EL Rincón de Yanka: EXCUSAS

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sábado, 3 de mayo de 2025

LIBRO "UN VIRUS RECORRE EL MUNDO: EL VIRUS DEL LIBERALISMO" por CARLOS X. BLANCO 〰🔆


UN VIRUS RECORRE EL MUNDO

EL VIRUS DEL
LIBERALISMO

CARLOS X. BLANCO

Nunca fue tan engañosa la raíz de una palabra: liberalismo. Liber, libre… Pero ¿quién va ser libre con respecto a qué? No se trata aquí de la persona, que supuestamente se libera de poderes que la envuelven y aplastan. Antes bien: se libera la Economía respecto del poder político. Nunca se cometió mayor aberración en la historia de los pueblos civilizados, libertando a las peores fuerzas e instintos crematísticos, esclavizando al ser humano sometiéndolo a un becerro de oro. Esta es la causa de la muerte de Europa. 
Carlos X. Blanco nació en Gijón (1966). Doctor y profesor de Filosofía. Autor de varios ensayos y novelas, así como de recopilaciones y traducciones de David Engels, Ludwig Klages, Diego Fusaro, Costanzo Preve, entre otros. Es autor de los libros La insubordinación de España y Ensayos antimaterialistas, coordinador de las obras El Imperio y la Hispanidad, co-autor de Pandemia contra España y del estudio introductorio de Tiempo de incertidumbre: 
El final del franquismo y la transición según la CIA estadounidense, todos ellos publicados por Letras Inquietas. También colabora de manera habitual con diferentes medios de comunicación digitales.

INTRODUCCIÓN

Un virus recorre el mundo, y recorre Europa. Es el virus del liberalismo.

Este virus, auténtico parásito cultural, no posee vida propia. Su actividad seme­ jante a la vida, pues toda ella es depredación y reproducción, carece no obstante de motor propio. Es una actividad que destruye aquello en donde se aloja.
El virus del liberalismo hizo su aparición en medio del orbe cristiano, ese orbe que después se llamó Europa. El virus promovió y, a la vez, obtuvo ventajas de la disolución de la comunidad tradicional. Ésta comunidad era, en realidad, un complejo organismo en donde el trabajo y su heterogeneidad se veían prote­gidos. Las propias profesiones se autorregulaban y se establecían los debidos procedimientos contra la chapuza, el intrusismo y la falta de mérito. Las comunas rurales o urbanas protegían a los pobres y creaban, bajo redes tupidas y sólidas, un "estado asistencial" que luego el liberalismo, como haría con los gremios, barrería del mapa.

Los reyes anteriores al virus no eran absolutos, pues el Rey de Reyes, aquí en la Tierra, un emperador, y allá en el Cielo, el propio Dios Padre, pediría cuen­tas y clamaría justicia. Los reyes no eran absolutos, pues el Pueblo y la Iglesia eran entidades de derecho propio, que sabían y podían detectar tiranos y, llegado el caso, resistirse a ellos. Asambleas y sínodos, jerarquías y cuerpos intermedios, principios de subsidiariedad y derecho natural protegían al hombre de cualesquiera reduccionismos. Protegían a la persona del virus liberal.

La Edad Media fue denostada, condenada. Significativo nos parece que la invención y propagación del término, asociado al mismo auge del absolutismo, aconteciera en la Europa de finales del siglo XVII, en los albores de una Ilustra­ción en la cual las "luces" disiparían unas supuestas tinieblas que se superpo­nían entre la antigua luz diáfana de los clásicos (Grecia y Roma) y la luz triun­fante del capitalismo "moderno". Lo "moderno" fue, entonces, el proceso de se­cularización del yo protestante. Ese yo suelto (absoluto) que se reclama intér­prete único y dialogante íntimo y sin mediadores con el Altísimo, que rinde cuentas sólo ante él sin Madre ni Maestra (la Iglesia se atomiza), quiere decirse el yo suelto propio de los protestantes, deviene el yo-ciudadano (productor-consu­midor) que en un capitalismo desbocado también se atomiza, descoyuntando la comunidad orgánica que tan alto grado de civilidad había alcanzado de forma católica (universal) en torno al siglo XIII.

Nada más lejos de la luz que este "liberalismo": tiniebla satánica, verdadero ocaso de la Universalidad Cristiana que trabajosamente se había tratado de re­componer en suelo cristiano tras la caída de Roma. La llamada Edad Medía,y su continuidad legítima, el Imperio de la Monarquía Hispánica, fue un katehon, el espíritu de resistencia y recomposición de esa Unidad Espiritual, que también es unión político-militar, del Imperium. El cristiano civilizado, consciente de su mi­sión y de las posibilidades de su alma y su sangre, nunca había renunciado a re­componer esa verdadera Comunidad Superior bajo la cual se amparan y "nidifi­can" todas las demás comunidades orgánicas (rural, feudal urbana) y agrupacio­nes estamentales: 

esto es, el Imperio. La protección del desvalido, el apoyo mu­tuo de los estamentos, la lealtad personal, la protección de los "derechos", todo cuanto de humanismo y civilidad se atesoró tras las invasiones bárbaras, vino a consolidar un fermento para la nueva Civilización:esa que renace con los recon­quistadores asturianos en las montañas del Norte, cuna de la Hispanidad. Esa que renace con Carlomagno y el sueño hecho realidad de un imperio franco-ro­mano, preludio destellante del mucho más duradero Sacro Imperio Romano Ger­mánico. Esa que renace tras el órdago protestante y la inmensa presión oto­mana: la resistencia neomedieval de la Monarquía Hispánica.

Pero el katehon enflaquece a partir de la derrota de los Austrias españoles y de la Iglesia combatiente. A Europa le entra un virus. Todo virus es parasitario, destructivo, simula la vida y no es verdadera vida. El virus del liberalismo fue tan catastrófico y letal como el virus Covidl 9, o más. Al infectar a las sociedades europeas, ya en los inicios mismos de la llamada "Modernidad", millones de personas perecieron, preciosos monumentos de la Civilización Cristiana, como el propio concepto de "persona" y "caridad", sucumbieron. Este virus ejerció la clara misión "separadora" que la tradición asigna al diablo. Hermanos de sangre, como Caín y Abel, llegaron al asesinato por el vil oro. 

Las guerras de sectas, per­dida la Unidad Católica, regaron de sangre nuestra Europa (aunque la Península Ibérica, protegida desde lo Alto, conservó esa Unidad y, por ende, esa paz in­terna).Y mientras Europa se desangraba en los siglos XVI y XVII por obra de los sectarios, los turcos avanzaban sobre Viena. Mientras los capitalistas efectuaban su "acumulación originaria"(Marx) y las "leyes de pobres" se abolían (Polanyi), el virus no hizo sino extenderse, no pudo sino circular sin freno. 

El individualismo rebelde y hereje que la falsa teología difundió en la Europa del norte y del centro mutó muy pronto en un individualismo ético, económico, político. Quedó abolida la verdadera caridad, esto es, el amor al otro que consiste en verle como parte de la propia sangre y como aspecto de una misma comunidad orgánica ética. Ésta se disolvió por obra de una ideología que, al igual que todas, se formó como detritus procedente de lejanas filosofías. El empirismo y liberalismo fun­dante de un Locke no suponen sino un empobrecimiento de la lejana escolástica nominalista, ya de por sí decadente, una adaptación de ésta a un creciente mate­rialismo mecanicista, para el cual el hombre es, en potencia, mercancía, un bruto sin alma cuyo valor económico ha de realizarse.

Hoy en día, el liberalismo no se ve representado exclusivamente por los Es­tados Unidos y su cortejo de satélites anglosajones y sionistas. La propia existen­cia de la Unión Europea responde a la misma traición perpetrada en los comien­zos de la "Modernidad", con su despótica absorción centralizada de soberanías nacionales, con su sempiterna búsqueda de mecanismos que impiden coactiva­mente el proteccionismo económico de cada Estado-nación, con su sumisión desastrosa a los dictados globalistas... Quizá sea el hombre europeo el primer ejemplo de tipo de hombre civilizado, condenado en vida a la mercantilización de su persona, a la bestialización de su existencia. 

Otros tipos de hombre, v.gr. el romano, vieron cómo se barbarizaba por momentos, sin dejar de ser, en el fondo, aquello que un día fue, un punto de luz civilizada en la noche. Pero el europeo de hoy se oscurece, chapotea en el barro de su ignominia y relame su propia sucie­ dad. No es simplemente un civilizado tardío,un nuevo bárbaro. Es un esclavo, una hormiga humanoide. El liberalismo mundial ha previsto que sea el nuevo esclavo de un "tercer mundo" revanchista, la sustancia irreconocible de mil mes­tizajes, la puta que aporta su propia cama y el nuevo converso que muerde el polvo, orientado hacia desiertos que se extienden por las orillas norteñas del Me­diterráneo, hasta más allá, hasta una Hiperbórea perdida para siempre. Allá, en boreales latitudes será también en donde las arenas de Arabia y el viento seco de África derritan los hielos y se entierran las cruces de las iglesias.

La Civilización que creó el concepto de persona, sujeto libre de derechos, y el más fino y ajustado concepto de propiedad privada, como extensión de la pro­pia persona y nunca ajeno a la responsabilidad comunitaria, es también la Civili­zación que ha optado por el suicidio. Se ha expuesto al virus del liberalismo, en­tronizando la Economía por encima de la Política, pero la Economía meramente crematística, el afán de lucro a costa de los seculares fundamentos de su existencia: 
la propia noción de persona y la propia noción de propiedad privada. El neoliberalismo que asoma sus garras hoy en este negro horizonte es un virus ideoló­gico que no se conforma con colonizar y esclavizar naciones enteras, deteriorar el medio ambiente, anular la existencia religiosa y nacional de las masas. 

El neo­liberalismo es un virus que ataca directamente ala persona. Para ese afán de lucro, ya sobra la propia noción de "persona". Es una noción prescindible. Unos fondos de inversión opacos, robotizados, a locales, que actúan sobre todo el orbe terres­tre, tienen absoluta primacía sobre las masas humanas, reducidas hoy a la con­dición de hormigas, sin ideas ni sexo distinguibles, todas iguales, ambiguas en su piel, sin fe ni convicciones, débiles y desarraigadas...

Una reseña de 
La amenaza liberal
Nacido en 1966 en Gijón, Asturias, Carlos X. Blanco es profesor de Filosofía. Ávido lector de Oswald Spengler, Ludwig Klages, David Engels y Robert Steuckers, escribió varios ensayos, entre ellos La caballería espiritual. Ensayo de psicología profunda (2018), Ensayos antimaterialistas (2021) o La insubordinación de España (2021). Recientemente fundada, Éditions La Nivelle publica finalmente un breve ensayo, Le virus du liberalisme, la traducción francesa de El virus del liberalismo: Un virus recorre el mundo (2021) editado por Letras Inquietas.
Contrariamente a la tendencia actual, que nos hace ver a una derecha identitaria nacionalista europea desviándose hacia la adulación de Donald Trump, Elon Musk y el presidente argentino Javier Milei, Carlos X. Blanco desafía la ideología liberal en sus diversas facetas mortíferas al aplicar a su pensamiento "el método del análisis dialéctico [...], en esencia, holístico y funcional".

Así, señala que "la economía se libera del poder político", lo que fomenta la propagación del "virus del liberalismo [...], un verdadero parásito cultural, [que] no tiene vida propia. Su actividad vital, al ser pura depredación y reproducción, carece de motor propio". Sin embargo, "este virus ha favorecido y se ha beneficiado de la disolución de la comunidad tradicional". Cree que "el mundo actual es un mundo pornográfico". Ésta es la esencia última y radical del liberalismo y la expansión del modo de producción capitalista en su fase globalista. También ataca con insistencia la "globalización", que no es otra cosa que el nombre de moda que resume las tendencias expansivas, intrusivas y destructivas del capitalismo a escala planetaria". Según el autor, "el imperialismo estadounidense es el agente militar de la vanguardia y de la globalización forzada, entendida en el sentido estrictamente económico, globalización ejercida por el capital mundial". Sin embargo, "hoy en día, el liberalismo no está representado exclusivamente por Estados Unidos y su séquito de satélites anglosajones y sionistas". Mucho antes de la actual distorsión de las relaciones transatlánticas bajo los arietes del trío Donald Trump, J.D. Vance y Marco Rubio, Carlos X. Blanco ya previó que, para Estados Unidos, «la alianza actual con Europa es puramente circunstancial, y llegará el día en que se romperá. La injerencia de los sionistas, los rusos y los chinos, el conflicto con las fuerzas más expansionistas del islam, etc., tendrán algo que ver». La disociación actual es, en última instancia, bienvenida, especialmente si la ideología liberal "es la causa de la muerte de Europa".

El fracaso pseudoeuropeo

Estas fuertes consideraciones confirman un realismo sólido, en particular sobre el destino de la politogénesis europea. Europa es el juguete del americanismo y el sionismo. Carece de un verdadero ejército y su economicismo frenético impide una educación exigente y disciplinada de sus ciudadanos para una verdadera unión federal europea. El autor recuerda con mordaz ironía que «esta misma maravillosa Unión [...] permitió genocidios durante las guerras en la antigua Yugoslavia. Esta misma “unión de destino en lo universal” [...] recientemente encubrió y ocultó los vuelos secretos de la CIA". Más recientemente, canceló la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Rumania, tal como había instigado la organización de otra segunda vuelta para la elección del jefe de Estado austriaco en 2016. Argumenta además que «la Unión Europea es una unión de estados, pero no es en absoluto una unión de pueblos. Estados y pueblos: 

dos categorías conceptuales inconexas. Siempre se complace en hacer esta distinción beneficiosa. Pueblos y estados nunca son sinónimos ni intercambiables. El pueblo-estado (y no el estado-nación) es poco común si tomamos la palabra "pueblo" en su sentido etnocultural, con la posible excepción del caso de la República Popular Democrática de Corea. El estado-pueblo en un sentido social (y plebeyo) no existe, ni siquiera en la época del socialismo soviético.

El Estado puede crear un pueblo siguiendo un enfoque cívico y contractual, es decir un grupo de ciudadanos iguales en derechos y deberes, una comunidad política que borre las especificidades bioculturales. Todavía existen Estados formados por varios pueblos, especialmente en África, América Latina y Asia. Los pueblos pertenecen a varias afiliaciones estatales distintas (los francófonos viven en el Valle de Aosta italiano, en la Suiza francófona, en la Valonia belga, sin olvidar, al otro lado del Atlántico, los francos y los cajunes en Estados Unidos, los quebequenses, los acadianos, los bois-brûlés y los fransaskois en Canadá). Entre los separatismos regionales que minan España y un estatismo centralizador que borra las diferencias históricas y populares, Carlos X. Blanco adopta una tercera vía. Ni un nacionalismo español jacobino, como el de UPyD [centristas centralizadores] o Vox [derecha nacionalista], ni un poscomunismo sin Marx, como es el de Podemos [el equivalente español de La Francia insumisa] (y, por lo tanto, sin un análisis actualizado del modo de producción capitalista en términos de explotación, plusvalía y alienación) tienen futuro a largo plazo. 

Mejor aún, el Estado español casi no existe, según nos dicen [los políticos establecidos], es una especie de ONG que "garantiza la solidaridad" entre las comunidades autónomas, y otras tonterías. Los soberanismos nacionales y regionales encarnan ahora viejas ideologías o tácticas desgastadas que incitan la desconfianza, fortalecen el sistema de partidos y benefician a una parte de la oligarquía. Son incapaces de ir más allá del marco actual: “España” y “Europa” se conciben como categorías antiguas y vacías. Además, ignoran la geopolítica actual: 

un islam en guerra civil, una africanización de Europa, una reorganización de las potencias extracomunitarias (China, Rusia, India, Brasil, etc.) que hace peligrosa nuestra alianza con Estados Unidos, etc. Además, el autor describe a la llamada Unión Europea como una "absorción despótica y centralizada de las soberanías nacionales, con su búsqueda perpetua de mecanismos para impedir coercitivamente el proteccionismo económico de cada Estado-nación, con su desastrosa sumisión a los dictados globalistas". Para él, "quienes afirman que la Unión Europea es un antídoto contra el estatismo saben que mienten. La Unión Europea es una entidad monstruosa, una entidad con un claro signo capitalista y al servicio de la gran acumulación de plusvalía. La Unión Europea no es menos Estado, ni en el sentido liberal ni en el anarquista: es simplemente el club de los Estados-nación existentes y el instrumento de unos pocos, con cuya primacía podrán ejercer una especie de neocolonialismo sobre los demás".

Refundación neomedieval para el siglo XXI

A principios del siglo XVIII , en la época de la terrible Guerra de Sucesión Española (1701-1714), Carlos X. Blanco habría sido sin duda un ardiente austracista, es decir, un partidario español del pretendiente Carlos de Habsburgo. Hostil a la dinastía borbónica restaurada en 1975, deplora la acelerada americanización de la Corona y de la vida política española. Condena además, por una parte, "el concepto de igualdad (de todos los hombres) [que] oculta la desigualdad material de la especie en todos los aspectos, especialmente en lo que respecta a la posesión de los medios de producción", y, por otra parte, a riesgo de parecer reaccionario, "la democracia, que […] es estrictamente una forma de ley política, [ahora...] trasplantada a terrenos donde el concepto mismo degenera". De ahí surgieron el "lenguaje del algodón" (título de una obra de François-Bernard Huyghe publicada en 1991), la corrección política y el wokismo . En los análisis de Carlos X. Blanco podemos detectar formulaciones similares a las del francés Guy Debord en La sociedad del espectáculo (1967) y luego en Comentarios sobre la sociedad del espectáculo (1988). 

¿Ha leído a Debord? Podemos suponer que debía estar interesado por los escritos de Guillaume Faye. De hecho, afirma que "occidental y europeo serán términos incompatibles. No lo son ya, pero la divergencia solo aumentará en las próximas décadas". Redescubrir la esencia de lo europeo implica, en primer lugar, rechazar “lo “moderno” [que] fue, por tanto, el proceso de secularización del yo protestante”. El surgimiento y expansión del individualismo ha abolido «la verdadera caridad, es decir, el amor al otro que consiste en considerarlo como parte de la propia sangre y como un aspecto de la misma comunidad ética orgánica». Proveniente de la matriz reformada, preludio de la fétida ideología de la Ilustración, el individualismo concibió el liberalismo, el gran corruptor de los vínculos comunitarios orgánicos. Asambleas y sínodos, jerarquías y organismos intermediarios, los principios de subsidiariedad y ley natural protegieron al hombre de todo reduccionismo. Protegieron al individuo del virus liberal. 

En respuesta, insiste en la obligación imperativa de redescubrir el feudalismo, que es un personalismo opuesto a la reificación capitalista. Sin embargo, debemos ser cautelosos al abordar esta noción histórica. Karl Marx se equivoca al hablar de la economía feudal. El liberalismo y el feudalismo forman parte de la esencia de la política, y no de la economía, al establecer vínculos sinalagmáticos a pesar de la fuerte jerarquía político-social entre los miembros del clero y/o la nobleza. Al igual que el filósofo ruso Nicolás Berdiaeff, Carlos X. Blanco aboga por un retorno a la Edad Media en un contexto tecnocientífico avanzado. Lo que se denomina la Edad Media, y su legítima continuidad, el Imperio de la Monarquía Hispánica, fue un katechon , el espíritu de resistencia y recomposición de esta Unidad espiritual, que es también una unión político-militar, del Imperio. 

Sabemos por Carl Schmitt que el katechon es el que retrasa la llegada del Anticristo. Éste es un factor determinante que impide la aparición del caos en la gran política. 

Al referirse a la Monarquía Hispánica, un poder a la vez telurocrático y talasocrático, que dominó a varios pueblos (incluidos los arpitanos francófonos del Franco Condado y los hablantes de oïl picard en los Países Bajos), ¿hace el autor una alusión implícita a una nueva Unión de Armas? En 1626, el rey Felipe IV de España intentó acelerar la unidad de sus coronas y reinos (Castilla, Portugal, Países Bajos, Aragón, las Dos Sicilias, Franco Condado y posesiones de ultramar en América, África y Asia) en los planos militar y financiero. Las reservas y otras reticencias de las asambleas provinciales paralizaron y finalmente interrumpieron esta gran idea geopolítica inacabada. 

Como podemos ver, El virus del liberalismo muestra una hostilidad radical hacia la mercantilización del mundo. Carlos X. Blanco ocupa una posición clave en la actual batalla de ideas. ¡Un libro para meditar urgentemente!

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lunes, 21 de abril de 2025

EL CONGRESO DE LIBERTICIDAS APRUEBA LA LEY CHAVISTA DE MADURO PARA DISOLVER ASOCIACIONES (Y QUE) "FRANQUISTAS" (QUE SEAN CONTRARIAS CON EL RÉGIMEN SANCHISTA)


La extinción de una organización por este motivo deberá ir precedida de una resolución judicial / La disolución de la Fundación Francisco Franco, cuya tramitación ya puso en marcha el Ministerio de Cultura, está ahora más cerca.
Pretende reformar la ley orgánica reguladora del derecho de asociación para incluir como causa de disolución la apología del franquismo, adaptándolo a la ley de memoria democrática.
Todos los socios parlamentarios del Gobierno han votado a favor de esta iniciativa del PSOE, que pretende reformar la ley orgánica reguladora del derecho de asociación para incluir como causa de disolución la apología del franquismo, adaptando así esta normativa a la ley de memoria democrática.
Esta ley no afectará a la Fundación Francisco Franco, al tratarse de una fundación y no de una asociación, pero el Gobierno tiene previsto pedir este año ante la Justicia su extinción en aplicación de otro punto de la ley de memoria democrática.


VER+:


Aumenta la persecución: 
El Senado tramita la ley para disolver asociaciones 
que disientan de la «verdad histórica», 
pese a su inconstitucionalidad señalada por los letrados.

lunes, 14 de abril de 2025

LIBRO "LA CULPA ES DE LA VACA": 🐮 ANÉCDOTAS, PARÁBOLAS, FÁBULAS Y REFLEXIONES SOBRE EL LIDERAZGO por JAIME LOPERA G. y MARTA BERNAL T.

La culpa es de la vaca
Anécdotas, parábolas, fábulas 
y reflexiones sobre el liderazgo
🐮
La culpa es de la vaca nos cuenta anécdotas, fábulas y parábolas que aportan reflexiones claras para estimular actitudes positivas sobre aspectos del diario vivir. Este libro será un compañero ideal para pensar sobre valores como la tolerancia, el respeto, el amor y la fe, a través de los relatos cortos que contienen al final una enseñanza. Este es un libro ideal para leer en familia, compartir con amigos o para encontrar en la lectura individual una luz de esperanza en los momentos más complejos de la vida, sus autores son: Jaime Lopera Gutiérrez y Marta Inés Bernal Trujillo. creadores, con el firme propósito de lograr que cada lector encuentre en estos textos un motivo de reflexión sobre los valores de la vida diaria...
Hace un poco más de dos años tuvimos la idea de hacer una compilación de anécdotas, parábolas, fábulas y reflexiones organizacionales, como una contribución a la pedagogía de los procesos de transformación. Estábamos pensando entonces en los agentes de cambio: profesores, predicadores, asesores, conferencistas, entrenadores en ciencias del comportamiento y muchas otras personas que trabajan para tocar los corazones con mensajes de tolerancia, respeto, amor y paz. Así nació La carta a García y otras parábolas del éxito, como una expansión intelectual de dos personas que, por más de treinta años, se han dedicado a pensar en la forma de iluminar las mentes y los corazones de otros, para ayudarlos a conducir mejor sus vidas. Esa idea se transformó en un éxito editorial.

No estamos sorprendidos. Mucho menos después del 11 de septiembre de 2001, fecha a partir de la cual el mundo no será el mismo. La historia ha dado un giro total: la nueva realidad —Nueva era, Era de acuario, tiempo del genoma humano, como se la quiera llamar— ya está aquí. Nada de lo que el hombre conocía seguirá siendo igual. Todo es relativo, todo está en duda; las que fueron verdades inmutables pasaron a ser hipótesis.

Hay, entonces, una nueva manera de pensar. Pero los seres humanos, en especial los adultos, tenemos serios problemas para cambiar nuestro pensamiento. Recurrimos siempre a los mismos propósitos, llegamos a las mismas conclusiones, nos resistimos a percibir la evidencia. Las certezas se nos presentan, pero nuestra mente es capaz de hacer un argumento perfecto para probar lo contrario.

Las personas somos lo que pensamos. Por lo tanto, si queremos ayudar a los demás a ser y a comportarse de manera diferente, tenemos que ayudarlos a pensar de manera diferente. Si deseamos propiciar ambientes en los cuales la tolerancia y la cooperación sean las fuentes del sentir, del pensar y del actuar, debemos revisar el pensamiento lineal, lógico, de la corteza cerebral. Se impone el pensamiento holístico, intuitivo. De allí surgió la idea de realizar esta nueva compilación: La culpa es de la vaca.

¿Por qué este título? Porque solemos actuar como lo señala la historia del mismo nombre, la primera del libro: si no encontramos fácilmente un culpable de las cosas que nos pasan, somos capaces de responsabilizar a un animal, al destino, al horóscopo, a otras personas, a lo que sea, con tal de no comprometernos con el cambio.

El miedo a este compromiso es de tal magnitud que sólo pensamos en el cambio como una exigencia para los demás: quien debe cambiar es mi pareja, mi jefe, el gobierno, el neoliberalismo, el establecimiento... Todo y todos, menos yo; soy perfecto y no necesito cambiar nada. El problema, cualquiera que sea, es de los demás, no mío.

Pensar, sentir y actuar en estos términos es la mejor manera de pasar por encima de los problemas, llenarse de fundamentalismos y convertirse en un egoadicto. Por eso nada cambia. Porque cada día cobra mayor claridad la frase del conde de Lampedusa en su novela El gatopardo: Es preciso que todo cambie para que todo siga igual.

Recientes investigaciones sobre el aprendizaje coinciden en afirmar que el adulto desarrolla menos resistencia al cambio si no trabaja con el pensamiento lógico y lineal sino con el pensamiento lúdico y creativo. Otra vez el tema de los hemisferios cerebrales, la racionalidad y la intuición, los pensamientos y las imágenes, la filosofía y la poesía.

Entonces parece necesario darle al cerebro estímulos distintos a los que le hemos dado siempre, cambiarle los parámetros de funcionamiento, exigirle que use otras partes, inventar nuevos paradigmas. Por eso creemos que las imágenes que evocan las parábolas y anécdotas, el reto que plantean las alegorías, el alimento que ofrecen las buenas reflexiones, invitan a la mente a pensar distinto, a absorber otros mensajes, a llegar a conclusiones que no están a la vista de lo que llamamos razón.

La sabiduría del género humano está contenida en parábolas, anécdotas, fábulas, máximas e imágenes que siempre nos dejan en silencio, al abrir en nuestro interior un paréntesis que lleva a la reflexión. Ese es el sentido de los textos que aparecen en nuestro anterior libro y en este. Se trata de respuestas distintas a problemas que no fuimos capaces de resolver; de alegorías que arrojan nueva luz sobre las cosas. Mientras más personas las lean, las repitan, las transmitan, las compartan y las sientan, se afianzará con mayor fuerza una nueva manera de pensar, sentir y actuar.

Todavía nos preguntan por la famosa carta a García, considerada la madre de las narraciones gerenciales y uno de los textos modernos más difundidos en el mundo. Fue escrita el 22 de febrero de 1899 por Elbert Hubbard con el fin de estimular a los inactivos y a los pesimistas a dedicarse con entusiasmo a la acción, sin contentarse con hacer únicamente lo más fácil o aquello por lo que se les paga.

La idea brotó de los labios del hijo de Hubbard, Bert, quien durante un almuerzo, mientras comentaban la guerra de independencia de Cuba, exclamó: “Papá, el verdadero héroe de esta guerra fue el que le llevó la carta a García. Sí, porque aquel hombre, Rowan, fue quien en la hora oportuna, decisiva y culminante, llevó al general García, el jefe de los patriotas cubanos, la carta que lo conduciría al triunfo. Sin esta carta del presidente MacKinley quizás la independencia no se habría logrado”.

Esta frase iluminó como un rayo la imaginación del escritor:“Sí, tienes razón, hijo. El héroe es siempre aquel que en cada momento ejecuta con precisión y entusiasmo lo que tiene que hacer. Es el que lleva la carta a García”.

Hubbard corrió a su escritorio, redactó de un tirón el famoso documento y lo envió a la revista Philistine. Allí no le dieron mucha importancia, incluso lo publicaron sin encabezamiento ni título. Pero el mismo día y en los días siguientes empezaron a llover pedidos de aquel ejemplar de la revista. Uno pedía una docena de ejemplares; otro cincuenta, otro cien. Hasta que llegó una carta de la revista American News pidiendo mil ejemplares de la revista. El editor le preguntó a uno de los ayudantes qué era lo que había levantado tal polvareda y oyó con asombro la respuesta: “Ese articulo que publicamos acerca de la carta a García”.

A la semana siguiente, el escritor mismo recibió un telegrama de Nueva York pidiéndole cien mil ejemplares del folleto, una cantidad asombrosa para la época. A los dos años, la carta a García había sido publicada en más de doscientas revistas y traducida a cuarenta idiomas. Se calcula que hasta el día de hoy se han impreso más de cuarenta millones de ejemplares. Pocos escritos han logrado un éxito tan formidable.

Para ayudar al lector a sacar el máximo provecho de este libro de narraciones gerenciales y vitales, nos parece importante aclarar algunos conceptos, con la ayuda del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia:

Alegoría. Ficción en virtud de la cual una cosa representa o significa una cosa diferente.

Anécdota. Relato breve de un hecho curioso que se hace como ilustración, ejemplo o entretenimiento.

Fábula. Ficción artificiosa con que se encubre o disimula una verdad. Composición que, por medio de una ficción alegórica, y de la representación y personificación de seres irracionales, inanimados o abstractos, da una señal útil o moral.

Moraleja. Lección o enseñanza que se deduce de un cuento, fábula, ejemplo, anécdota, etcétera.

Parábola. Narración de un suceso fingido del que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral.

Al desarrollar este libro nos hemos debatido entre dos opciones: la presentación escueta de los contenidos y la incorporación de reflexiones nuestras o de otras personas, para orientar la lectura hacia una idea específica. A este respecto, ha sido muy interesante la opinión de los lectores de nuestro primer libro. Muchos nos han sugerido que no demos indicaciones acerca del uso de los textos, señalando que es más útil dejar que cada uno, en su propio contexto personal y social, analice, oiga, transmita y aproveche el mensaje con plena libertad, dejando que su mente y su corazón reciban el sentido original —no prestado o sugerido.

En esta ocasión empleamos ambas vías. Unas veces dejamos que la moraleja se muestre para completar su vitalidad. Otras, nos rehusamos a dar consejos, hacer discursos o expresar nuestras creencias, dejando que el lector encuentre por sí solo los significados y extraiga de los textos lo que le resulte pertinente. Pensamos que este será un proceso de incorporación personal. El valor que cada lector le dé a las siguientes narraciones es como una chispa, una luz, un fogonazo que ilumina y comunica algo nuevo.

Algunas de las lecturas aquí compiladas tienen una fuente bibliográfica cierta. Sin embargo, y a diferencia de nuestro anterior libro, la mayoría son colaboraciones recibidas vía Internet. El rigor con relación a las fuentes que quisimos tener en La carta a García y otras parábolas del éxito se vio desdibujado esta vez por el fenómeno de la difusión en la red mundial. La propiedad de los textos a menudo se pierde en el fárrago del correo electrónico, al punto que puede resultar imposible seguirles la pista. Nosotros mismos hemos visto versiones de nuestro anterior libro circulando en la red sin ninguna referencia a los autores ni a los compiladores.



La Culpa Es de La Vaca by api-3823995


La Culpa Es de La Vaca Niños by Oscar Muñoz


VER+:

LA CULPA ES DE LA VACA 2



martes, 23 de abril de 2024

"LA IGNORANCIA CULPABLE" por PEDRO ABELLÓ 😵🙈🙉🙊









LA IGNORANCIA CULPABLE

La ignorancia es muchas veces imputable al ignorante. Hay dos tipos de ignorancia: la excusable, que se debe a la falta de medios y oportunidades para solventarla, y la no excusable, que se deriva de la simple desidia, pereza y falta de interés por conocer, teniendo los medios y oportunidades para hacerlo.
Esta última es una ignorancia culpable, porque la ignorancia impide al hombre llevar a cabo el comportamiento que mejor conviene a sí mismo y a la colectividad, y con ello deja de hacer el bien que podría hacer si su ignorancia no existiese; por el contrario, las decisiones y acciones basadas en la ignorancia suelen comportar males personales y sociales. Esa ignorancia es culpable e inexcusable, y algún día el ignorante culpable deberá rendir cuentas de su ignorancia, si no ante un tribunal mundano, sí ante uno divino.
Nos enfrentamos a un momento histórico crítico, cuyas consecuencias pueden ser devastadoras en muchos sentidos, y para abordar debidamente tal momento es necesaria claridad de ideas, conocimiento, criterio; en definitiva, lo más contrario a la ignorancia en la que, por lo general, estamos sumidos.

La organización política, económica y social de nuestro tiempo no sólo favorece la ignorancia, sino que la necesita para perpetuarse. La sociedad es cloroformizada por todos los medios imaginables. Los medios de comunicación, con esa tele-basura programada para vaciar las mentes de todo contenido crítico y de todo criterio; la pasión desmedida y desordenada por los eventos deportivos; la ingeniería social que configura nuestras mentes mediante un auténtico “formateado” y las rellena de los contenidos que se ajustan a los modelos a los que debemos someternos; el “tsunami” que soportamos diariamente de contenidos publicitarios que excitan nuestro ser más primario; nuestra sumisión al dictamen de la moda en todos los terrenos; las nuevas esclavitudes de la juventud: el ‘smartphone’, el “chateo”, los video-juegos, el alcohol, la droga; la desaparición de las Humanidades en los planes educativos; el desprecio y la manipulación de la Historia… ¿Para qué seguir?

Sólo mediante un esfuerzo individual, a veces trágico y siempre difícil, es posible liberarse de esa anestesia. Pero la dificultad no excusa la obligación que todo hombre tiene de ser libre, aunque la libertad sea trágica. La libertad es, casi siempre, defender un criterio propio contra el que se nos impone; situarnos fuera, al margen, de la corriente general, y eso no sólo es incómodo, sino muchas veces peligroso. Sin embargo, todo eso sigue sin ser excusa para mantenerse cómodamente en la ignorancia. Quien tiene los medios y la oportunidad para conocer, no tiene derecho a dejar de hacerlo.

Hoy la gente se llena la boca con la palabra “libertad”; exige libertad con razón o sin ella, y tengo la impresión de que no sabe lo que pide, o tal vez lo sabe muy bien, pero eso no es la libertad. Imagina que la libertad es la posibilidad de hacer lo que uno quiera, sin restricciones de ningún tipo, y efectivamente, eso es lo que la gente intenta cada vez con mayor afán y con mayor descaro. Pero eso no es la libertad. La libertad exige conocimiento y criterio, y es incompatible con esa ignorancia culpable de la que hablamos.
Porque la libertad exige ser capaz de identificar dónde está el bien, tanto el bien individual como el bien colectivo, y ajustar el comportamiento, las acciones y las decisiones a la consecución de ese bien, incluso si ello supone enfrentarnos a la opinión de la mayoría, a los usos generalmente aceptados de una sociedad como la nuestra; incluso si ello supone aceptar el riesgo de que nos señalen, de que nos marginen, de que nos persigan… Es lo que se llama un comportamiento virtuoso, que nunca es acomodaticio. Por eso la auténtica libertad es siempre trágica. Identificar el bien y ser capaz de ese comportamiento virtuoso exige estar en posesión de un criterio moral, lo cual no es posible sin un marco de referencia que defina y proporcione esos principios morales.

¿Cuál es el marco de referencia que puede proporcionar ese criterio moral al hombre de hoy? El marco existe, y es el que ha permitido la construcción de lo que llamamos “civilización occidental”, hoy en proceso de autodestrucción: nuestro fundamento en la Biblia judeo-cristiana, la filosofía griega, especialmente aristotélica, y el derecho romano, un fundamento que nos estamos esforzando en dinamitar.
La ignorancia –por lo menos esa ignorancia no excusable – hace imposible la verdadera libertad, y hoy el mundo se confabula para mantenernos en la ignorancia, que es la forma más segura de privarnos de esa libertad que, de existir, pondría en cuestión los principios por lo que ese mundo se rige, y nos engaña con el señuelo de una patética parodia de libertad que es precisamente la mayor de las esclavitudes. Se da la curiosa paradoja de que hoy el mundo es más esclavo que nunca, y sin embargo se siente más libre que nunca.
Pedro Abelló

VER+:




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Ignorancias culpables
Es culpable la ignorancia de un católico 
que no trabaja por conocer su fe

¿Existen ignorancias culpables? O, en otras palabras, ¿existe obligación de saber ciertas cosas?
La respuesta a la segunda pregunta lleva a la respuesta a la primera: si hay obligación de saber algo antes de actuar, entonces habría ignorancias culpables.
Podemos decir, con certeza, que sí existen ignorancias culpables. Porque todos estamos obligados a conocer cuáles son los deberes y responsabilidades que nos corresponden como hijos, como esposos o padres, como miembros de la sociedad, como profesionistas, como católicos.
  • Es culpable la ignorancia de los novios que no han reflexionado en serio si aceptan al otro en sus cualidades y en sus defectos, que no se plantean si son capaces de vivir como esposos y como padres hasta que la muerte los separe.
  • Es culpable la ignorancia de unos padres que no buscan el mejor modo para cuidar, curar, educar y orientar a los hijos en el camino de la vida. Como también es culpable la ignorancia de los hijos que prefieren estar ocupados con juegos electrónicos o con otras diversiones en vez de conocer y tomarse en serio sus deberes hacia los padres, hacia los estudios, hacia los amigos, hacia la sociedad.
  • Es culpable la ignorancia de quien usa desconsideradamente su dinero en apuestas que ponen en peligro el patrimonio familiar, sin reflexionar primero sobre los muchos peligros de los abusos en este campo.
  • Es culpable la ignorancia del médico que comete errores por no haber querido actualizar su saber, por haber optado por hacer un diagnóstico rápido en vez de controlar seriamente todos los datos, por secundar los deseos de un paciente en vez de preguntarse si tales deseos estaban o no de acuerdo con la deontología médica y con las leyes justas de un pueblo.
  • Es culpable la ignorancia del político que no reflexiona a fondo acerca de las consecuencias de sus decisiones para el bien de la gente, especialmente de los más pobres, de los ancianos, de los enfermos, de los niños.
  • Es culpable la ignorancia de un católico que no trabaja por conocer su fe, que no lee con una buena guía la Biblia, que no consulta a sacerdotes o laicos bien preparados, que no se pregunta si sea o no sea pecado el emborracharse, el abusar de la comida o del tabaco, el consumir drogas, el entregarse a caprichos sexuales, el vivir sin responsabilidad respecto al ambiente, al orden público, a la lucha por la justicia en su propio país y en el mundo globalizado.
  • Es culpable la ignorancia de quien llega a descubrir que muchas noticias divulgadas por la prensa sobre la Iglesia son falsas o distorsionadas pero no pone medios concretos para llegar a conocer de primera mano la doctrina católica o las intervenciones del Papa y de los obispos.
Hay muchas ignorancias culpables. Porque es más fácil vivir con prisa y seguir las propias “corazonadas” que buscar en profundidad lo que sea verdaderamente justo y bueno. Porque las pasiones presionan de mil modos para que no reflexionemos sobre nuestros actos y para que sigamos al instinto antes que a la voz de la conciencia bien informada. Porque la misma sociedad difunde continuamente ideas erróneas sobre el bien y sobre el mal, y cuesta mucho luchar contra corriente para decidir no según las modas sino según una vida deseosa de buscar a la verdad del Evangelio, configurada según las enseñanzas del Maestro y de su Iglesia.
Hay ignorancias culpables, y pueden ser vencidas. Con más honestidad, con humildad sincera, con un profundo deseo de ser buenos, con el compromiso práctico por estudiar los principios éticos y las enseñanzas de la Iglesia. De este modo, habrá menos ignorancias culpables. Habrá, sobre todo, más hombres y mujeres comprometidos seriamente a vivir y testimoniar las bellezas del cristianismo, entregados con toda su mente y con todo su corazón al verdadero amor a Dios y al hermano.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

LA EXCUSA Y EL PRETEXTO PERFECTO: "ES QUE NO SABÍAMOS LO PELIGROSO DE LAS DROGAS" - PREGÚNTALE A ALICIA Y A SÉRPICO (AÑO 1973)


"ES QUE NO SABÍAMOS 
LO PELIGROSO DE LAS DROGAS".

"DESDE QUE SE INVENTARON LAS EXCUSAS, 
TODOS SON PRETEXTOS".

Yo llegué (con 18 años) junto a mis padres y hermanos a España desde Venezuela en el año 1979. Y encontré un país en plena transición "democrática", en una sociedad sin memoria, desorientada y desnortada. Huyendo con toda prisa hacia un futuro con drogas y utopías... 

He visto y comprobado como una tercera parte de mi generación murió por esta lacra pandémica en vena (y algunos de ellos hasta con SIDA). Lamentablemente, casi todos los días, salían en portadas de los periodicos, fotografías de muertos (YONKIS) en los bancos con la jeringuilla todavía clavada en el brazo.

Han pasado cuarenta años de aquella plaga juvenicida por una sociedad permisiva, por culpa de unos políticos, medios e instituciones corrompidas integralmente QUE LA PROMOCIONABAN Y PROMOVÍAN. Hasta clasificaban las drogas en "DURAS" Y "BLANDAS". 
Se acuerdan lo del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván (1984): "BIEN, BIEN, BIEN. ROCKEROS, EL QUE NO ESTÉ "COLOCAO" QUE SE COLOQUE Y AL LORO".

AL LORO...

Ahora, tengo que escuchar A TODOS, con todos los cojones, el pretexto que todo lo excusa: "ES QUE NO LO SABÍAMOS...". ¡MALDITOS SEAN...!
Hollywood de EUA ya en los años 70' ya lo avisaba en sus películas taquilleras y en sus libros llevados al cine y en sus medios de comunicación.

Es lo mismo que dijo Zapatero sobre la burbuja inmobiliaria QUE LE REVENTÓ EN SU DESGOBIERNO y que desde hacía más de ocho años avisaban desde la UNIÓN EUROPEA: "QUIÉN IBA A SABER QUE ESTO SUCEDERÍA. YO NO MIENTO, ME PUEDO EQUIVOCAR".
Pedro Sánchez, dice casi lo mismo cuando hace lo contrario de lo que dice: "Yo no engaño, sólo cambio de opinión". 

VER+:








El problema de las drogas en España no aparece en toda su crudeza hasta mediados de los años 70, facilitado por el final de la dictadura e inicio de la democracia, con nuevas libertades hasta ese momento desconocidas, la mejora de la situación económica y la apertura a todo lo nuevo. En pocos años, una vez introducida la heroína, teníamos un grave problemas sanitario (ej. alta mortalidad por sobredosis, infecciones por el VIH), de orden público y seguridad ciudadana (ej. en la época más dura se atracaban en España tres farmacias al día por parte de heroinómanos para conseguir opiáceos), y una enorme alarma social. En aquel momento un 1% de la población consumía heroína, sobre todo inyectada, de ahí su poder adictivo, peligrosidad, contagio de enfermedades por compartir jeringuillas y alta mortalidad por sobredosis. Esto favoreció el surgimiento de Centros de Tratamiento por toda la geografía nacional y la creación del Plan Nacional sobre Drogas en 1985. También en aquel momento había un gran número de comunidades terapéuticas, sobre todo privadas, para el tratamiento de los pacientes heroinómanos en régimen de internamiento, aunque no de tipo profesional.


Carmen empezó a notar conductas extrañas en los jóvenes de su barrio. Fumaban algo raro, no sabía qué era.
Pronto escuchó un nombre desconocido para ella: heroína.
"No sabíamos absolutamente nada de drogas", afirma Carmen Avendaño.
Eran los años 80. España estaba en los primeros años de democracia tras 40 años del régimen del general Francisco Franco, que había mantenido al país al margen de la modernización que experimentaron otras naciones.


Conocida en Estados Unidos como la 'droga zombi', en diversas ciudades del país norteamericano, el uso de esta sustancia entre los adictos se ha transformado en una auténtica pesadilla.


Pregúntale a Alicia 
Diario íntimo de una adolescente drogadicta
(Go Ask Alice)

Anónimo

"Pregúntale a Alicia" (Go Ask Alice) es algo más que un libro (Llevado al cine en 1973). Son las confesiones de una joven de quince años que busca su lugar en el mundo mientras descubre, sin quererlo, el lado más oscuro de la vida. La historia comienza cuando la chica decide comprarse un diario para contarle a alguien todos sus problemas con la escuela, el sobrepeso, los chicos… Un día, sus padres le anuncian que van a mudarse a otra ciudad. Al principio cree que será una experiencia maravillosa, pero con el paso de los días se da cuenta de lo equivocada que está: de pronto se encuentra sola, nadie tiene intención de entablar amistad con ella y el único pasatiempo que tiene es quedarse en casa. Sin embargo, una noche la invitan a ir a una fiesta… y es en ella donde prueba por primera vez y de manera accidental las drogas.

A partir de entonces, Alicia entra en una espiral un tanto caótica y desenfrenada de la que no sabe bien cómo ni por donde escapar. Según avanza la novela, vemos cómo la protagonista se va transformando poco a poco en una persona completamente diferente, atraída por la adicción. El estilo del libro es ágil y directo. Un monólogo repartido por las distintas fechas entre la escritora y el lector. Una escritora que, por cierto, es desconocida. No se sabe quién fue esta adolescente y, como dicen en la primera hoja los editores, los lugares, los nombres y las fechas se modificaron bajo petición expresa de los afectados. El título de la edición original inglesa “Go ask alice” fue tomado de la canción White Rabbit interpretada por el grupo Jefferson Airplain (si escucháis la canción, entenderéis el motivo).
Como dato curioso, decir que la primera edición en España salió en junio de 1972 de la mano de Ediciones Martínez Roca y que para junio de 1973 ya iba por su duodécima edición. Punto de Lectura sacó la última versión en 2002 con una cubierta en la que aparece una joven tras una verja de alambre.
No queremos engañar al lector: el libro es duro, muy duro, pero también es cien por cien sincero y refleja una verdad que nos rodea y que intentamos no ver. Aun habiéndose escrito hace más de treinta y cinco años, da la sensación de que podría estar sucediendo hoy mismo. Un libro que desde El Templo recomendamos leer no por asustar a los jóvenes adolescentes de las perversidades del mundo, sino para comprender lo dura que puede ser la vida si no se toman las decisiones acertadas en los momentos importantes.


Go Ask Alice (PREGÚNTALE A ALICIA) (1973) VOSE



👉 SERPICO (1973) 👈

Serpico es una película policíaca neo-noir ítalo-estadounidense de 1973 dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Al Pacino. El guion fue escrito por Waldo Salt y Norman Wexler basándose en el libro biográfico homónimo escrito por Peter Maas sobre el agente Frank Serpico del Departamento de Policía de Nueva York. La historia detalla la lucha de Serpico contra corrupción policial de la ciudad de Nueva York durante sus once años de servicio y su trabajo como denunciante que llevó a la investigación de la Comisión Knapp.
Mientras que el productor Dino De Laurentiis compró los derechos de Maas, el agente Martin Bregman se unió a la película como coproductor. Bregman sugirió a Pacino para el papel principal y John G. Avildsen fue contratado para dirigir la cinta. Pacino se reunió con Serpico para prepararse para el papel a principios del verano de 1973. Después de que Avildsen fuera despedido, se contrató a Lumet como su reemplazo, quien, en poco tiempo, seleccionó los lugares de rodaje y organizó las escenas; la filmación se llevó a cabo entre julio y agosto de 1973.
Tras su estreno, Serpico se convirtió en un éxito comercial y crítico. Al mismo tiempo, la película generó críticas por parte de agentes de policía. Recibió candidaturas para los Premios Óscar y los Premios BAFTA. Pacino ganó el Globo de Oro al mejor actor dramático, mientras que Salt y Wexler recibieron el Premio del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos al mejor guion adaptado.