Al cielo ofreciendo del mundo el rescate,
Con clavos sujetas las manos divinas,
Ciñendo sus sienes corona de espinas,
Se ostenta en los brazos del leño Jesús.
A diestra y siniestra dos viles ladrones
Reciben la pena que al crimen se debe;
Mas ¡sólo en el Justo se ensaña la plebe,
Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
La túnica sacra con grita sortean
En frente al suplicio los fieros sayones,
Y el pueblo inconstante con torpes baldones
Denuesta al que ha sido su gloria y salud.
Ya nadie recuerda sus hechos pasmosos,
Del bien -que hizo a todos- cada uno se olvida,
Celebran su muerte, calumnian su vida...
¡Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
«Si Dios es tu Padre»-por mofa le dicen
«Desciende, y entonces tendremos creencia.
Los oye el Cordero con santa paciencia,
Y ya de sus ojos nublada la luz,
Los alza clamando: -¡Perdónalos, Padre!
Lo que hacen ignoran, perdónalos pío.-
Con roncas blasfemias responde el gentío,
¡Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
Sed tengo -murmura la Víctima augusta;
Vinagre mezclado con hiel le presentan...
Sus labios divinos la esponja ensangrientan,
Y ríe y se goza la vil multitud.
En tanto del Mártir se hiela la sangre
Cubriendo su frente con nublos espesos
Le tiemblan las carnes, le crujen los huesos
¡Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
-¡Mujer, ve tu hijo! la dice, y señala
En Juan a la prole de Adán delincuente.
-¡Ahí tienes, oh hombre, tu Madre clemente!-
Mirando al Apóstol añade Jesús.
Tal es el legado que alcanzan los mismos
Que son de su muerte causantes insanos:
Les da para el cielo derechos de hermanos...
¡Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
Mirando del Cristo la suma clemencia,
De aquel que a su diestra comparte el suplicio
Conmuévese el alma, que el gran sacrificio
Ya en él ejercita su inmensa virtud:
-«De mí note olvides -le dice- en tu reino.»
Jesús premia al punto su fe meritoria;
-Conmigo- responde -serás en la gloria...-
Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
Mas ¡ay! ya el instante se acerca supremo:
Ya el pecho amoroso con pena respira:
Inclinase el rostro que el ángel admira,
Y eleva la muerte su fiera segur.
-¡Oh Padre divino! ¿por qué me abandonas?
La voz espirante pronuncia despacio:
Su queja doliente devora el espacio...
¡Y está allí la Madre al pie de la Cruz!
-¡Todo es consumado! -Mi espíritu ¡oh Padre!
Recibe en tus manos -clamó el moribundo.
Retiemblan de pronto los ejes del mundo,
Los cielos se cubren de oscuro capuz,
Se parten las piedras, las tumbas se abren,
Sangriento un cadáver se ve suspendido...
¡De Adán el linaje ya está redimido!
¡Y aún queda la Madre al pie de la Cruz!
LAS SIETE PALABRAS
Víctor A. Arana,
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Mi doliente alma acompaño tu Pasión,
Flagelando el corazón tus sangrantes heridas,
Cargaste en tu cruz ese odio sin razón,
Y el desprecio de esas almas corrompidas.
Muerte de cruz pidieron tus verdugos,
Aceptaste con resignación tan inclemente castigo,
Tu Cuerpo Sagrado. Pan de Bendito Trigo,
Salvó al inicuo que alcanzó uno de sus mendrugos.
Nobleza y perdón al arrepentido,
Altos dones de nuestro Padre Amoroso,
Es por ello que mi orgullo rendido,
A tus pies ofrendo con gozo.
"PADRE PERDÓNALOS PORQUE
NO SABEN LO QUE HACEN"
¡OH! mi Señor con el dolor de tus clavos,
Perdonaste la ignorancia de tus acusadores,
Usurpadores del poder terrenal
y de la carne adoradores,
y de la carne adoradores,
Morirán sin tu gloria y de la infamia esclavos.
"SED TENGO"
Sufriendo este martirio tuviste gran sed,
Tristeza de tantos corazones vacíos,
El ciego romano que teniendo ojos no ve,
Quiso saciar la sed del Creador de mares y ríos.
"MADRE HE ALLÍ A TU HIJO.
HIJO HE ALLÍ TU MADRE"
Y a pesar de tu corta ausencia de este mundo,
Ofrendas vuestra madre, nuestra grata compañía.
Gracias mi Señor por ese amor tan profundo,
Entregando por nuestra salvación tu vida."
"CONSUMADO ES"
Consumada tu misión Evangelizadora,
Inquebrantable tu fe en ingrato sufrimiento,
Presentaste en la cruz tu obra salvadora,
Ejemplo de obediencia y Cristiano sometimiento.
"EN VERDAD TE DIGO,
HOY ESTARÁS CONMIGO
EN EL PARAÍSO"
Noble promesa de salvación y vida eterna,
Confiando en el Poderoso que el mundo hizo,
Desechando los afanes de la vida terrena,
Abundante vida tendrás en el Santo Paraíso.
"DIOS MIO, POR QUE ME HAS ABANDONADO?"
Y el Ungido del Altísimo en Santificada Agonía,
La presencia del Padre clamó en fría soledad,
Ese amor eterno que prodiga a nuestra vida,
Señalándonos el camino de justicia y verdad.
"PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU"
Fieles y Portentosas manos en quien confiar,
Únicamente las del Padre nuestro Creador,
Quién alivia dolores y hace el espíritu reposar,
Custodiando nuestra alma con ternura y amor.
Fueron siete tus palabras al epílogo de tu vida,
En doliente sacrificio colgado del madero,
Palabras de perdón en tan prolongada agonía,
Indeleble ejemplo del amor de Dios Verdadero.
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