EL Rincón de Yanka: SIN RENOVACIÓN NO HAY RENOVACIÓN CARISMÁTICA: SIN CONSTANTE RENOVACIÓN TODA CORRIENTE O MOVIMIENTO SE ANQUILOSA Y SE APAGA

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sábado, 14 de junio de 2014

SIN RENOVACIÓN NO HAY RENOVACIÓN CARISMÁTICA: SIN CONSTANTE RENOVACIÓN TODA CORRIENTE O MOVIMIENTO SE ANQUILOSA Y SE APAGA




La RC no ha inventado nada nuevo... no añade nada nuevo a lo que ya existía en el corazón y en la historia de la Iglesia. La historia de la Iglesia es la historia de 2000 años de acción del ES. Toda esto está enraizado en el perpetuo pentecostés en el que vive la Iglesia. Todos los dones que el hace que surjan en la Iglesia deben ser acogidos con gratitud (LG 12) y en realidad nuestra oración debe ser siempre que el ES infunda su poder en la Iglesia aumentando sus carismas (santidad, ante todo) para hacerla mas fecunda. 


• La RC: revitaliza lo que ya existe, por ello es un don de profunda renovación espiritual que cabe dentro de todos los estados de vida y en todos los ámbitos...es un fuego que esta disponible a quemar a todos e incendiar el campo de la Iglesia.

• La experiencia de la Renovación es fruto de lo que ya existe en la Iglesia. Pues la experiencia no antecede a la existencia...mas bien, la experiencia vivida es un aspecto de lo que ya la Iglesia nos enseña y es parte de su vida, del tesoro que posee en su seno materno. 

• El cristianismo es ser, y de ese ser se experimenta. Por ej. El ES es el alma de la Iglesia, su fuerza, su luz, su sabiduría y fecundidad.... 

¿Qué ha experimentado la RC? Nada más que eso. 

• La experiencia es la actualización vivida de la verdad ya contenida en el seno de la Iglesia. La RC abarca ambos: la existencia y la experiencia- toma de lo ya existente en la vida de la Iglesia y lo experimenta en su propia vida. Una identidad particular: que las verdades de la fe han sido comprendidas ante todo por una experiencia vivida.



Actualiza los efectos interiores y los signos exteriores de Pentecostés: 

El derramamiento particular del ES en la Iglesia después del Concilio, dirigió nuestra mirada al Cenáculo.

Para comprender con profundidad esta Renovación en el ES, suscitada por Dios mismo en nuestros días, es necesario asomarse una vez mas a la experiencia que tuvieron los Apóstoles el domingo de Pentecostés y valorar cada uno de los elementos o signos que constituyen la riqueza inagotable de aquella efusión del ES. 

La extraordinaria efusión del ES en los congregados en el cenáculo se manifiesta con ciertos signos externos que orientan la atención y descubren, en lo posible, la experiencia interna del Espíritu en los Apóstoles. Los signos son reales, aunque su propósito es dirigir a la acción interior. 



Signos de Pentecostés: Conversión personal, apertura a carismas, formación de comunidad y poder evangelizador.

-viento: pues el ES no se ve pero su acción es real, sopla cuando quiere como quiere y lo único que necesita para hacerlo es nuestra docilidad. El viento se percibe por efectos que produce.

-ruido: pues el ES mueve evoca la alabanza, el clamor, la exclamación, las lenguas, los cantos...

-fuego: pues el ES es el fuego santificador, que consume al hombre viejo y lo purifica; lo hacer arder de caridad y lo enciende para ser testigos de su poder en el mundo entero. Fuego....santidad y misión.

-temblor: pues el ES zarandea, conmueve hasta lo mas íntimo del corazón del hombre- removiendo las raíces del pecado y arrancando el miedo que paraliza y acomoda.
-forma comunidad: hace que los que le reciben se congreguen en comunidades de amor, de oración y de servicio.
En Pentecostés vemos la dimensión expresiva de la fe: los gestos que revelan lo que vive el corazón. La fe con rostro y gestos....(JPII, primer reunión: "Gracias" por la expresión de su fe. Por los cantos, las palabras y los gestos. Es una revolución de la expresión viva de la fe que es además de materia de la inteligencia, es materia del corazón. Muchas veces, esta dimensión ha estado ausente.”

Pero con principios indispensables:
Y para que esto se diera habían dos principios indispensables e irrenunciables: Estar con la Virgen María y con Pedro. O sea, el principio mariano y el petrino.......dos pilares fundamentales de la vida de la Iglesia y de la acción del ES. Con la apertura mariana para recibir el Espíritu, con la humildad de estar en oración con la madre de la Iglesia, y con la obediencia al Cabeza de la Iglesia, o sea, vivir este carisma en el corazón de la Iglesia y para servirle.

¿Qué Características han sido propias de la RCC?

Siendo una gracia de actualización de Pentecostés, debe presentar las mismas características de aquella primera donación del ES:

1. Transformación interior, cambio de vida, conversión profunda:

• encuentro personal con Cristo Vivo, como Salvador y Señor y deseo de entregarse a Él.
• gusto por la oración personal y comunitaria. Por la intercesión: confianza en el poder de la oración.
• retorno a la contemplación y a la alabanza.

• la meditación asidua de la Palabra y de los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía.
• descubren a Jesús en una relación vital, descubren también que son hermanos en Cristo y sienten la necesidad de amarse y vivir la comunión fraterna de hermandad, como don manifiesto del Espíritu.

• disponibilidad a las acciones del ES y al discernimiento, luces interiores.

• conciencia mayor de la necesidad de la sanación interior, de llegar a las heridas de nuestros pecados y raíces de nuestra conducta o rasgos de comportamiento.

• liberación de los obstáculos y ataduras del corazón, remueve las trabas, derriba muros y dispone para que el ES pueda actuar con libertad.

• despertar de la acción poderosa de Dios en los eventos de la vida humana.



2. Dinamismo evangelizador para edificar a la Iglesia: 

Veo a la renovación como lo sucedido en Pentecostés: en el cenáculo, reciben la efusión del Es, pierden el temor (PARRESÍA), reciben carismas y salen.......a todo el mundo a ser testigos de la gracia recibida.

• sentido de comunidad y fraternidad: grupos de oración, comunidades de mayor compromiso... apostolados en todos los campos...

• deseo de proclamar a todo el mundo el kerigma fundamental, el anuncio del Evangelio.. A todas las naciones, en todos los ámbitos, hambre por dar a conocer al Señor.

• apertura a los carismas del ES, a la alabanza, lenguas, profecía, visión, intuición, etc.. sanación, milagros para el bien común... 

• Muy típico: Congregarse para glorificar a Dios y para meditar en su palabra. (Conferencias...)

• espiritualidad que toca a todas las espiritualidades: renueva y vitaliza todas las corrientes espirituales que el ES hacho surgir a lo largo de la historia de la Iglesia. No arranca de las raíces propias, sino que le inyecta una particular fuerza. Es un don para todos.


JPII: “Estoy convencido que este movimiento es signo de la acción del ES”. "Una gracia dirigida a santificar a la Iglesia, a renovarla en su gusto por la oración, para redescubrir con el ES el sentido de la gratuidad de su don, de gozosa alabanza, de confianza en la intercesión... y ser convertidos en una fuente de evangelización” (Enero 1987]

«Deseo que la espiritualidad de Pentecostés se difunda en la Iglesia, como empuje renovado de oración, de santidad, de comunión y de anuncio» JPII en 2004

Para responder a los desafíos de la Iglesia y del mundo contemporáneo.

Pablo VI dijo: “Debe darse una renovación, un rejuvenecimiento del mundo. Debe darse de nuevo una espiritualidad, un alma, un pensamiento religioso al mundo, deben abrirse de nuevo los labios cerrados a la oración, abrirse el canto, a la alegría, al himno, al testimonio. Porque hoy, o se vive con devoción, con profundidad, con energía y con gozo la propia fe o se le pierde” O sea, debía vivirse la fe con un nueva fuerza y debía evangelizarse con un nuevo ardor, un nuevo método y una nueva expresión... Una que apelara y llegara al corazón del hombre moderno.

JPII, 30 de mayo 1998 (vigilia de Pentecostés en el año del ES): “ los movimientos eclesiales son una respuesta, suscitada por el ES, a este dramático desafío del fin del milenio”.

En una hora oscura...... El Espíritu Santo mandó su rayo de luz.... en una hora peligrosa envió su consuelo y su fuerza, en una hora oscura mandó su luz. En una hora fría mandó su fuego. Y por ello, “Esta generación, dijo Pablo VI, a los lideres de la renovación, puede proclamar en voz alta, al mundo, la gloria y grandeza del Dios de Pentecostés. Esta gracia debe ser explotada en plenitud. “Vivimos en la Iglesia un momento privilegiado del ES”. (PVI)
La Iglesia y el mundo necesitan mas que nunca que el prodigio de Pentecostés se prolongue en la historia”. (1974)

“Estoy convencido que es un signo de la acción del ES, “una manifestación elocuente de lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias”. (JPII) 

-El mundo necesita mucho de esta acción del ES y de muchos instrumentos para esta acción por que la situación del mundo es muy peligrosa. El materialismo se opone al espíritu...y hay muchas clases de materialismo. Es la negación de lo espiritual y por ello, se requiere la acción del Espíritu.
Para hacer memoria, dijo el Siervo de Dios, JPII en la carta apostólica al inicio del Tercer Milenio: es necesario descubrir las luces de lo hechos pero también sus sombras.
Madurez Eclesial

Estos dos medios, comunión con la Iglesia y fidelidad a la doctrina, presentados tan claramente a la RC por Papa Pablo VI, son el camino claro para que la RC viva y avance con madurez eclesial.

El Siervo de Dios JPII dijo el 5 de Junio, 1998: ¡Cuánta necesidad existe hoy de personalidades cristianas maduras, conscientes de su identidad bautismal, de su vocación y misión en la Iglesia y en el mundo! ¡Cuánta necesidad de comunidades cristianas vivas! Y aquí entran los movimientos y las nuevas comunidades eclesiales: son la respuesta, suscitada por el Espíritu Santo, a este dramático desafío del fin del milenio".

“Se abre una etapa nueva ante los movimientos, "la de la madurez eclesial" (ib., n. 6). También las comunidades carismáticas están llamadas hoy a dar este paso, y estoy seguro de que el International Catholic Charismatic Renewal Services podrá desempeñar un papel importante con vistas a la maduración de la conciencia eclesial en las diversas comunidades carismáticas católicas esparcidas por el mundo. Lo que dije en aquel momento en la plaza de San Pedro os lo repito a todos vosotros reunidos en Rímini: "La Iglesia espera de vosotros frutos "maduros" de comunión y de compromiso" (ib.).

¿Que es la madurez eclesial? Según nos explica Mons. Stanislaw Rylko (presidente del consejo pontificio para los laicos

• una clara conciencia de la vocación en la Iglesia en cuanto a movimiento eclesial: tener claridad de la identidad y de la misión.
• quiere decir también amor por la Iglesia, por el Papa, por los obispos. Sentir con la Iglesia.
• quiere decir fidelidad al magisterio de la Iglesia. 
• pasión misionera y evangelizadora. Urgencia la necesidad de un anuncio fuerte pero para ello, una sólida y profunda formación cristiana.
• fidelidad a sus propios carismas, que los vivan a fondo y no superficialmente y tengan valentía y autenticidad para comunicarlo a los demás. 
• un profundo sentido de comunión eclesial, también en referencia a los otros movimientos y comunidades. San Bernardo de Claraval sobre este tema: "yo los admiro a todos, pertenezco a uno de ellos por la observancia, pero a todos en la caridad. Tenemos necesidad todos los unos de los otros, el bien espiritual que yo no tengo ni poseo lo recibo de los otros". Este es un componente esencial de la madurez eclesial, aprecio todos lo dones y movimientos, porque en cada uno veo el mismo principio activo y este principio activo es el Espíritu Santo.
• Ser escuelas de comunión: JPII alentó a la RC a ser «signo viviente de esperanza, faro de la Buena Noticia de Cristo para los hombres y las mujeres de nuestro tiempo». Lo que significa, añade, ser «auténticos testigos» en «cordial unión con los sucesores de los apóstoles», los obispos, y de esa verdad que tanto necesita hoy el mundo. Las comunidades carismáticas, concluye el Papa, tienen también el gran desafío que el nuevo milenio plantea a la Iglesia: ser «la casa y la escuela de la comunión».
En un gesto elocuente, JPII, eligió Pentecostés 1998, en el año dedicado al ES, para congregar a todos los movimientos eclesiales que ponen de manifiesto de manera vital la acción del ES, y al hacerlo quiso en un gran cenáculo, alrededor de la Eucaristía, fortalecer la comunión con Pedro, quien tiene como sucesor del Apóstol que custodiar y promover. Quiso con esto que los movimientos dieran un “testimonio común” ante la Iglesia y el mundo. Dicho congreso fue promovido oficialmente por el Pontificio Consejo para los Laicos quien formalmente invitó a un representante de la RC a presentar al Santo Padre en nombre de todos los movimientos, los votos de fidelidad a Su Santidad y a la Iglesia.

La RC como todos los movimientos ha sido llamada a la madurez eclesial......... descubrirse como un componente de toda la obra de renovación que el ES está haciendo en la Iglesia.



¿Cuáles son los frutos de este movimiento? ¿Qué produce?
La Renovación no es igual en el mundo entero; pero donde florece vemos estos frutos:

1. UNIÓN ÍNTIMA CON DIOS

Debido a que la Renovación Carismática es un movimiento de oración y una corriente de gracia, produce un conocimiento íntimo de Dios en los que se involucran en el movimiento. Jesús busca a todos para que vivan en Él. Pero muchos, aún siendo cristianos, nunca llegan a entrar en el misterio de Jesucristo. Una de las metas de Jesús a través de este movimiento espiritual es unirse más a sus discípulos.

2. COMUNIDAD CRISTIANA - Y - AMOR FRATERNAL

Como lo hemos dicho, la Renovación se manifiesta en Grupos de Oración. Una de las metas del Movimiento es producir comunidades de hermanos. El Bautismo en el Espíritu despierta amor por los hermanos en el corazón del cristiano, amor que se vive en comunidad, la cual el Señor la da para vivir unidos en la fe. Esta comunidad no aparece enseguida; requiere un constante trabajo de amor, perdón, sacrificio, y servicio para construirla.

3. AMOR A LA IGLESIA

Un fruto del Bautismo en el Espíritu Santo y de estar en la Renovación es un despertar de amor a la Iglesia.

Esto se manifiesta de muchas maneras:

a) Los sacramentos llegan a ser fuentes vivificadoras. Los ritos que antes eran mecánicos en la vida de muchos ahora se viven profundamente;
b) En particular, nace en el corazón un amor profundo a la Eucaristía. El que ha sido despertado en el Espíritu Santo tiene hambre de Jesús Sacramentado y un deseo de unirse con sus hermanos en la celebración de la muerte y resurrección del Señor;
c) Las prácticas Católicas tienen nueva fuerza. Muy a menudo las cosas aprendidas de niño ahora reciben una nueva luz; el Espíritu Santo penetra las prácticas y las transforma: ahora no son rutinarias, sino fue fuentes de poder. Así, ahora se aprecian más el Rosario, el Viacrucis y las Novenas porque uno las ora con el Espíritu Santo iluminando por dentro.

d) Muchos reciben el don de perdonar a la Iglesia. Hay gente que en algún momento de sus vidas han tenido malas experiencias con la Iglesia: un sacerdote que le regañó; una monjita que le maltrató; un hermano de la Iglesia que le defraudó. Y esa herida se lleva por muchos años. El Señor sana esas heridas con la experiencia del Bautismo en el Espíritu Santo y le lleva a integrarse de nuevo en el rebaño.

4. PODER EVANGELIZADOR

Este movimiento del Espíritu Santo tiene como meta el capacitar discípulos para la obra de la evangelización.
Los carismas se dan para que la gente evangelice. De hecho, se puede notar que los carismas son más poderosos cuando se utilizan para llevar la Buena Nueva a los que no conocen a Jesús. La Renovación Carismática es una herramienta de evangelización en las manos del Señor.

5. COMPROMISO

Mucha gente tiene dificultad con el compromiso; no pueden perseverar, no pueden ser fieles. Vemos hoy día el gran problema de los matrimonios; muchos esposos no son fieles unos a otros. En la vida cristiana, Dios requiere un compromiso de sus discípulos. El Espíritu Santo da el don de la perseverancia y el poder para cumplir un compromiso.

6. DIMENSIÓN ECUMÉNICA

La palabra "ecumenismo" se refiere al compartir entre cristianos. Cristianos son todos los que creen en Jesucristo como Dios y Salvador y están bautizados en Él. Por eso, se consideran Cristianos los Católicos; los Ortodoxos Orientales; los Luteranos; los Anglicanos; los Metodistas; los Bautistas; los Evangélicos; los Pentecostales. (Los Adventistas y los Testigos de Jehová, por no creer que Jesús es Dios, no son aceptados como cristianos; tampoco los Mormones).

Debido a que la Renovación Carismática ha entrado en todas estas congregaciones e iglesias, este Movimiento del Espíritu ha contribuido a tener una base común para compartir entre los cristianos. De hecho, ha habido varias agrupaciones de “pentecostales y carismáticos” donde el Señor ha sido alabado poderosamente en unidad.

Aquí presento algunas guías:

a) "Ecumenismo" es un respeto mutuo y un compartir entre cristianos; no es "unidad eclesial", la cual es el deseo del Señor. Ecumenismo es un paso en el camino, no es la meta;
b) El Católico que comparte con hermanos separados se queda Católico con todas las prácticas, disciplinas y creencias Católicas. Compartir con otros hermanos no quiere decir perder la fe de uno.
c) Pero hay un respeto mutuo y un acuerdo que uno no va a "hacer prosélitos", es decir, no va a tratar de convertir. No hay nada más dañino para los grupos ecuménicos que empezar a “robar ovejas”;
d) Algunos grupos de cristianos son anti-Católicos. Es cierto que hay algunas sectas pentecostales que son increíblemente violentas contra las doctrinas de la Iglesia. Con estos grupos no hay ninguna posibilidad de ecumenismo. (Es importante saber que entre pentecostales, el anti-Catolicismo es especialmente fuerte entre los hispanos).
e) Un Católico que es débil en su fe no debe mezclarse tanto en cosas ecuménicas por el peligro de confundirse.
f) Es importante que todos tengan una actitud de amor, perdón y respeto en cuanto a los demás. Los Católicos en particular deben resistir la tentación de echar culpa a otros. Muy a menudo un Luterano o un Anglicano nació en su propia iglesia y la “culpa” de división no es de él. Viene de siglos atrás.

ALGUNOS PELIGROS EN LA RENOVACIÓN

1. Exceso de emocionalismo;
2. Creerse los únicos verdaderos cristianos;
3. "Iluminismo". Es la falsa creencia que Dios sólo instruye a través de profecías y pensamientos interiores. Este es un rechazo de la autoridad de la Iglesia, la cual es enseñada por la Biblia;
4. Manipulación de carismas y poder espiritual. Uno puede abusar los dones del Espíritu, tratando de utilizarlos para que la gente haga ciertas cosas;
5. Desprecio de necesidades materiales: por ejemplo, no cuidar la familia; no envolverse en servicios prácticos, etc.;
6. Discernimiento propio y no compartido; es decir, tener la tendencia a creer que Dios me habla a mí solo y nadie me puede decir nada.

7. Elitismo y orgullo espiritual

8. Preocupación con milagros

9. Preocupación con espíritus malignos



La conclusión después de ese tiempo, fue que la Renovación Carismática Católica, en el punto en que se encuentra hoy, está necesitando, valga la redundancia, una “renovación”. Como toda renovación, esto implica beber nuevamente de sus fuentes originales, y ver en qué cosas se ha fallado, o donde se produjeron desvíos. También hay que aplicar la regla de discernimiento más importante que nos ha enseñado el mismo Jesús: “el árbol se conoce por sus frutos”, y preguntarse: “el árbol de la Renovación Carismática ¿da realmente los frutos para los que fue plantado por el Espíritu Santo?”.




¿Hacia donde va la RC? 



No lo se, solo puedo dar mi humilde parecer. ¿Como veo a la RC según mi propia aunque limitada experiencia? Lo pensé en la Vigilia Pascual: la hoguera que ardía con grandes llamas, donde todos venimos a orar y de allí entramos en la Iglesia.....y de el cirio que se prendió con el fuego de la hoguera, se prendieron cada una de nuestras velas..... la Iglesia que estaba oscurecida por la falta de luz, se iluminó con el fuego de cada vela........Así veo a la RC como una hoguera en el corazón de la Iglesia... y de ella muchos cogen el fuego que prende sus propias velas, grupos, movimientos, apostolados.... y con ese fuego encienden la Iglesia. La RC, según mi pobre entender, será una hoguera en donde muchos se prenden y luego se van a servir a la Iglesia donde ella las necesite. Porque el Señor nos dice: “Yo he venido a traer fuego sobre la tierra y ¡como desearía que ya estuviera ardiendo” (Lc 12, 19) 



La misión de la RC, creo yo, es encender el fuego...expandirlo.. entregarlo y que cada vela se prenda en el rincón que la Iglesia necesita.


desterrar la envidia, 
hacer una hoguera más, o sea, 

morir al propio YO individualista y egoísta que busca 

la gloria y asumir, en su lugar, el YO grande, inmenso 

de Cristo y de su Iglesia. 



Inflama, oh 

Padre, nuestros corazones 

con el Espíritu de tu amor, 

para que pensemos y obremos según tu voluntad, y 

te amemos en los hermanos con corazón sincero. 
Por Jesucristo Nuestro Señor". 


AMEN.


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EXAMEN DE CONCIENCIA 
como servidor de la Renovación Carismática
(Sin examen de conciencia no hay arrepentimiento)

“Se os pidió despojarse del hombre viejo 
al que vuestras pasiones van destruyendo, 
pues así fue vuestra conducta anterior,
y renovarse por el espíritu desde dentro.”.
Ef 4, 22-23

"No entristezcan al Espíritu santo de Dios; 
Éste es el sello con el que vosotros fuisteis marcados 
y por el que serán reconocidos en el día de la salvación.
Ef 4, 30

"Hay un remedio para las culpas, reconocerlas". 
Franz Grillparzer

Antes que nada pedimos al Espíritu Santo, 
la Sabiduría para RECONOCER nuestros pecados, 
la Gracia para arrepentirnos de ellos 
y el Temor (Respeto) de Dios para no ser indiferentes 
a Su Real Causa: Su Reinado.

Yo confieso que he dividido a la renovación por mi soberbia, mis celos, mis envidias, mi egocentrismo egotista y ególatra, por mis normas y códigos. He contribuido a deshacer los puentes de Dios y de la comunidad y de la fraternidad. 
Hemos pasado de la simpatía empática de Dios a la antipatía de los hombres: mira como se odian y se desunen esos antípáticos para todo el pueblo entero.

Yo confieso que soy dominante y controlador. Soy perfeccionista y muy exigente en lo que hacen los demás hermanos. Me gusta tomar decisiones sin contar con la comunidad para hacer siempre lo que quiero yo creyendo que es lo perfecto. Porque hago mi voluntad. O no tomo ninguna decisión cometiendo pecado de omisión.

Yo confieso que he pensado más en mis razones o conveniencias sin pensar en las consecuencias de la división entre hermanos y grupos. Porque he elegido lo urgente por lo importante; he cambiado los medios en fines; y, he  usurpado Su pertenencia, Su propiedad y Su Gloria.

Yo confieso que como ministerio de alabanza he centralizado y controlado todos los carismas. Descuidando el mayor carisma que es el Amor de Comunión y dejando a algo secundario lo que es principal en la renovación:

"LA PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA KERIGMÁTICA" Y EL DISCERNIMIENTO DE NUESTROS MAESTROS.

Yo confieso que he expulsado y separado a nuestros jóvenes de nuestros grupos y encuentros generales. No he querido delegar ni ceder el ministerio. No he tenido la paciencia y la pedagogía con los nuevos servidores como la que yo sí tuve de mis servidores cuando empezaba en esta corriente de gracia que yo he ayudado a estancar...

Yo confieso que he entristecido al Espíritu Santo por mi hipocresía, mi incoherencia, mi frialdad con mi prójimo; mis miedos, mis ídolos, mi ingratitud, mi arrogancia, mi superficialidad, mi tibieza, mi indiferencia.

Yo confieso que he buscado la gratificación de mis obras y mis devociones, y no he dejado a Dios ser Dios. De perder el respeto al Mismo Dios. De que no me doliera que siempre me esté repitiendo su mensaje en su palabra. De no hacerle caso. De no quebrantarme. De no dar más testimonio de vida. De no ser testigo de su amor.... De no hacer llevar más hermanos a la fuente de Vida Misma.

Yo confieso de no ser testigo de su Gratuidad; de no ser místico en la acción. De confiar más en mi ascética.

Yo confieso ante Dios Todopoderoso, 
y ante vosotros hermanos de la Renovación Carismática 
que he pecado mucho 
de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, 
a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, 
que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor. 
Amén.

¡Que El Señor nos renueve y nos despierte...Amén!


VER+:

Un movimiento mundial, pero no uniforme, ni unificado. No tiene fundador particular, ni un grupo de fundadores como muchos otros movimientos.