La diferencia entre el papa Francisco
y muchos eclesiásticos o religiosos
es que dice lo que cree: hace y vive lo que dice
HACER LO QUE DECIMOS
HACER LO QUE DECIMOS
Hablamos y oramos por la fraternidad,
y no nos queremos conocer ni vernos.
Hablamos y
oramos por la unidad,
y somos chismosos y maledicentes.
Hablamos y
oramos por la renovación,
y no nos convertimos ni cambiamos.
Hablamos y
oramos por la Justicia,
y exigimos lo que nos conviene egocéntricamente.
Hablamos y
pedimos por
los derechos humanos,
y nos olvidamos de nuestros deberes.
Hablamos y
pedimos por la solidaridad universal, y abandonamos
a nuestros padres.
Hablamos y
firmamos manifiestos, declaraciones generales,
y no escuchamos al vecino.
Hablamos y
oramos por La Paz,
y nunca pedimos perdón al prójimo.
Hablamos y
pedimos por la Democracia,
y no somos tolerantes
ni tenemos buen talante.
Hablamos y pedimos
la participación,
y no hay espacio ni tiempo para el diálogo.
Yanka
SEAN MÁS DE LOS QUE MENOS
HAGAN MÁS Y HABLEN MENOS.
SEAN DE AQUELLOS QUE DICEN "SE PUEDE HACER"
Y NO DE LOS QUE EXPLICAN
"PORQUE NO SE PUEDE HACER.
"PORQUE NO SE PUEDE HACER.
SEAN MÁS DE AQUELLOS QUE INSPIRAN CONFIANZA
A LOS DEMÁS Y MENOS DE LOS
QUE ARROJAN UNA PONCHERA DE AGUA FRÍA,
SOBRE LOS QUE CAMINAN HACIA ADELANTE.
QUE ARROJAN UNA PONCHERA DE AGUA FRÍA,
SOBRE LOS QUE CAMINAN HACIA ADELANTE.
SEAN MÁS DE LOS QUE SE INTERESAN
EN LOS PROBLEMAS
Y HACEN ALGO,
MENOS DE LOS QUE SE SIENTAN
COMO ESPECTADORES
Y SE DEDICAN A DESCUBRIR ERRORES.
EN LOS PROBLEMAS
Y HACEN ALGO,
MENOS DE LOS QUE SE SIENTAN
COMO ESPECTADORES
Y SE DEDICAN A DESCUBRIR ERRORES.
SEAN MÁS DE LOS QUE HACEN HINCAPIÉ
EN LO QUE ESTA BIEN EN EL MUNDO,
Y MENOS DE LOS QUE ESTÁN SIEMPRE CRITICANDO
EN LO QUE ESTA BIEN EN EL MUNDO,
Y MENOS DE LOS QUE ESTÁN SIEMPRE CRITICANDO
LO QUE ESTA MAL.
SEAN MÁS DE LOS QUE PRENDEN VELAS
Y MENOS DE LOS QUE LAS APAGAN".
Y MENOS DE LOS QUE LAS APAGAN".
SEAN MÁS DE LOS QUE ABREN PUERTAS
Y MENOS DE LOS QUE LAS CIERRAN.
Y MENOS DE LOS QUE LAS CIERRAN.
Isaías 1,10.16-20
Oíd la palabra del Señor,
príncipes de Sodoma, escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra:
"Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Cesad de obrar
mal, aprended a obrar bien; buscad el derecho, enderezad al oprimido;
defended al huérfano, proteged a la viuda. Entonces, venid y litigaremos -dice el
Señor-. Aunque vuestros pecados sean como púrpura, blanquearán como nieve; aunque
sean rojos como escarlata, quedarán como lana.
Si sabéis obedecer, lo
sabroso de la tierra comeréis; si rehusáis y os rebeláis, la espada os comerá. Lo ha
dicho el Señor.
Mateo 23,1-12
En aquel tiempo, Jesús habló
a la gente y a sus discípulos, diciendo: "En la cátedra de Moisés se han sentado los
escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que
ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e
insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a
mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente:
alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros
puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan
reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en
cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos
vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque
uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque
uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro
servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido".
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