EL Rincón de Yanka: LIBRO "HOMO CORRECTENSIS": FABRICANDO MENTIRAS CURSIS PARA MENTES PEREZOSAS por PUBLIO CORTÉS DE LEZO ⛔🚩

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martes, 19 de octubre de 2021

LIBRO "HOMO CORRECTENSIS": FABRICANDO MENTIRAS CURSIS PARA MENTES PEREZOSAS por PUBLIO CORTÉS DE LEZO ⛔🚩


Fabricando mentiras cursis 
para mentes perezosas
Publio Cortés de Lezo

Libro de inspiración libertaria que reparte estopa, con un toque punk, a toda la tropa progre, arrasando con argumentos sus dogmas de fantasía. Primer libro de la factoría Freenoticias.com

La Corrección Política que invade y permea todos los ámbitos de nuestras vidas precisa que una Realidad Necesaria se imponga sobre la auténtica realidad. Convertir mentiras cursis en "realidades" es un trabajo llevado a cabo por los que el autor califica como "Homo Correctensis". Los Correctensis empujan discursos y argumentos disparatados trabajando desde las distintas sectas de la neo-religión del Pensamiento Único para sostener los dogmas más disparatados.
Análisis mordaz y descarnado pero también repleto de lógica y argumentos de peso. La combinación de humor y razonamientos fundamentados en la evidencia darán mucho sobre lo que reflexionar al lector sin quitarle la sonrisa de la boca y alguna que otra carcajada. El Homo Correctensis es el término que el autor emplea y que es equivalente al personaje "woke" que abunda en el mundo anglosajón.
Ser un Homo Correctensis es una nueva forma de etiqueta social, indistinguible de una mala religión y muy similar a una secta… pero todo a escala monumental.

DEDICATORIA

Esta fantástica obra literaria no hubiera sido posible sin la inestimable ayuda de políticos, periodistas, lí­deres de ONGs y de movimientos sociales, asociaciones de acrónimos impronunciables y demás mampo­rreros de la corrección política.
Sin el reiterado, y cansino, interés de estos sujetos y asociaciones por prescribimos e introducirnos sus supositorios ideológicos mañana tarde y noche, este libro nunca habría visto la luz.
Este libro es un síntoma más de la alergia que se provoca al inocular cualquier vitus liberticida en la mente y el alma humanas. En estas fechas sabemos mucho de virus y sabemos mucho de alergias.

INTRODUCCIÓN

"En tiempos de engaño universal, 
decir la verdad se convierte en un acto revolucionario" 
(Eric Arthur Blair -George Orwell)


¿Qué es lo correcto? Según la RAE correcto es algo libre de errores o defectos,conforme a las reglas.
¿Qué es políticamente? El mismo diccionario dice que es "de manera política".
Por tanto, algo políticamente correcto es lo que de manera politica está libre de errores o defectos o es conforme a las reglas.
Es importante notar que las dos afecciones de correcto pueden llegar a ser excluyentes entre sí, ya que algo puede ser conforme a unas determinadas reglas y sin embargo no estar exentode errores o defectos. Si la norma es una regla que es moralmente perversa cualquier cosa que sea conforme a esta regla puede ser calificada de correcta y de incorrecta a la vez. Algo que es conforme a una regla cruel es correcto pese a estar, con toda seguridad, plagado de errores y defectos.
Si al adjetivo "correcto", bien ambiguo él solito, le anteponemos el adverbio "políticamente" acabamos te­niendo algo no ya ambiguo sino perfectamente evanescente. "Políticamente correcto" vendría a significar algo que de manera política está libre de errores o defectos, o que, también desde un punto de vista polí­ tico, seatiene a unas determinadas reglas. Este último significado es el que más se adecua a la plaga que nos azota.
El adverbio "políticamente" acota el tipo de errores, defectos o reglas, y así algo es políticamente correcto cuando:

l. Está libre de errores odefectospolíticamente entendidos
o
2. Es conforme a las reglas políticamente acordadas como válidas

Por ningún lado puede verse en estas definiciones nada que apunte a categorías como veraz, cierto, per­ fecto, bueno, o mejor. Solo se puede afirmar que algo es políticamente correcto cuando encaja dentro de una ode las dos definiciones anteriores. También, dado que el adverbio "políticamente" es el que ilumina la forma de interpretar las dos definiciones de corrección, lo políticamente correcto muta en el espacio y en el tiempo según soplen los vientos de la política.
Por tanto, algo puede ser bueno, cierto o mejor y no ser políticamente correcto. En mi opinión que algo políticamente correcto sea bueno suele ser fruto de la casualidad, como cuando un reloj parado da la hora dos veces al día.
Quienes asumen que lo que se define como políticamente correcto en cada tiempo y lugar es un manual con el que conducir sus vidas, y generalmente medrar compensando su falta de talento, castran sus men­tes a cambio de dosis permanentes de serotonina que emanan de la fuente de la aceptación social.
El pensamiento políticamente correcto es una guía para perezosos mentales, un género de bípedo muy abundante. Con este manual de verdades impostadas se conducen por la vida gentes que buscan aparen­tar ser modernos y progresistas pero cuya intelectualidad pret-a-porter correctensis es superficial y no aguanta una critica medianamente razonada.

La receta del guiso es sencilla: sobre una cama de cuatro normas maduradas en demagogia añádanse doce consignas batidas al punto de nieve, viértanse un par de tabúes y espolvoreé todo bien con palabras chachis (heteropatriarcado, cosificación, algo-punto-cero, gentrificación, resiliencia, sostenibilidad..), sal­pimentamos con frases redondas e inmarcesibles bañadas en zumo de oráculo progresista (el islam es paz, la izquierda es mejor, el feminismo es bueno y necesario, todas las religiones son iguales, las perso­nas somos iguales, ninguna civilización es superior ...) se deja reposar 15 minutos y puede servirse en cualquier tertulia de máxima audiencia.
Este menú es consumido en abundancia por las distintas subespecies del horno correctensis.

Este libro lo escribo con dos intenciones que no oculto: por un lado, hacer pasar un rato divertido al lector y por otro hacerme pasar un buen rato a mí mismo. Si por el camino, además, este libro sirve de vacuna contra la idiocia de lo políticamente correcto pues me alegraré de haber prestado un servicio público.
No quiero ni espero ofender a nadie con lo que en este libro iré contando, pero estoy completamente se­ guro de que así será, y que muchos van a sentirse ofendidos porque está en la esencia misma del horno correctensis el escandalizarse cuando se le pone frente a un espejo que le muestre la estupidez ontológica de lo que él considera dogma. Sí espero, y quiero,que este libro ayude a alguien que tenga aún la infección del correctismo patológico poco desarrollada y que esta lectura le sirva de revulsivo para sacudirse el vi­rus antes de mutar completamente y estar perdido para siempre.

¡Al lío!

Capítulo I. 
Advertencia antes de seguir leyendo.Alta probabilidad de sentirse gratamente ofendido

¿Al lío? No, aún no. Las "Autoridades Sanitarias" me obligan (y si no lo hacen pronto lo harán) a adverti­ ros de que la lectura de este libro puede provocar ira, enfado y santa (y correctísima) cólera.
Vaya por delante para tranquilidad de los homo correctensis que sí, que soy un facha, soy un fascista, soy un nazi y soy todo lo que quieran que sea...en sus fantasías. Los epítetos ya los doy por descontados. Además de aceptar gustoso las dedicatorias habituales con las que su manual exige agasajar a todo aquel que ose opinar sobre cualquier asuntoen el que ellos ya han sentado cátedra y doctrina, ergo es inopina­ble, también les invito a ofrecerme argumentos que pongan en tela de juicio el fondo de mis ideas o a de­ mostrar la veracidad y validez de las suyas. Invito por tanto a todos los correctensis a algo tan incorrecto como pensar por sí mismos.

El manual del buen homo correctensis se cimienta en dos principios: el primero es explícito, establece los dogmas y les endosa los atributos benéficos habituales (es progresista, es moderno, es feminista, es inte­grador, es inclusivo y sostenible...) y el segundo es un principio implícito por el que todo aquel que se oponga a odesafíe el dogma, es considerado malo malísimo y merecedor de todos los atributos negativos (es reaccionario, es antiguo, es carca, es machista, es racista). El justificar el por qué de la validez y la bon­dad de los dogmas se queda para los más avezados; para el correctensis de infantería sus dogmas deben ser algo tan obvio como que el sol sale por el este. Maniqueísmo de andar por casa, cómodo y muy prác­ tico para quien quiera ahonarse tener que pensar razonadamente y permanecer siendo moderno.
Para facilitar el método para "liquidar" a los rebeldes e insumisos al pensamiento único existen atributos comodín o etiquetas multiusoque pueden usarse indistintamente para endiñarles a los que se arriesgan a ser breados en público, oh benditos ingenuos, por decir que el emperador está desnudo (veremos este asunto en detalle más adelante).

Estos atributos o etiquetas son: facha, reaccionaiio, y fascista y sus derivadas (machista, xyz-fóbico, etc). Es la última linea de defensa de la secta correctensis. Por cierto, que viene funcionándoles muy bien, de momento.
Así pues, apóstoles y guardianes de la corrección política, que aún seguís leyendo este libro, sed también bienvenidos y sean bienvenidas las criticas, sobre todo las que sean argumentadas y juntando más de 6 palabras. Uno nunca pierde la esperanza como ven.
Este libro te va a ofender gratamente si crees (si crees DE VERDAD) que todos somos iguales o si piensas que todas las ideas son respetables o si compras que detestar el islam es, o suena a, algo malo y racista.
Este libro te va a subir la tensión y a ponerte de mala leche si eres de los que están convencidos de cosas como que defender el aborto implica progreso, que las mujeres musulmanas se cubren con un niqab, hi­jab, o pañuelo en ejercicio de su libertad, o que está muy bien que haya tiendas que seautodenominan de "comercio justo". Tiempo habrá para repasar cada una de estas leyendas urbanas tan absurdas y fantasio­sas como ampliamente extendidas.
Quizá deberías tomarte la medicación inmediatamente antes de seguír leyendo si crees (realmente) en cosas tan falaces como que el feminismo es bueno y el machismo es malo porque, para el que esto escribe, cualquier cosa terminada en "ismo," es algo ante lo que poner las orejas bien tiesas. Los "ismos" solo sir­ven para crear "istas" y en mi particular etimología estos sufijos se corresponden con rebaño y oveja/ganado respectivamente.
Para todos aquellos que creen que existen personajes míticos como el Yeti, Big Foot o el islam moderado tengo buenas y malas noticias: tengo dudas sobre la existencia de los dos primeros, ¡quién sabe!, pero es­toy absolutamente convencido de que el tercer personaje no existe.

Hechas estas advertencias al lector comencemos.

Capítulo lI. 
El pensamiento Disney. La Realidad Necesaria

Terminábamos el capítulo de advertencias robándoles, cruel y despiadadamente, la ilusión a quienes creen en la existencia de mitos políticamente correctos como el islam moderado. Al igual que los ovnis, el Yeti o los extraterrestres, el islam moderado es algo que muchos afirman haber visto a pesar de que nadie ha sido capaz de demostrar científicamente su existencia.
Estos mitos y leyendas del imaginario místico de los horno correctensis, son producto de lo que yo deno­mino "mentalidad Disney ".
Las películas de animación de Disney nos pintan a leones que charlan con los herbívoros de los que son amigos íntimos. Nadie se come a nadie. Incluso en la película Nema hay unos tiburones vegetarianos que setrabajan a un tiburón blanco para que sehaga vegetariano también. Ni los unos ni el otro son tiburones vegetarianos, ni tienen entre sus prioridades llegar a serlo jamás, pero ¡qué más da! Vamos a contarles a los niños una historia bonita no vaya a ser que se asusten de la realidad.
Pongamos a un suricata, un jabalí y un león de colegas de aventuras y olvidémonos de que en el mundo real unos son el menú del otro. ¡Es tan inspirador! ¡Es tan bonito!

Extrapolemos el pensamiento Disney a nuestra sociedad y entonces, niños y niñas, sabed que todas las religiones son buenas, todas las ideas son respetables (excepto algunas, ya os pasaremos la lista), todos podemos vivir junto s porque todos compartimos los mismos ideales y objetivos. Un rosario de mentiras encadenadas para dibujar los contornos de una macro-fantasía inexistente a la que se necesita dotar de veracidad para que el discurso correctensis tenga algún sentido y poder dotar de una coherencia ficticia a una realidad prefabricada.
Porque decir a los niños que no todas las religiones son por definición iguales, ni necesariamente buenas, ni todas las civilizaciones son equiparables, y que soloson respetables las ideas que se ganan el respeto,es demasiado lógico y sensato como para poder ser admitido como válido, y lo que es peor, puede animar a los niños a pensar y a que acaben adquiriendo la competencia necesaria para razonar por sí mismos usando sus capacidades, saliendo del paradigma correctensis ¡Eso sería una tragedia! Ese paradigma que tan primorosamente se nos quiere embutir en nuestros cerebros, y que permite tener respuestas, fáciles y automáticas, para casi todo, no debe ser roto en pedazos por desaprensivos como un servidor.

Decir que solo si compartimos unos ideales y unos principios podemos vivir en una misma sociedad con cierta armonía es lógico, es correcto... pero incorrecto políticamente. Decir que un alemán cristiano, o ateo, se va a integrar mejor en España que un argelino musulmán, decir que la civilización occidental es mejor en casi todo que el resto de las civilizaciones y que hay que estar OR-GU-LLO-SOS de eso, es dema­siado crudo -y real- como para mostrarlo abiertamente y lo que es peor, es un reto a los dogmas inefa­bles y a la realidad necesaria (e inventada) que los sostiene.
Relativicemos, igualemos por abajo, escondamos lo bueno de Occidente, tapémoslo con vergüenza para que no se ofendan las civilizaciones medievales, obtusas e intolerantes por nuestro justificadísimo orgullo.
Seamos masoquistas, pero tan correctos, y estemos orgullosos de serlo. PUES NO ME DA LA GANA y por eso escribo este libro.
La defensa del dogma correctensis funciona de forma muy sencilla: lo mío es bueno porque es "atributos positivos a, b,...n*, lo tuyo es malo porque todo lo que no es mío carece de los "atributos positivos a, b,...n" y por tanto es "atributos negativos "a, b,...n*.
¿Argumentos para soportar los dogmas? Uno solo: la negación. Negar la veracidad de los argumentos en contra y defender los dogmas correctensis equiparando la negación de los mismos con todo lo malo que pueda imaginarse, pero sin ofrecer argumentos de fondo. La lógica, la Ciencia o el sentido común no de­ben interponerse en la defensa del dogma, y si se interponen serán catalogados de lógica fascista o ciencia facha.

Un ejemplo de discusión con un apóstol de lo políticamente correcto:
- Dogma: La tolerancia hacia el islames buena. Es integradora y es progresista.
- Castigo para los herejes a el dogma: Si tú opinas que no hay que ser tolerante con el islam tú eres un (elijase entre facha, fascista, islamófobo) intolerante. El catálogo de improperios es amplio y enfunción del empecinamiento con que se mantenga elja que al dogma se te irán colocando las etiquetas que haga falta para trazar un cordón sanitario más amplio. Entrar a rebatir argumentos no parece ser lo aconsejable cuando se defienden verdades inventadas.

Discusión tipo:

⦁ Es que tolerar una ideología suprema.cista que ve en los infieles a seres inferiores y que cond ena a las mujeres a un trato vejatorio no meparece quesea muy lógico.
⦁ Eso no es verdad. El Islam no es así.
⦁ Veamos, resulta que el Corán dice que sura n9...., n9....,y los hadizes dicen que n9.. ... y n9. ....
⦁ El Islam es una religión depaz porque lo dijo ....
⦁ Pues Mahoma dijo que ...
⦁ Eso no es verdad
• Sura n9...., sura n9...., sura n9...
⦁ Si nos ponemos así todas las religiones son iguales.
⦁ Uno muere en la cruz pidiendo a Dios Padre que perdone a sus asesinos y otro predicando la gue­rra, la expulsión de los infieles de Arabia y el exterminio de esos mismos infieles, y eso no es lo mismo ¿o sí?
⦁ Eso que tú dices es un discurso reaccionario, es el discurso de la caverna y gente como tú es la que alimenta el odio y el extremismo islamista.
¿Argumentos a favor de que ser tolerante con el islam es bueno? Uno: que no serlo es malo.
¿Argumentos para exigir tolerancia hacia una ideología genuinamente intolerante? Negar la evidencia, tapar la vedad, inventarse la realidad.

Esquema del corpus doctrinal de lo políticamente correcto:


Lo políticamente correcto busca imponer una realidad a la medida, lo que denomino su "realidad necesa­ria", una realidad a la que la lógica, la Ciencia o la realidad empírica no le afectan. Puro pensamiento Disney donde los tiburones blancos buscan ser vegetarianos y los jabalíes coleguean con leones. Su reali­dad necesaria es el hábitat donde anidan sus dogmas envueltos en su escudo demagógico. Las cosas no son lo que son sino lo que deberían, según ellos, ser. Amén y Akuna Matata.

Capítulo III.
Sobre fobias,filias, y qué cosaste deben gustar y cuánto deben gustarte...y sobre la pera e.orno fruta de la amistad

Para los horno correctensis es fundamental que cualquier debate sejuegue en su terreno (su realidad ne­cesaria) y con sus normas (dogmas incuestionables). Si no aceptas sus normas caerá sobre ti el escudo demagógico multiusos con sus predecibles insultos con los que etiquetar a los locos descarriados.
Una cosa es cuestionar tan solo los dogmas, pero aceptando su realidad necesaria, pero lo que es aún más interesante es cuestionar tanto los dogmas comosu propia realidad a medida. Lo primero es ponerte a ju­gar al rugby en un campo de fútbol mientras que lo segundo es como decirle a la grey correctensis que realmente estáis en una piscina y no en un campo de fútbol y que se trata de una competición de nata­ción sincronizada y no un partido de fútbol, y además te ríes de que lleven botas de clavos y espinilleras dentro del agua. Hay que negar la realidad ficticia que los correctensis predican. Esa realidad donde sus dogmas de fantasía se cobijan no existe.
Al disipar el humo de esa realidad fantasma mostramos los dog­ mas desnudos y tiritando. Si en lugar de aceptar una pseudo realidad espectral, la negamos ofreciendo ar­gumentos y mostrando la realidad empírica, estamos atizándoles (dialécticamente se entiende) a los apóstoles correctensis en los mismos cimientos que sustentan sus dogmas absurdos. Es la forma más práctica, también la más divertida, de desarmar al clero correctensis.
Pondré un par de ejemplos de un par de dogmas que últimamente se vienes predicando en instituciones educativas y organizaciones políticas de EE.UU.

Dogma 1: Solo los blancos pueden ser racistas. Todos los blancos son racistas, aunque digan que no lo son (CRT, Critica! Race Theory o Teoria Crítica de la Raza).
Realidad inventada (terreno de juego virtual correctensis): Existe una opresión sistémica contra la po­ blación negra en EEUU de la que se benefician los blancos (white privilege) por lo que las personas blancas practican un racismo furtivo, incluso sin darse cuenta, e incurable. Por otro lado, las personas de color no pueden ser racistas sino tan solo mostrar "prejuicios raciales" ya que no se benefician de ese racismo sistémico.
Realidad factual (terreno dejuego de lo que de verdad pasa): A pesar de que según cifras del FBI (aquí el enlace) en 2014 los negros asesinaban a blancos en una proporción casi 18 veces mayor que a la inversa (de acuerdo a los respectivos porcentajes de población) y a pesar de que el número de delitos cometidos por la población de raza negra por cada mil habitantes es muy superior a las demás razas, el racismo sis­témico blanco es un dogma. 
La realidad es que el racismo que sí existe y además está institucionalizado se oculta detrás de eufemismos como la "discriminación positiva", un horrible término que consiste en beneficiar a unas razas (o sexos) sobre otras. 
Por ejemplo, para cumplir con las cuotas raciales (otro tér­mino horripilante y racista) en las universidades, los ciudadanos de origen asiático necesitan tener una mejor nota para acceder a determinadas facultades. El racismo, tener prejuicios hacia personas de distin­tas razas, es algo malo y que está al alcance de cualquiera. Negar la capacidad de ser racista a alguien por el color de su piel sí que es racista. Defender algo llamado discriminación positiva es un alarde de racismo palmario puesto que cuando se discrimina a favor de una raza siempre es en contra de otra y del indivi­duo. Hablar de un racismo sistémico en EE.UU. en el que los blancos oprimen a los negros, cuando la tasa de blancos que mueren asesinados a manosde personas negras es 18 veces mayor que la de negros asesi­nados por blancos, es como poco bastante hipócrita. Hablar en términos de blancos versus negros y a la inversa en lugar de individuos también me produce nauseas.

Dogma 2: No hay dos géneros, sino que el género es un espectro cuyas opciones tienden hacia infinito. El género y el sexo interactúan entre sí, pero son cosas distintas.
Realidad inventada (terreno de juego virtual correctensis): Según la conocida organización mafiosa OMS "el género y el sexo están relacionados, pero el sexo es algo diferente a la identidad de género. La identidad de género se refiere a la experiencia de género interna e individual profundamente sentida de una persona, que puede corresponder o no a la fisiología de la persona o al sexo designado al nacer". También puede leerse en muchas publicaciones que hay más de dos géneros -cientos, miles-, aunque en nuestra sociedad los géneros más reconocidos son el masculino y el femenino (género binario). Generalmente se atribuye un género en función de la anatomía de alguien (los genitales con los que na­ció); esto se llama asignación de género y se basa en la suposición de que los genitales de una persona coinciden con su género.
Realidad factual (terreno de juego de lo que de verdad pasa): Entre el 0,005% y el 0,014% de la pobla­ción sufre de disforia de género según la revista más prestigiosa -"Diagnostíc and Statístical Manual of Mental Disorders- de la muy progresista Asociación Americana de Psiquiatría. La realidad es que existen dos sexos, el masculino y el femenino, que hay hombres y mujeres que se sienten atraídos sexualmente por personas de distinto sexo (heterosexuales) o de su mismo sexo (homosexuales); todo lo demás no son géneros, son otras cosas, llámese trastornos, llámese fantasías. Si una de cada veinte mil personas se siente de un sexo distinto al de su nacimiento habrá que tratar a esas personas con todo el respeto y la consideración que cualquier individuo merece, pero esa persona no puede exigir a nadie que comparta su fantasía al igual que yo nopuedo exigir a nadie que se me trate de Alteza Serenísima. Por cierto, que ya no hace falta someterse a operaciones de cambio de sexo (ahora lo llaman de reasignación) para ser del gé­nero que quieras, tampoco necesitas someterte a tratamientos hormonales, basta con que te percibas del género que quieras, eligiendo el que más te guste oinventándote uno para ti solito. (Ojo que no tratar a la gente con los pronombres de su elección es ya delito en Canadá).

La técnica para desarmar los dogmas artificiales, como hemos visto en los anteriores ejemplos, consiste en primero cepillarse la realidad ficticia en la que flotan los correctensis. Se les dice "no voy a jugar en tu mundo de fantasía, las fantasías pueden ser muy bonitas, pero no tengo porque compartirlas". Y se­gundo, cuando el dogma se queda en pelotas sin una realidad con la que abrigarse, se debe atizar con crueldad dialéctica dicho dogma.

¡Ajustémonos los bañadores y al agua patos!

Encuentro fascinante el interés casi intrusivo que tienen algunos en decirme qué cosas es bueno que me gusten y qué cosas no deberían gustarme. Puedo entender que el consumo de drogas o el salto en paracaí­das sin paracaídas son cosas que no me deben gustar porque los resultados de estas prácticas suelen ser bastante desagradables y empíricamente así se demuestra; por tanto, se lo compro a quien me lo venda. Otra cosa es que me digan que me deben gustar algunas cosas profundamente desagradables para mí como la homosexualidad, el islam o la ONU (sigue leyendo para entenderlo mejor). No alcanzo a entender el beneficio que me puede aportar a mí o a la sociedad el ser fan de ninguna de estas tres causas. Tampoco veo el perjuicio que pueda causar mi desafección a las mismas.
Sí en cambio veo bastante claro el beneficio de no gustarme ninguna de estas tres causas (la ONU tam­bién es una causa como la homosexualidad colectivista o el islam, aunque no se vea tan claramente) y más claro aún veo el perjuicio que me causaría la afección obligatoria (aunque sea impostada) a estas causas.
Más adelante argumentaré las razones que hacen que no me gusten estas y otras muchas cosas de obli­ gadogustamiento. Ahora explicaré por qué los "fobismos" resbalan por mi bañador de llera cuando los sa­can a pasear los correctensis como parte de su panoplia defensiva de sus dogmas incuestionables.

A ver niños quien sabe la respuesta a esta: Si yo digo que no me gusta la homosexualidad, así en crudo y sin anestesia, entonces ¿qué es lo que soy niños? ¡¡Vamos todos juntos!! Homóooofobo.
Muy bien niños, ahora otra pregunta más que os veo inspirados: Si yo digo que no me gusta el color ama­rillo entonces ¿qué es lo que soy? ¡¡Amarillóooofobo!!
Genial niños, id al recreo que os lo habéis ganado.
Efectivamente no me gusta el color amarillo, lo admito, soy culpable de eso. También admito que ni odio ni tengo un miedo irracional o injustificado al color amarillo y tampoco odio a la gente que se viste (po­bres) de amarillo de forma pertinaz e incomprensible para mí. No soy amarillófobo, solamente no me gusta ese color.
El razonamiento es sencillo si se quiere razonar, lo que es mucho pedir a un correctensis pata negra. Por un lado, el hecho de que no me guste algo no me convierte en un anti esa cosa, ni significa que le tenga un miedo irracional. Por otro lado, el que a alguien le guste eso que a mí no me gusta no hace que yo deteste a esa persona.

Si tú crees que la ONU es algo benéfico de donde nada sino bondad y justicia pueden emanar porque se reúnen buenas personas con mejores intenciones por el bien del mundo, pues enhorabuena, sé feliz. No voy a odiarte por eso. Que tú sientas los colores de la ONU y pienses que todo lo que venga tocado por esa institución es salvífico me provoca ternura. No me gusta la ONU, no me gustaría que a mi hijo le llegara a gustar la ONU y puedo decirte por qué, pero no odio a los ONUfilos.

Yo entiendo que a un hombre le gusten los hombres y le parezca muy romántica la idea de ser sodomi­zado por alguien con más barba que él, es una tendencia que existe, es una realidad que hay homosexuales y me parece genial. A mí en cambio no me gusta la homosexualidad, incluso puede resultarme asque­roso lo que para otras personas es bonito y romántico. No me gusta la homosexualidad y a otra gente sí. Que no me guste la homosexualidad como concepto no implica que no me gusten los homosexuales por­ que no tiene lógica para mí juzgar a alguien por su tendencia sexual. No hay una relación unívoca entre que no te guste algo con que no te gusten aquellos a los que sí les gusta ese algo. No me gusta la carne cruda y tengo amigos amantes del steak tartar, creo que se me entiende bien. Establecer esta correlación es una trampa en la que se nos quiere hacer caer para espantarnos de cualquier discusión de calado.
El gustamiento obligatorio es dictatorial. Ni se me pasa por la cabeza exigir a nadie que encuentre román­tico tener relaciones heterosexuales y no admito que se me imponga cómo debo sentirme con respecto a nada. Ni odio ni tengo un miedo irracional hacia la homosexualidad, simple y llanamente no me gusta. Preferiría que mis hijos fueran heterosexuales, pero les querré igual, independientemente de lo que a ellos les atraiga. Las dos cosas son perfectamente compatibles. Es perfectamente lógico que no haya uniformidad en los sentimientos. No me apetece comer insectos y no por ello soy entomofagofóbico (miedo irracional a los comedores de insectos) y espero que no me persigan carnivorofóbicos cuando me coma un filete (uno de verdad no de los de Microsoft).
Todo lo anterior es extrapolable a otros temas como la religión o las ideologías.

Si tú crees que Mahoma era un ejemplo a seguir, un gran tipo, un santo profeta, si crees que la opinión de una mujer vale la mitad que la de un hombre, te opones a la adopción de niños y piensas que los perros son seres impuros, amén de otras cosas, pues olé por ti, pero no me exijas que me guste a mí. A mí Mahoma también me parece alguien ejemplar: un ejemplo de mala persona, un tipo cruel que se casó con hasta 11 mujeres incluyendo una niña de 9 años y que estableció una ideología supremacista en la que los no creyentes están obligados a vivir en sumisión y a ser considerados inferiores. Vamos que no me gusta el islam, y te puedo razonar por qué no me gusta. Pero no odio el islam siempre que no se lleve a la práctica, cosa que gracias a Dios (que no a Allah) y por fortuna, poco musulmanes hacen. Y ojo, los mu­sulmanes que llamamos "moderados" en realidad son tan musulmanes como es leche esa bebida sin lac­tosa y sin grasa hecha con soja.
Pues no me gusta el islam, a pesar de que quieran que sea obligatorio que me guste, y no por ello soy isla­ mófobo, ni racista. Lo primero porque el miedo que pueda suscitar el islam, lejos de ser irracional es bastante lógico (que le pregunten a unos que hacen caricaturas) y lo segundo porque por más que lo quieran ignorar, ser musulmán no te convierte en miembro de ninguna raza.
No me gustan ni la ONU, ni la homosexualidad ni el islam (amén de muchas otras cosas) y además estoy en mi derecho de decir que no me gustan sin que me tengan que endilgar ningún fobismo, a menos que empiece a ser obligatorio por ley que tengan que gustar una serie de cosas... y por ahí parece que van los tiros con las leyes contra el odio.
Repito, no gustar no es sinónimo de odiar. Puedo ser amigo de un funcionario de la ONU musulmán y homosexual porque, aunque no me gusten ni la ONU, ni el islam ni la homosexualidad, podemos tener gustos o aficiones en común como el espacio, la geología o la física. Es más, defenderé hasta donde haga falta que se le permita ser homosexual en los países donde los encarcelan o ejecutan, que curiosamente son, en su mayoria, países islámicos.

Otra cosa que encuentro fascinante es cómo se acoplan calificativos sin sentido a ciertos términos como violencia machista, o religión de la paz. Para mí muchas de estas asociaciones tienen tanto sentido como hablar de la pera como la fruta de la amistad o del acero comoel material de la sinceridad, lo que pasa es que si algo completamente absurdo se repite insistentemente acabará siendo visto como una verdad in­cuestionable y acabaremos regalando peras en señal de amistad y una barra de acero corrugado para mostrar la sinceridad de nuestros sentimientos.
La pera puede ser la fruta de la amistad tanto como puede serlo la sandía o el melocotón, no parece que su consumo tenga efectos sobre la amistad, en un sentido u otro, a corto o largo plazo. Por el contrario, cata­logar al islam como la religión de la paz, es como decir que Richard Nixon era el político de la transparen­cia. Si aceptamos que existe la violencia machista es absurdo negar que existan la violencia feminista (o hembrista), la violencia islámica, la violencia gitana o la violencia homosexual. La violencia es algo negativo, independientemente de quien la practique, excepto en defensa propia. Un hombre que mata a una mujer comete un delito con el agravante de que estadísticamente los hombres son físicamente más fuer­tes que las mujeres. El mismo delito comete una mujer que mata a un niño o un coleccionista de sellos de 150 kilos que mata a un camarero. Sin embargo, nadie ha oído hablar de violencia feminista o de violen­cia filatélica ¿Por qué?

Mi intuición me indica que interesa adornar el término machista con todo lo malo y, sensu contrario, el feminismo solo puede ir asociado a cosas buenas e ideales benéficos. La verdad es que a mí personal­mente el machismo me parece una auténtica chorrada y lo mismo opino del feminismo, si bien no en­ tiendo porque no se llama hembrismo o se cambia machismo por masculinismo. Hoy en día es moderno y muy progresista definirse como feminista (ergo bueno) y nadie en su sano juicio va diciendo que es ma­chista (lo peor). Para mí definirse como una u otra cosa es un síntoma de papanatismo, estulticia y grave molicie intelectual. Pero en la realidad necesaria correctensis donde todo es binario y maniqueísta (ex­ cepto los géneros que son infinitos) solo caben las etiquetas de bien absoluto y maldad aborrecible, si cuestionas cualquiera de estosdogmas estás fuera de su paraíso, eres un apestado.
Es cuanto menos irónico que, en la realidad necesaria de los correctensis, esté bien visto hablar de islam moderado y no de machismo moderado, y en cambio sea incorrecto hablar de violencia islámica y sí se acepte el término violencia machista. Si un hombre comete un crimen contra una mujer su violencia solo puede ser catalogada como machista sean cuáles sean los motivos de ese hombre; parece importante que la culpa, el motivo y el desencadenante de esa violencia, sean su condición de macho militante.
Quien en nombre del islam maltrata a una mujer, y tengo entendido que es algo que ocurre de vez en cuando, o quema una iglesia copta en Egipto, o tira desde una azotea a un homosexual en Siria o en Irán, o defiende que las mujeres hereden la mitad de lo que hereda su hermano en Marruecos, lo hacen, según los correctensis, porque son machistas pero en absoluto porque alguien en algún libro escribiera algo que le incitara cometer esos actos. La violencia islámica simplemente no existe en la realidad necesaria, es violencia machista, violencia terrorista, violencia tribal, o son simplemente coloristas costumbres cultu­rales que debemos respetar.

Porque el islam, niños y niñas, es por definición la religión de la paz (en la realidad necesaria) ¿A que sí? Si el islam es la religión de la paz, aplicando el pensamiento Disney, por definición nadie puede ser machista u homófobo por causa del propio islam. Caso cerrado. Amén.
Si eres de los que tienen apego por contrastar las cosas y te gusta informarte para ir elaborando ideas pro­pias; eres un enemigo en potencia del sistema. Si además de esas perversas inclinaciones no te importa defender tus ideas incluso cuando son blasfemias contra los dogmas correctensis, entonces sé bienvenido al mundo de luz y color de la disidencia al sistema.
Ahora vamos a ir entrando en materia desgranando los dogmas incuestionables del corpus doctrinal correctensis.

Capítulo IV.
Sobre las distintas formas de paternalismo opresivo: feminismo, machismo, islam

En la realidad necesaria el feminismo es una cosa muy buena. Se trata de un movimiento que lucha por los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida y gracias a que existe el feminismo las mujeres son más libres y más felices. El feminismo además queridas mujeres os evita tener que pensar por voso­tras mismas y os da las pautas para poder opinar como una buena y auténtica mujer. ¡Loor y gloria al feminismo!
El feminismo necesita al machismo como Superman necesita a Lex Luthor. Si no hubiera machismo, los y las feministas lo inventarían, porque lo que realmente anida en el alma feminista es un patemalismo vo­mitivo, un ansía insaciable de controlar y dictar cómo deben ser las mujeres y cómo los potenciales enemigos congénitos, los hombres, deben reprimir sus innatas inclinaciones feminicidas. Los hombres tenemos la ventaja de que el concepto machismo es algo merecidamente denostado y no tenemos que seguir un infumable manual machista, si lo hubiera. Por el contrario, las mujeres, y también los hombres, necesitamos que el feminismo, esa forma de estar en la realidad necesaria, nos diga cómo debemos comportamos.
Existió en su día un movimiento que buscaba la igualdad de derechos de las mujeres, el derecho al voto, a los estudios a ser independientes financieramente. El feminismo era un movimiento amparado por algo tan poderoso como el sentido común. Pero ese movimiento ha devengado en un brazo armado del Pensamiento Único, ha mutado y ahora es un cáncer social que quiere regir cada aspecto de las relaciones hombre-mujer... y mujer-mujer. El feminismo trata a las mujeres como lo haría un padre machista con una hija adulta tratándola como a una niña de 4 años.

El feminismo es como un vecino que pasa de ser amable a ser un verdadero coñazo. Que un día te ayuda con la mudanza porque ve que no puedes tú solo, al día siguiente te ve con una revista de motos y te dice que no te conviene comprarte una moto, que otro día te dice que no les des bollos a los niños cuando te ven salir con ellos, y que te recomienda que quites ese felpudo irreverente porque no está bien y es ofensivo.
El feminismo, insisto, trata a las mujeres como si estas fueran niñas y además idiotas, -lo cual es un punto en común con el enfoque islámico- cuando todos sabemos que el porcentaje de idiotas está hornogéneamente distribuido entre los sexos (que no géneros). Que si que te abran la puerta está mal o regular, que si que te digan guapa es una afrenta y un micromachismo, y así hasta donde llegue su capacidad de interferir en la vida de la gente; porque su apetito, el del feminismo, por marcar pautas y decirnos lo ma­ los que somos los hombres y las mujeres que pensamos por libre, es insaciable.
Más tarde hablaremos de cosificación y el heteropatriarcado que eso es reírse y no parar.

Dejen señoros y señoras feministas de darnos la puñetera brasa con sus indicaciones sobre lo que está bien y lo que está mal o vengan llorados de casa porque vamos a partirnos la caja y a llamaros idiotas cuando suelten sus sermones.
El feminismo quiere garantizar a la mujer, por ejemplo, el derecho a notrabajar en lo que nodebe, porque el feminismo sabe lo que a ti mujer te conviene. ¿Qué te pensabas mujer? ¿Pensabas que podías decidir por ti misma si un trabajo es onodigno? Pues aprende a no pensar mujer, porque ya lo hacen por ti.
La empresa que dirige los destinos de la Formula 1 anunció (febrero 2018) que prescindiría de las azafa­tas que trabajaban en los grandes premios del circuito. Esta es una de las conquistas más sonadas del fe­minismo actual, un incuestionable avance en los derechos de la mujer. El comunicado oficial de Sam Bratches, director general de operaciones de la Fl reza así:

A pesar de que la práctica de emplear azafatas de parrilla ha sido esencial en los GP de F1 durante déca­das, sentimos que esta costumbre no cuadra con nuestros valores de marca y claramente no concuerda con las normas de sociedad moderna. No creemos que esta práctica sea apropiada o relevante para la Fl y sus fans, antiguos y nuevos, en todo el mundo.
O sea que primero, el bueno de Sam dice que lo de las azafatas era algo esencial, luego dice que es una costumbre que no cuadra con sus valores de marca y tampoco con las NORMAS de la sociedad MODERNA.
Luego cree que no es una práctica apropiada o relevante para los fans de la Fl.
¿Alguien se ha hecho caquita Sam? Porque huele a caca. O sea que emplear azafatas era esencial, pero ahora nada tiene que ver con los valores de la marca Formula 1 (¿Aborrecen ahora lo que hace un año era esencial?)

La aclaración, y el motivo real, vienen a continuación:

"claramente no concuerda con las normas de la sociedad moderna".
¿Qué normas Sam? ¿Qué leyes? ¿Quién dice que esas supuestas normas correspondan a las normas de una supuesta sociedad moderna?
Lo que antes era esencial, según el bueno, hipócrita y correctísimo Sam, es ahora irrelevante para la F1 y sus fans. Algo esencial pasa a ser irrelevante porque la marca tiene otros valores, de repente, y las normas modernas así lo indican ¡¡Aleluya hermanos, Sam ha visto la luz!!
Por si alguien dice que se trata de una mala traducción 

"While the practice of employing grid girls has been a staple of Formula 1 Grands Prix for decades, we feel this custom does not resonate with our brand values and clearly is at odds with modem day societal norms. We don't believe the practice is appropriate or relevant to Formula l and its fans, old and new, across the world."
A staple is something thatforms an important part of something else. La primera afección de staple (que además significa grapa) es algo que forma una parte importante de otra cosa...que va grapado
A staple food, product, or activity is one that is basic and important in people's everyday lives. Una co­ mida, un producto o una actividad "staple" es algo básico e importante en el día a día de la gente. O sea, algo de primera necesidad.

Algo no pasa de ser de primera necesidad para el espectáculo de la F1 a ser ajeno a los valores de marca de la propia F1 de un día para otro sin que no haya presiones de por medio. Sam, sé honesto y dilo clara­mente, os han obligado a quitar el trabajo a unas chicas porque alguien piensa que sabe mejor que ellas lo que les conviene.
"...sentimos que esta costumbre no cuadra con nuestros valores de marca'; dice Sam. A mí me parece que te lo hacen sentir. Algo que dices, querido Mr. Bratches, que iba grapado a la Fórmula 1 como algo de primera necesidad, pasa a desaparecer porque no es moderno. Tú mismo, genio.
Quienes se arrogan la portavocía de un grupo -las mujeres-, que es empíricamente heterogéneo, ya sea el feminismo o cualquier otra secta, no me merecen respeto alguno. Tratar como a ganado bo­ vino a un colectivo de individuos distintos (sí, sorpresa, las mujeres no son todas iguales) es repugnante. Pero el hedor que este feminismo vanguardista desprende no es solo consecuencia de su afán bolchevique por secuestrar la libertad de pensamiento de sus principales víctimas (las mujeres) sino que también responde a su acendrada obsesión por homogeneizar el discurso de las personas basán­ dose en sus genitales. El feminismo hiede también debido a ese tufo de cursilería que impregna y apesta todo el universo correctensis en el que anida esa secta. El feminismo dejó atropellado en la cuneta, hace mucho, al sentido común, y por lo que parece también ha fusilado su sentido del ridículo.
La directora del Instituto de la Mujer en España, Beatriz Gimeno, es un exponente de hasta qué punto la enajenación asoma cuando el sentido del ridículo se desvanece. Así se despacha la amiga Beatriz "... entender, que los malos tratos que existen en las parejas homosexuales son iguales no ayuda a las personas GLTB y, desde luego,no ayuda a las mujeres".
Lo mismo te sorprende, querida Beatriz, que haya gente a la que ser maltratada les resulta muy des­agradable sin que le duela más o menos ese maltrato dependiendo de si el maltratador lleva un pene colgando o es la propietaria de una vagina; ni tampoco sufre menos si el maltratante es homosexual o hetera. La frasecita es por otro lado un ejemplo muy bueno de cómo soltar cualquier idea sin preo­ cuparse por dar un solo argumento que justifique el por qué. 

¿Por qué entender que la violencia es tan mala entre homosexuales como entre heterosexuales no ayuda a los homosexuales ni a las mu­ jeres? ¿En qué perjudica a una mujer que se castigue con la misma severidad al maltratador homose­ xual y al hetera? La frase que Beatriz tenía en mente es: entend er, que los malos tratos que existen en las parejas homosexuales son iguales NO ME GUSTA, y todo lo que no megusta es malo para las mujeres y los homosexuales "la heterosexualidad no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino que es una herra­ mienta política y social con una función muy concreta que las feministas denunciaron hace décadas: subordinar las mujeres a los hombres" y añade "Olvidar que en la mayor parte de los periodos históricos las mujeres, si hubieran podido elegir, hubieran escogido no mante­ ner relaciones sexuales con los hombres,no vivir con ellos, no relacionarse con ellos,es ol­ vidar algo fundamental en la historia de las mujeres (y de los hombres)".

La frase debería empezar así "megustaría que..." y continuar conjugando los verbos en subjuntivo; así dejaría de ser una frase ridícula y falaz para convertirse en una fantasía sexual muy entretenida (para ella).
La señora Gimeno fue nombrada para el cargo en 2020 por una ministra comunista, Irene Montero, que está casada con un exvicepresidente comunist, Pablo Iglesias, con quien parece que escoge te­ ner relaciones heterosexuales. Quizá Beatriz debería llamarle la atención a Irene sobre sus tenden­ cias anti-natura y advertirle que esa heterosexualidad maligna y tóxica suya es una herramienta del machismo.
La señora Giménez tiene muchas perlas más disponibles para quien quiera buscarlas en internet. Horas de diversión garantizadas.
La diferencia es cada vez más estrecha, casi imperceptible, entre quienes imponen distintas veladu­ras (chador, burka, hiyab, niqab) a las mujeres y quienes nos dicen a todos qué trabajos son dignos o no para una mujer.
Los unos dicen que las mujeres se cubren por convicción, o que se trata de un tema cultural que de­bemos respetar,las otras argumentan que su celo censor es parte de su impagable lucha por el bien de todas las mujeres, y ambos bandos, que rivalizan en nivel de fanatismo y celo, argumentan que sus imposiciones son para mayor dignidad de las mujeres. Los hombres que se vistan como quieran, otro punto de coincidencia entre ambos "ismos ".

Yo la verdad es que encuentro al feminismo francamente paternalista; seguramente debido a mis ta­ ras mentales y mi incorrección patológica. Yo como hombre me sentiría ofendido si alguien exige (esta gente no pide nada por favor) en mi nombre y en el de todos los hombres que se prohíban los anuncios de ropa interior masculina con tipos fornidos y guaperas. También me da lo mismo que los top mod els masculinos ganen 10 veces menos que sus colegas mujeres. Además, anuncio que no pienso mover un músculo para ayudar a estos "pobres" top models masculinos a ganar lo mismo que sus colegas femeninas, no es algo que crea digno de ocupar mi tiempo. Las top models generan más negocio alrededor de su imagen que los top masculinos y el mercado eso lo premia. De igual manera y por idénticos argumentos me parece normal y lógico que una tenista de élite cobre menos
que un tenista (o tenisto para algunos).
Todos NO somos iguales, gracias a Dios. Todos no tenemos derecho a ganar el Premio Nobel si no ha­ cemos méritos para conseguirlo.
¿Tienen las feministas un apoderamiento firmado por todas las mujeres del mundo? ¿Se puede no ser feminista y ser mujer?
El feminismo trata a las mujeres como si se tratara de su feligresía, a la cual pontifican y prescriben lo que está bien y lo que no.
Lo de las chicas del paddock no es una excepción porque, aunque suene a broma, a partir de 2019 el concurso de belleza de Miss América pasa a sustituir el posado en traje de baño por una entrevista de los jueces con cada concursante para que comente sobre los "Logros y metas en su vida, y cómo usará sus talentos, pasión y ambición para realizar el trabajo de Miss América".

Propongo que en los concursos de culturismo se elimine el posado con cuerpos untados en aceite y se sustituya por un coloquio sobre filosofía hegeliana no sea que en un concurso donde se valora la apariencia y los músculos abultados a alguien se le ocurra mostrar bíceps.
Un concurso de belleza donde van mujeres que cuidan de su cuerpo, pero a las que no se les puede dejar que enseñen las piernas en bikini es un absurdo colosal. Si se es mal pensado parece que hay mucha envidiosa suelta.
En un concurso de belleza se juzga la belleza, en un concurso de culturismo se juzga la musculatura y en uno de salto de longitud sejuzga quién salta más lejos. Hay jugadores de fútbol que pueden ser grandes intelectuales, médicos o ingenieros, pero cuando juegan al fútbol se les valora por sus habi­ lidades futbolísticas. Y un detalle que los obtusos, y seguramente acojonados, organizadores de Miss América no deben pasar por alto: la gente que ve un concurso de misses, va a ver belleza no a cono­ cer los logros y metas vitales de las concursantes.

Aunque el afán de ser inclusivos ha llevado a que ya no sea necesario nacer mujer para ser Miss algo porque como dice la transexual Ángela Ponce (Miss España 2018).
"Ser una mujer es tu identidad. No importa si eres blanca, negra, si tienes una vagina o un pene".
Con ese mismo argumento el Comité Olímpico Internacional ya permite a hombres convertidos en mujeres competir en categoría femenina en campeonatos de alterofilia o artes marciales, relegando a las mujeres que venían con vagina de serie a ser meras espectadoras del éxito de sus nuevas "her­ manas degénero" y a quedar relegadas a comparsas de segunda. Porque os diré un secreto, una mujer con pene tiene una densidad ósea mayor, musculatura más poderosa y mide y pesa de media bas­ tante más que sus colegas con vagina congénita, incluso después de ser sometida a terapias hormonales.

No deja de ser irónico que todo el discurso en contra del doping y el abuso de hormonas quede en ri­dículo cuando para aplacar el ardor guerrero de la tropa correctensis tienes que admitir a nuevas mujeres con niveles de testosterona de hasta 10 nanomoles de testosterona por litro de sangre (reso­ lución del COI de Noviembre de 2015) cuando la media en las mujeres es de entre 0,06 y 1,70 nano­moles por litro.
Mujeres que han tenido una pubertad masculina que ha conformado sus cuerpos con características de varón y que se someten a tratamientos hormonales (prohibidos para sus colegas con vagina de serie) para destrozar las carreras deportivas de las mujeres ¡Todo suena tan jodidamente inclusivo!
Que se ofendan si quieren las Ángelas Ponce que tanto nos pontifican, pero yo creo que las mujeres con pene no son mujeres. Pueden sentirse mujeres como yo puedo sentirme supermán o un lince ibérico, aunque no lo soy; y si exijo que se me considere cualquiera de esas dos cosas entenderé que se rían de mí abiertamente. Porque si me lleven a un centro de fauna en Doñana con otros linces me parecerá injusto para los linces de verdad tener que aguantar a un tipo raro y triste porque no es ad­ mitido como lince.
A todo esto, las feministas en lugar de defender el trabajo de las atletas femeninas o de respetar que las mujeres puedan elegir si quieren o no trabajar como modelos, siguen a lo suyo que básicamente se resume en buscar agravios e inventar nuevas formas de darnos a todos el coñazo. A fuer de ser completamente sincero sí hay feministas que condenan estas cosas, las llaman TERFs (etiqueta al canto), y son por supuesto transfóbicas las muy carcas.

Leo del manifiesto convocando a una huelga feminista: "Hoy, 8 de Marzo, las mujeres de todo el mundo estamos convocadas a la HUELGA FEMINISTA"y me pregunto:

⦁ ¿Por quién están las mujeres de todo el mundo convocadas?
La pregunta tiene su enjundia. Si no hay un comité supremo feminista con una secretaria general o presidenta a la cabeza que convoque esta huelga, y parece que no lo hay todavía, entonces convoca­ rán distintos grupos,sindicatos, partidos, y asociaciones. Casitodas estas asociaciones,al menos en España, tienen un acentuado, si no descarado, sesgo ultraizquierdista. Por lo que a mí respecta que el sesgo sea izquierdista, vegetariano o liberal me da absolutamente igual, lo que me resulta abominable es que además de tener la cara dura de convocar a todas las mujeres, y de hablar en nombre de todas ellas, encima tengan un ramalazo político escandaloso, sea cual sea este

⦁ Las mujeres de todo el mundo están convocadas ¿Van a pasar lista?
Supongo que allí donde las mujeres disfrutan de menos derechos el movimiento feminista se vol­ cará. Las feministas y las organizaciones convocantes irán allí donde estén las mujeres gitanas a las que se les pide una prueba de virginidad empleando un pañuelo que les introduce la suegra por la vagina. Y por supuesto los convocantes de esta huelga feminista se volcarán en aquellos países donde la mujer tiene vetado pasear sola por la calle o vestirse como quiera o heredar en la misma proporción que su hermano. Supongo que allí donde las mujeres tienen prohibidas las relaciones lésbicas o casarse con alguien que no sea musulmán los convocantes de esta huelga feminista van a estar a por todas a la puerta de cada mezquita repartiendo folletos a las mujeres (Pasó otro 8 de marzo y nada de lo anterior se ha visto por ninguna parte).

¿O no?

Creo que seguramente no se va a ver, de momento, mucho activismo feminista por Yemen, Pakistán o Marruecos. Pero no hay que ponerse triste, porque cuando se trata de culturas no occidentales la sección femenina del pensamiento políticamente correcto tiene la excusa de la cultura, los matices culturales, la adaptación del discurso. ¡¡Será por palabras!!
Y puestos a inventar ¿por qué no el feminismo islámico? ¡Pero por supuesto! A este respecto leí una entrevista en el diario "El País" absolutamente reveladora.
Me defino como pensadora musulmana decolonial. Si bien comparto muchas de las producciones de lasfem inistas islámicas, no utilizo esta denominación porque considero que es una redun­ dancia hablar de feminismo islámico: el islam es igualitario de (sic) todos los seres humanos y defiend e los derechos de todos. Sirin Adlbi Sibai (Granada, 1982) Entrevista en el diario "El País" el 1 de febrero de 20 17.
Han leído bien, decir feminismo islámico es una redundancia para Sirin; es lo mismo que decir subir arriba o bebé infantil, y a continuación añade que el islam es igualitario. Por inventar que no quede.

Diccionario por favor.

Redundante: Empleo de palabras innecesarias para expresar una idea o concepto por estar ya expre­sado con otras palabras opor sobreentenderse sin ellas.
Feminismo: principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre (RAE)
Islam: La palabra Islam, de la raíz trilítera s-l-m, deriva del verbo árabe aslama, que significa literal­mente 'aceptar, rendirse o someterse' (Wikipedia)
Que alguien por favor me explique cómo va implícito el concepto feminismo en el término islam.
¿Es el feminismo sometimiento o es el islam garante de la igualdad de derechos del hombre y la mu­jer? Una de estas dos cosas debe darse para que la aseveración de la simpática Sirin tenga validez. Para mí feminismo islámico es un emparejamiento de palabras tan razonablemente genial como ca­nibalismo piadoso y un invento tan deliciosamente absurdo e inútil como un vaso con agujeros.
Parece, solo parece, razonable pensar que el feminismo no trata de buscar el sometimiento sino la li­beración de la mujer por lo tanto el islam debe ser de alguna extraña forma garante de la igualdad de la mujer y liberador de la misma.

Veamos que encontramos en el feminista Corán: 

Sura 2: 228
Las repudiadas deberán esperar tres menstruaciones. No les es lícito ocultar lo que Alá ha creado en su seno si es que creen en Alá y en el último Día. Durante esta espera, sus esposos tienen pleno derecho a tomar­ las de nuevo si desean la reconciliación. Ellas tienen derechos equivalentes a sus obligaciones, conforme al uso,pero los hombres están ungrado por encima de ellas. Alá es poderoso, sabio.

Sura 4:3
Y si teméis no ser equitativos con los huérfanos, entonces casaos con mujeres que os sean lícitas: dos, tres o cuatro; pero si teméis no ser capaces de tratarlas con equidad, entonces [sólo] una -o [con] aquellas que vues­tras diestras posean. Esto hará más probable que no os desviéis de la rectitud.

(Admito que aquí síesigualitario el islam porque exhorta atratar con equídad atodas tus esposas)

Sura 4:11
Alá os ordena lo siguiente en loque toca a vuestros hijos: que la porción del varón equivalga a la de las hem­bras. Si éstas son más de dos, les corresponderán dos tercios de la herencia. Si es hija única, la mitad. A cada uno de los padres le corresponderá un sexto de la herencia, si deja hijos; pero, si no tiene hijos y le heredan sólo sus padres, un tercio es para la madre. Si tiene hermanos, un sexto es para la madre. Esto, luego de satisfacer sus legados o deudas. De vuestros ascendientes o descendientes no sabéis quiénes os son más útiles. Ésta es obli­gación de Alá. Alá es omnisciente, sabio.

(De nuevo derrochando igualitarismo, aunque debo admitir que es un enunciado genial para plantear problemas matemáticos)

Sura 4:15
Llamad a cuatro testigos de vosotros contra aquéllas de vuestras mujeres que cometan deshonestidad. Si atestiguan, recluidlas en casa hasta que mueran o hasta que Alá les procure una salida.

Sura 4:25
Quien de vosotros no disponga de los medios necesarios para casarse con mujeres libres creyentes, que tome mujer de entre vuestras jóvenes esclavas creyentes. Alá conoce bien vuestra fe. Salís los unos de los otros. Casaos con ellas con permiso de sus amos y dadles la dote conforme al uso, como a mujeres honestas. No como a fornicadoras o como a amantes. Si estas mujeres se casan y cometen una deshonestidad, sufrirán la mitad del castigo que las mujeres libres. Esto va dirigido a aquellos de vosotros que tengan miedo de caer en pecado. Sin embargo, es mejor para vosotros que tengáis paciencia. Alá es indulgente, misericordioso.