El proyecto Atlasgal, del Observatorio Europeo Austral (ESO), ha finalizado el sondeo de todo el plano visible de la galaxia Ha mapeado todas las nubes de gas y polvo que están unos grados por encima del cero absoluto Desde Garching cerca de Múnich, los astrónomos del Observatorio Europeo Austral (ESO) han publicado una nueva imagen de la Vía Láctea, más nítida y detallada como nunca antes. La fotografía ha sido realizada con el telescopio APEX (Atacama Pathfinder Experiment) ubicado en el desierto de Atacama, en el norte de Chile. La publicación del miércoles celebra la finalización del mapeo completo del plano galáctico desde el hemisferio sur, un proyecto europeo de ESO llamado Atlasgal (Telescope Large Area Survey of the Galaxy).
«El telescopio APEX ha mapeado el área completa del plano galáctico visible desde el hemisferio sur en longitudes de onda submilimétricas (entre la luz infrarroja y las ondas de radio) con más detalle que los últimos sondeos realizados desde el espacio», han explicado los científicos de ESO, la principal organización astronómica intergubernamental de Europa. Con un espejo de 12 metros de diámetro a 5.100 metros sobre el nivel del mar, el APEX ha permitido a los astrónomos estudiar el universo frío: gas, polvo y otros objetos celestes que se encuentran a solo unas pocas decenas de grados de temperatura por encima del cero absoluto.
El proyecto Atlasgal aprovechó las características únicas del telescopio para obtener una visión detallada de la distribución del gas denso y frío que hay a lo largo del plano de la Vía Láctea. La nueva imagen incluye la mayor parte de las regiones de formación estelar de la Vía Láctea meridional. El mapeo cubre un área del cielo de 140 grados de largo y 3 grados de ancho, cuatro veces más grande que la primera versión del programa. Los mapas son además de mayor calidad, ya que algunas áreas fueron reobservadas para obtener una calidad más uniforme de los datos sobre el área total de estudio.
Fundada en 1962, ESO busca proporcionar a los astrónomos y astrofísicos instalaciones punteras que les permitan dirigir ciencia de vanguardia en las mejores condiciones. La contribución anual a ESO de los Estados miembros –15 países europeos incluyendo España, Reino Unido y Suiza– asciende a unos 130 millones de euros. Su sede central (centro científico, técnico y administrativo de la organización) se encuentra en Garching y además de su sede en Santiago de Chile, opera en tres centros de observación en el país latinoamericano.