EL Rincón de Yanka: LAS MADRES CORAJE GALLEGAS (ÉRGUETE) PIONERAS CONTRA LOS NARCOTRAFICANTES Y CONTRA LA OMISIÓN INSTITUCIONAL Y SOCIAL DE ESPAÑA

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jueves, 11 de julio de 2013

LAS MADRES CORAJE GALLEGAS (ÉRGUETE) PIONERAS CONTRA LOS NARCOTRAFICANTES Y CONTRA LA OMISIÓN INSTITUCIONAL Y SOCIAL DE ESPAÑA


 Protestando frente a la Audiencia Provincial

"Creamos un estado de conciencia único", 
recordó la presidenta de Érguete 
en el 25 aniversario de la asociación

La asociación Érguete, pionera en la lucha contra la drogodependencia y el narcotráfico, cumplió 27 años de reivincación por hacer visible el problema de las adicciones y erradicar su consumo. Las madres fundadoras, cuyos hijos fallecieron a causa del coqueteo con las drogas en los años 80, celebraron su cuarto de siglo en un emotivo acto de homenaje a las "víctimas de la riqueza de otros" y prometieron seguir ayudando a otras familias, manteniendo "el estado de conciencia que no existe en ningún otro lugar más que en Galicia, gracias a nuestros gritos a los canallas", afirmó su presidenta, Carmen Avendaño.

Podrían ser protagonistas de una novela sobre superación, coraje y lucha incesante, o estribillo de una canción sobre entrega y reivindicación. Su activismo lo recoge un largometraje acerca de narcotráfico en Galicia –"Heroínas"–, pero son, en esencia, madres de familia que veinticinco años atrás se unieron con un objetivo común: combatir la drogadicción. Corrían los años 80 cuando este grupo de mujeres, heroínas de las de antaño, aunó fuerzas y ganas para salvar a sus hijos de la toxicomanía y extrapolar su lucha interna a una sociedad en transición y con información escasa sobre estupefacientes y sus consecuencias. En 1984, la cuadrilla de "locas" –así se autoproclaman–, se constituyó como asociación y Érguete firmó su compromiso de hacer visible la problemática de las drogas y apoyar a los afectados por "la enfermedad", víctimas y familiares. Sencillas amas de casa en su mayoría, sin conocimientos sobre el funcionamiento de las bandas de narcotráfico ni experiencia en activismo político, sembraron una semilla que ha crecido hasta convertirse, hoy en día, en un referente en prevención y reinserción a nivel nacional.

Estas madres coraje –las de los inicios y las que se unieron con el tiempo– se encontraron ayer en un emotivo acto celebrado por "Érguete", con la colaboración del Concello, para conmemorar sus bodas de plata con la actividad social y homenajear a los que se quedaron por el camino, "enfermos a costa de la riqueza de unos pocos degenerados", apuntó su presidenta Carmen Avendaño.

Para ilustrar veinticinco años de historia, se recuperó, ante una sala colmada de amigos, familias y personajes públicos, el documental filmado en 2005 que recoge la memoria de aquellos años 80 de "protesta necesaria" contra el narcotráfico. "Ni locas ni terroristas" es el drama común de Dora, Josefa, Fina, Sara, Marisa y Carmen, cinco de esas madres que prendieron la mecha para crear "un estado de conciencia que no existe en ningún sitio más que en Galicia, gracias a nuestros gritos contra los canallas", subrayó Avendaño, emocionada tras la proyección.

También muy conmovidos, participaron en el homenaje el alcalde, Abel Caballero; la delegada de la Xunta, Lucía Molares; y la concejala de Bienestar, María Méndez. El regidor reafirmó su compromiso con "las familias felices que destruye la droga". "Los que gobernamos tenemos que ser vigilantes", añadió -pero no estuvieron y hasta lo promocionaban y lo veían bien-.

Las pioneras se abrazaron, recordaron, lloraron y clamaron que seguirán en la lucha contra el "mal común" apoyando a otras madres ahora que han perdido a sus propios hijos y manifestaron su objetivo de lograr "una juventud sana, consciente, con ideales y que sepa luchar por sus derechos". De cantar, contra el narcotráfico y durante muchos años más eso de "no somos locas ni terroristas, que somos madres muy realistas".


Le tocó liderar un movimiento en una época dura y de muchas frustraciones.
Fue una época de destrucción de miles de personas, y al consumo de heroína se añade que se descubre el VIH con lo que se produce otro factor de rechazo, cayeron como moscas, y en la época de los 80 y 90 y por la heroína murieron más jóvenes que en cualquier guerra y sin dejar rastro, porque eran muertos anónimos. Nos parecía que todo aquello era injusto y no era verdad.
¿Hubo sensibilidad y colaboración de las fuerzas de seguridad hacia el trabajo que desempeñaba la asociación?
No, al contrario, había un rechazo total hacia nuestros jóvenes. No tuvimos apoyo ni policial ni político y nuestro debate fue muy profundo en el sentido de que había que romper la imagen que se tenía de nuestros hijos y advertir a la sociedad de lo que se nos venía encima, y todo ello nos llevó a las conclusiones de quién estaba metiendo las drogas y con qué intención y quienes organizaban todo aquello. Cuando todo estaba en su sitio conseguimos algo muy llamativo, que fue reunir a todos los representantes de cada uno de los partidos que teníamos en el Parlamento nacional, que eran AP, UCD y PSOE y públicamente nos presentamos, hicimos una serie de denuncias muy duras en contra de 38 establecimientos que vendían heroína como si fueran caramelos, cómo se mete en la cárcel a los jóvenes con vulneración de derechos, se crea la figura de preso peligroso, algo terrible. No pusimos nombres a los traficantes pero sí a los bares y locales. Parecíamos muy locas pero éramos muy sensatas. No exageramos nada y eso fue fraguando en una sociedad muy cómplice. Y nos subestimaron, creían que éramos cuatro madres y cuando quisieron reaccionar era demasiado tarde. Un exceso de confianza que nos vino bien, y tenían esa seguridad que supongo debe de dar el hecho de tener mucho dinero.

VER+:


Carmen Avendaño ha dedicado media vida a combatir el narcotráfico desde la asociación Érguete y al frente de Madres contra la Droga