REZO DE LA PIPA DE LA PAZ O CALUMET
El primer rezo es dirigido al Gran Espíritu, a Dios, a Hunab Ku, deseando que cualquiera sea la forma de nombrar esa Plenitud divina seamos capaces de reconocer que esta dentro de nosotros, nos da vida y gracias a ella existimos.
El segundo rezo es dirigido al Padre Sol, al este, a nuestra infancia, al abuelo fuego, para que recordemos que somos hijos del sol y que el fuego en esta Madre Tierra es una representación del sol y del espíritu, que podamos vivir ese fuego dentro de nosotros.
El tercer rezo es dirigido a la Madre Tierra, que la recordemos y honremos como nuestra madre, que agradezcamos su belleza y sus nutrientes que nos permiten sostener este cuerpo hasta este momento y podamos hacer de nuestro cuerpo la casa del espíritu, todos los seres planetarios.
El cuarto rezo es dirigido al abuelo Aire, a nuestra respiración, nuestra manera de pensar, que nos llenemos toda la humanidad de bellos pensamientos para nosotros y para todos los que nos rodean, que sepamos respirar y cuando decidamos dejar nuestro cuerpo no lo hagamos con dolor sino con el soplo del espíritu divino.
El quinto rezo es dirigido a la madre Agua, a nuestros sentimientos, que todos nuestros sentimientos se transformen en Amor, el día que todos transformemos nuestros sentimientos en Amor el agua de la Madre Tierra fluirá pura y libre por todo el planeta.
El sexto rezo esa dirigido a nuestros antepasados, nuestros amados ancestros, nuestras 70 veces 7 generaciones, que despierte la memoria ancestral y podamos volver a ese conocimiento y sabiduría.
El séptimo rezo es a las futuras generaciones, que somos nosotros, aquí y ahora, eterno presente que florece, que sepamos manifestar lo que manifestamos con amor, que podamos despertar la consciencia en toda la humanidad.
Soy el Poder dentro de Mi
Soy el Amor del Sol y la Tierra
Soy el Gran Espíritu y Soy Eterna.
Mi Vida esta llena de Amor y Alegría.
Abuela Margarita
Cuando el indio lleva a cabo el rito del Calumet, saluda al cielo, a la tierra, y a los cuatro puntos cardinales, ya sea «ofreciéndoles» la Pipa, cuyo cañón presenta, como lo quiere, por ejemplo, el ritual de los sioux, ya dirigiendo el humo hacia las direcciones indicadas y a veces también el «fuego central»5 —el agni védico— que arde ante el oficiante; el orden de estos gestos puede variar, pero su plan estático es siempre el mismo, ya que constituye el esquema doctrinal, dogmático si se quiere, que será actualizado por el rito.
Conforme a algunos usos rituales, comenzaremos nuestra enumeración con el Oeste: este «Viento del Oeste» trae el trueno y la lluvia, es decir, la Revelación y también la Gracia; el «Viento del Norte» purifica y da la fuerza; del «Este» viene la Luz, y, por tanto, el Conocimiento, que, según la perspectiva india, están en relación con la Paz; el «Sur» es la fuente de la Vida y del Crecimiento; allí es donde empieza el «buen Camino rojo», la Vía de la dicha y la felicidad. Así es como el Universo depende de cuatro determinaciones primordiales, a saber:
el «Agua», el «Frío», la «Luz», y el «calor»; la primera, el «Agua», no es otra cosa que el aspecto positivo de la oscuridad, que normalmente debería oponerse a la luz como el frío se opone al calor; el aspecto positivo de la oscuridad es, en efecto, su cualidad de «sombra» que protege contra la fuerza desecante del sol y que produce o favorece la humedad; es necesario que el cielo se oscurezca antes de poder dar la lluvia, y que Dios manifieste la Cólera —el trueno— antes de conceder la Gracia, cuyo símbolo natural es la lluvia. En cuanto al «frío» —del Viento santificante y purificador que da la fuerza»—, su aspecto positivo es la pureza, de modo que podría oponerse la «Pureza» del Norte al «Calor» del Sur como se opone la «Lluvia» del Oeste a la «Luz» del Este; la relación entre el «Frío» y la «Pureza» es evidente: las cosas inanimadas y, por tanto, «frías», es decir, los minerales, no están sujetas a la corrupción como los seres animados y, por tanto, «calientes». La «Luz» del Este, ya lo hemos dicho, es el «Conocimiento»; el «Calor» es la «Vida» y, por consiguiente, el «Amor» y también la «Bondad», la «Belleza», la «Felicidad».
Hago humo sagrado; De esta manera hago humo; ¡Que todos los pueblos lo miren! Hago humo sagrado; ¡Que todos estén atentos y miren! ¡Que los seres alados y los cuadrúpedos estén Atentos y lo miren! De esta manera hago humo; ¡En todo el Universo se alegrarán!