada, España, canto tu belleza. Y con la pluma ardiendo y con la pluma loca de amor rabioso canto y firmo. Belleza sobre ti y en tus entrañas de miel y granito, y en tu cielo, y en tus encadenadas cordilleras y en tus encadenados hombres, canto.

De siglo en siglo en olas y torrentes de barro ibero, en sucesivas olas de tierras y metales agregados, de frutos madurados poco a poco bajo tu fiero sol, me vienes, madre. Me viene tu belleza tierna y dura, tu corazón rodando enamorado hasta embestirme, hasta llenarme toda, hasta romperme el miedo y la corteza.

De siglo en siglo con tus ríos dulces, puertos alegres, míticas ciudades, piedras labradas, torreones, claustros, palacios, catedrales y conventos, pueblos de tierra, cementerios míseros, huertos, jardines, patios y zaguanes, cristos sangrientos, sonrosadas vírgenes, lanzas y escudos, cálices y códices; de siglo en siglo con cincel y gubia, con mística y ascética y pinceles, con el arado, el yunque y el martillo, la pluma y los telares me has llegado.

De sueño en sueño con palmeras y agua, con limoneros, nardos y arrayanes, vino y almendra, música y aceite; de mar a mar, al remo y a la vela, con sal y caracolas, con pescados, playas doradas, ásperos cantiles; de tierra en tierra con praderas húmedas, sierras nevadas, florecidos valles, pardas llanuras, parameras ásperas, cierzos helados, delicadas brisas oliendo a los tomillos de tu aliento, de siglo en siglo me has llegado, España.

Tú me has parido y hecho y traspasado de dicha y de dolor hasta los huesos con tu belleza que se clava y ciñe como un cilicio rojo en mi cintura y hace subir mi sangre a borbotones entre garganta y verso para ahogarme de amor rabioso, de vergüenza sorda, de amor, de amor, de amor, de amor rabioso.

Porque eres bella, España, y agonizas bajo mis pies, herida en tus cimientos. Porque te veo andando entre zarzales por todos los caminos rezagada con una cruz al cuello y otro al hombro, durmiendo en las cunetas de la gloria para soñar perdidas carabelas con ojos anegados de ceniza.

Porque te veo escuálida y desnuda, comiendo el pan moreno de tu vientre, bebiéndote el gazpacho de tu sangre, desposeída de oros y de espadas, borracha en copas, vapuleada en bastos, por todos malcomprada y malvendida, pordioseando impúdica en la puerta de la opulenta Catedral del Mundo.

Porque eres bella, España, y te me mueres, viuda, asesina y mártir de tus hijos, a mil años y un día condenada. Porque eres bella, España, y te me mueres porque eres mía, España, y no te absuelvo del mal de España, canto tu belleza y fecho y firma a corazón parado, boca cerrada y apretados puños, clavándome la lengua con los dientes, porque no quiero blasfemar tu nombre.

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¡NO QUIERO!

que los besos se paguen 
ni la sangre se venda 
ni se compre la brisa 
ni se alquile el aliento. 

No quiero 
que el trigo se queme y el pan se escatime. 
No quiero 
que haya frío en las casas, 
que haya miedo en las calles, 
que haya rabia en los ojos. 

No quiero 
que en los labios se encierren mentiras, 
que en las arcas se encierren millones, 
que en la cárcel se encierre a los buenos. 

No quiero 
que el labriego trabaje sin agua 
que el marino navegue sin brújula, 
que en la fábrica no haya azucenas, 
que en la mina no vean la aurora, 
que en la escuela no ría el maestro. 

No quiero 
que las madres no tengan perfumes, 
que las mozas no tengan amores, 
que los padres no tengan tabaco, 
que a los niños les pongan los Reyes 
camisetas de punto y cuadernos. 

No quiero 
que la tierra se parta en porciones, 
que en el mar se establezcan dominios, 
que en el aire se agiten banderas 
que en los trajes se pongan señales. 

No quiero 
que mi hijo desfile, 
que los hijos de madre desfilen 
con fusil y con muerte en el hombro; 
que jamás se disparen fusiles 
que jamás se fabriquen fusiles. 

No quiero 
que me manden Fulano y Mengano, 
que me fisgue el vecino de enfrente, 
que me pongan carteles y sellos 
que decreten lo que es poesía. 
No quiero amar en secreto, 
llorar en secreto 
cantar en secreto. 

No quiero 
que me tapen la boca 
cuando digo no quiero. 

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CUANDO NACE UN HOMBRE...

Cuando nace un hombre
siempre es amanecer aunque en la alcoba
la noche pinte negros cristales.

Cuando nace un hombre
hay un olor a pan recién cocido
por los pasillos de la casa;
en las paredes, los paisajes
huelen a mar y a hierba fresca
y los abuelos del retrato
vuelven la cara y se sonríen.

Cuando nace un hombre
florecen rosas imprevistas
en el jarrón de la consola
y aquellos pájaros bordados
en los cojines de la sala
silban y cantan como locos.

Cuando nace un hombre
todos los muertos de su sangre
llegan a verle y se comprueban
en el contorno de su boca.

Cuando nace un hombre
hay una estrella detenida
al mismo borde del tejado
y en un lejano monte o risco
brota un hilillo de agua nueva.

Cuando nace un hombre
todas las madres de este mundo
sienten calor en su regazo
y hasta los labios de las vírgenes
llega un sabor a miel y a beso.

Cuando nace un hombre
de los varones brotan chispas,
los viejos ponen ojos graves
y los muchachos atestiguan
el fuego alegre de sus venas.

Cuando nace un hombre
todos tenemos un hermano.
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NADIE SABE

Abre tus ojos anchos al asombro
cada mañana nueva y acompasa
en místico silencio tu latido
porque un día comienza su voluta
y nadie sabe nada de los días
que se nos dan y luego se deshacen
en polvo y sombra. Nadie sabe nada.

Pisa la tierra. Vierte la simiente.
Coge la flor y el fruto. Sin palabras.
Pues nadie sabe nada de la tierra
muda y fecunda que, en silencio, brota,
y nadie sabe nada de las flores
ni de los frutos ebrios de dulzura.

Mira la llamarada de los árboles
irguiéndose en lo azul. Contempla, toca
la piedra inmóvil de alma intraducible
y el agua sin contornos que camina
por sus trazados cauces ignorándolos.
Sueña sobre ellos. Sueña. Sin decirlo.
Pues nadie sabe nada de los árboles
ni de la piedra ni del agua en fuga.

Mira las aves, altas, desprendidas,
rayando el sol a golpe de sus alas.
Toma del aire el trino y el gorjeo,
pero no quieras traducir su ritmo,
pues nadie sabe nada de los pájaros.
Mira la estrella. Vuela hasta su altura.
Toma su luz y enciéndete la frente,
pero no inquieras su remoto arcano
pues nadie sabe nada de la estrella.

Besa los labios y los ojos. Goza
la carne del amante sazonada
secretamente para ti. Acomete
con decisión humilde la tarea
del imperioso instinto. Crece y ama.
Mas nada digas del tremendo rito
pues nadie sabe nada de los besos,
ni del amor ni del placer ni entiende
la ruda sacudida que nos pone
el hijo concluido entre los brazos.

Clama sin gritos. Llora sin estruendo.
Cierra las fauces del dolor oscuro,
pues nadie sabe nada de las lágrimas.

Vete a hurtadillas con discreto paso.
Traspasa quedamente la frontera,
pues nadie sabe nada de la muerte.

Ángela Figuera Aymerich
(poeta española nacida en Bilbao en 1902. 
Junto con Blas de Otero y Gabriel Celaya, 
formó parte del importante Triunvirato Vasco 
de la poesía de post-guerra)