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Sigue las huellas del juego de la Oca
en el Camino de Santiago
El juego de la oca es la guía no escrita del Camino de Santiago, una de las claves secretas que los Templarios usaron para señalar los lugares seguros y peligrosos de la ruta durante la Edad Media. Un equipo de Crónicas ha seguido ese rastro desde Puente La Reina a Finisterre.
¿Sabía que el Juego de la Oca tiene mucho que ver con el Camino de Santiago?. ¿A que suena extraño?...Cuando tropezamos con esta idea nos pareció también increíble, pero no es así. Le animamos a coger un tablero y echar una partida. Cada casilla: el pozo, la cárcel, el puente, la oca, están muy relacionadas con la vida misma. En realidad es una guía no escrita del Camino de Santiago y tiene que ver con la Orden del Temple.
A la búsqueda del Grial
O Cebreiro es un pequeño poblado de pocos vecinos, perteneciente al ayuntamiento de Piedrafita, en la provincia de Lugo junto a la de León. Es la puerta del Camino de Santiago hacia su tramo final. En la Edad Media albergó una pequeña comunidad templaria y se cree que fue un punto de sabiduría ancestral, que hoy está representada por el cáliz del milagro, aunque el Santo Grial, según los expertos, no es una copa física.
La conexión energética del Camino de Santiago
¿Qué hace que año tras año miles de personas de todo el mundo sigan haciendo el Camino de Santiago?
Los expertos en geobiología hablan de una conexión energética que recorre toda la ruta, y que está vinculada a los templos construidos en aquella época. Nada está hecho al azar. Está todo medido, desde la altura y la geometría de las iglesias hasta la luz. Los maestros constructores levantaban los templos sobre una corriente de agua subterránea en lugares donde se detectaba líneas de fuerza del campo magnético terrestre. El objetivo era hacer sentir.
Los expertos en geobiología hablan de una conexión energética que recorre toda la ruta, y que está vinculada a los templos construidos en aquella época. Nada está hecho al azar. Está todo medido, desde la altura y la geometría de las iglesias hasta la luz. Los maestros constructores levantaban los templos sobre una corriente de agua subterránea en lugares donde se detectaba líneas de fuerza del campo magnético terrestre. El objetivo era hacer sentir.
Entender y sentir lo que ocurre en estos templos es una cuestión de sensibilidad radioestésica, por lo visto es algo que el ser humano tiene de forma natural pero que se ha olvidado a lo largo del tiempo. Los especialistas dicen que se puede recuperar y que incluso ahora sale a flote sin que seamos conscientes de ella
Peregrinos de todos los puntos del planeta
En su diario ha plasmado relatos y dibujos con acuarela. Nos muestra uno en el que se la ve caída de espaldas sobre la mochila. Se ríe. Es una mujer menuda que sorprende y te hace sentir como alguien cercano. Se llama Elizabeth St. Jean, es norteamericana y profesora de español y ha venido sola a hacer el Camino, en pleno invierno.
Siempre hacia el Oeste, todo a favor
El día amaneció gris, encapotado, y de repente al llegar a Finisterre, mientras Marcelo, y Juan preparaban la cámara y el trípode y Arturo, nuestro realizador, buscaba el mejor sitio para hacer los planos, el cielo se despejó y apareció un atardecer de esos de postal que nos dejó boquiabiertos. Duró 20 minutos y se hizo de noche. Es sólo un ejemplo, porque el caso es que nos pasó muchas veces durante la grabación de este reportaje. Cuando algo parecía imposible, no sé cómo pero en un instante, mágico, desaparecía la dificultad y había una solución incluso mejor. Puede que también haya sido el Camino.
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