"ES QUE NO SABÍAMOS
LO PELIGROSO DE LAS DROGAS".
"DESDE QUE SE INVENTARON LAS EXCUSAS,
TODOS SON PRETEXTOS".
Yo llegué (con 18 años) junto a mis padres y hermanos a España desde Venezuela en el año 1979. Y encontré un país en plena transición "democrática", en una sociedad sin memoria, desorientada y desnortada. Huyendo con toda prisa hacia un futuro con drogas y utopías...
He visto y comprobado como una tercera parte de mi generación murió por esta lacra pandémica en vena (y algunos de ellos hasta con SIDA). Lamentablemente, casi todos los días, salían en portadas de los periodicos, fotografías de muertos (YONKIS) en los bancos con la jeringuilla todavía clavada en el brazo.
Han pasado cuarenta años de aquella plaga juvenicida por una sociedad permisiva, por culpa de unos políticos, medios e instituciones corrompidas integralmente QUE LA PROMOCIONABAN Y PROMOVÍAN. Hasta clasificaban las drogas en "DURAS" Y "BLANDAS".
Se acuerdan lo del alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván (1984): "BIEN, BIEN, BIEN. ROCKEROS, EL QUE NO ESTÉ "COLOCAO" QUE SE COLOQUE Y AL LORO".
AL LORO...
Ahora, tengo que escuchar A TODOS, con todos los cojones, el pretexto que todo lo excusa: "ES QUE NO LO SABÍAMOS...". ¡MALDITOS SEAN...!
Hollywood de EUA ya en los años 70' ya lo avisaba en sus películas taquilleras y en sus libros llevados al cine y en sus medios de comunicación.
Es lo mismo que dijo Zapatero sobre la burbuja inmobiliaria QUE LE REVENTÓ EN SU DESGOBIERNO y que desde hacía más de ocho años avisaban desde la UNIÓN EUROPEA: "QUIÉN IBA A SABER QUE ESTO SUCEDERÍA. YO NO MIENTO, ME PUEDO EQUIVOCAR".
Pedro Sánchez, dice casi lo mismo cuando hace lo contrario de lo que dice: "Yo no engaño, sólo cambio de opinión".
VER+:
El problema de las drogas en España no aparece en toda su crudeza hasta mediados de los años 70, facilitado por el final de la dictadura e inicio de la democracia, con nuevas libertades hasta ese momento desconocidas, la mejora de la situación económica y la apertura a todo lo nuevo. En pocos años, una vez introducida la heroína, teníamos un grave problemas sanitario (ej. alta mortalidad por sobredosis, infecciones por el VIH), de orden público y seguridad ciudadana (ej. en la época más dura se atracaban en España tres farmacias al día por parte de heroinómanos para conseguir opiáceos), y una enorme alarma social. En aquel momento un 1% de la población consumía heroína, sobre todo inyectada, de ahí su poder adictivo, peligrosidad, contagio de enfermedades por compartir jeringuillas y alta mortalidad por sobredosis. Esto favoreció el surgimiento de Centros de Tratamiento por toda la geografía nacional y la creación del Plan Nacional sobre Drogas en 1985. También en aquel momento había un gran número de comunidades terapéuticas, sobre todo privadas, para el tratamiento de los pacientes heroinómanos en régimen de internamiento, aunque no de tipo profesional.
Carmen empezó a notar conductas extrañas en los jóvenes de su barrio. Fumaban algo raro, no sabía qué era.
Pronto escuchó un nombre desconocido para ella: heroína.
"No sabíamos absolutamente nada de drogas", afirma Carmen Avendaño.
Eran los años 80. España estaba en los primeros años de democracia tras 40 años del régimen del general Francisco Franco, que había mantenido al país al margen de la modernización que experimentaron otras naciones.
Conocida en Estados Unidos como la 'droga zombi', en diversas ciudades del país norteamericano, el uso de esta sustancia entre los adictos se ha transformado en una auténtica pesadilla.
Pregúntale a Alicia
Diario íntimo de una adolescente drogadicta
(Go Ask Alice)
Anónimo
"Pregúntale a Alicia" (Go Ask Alice) es algo más que un libro (Llevado al cine en 1973). Son las confesiones de una joven de quince años que busca su lugar en el mundo mientras descubre, sin quererlo, el lado más oscuro de la vida. La historia comienza cuando la chica decide comprarse un diario para contarle a alguien todos sus problemas con la escuela, el sobrepeso, los chicos… Un día, sus padres le anuncian que van a mudarse a otra ciudad. Al principio cree que será una experiencia maravillosa, pero con el paso de los días se da cuenta de lo equivocada que está: de pronto se encuentra sola, nadie tiene intención de entablar amistad con ella y el único pasatiempo que tiene es quedarse en casa. Sin embargo, una noche la invitan a ir a una fiesta… y es en ella donde prueba por primera vez y de manera accidental las drogas.
A partir de entonces, Alicia entra en una espiral un tanto caótica y desenfrenada de la que no sabe bien cómo ni por donde escapar. Según avanza la novela, vemos cómo la protagonista se va transformando poco a poco en una persona completamente diferente, atraída por la adicción. El estilo del libro es ágil y directo. Un monólogo repartido por las distintas fechas entre la escritora y el lector. Una escritora que, por cierto, es desconocida. No se sabe quién fue esta adolescente y, como dicen en la primera hoja los editores, los lugares, los nombres y las fechas se modificaron bajo petición expresa de los afectados. El título de la edición original inglesa “Go ask alice” fue tomado de la canción White Rabbit interpretada por el grupo Jefferson Airplain (si escucháis la canción, entenderéis el motivo).
Como dato curioso, decir que la primera edición en España salió en junio de 1972 de la mano de Ediciones Martínez Roca y que para junio de 1973 ya iba por su duodécima edición. Punto de Lectura sacó la última versión en 2002 con una cubierta en la que aparece una joven tras una verja de alambre.
No queremos engañar al lector: el libro es duro, muy duro, pero también es cien por cien sincero y refleja una verdad que nos rodea y que intentamos no ver. Aun habiéndose escrito hace más de treinta y cinco años, da la sensación de que podría estar sucediendo hoy mismo. Un libro que desde El Templo recomendamos leer no por asustar a los jóvenes adolescentes de las perversidades del mundo, sino para comprender lo dura que puede ser la vida si no se toman las decisiones acertadas en los momentos importantes.
👉 SERPICO (1973) 👈
Serpico es una película policíaca neo-noir ítalo-estadounidense de 1973 dirigida por Sidney Lumet y protagonizada por Al Pacino. El guion fue escrito por Waldo Salt y Norman Wexler basándose en el libro biográfico homónimo escrito por Peter Maas sobre el agente Frank Serpico del Departamento de Policía de Nueva York. La historia detalla la lucha de Serpico contra corrupción policial de la ciudad de Nueva York durante sus once años de servicio y su trabajo como denunciante que llevó a la investigación de la Comisión Knapp.
Mientras que el productor Dino De Laurentiis compró los derechos de Maas, el agente Martin Bregman se unió a la película como coproductor. Bregman sugirió a Pacino para el papel principal y John G. Avildsen fue contratado para dirigir la cinta. Pacino se reunió con Serpico para prepararse para el papel a principios del verano de 1973. Después de que Avildsen fuera despedido, se contrató a Lumet como su reemplazo, quien, en poco tiempo, seleccionó los lugares de rodaje y organizó las escenas; la filmación se llevó a cabo entre julio y agosto de 1973.
Tras su estreno, Serpico se convirtió en un éxito comercial y crítico. Al mismo tiempo, la película generó críticas por parte de agentes de policía. Recibió candidaturas para los Premios Óscar y los Premios BAFTA. Pacino ganó el Globo de Oro al mejor actor dramático, mientras que Salt y Wexler recibieron el Premio del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos al mejor guion adaptado.
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