EL Rincón de Yanka: SIN EL LEGADO HISPÁNICO LA UNIÓN DE LA AMÉRICA QUE HABLA ESPAÑOL ES IMPOSIBLE y LIBRO "LA NEOLENGUA DEL PODER EN VENEZUELA" por CARLOS LEÁÑEZ ARISTIMUÑO

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sábado, 11 de mayo de 2024

SIN EL LEGADO HISPÁNICO LA UNIÓN DE LA AMÉRICA QUE HABLA ESPAÑOL ES IMPOSIBLE y LIBRO "LA NEOLENGUA DEL PODER EN VENEZUELA" por CARLOS LEÁÑEZ ARISTIMUÑO


Carlos Leáñez Aristimuño. Profesor de la Universidad Simón Bolívar, compartió una mesa redonda en las Jornadas Hispanidad Cartagena 2023, junto a ponentes como Marcelo Gullo, Alberto G. Ibáñez, César Pérez Guevara y Marcelo Gullo titulada «El siglo XXI como oportunidad panhispánica»
“Sin el legado hispánico la unión de la América 
que habla español es imposible”

El siglo XXI está abriendo una oportunidad a la gran nación cultural hispánica del mundo como no lo había hecho en los últimos siglos. Por un lado, asegura, Leáñez Aristimuño, porque tenemos una masa de 500 millones de personas en el mundo. Y por otra porque está habiendo una rebelión hispanista sin precedentes en estos últimos doscientos años que están reivindicando nuestro pasado real, y que están sentando las bases para un futuro común y compartido.

De Bolívar a Puigdemont, doscientos años de balcanización

Ahora mismo, asegura el profesor de la Universidad Simón Bolívar, Madrid es la única capital panhispánica de la Hispanidad. Esta ciudad está marcando el futuro porque allí estamos todos, nos vemos representados todos. Madrid representa lo contrario de lo que empezamos a respirar con Simón Bolívar hace doscientos años, y estamos respirando actualmente. Según Leáñez Aristimuño hay una línea de sucesión entre el proceso iniciado por uno y continuado por el otro.
Para este hispanista «durante 300 años fuimos todos España. Y aquella España voló por los aires y lo que hoy son los países hispanos no son más que los restos del naufragio de aquella gran nave. Y nosotros vivimos aferrados a esos trozos instalados en el autoodio.

Y el problema, asegura Leáñez Aristimuño, es que para sobrevivir en la globalización necesitamos un gran buque, no una canoa. «Y navegamos en canoa». Por eso somos periféricos a todos los grandes retos a los que tenemos que hacer frente en como pueblo en la era de la globalización. Y para volver a situarnos en el centro, como ya estuvimos, necesitamos ese gran barco llamado Hispanidad.

Sin legado hispánico no hay reunificación

Desde 1811 hasta hoy vivimos instalados en el autoodio porque nuestras élites intentan borrar los 300 años de historia común que sentaron las bases de lo que une hoy a 600 millones de personas en el mundo. Y ese autoodio es que hace que nos mine la autoestima. «Nuestras élites quieren mantener una buena adaptación a la situación actual. El problema es que esa situación no nos sirve porque nos convierte en un pueblo periférico con respecto a los grandes centros de decisión del mundo. Y si queremos optar a una soberanía real tenemos que cambiar a esas élites», asegura Aristimuño.
Si queremos la reunificación el factor hispanista es indispensable. Sin él han fracasado movimientos como el indigenista, y siempre lo harán. O movimientos ideológicos como el que intentó el Ché Guevara. Hasta ahora todos los movimientos reunificacionistas han fracasado porque «han tocado teclas hispanófobas». Proyectos que no han generado de forma transversal un proyecto ilusionante de futuro. Y es hora de cambiar de abajo arriba. 
«Si no lo hacemos, otros navegarán en un gran buque y nos verán encantados naufragar.

La red, una oportunidad para vertebrar a los hispanohablantes.

Según Léañez Aristimuño los hispanohablantes son un 8% del total de internáutas del mundo. Navegantes que buscan información en español, demandan contenidos en español y se comunican en español entre sí. «Nuestra comunidad es, tras la china y la anglosajona, la tercera en importancia en internet, y necesitamos aprovechar recursos como éste para entrar juntos en el siglo XXI y convertir a nuestra lengua en el motor de nuestra unidad.


LA NEOLENGUA DEL PODER 
EN VENEZUELA: 
dominación política y destrucción de la democracia 
Antonio Canova González, Carlos Léañez Aristimuño, 
Giuseppe Graterol Stefanelli, Luis A. Herrera Orellana 
y Marjuli Matheus Hidalgo.

Este libro el plantea con claridad un problema del que muchos venezolanos no están conscientes: la desmesurada pretensión de la clase gobernante de crear, en el marco del ejercicio de un poder ilimitado y sin control, una lengua nueva, llena de sentidos que en sí mismos ofrezcan un espontáneo apoyo al propósito de dirigir indefinidamente y determinar la totalidad de nuestras vidas. Sobre la base de lo que ya conocemos acerca de las experiencias totalitarias en el siglo XX y de la observación precisa de la actual realidad venezolana, los ensayos aquí contenidos constituyen valiosos aportes para una discusión urgente e ineludible.

La Neolengua del Poder en Venezuela dominación política y destrucción de la democracia, es un libro que agrupa cinco trabajos que están basados en el planteamiento que hace George Orwell en su libro 1984 sobre la Neolengua. Ésta no es más que la simplificación o reducción sintáctica y morfológica de una lengua específica. Tal situación genera que el hablante de ese nuevo código que se establece, quede imposibilitado de usar otras palabras o términos en el momento de comunicarse. Esa reducción de palabras, es con el fin que el hablante no pueda utilizar otros términos o palabras que lo lleven a expresar su pensamiento o críticas hacia el gobierno que impone el nuevo idioma. El objetivo de la Neolengua en la obra de Orwell, es por una parte, restringir la expresión del pensamiento y disminuir la posibilidad que los miembros del partido quebranten la ley, generen y manifiesten pensamientos contrarios a los designios del partido que gobierna. Y por la otra, busca manipular el idioma para controlar políticamente a las personas.

Enmarcados en esta temática, el primer trabajo: Propaganda y Neolengua Política en Venezuela (1999-2014) Un instrumento eficaz para dividir, glorificar, engañar y confundir, su autor Antonio Canova González, presenta un corpus de palabras, mensajes publicitarios, imágenes y descripciones que conforman el lenguaje oficialista, que está presente en tanto en los discursos del presidente de la república, como en el habla de los altos personeros del gobierno. Dentro del corpus de las palabras usadas para dividir se encuentran: “apátridas, sapos, son un cáncer, con un tumor, sietecueros, bacterias, pulgas, insectos, carroña, zamuros, cuervos, disociados” entre otras. Estas vocablos son usados con el fin de deshumanizar, de descalificar al contrario, a las personas que no comparten su ideología política pero que merecen respeto. Con estos ejemplos se observa cómo la lengua es usada para insultar, para agredir verbalmente al contrario, que es visto como un enemigo. 

En el aspecto referido a glorificar a alguien través del lenguaje tenemos los calificativos que le han colocado al fallecido presidente Hugo Chávez, al llamarlo: Gigante, Gigante Supremo, Comandante Eterno, entre otros. Todo lo descrito antes, es con la finalidad de hacer ver que el líder político oficialista no es una persona común y corriente, todo lo contrario, es un ser con poderes especiales. El lenguaje usado para engañar y confundir son los siguientes subtemas del artículo de Canova González, para engañar el gobierno apela a modificar el significado de ciertas palabras por otro muy diferente, que puede ser hasta opuesto, para ejemplificar tenemos: democracia por participación protagónica, socialismo del siglo XXI, por comunismo, entre otros. 

El último subtema relacionado con el uso del lenguaje para confundir, son los términos acuñados por el oficialismo tales como: comunas, misiones, método chaz, hegemonía comunicacional, contraloría social y muchas más, todos estos términos son usados a diario por ministros, alcaldes, gobernadores, jefes de gobierno, fiscales insertos en la tendencia del gobierno actual, pero que son difíciles de definir en la realidad de cada día en Venezuela.

El segundo trabajo de Carlos Leáñez Aristimuño: Lengua para la libertad y Libertad para la Lengua en Venezuela muestra la importancia de reflexionar, discernir sobre la manipulación que ejerce el estado sobre la lengua y presenta doce puntos que demuestran el amplio espectro que tiene la neolengua en el discurso público oficial. Dentro de esos doce argumentos se pueden resaltar uno: Borrar a la escuela como fuente de discernimiento y expresión, y esto no es más que minar el lenguaje para evitar que los hablantes lo usen con de acuerdo al contexto, para que expresen sus ideas y su pensamiento libremente. La escuela ejerce un papel fundamental en la enseñanza de la lengua y al debilitarla no puede cumplir con su tarea y en consecuencia los individuos no podrán expresarse coherente ni de forma verbal ni escrita en diferentes contextos. Para Leáñez, una de las formas de reducir la función de la escuela es mantener a los profesores con bajos salarios, poca formación docente y presupuestos anuales limitados. Para cerrar su artículo el autor mencionado antes, hace un llamado a la reflexión para dominar el poder político que está ejerciendo el gobierno sobre el uso de la lengua, y que tiene que ver directamente con el deterioro del idioma, pues al disminuir la lengua, se disminuye también al individuo al limitarlo a usar un vocabulario específico, que no le permite expresar sus ideas y pensamientos libremente.

El tercer artículo: El Gran Hermano te vigila, Giuseppe Graterol Stefanelli, presenta una sinopsis de la obra de George Orwell, 1984 que es donde surge el término Neolengua, como un idioma político que sirve para manipular social e ideológicamente a las personas que habitan en el lugar donde se ésta se desarrolla. En el cuarto trabajo titulado: El fenómeno de la Neolengua como instrumento de quiebre de la democracia y el estado de derecho, su autor Luis A.

Herrera Orellana analiza desde el punto de vista social, el fin que persiguen los representantes del gobierno con la puesta en marcha del neolenguaje, que se ve materializado en el acto de intentar controlar el léxico que usan los ciudadanos, y en consecuencia para controlar su pensamiento, sus expresiones, sus ideas y su interpretación de lo que ocurre a su alrededor, es decir de la realidad que lo circunda. Basa su análisis en experiencias sociales, tales como las dictaduras en Europa y Asia en el siglo XX y en temática de libros tales como: Rebelión en la Granja de George Orwell, y Un mundo feliz de A. Huxley. 

Para finalizar su artículo, expone algunas proposiciones para tomar acciones ante ese nocivo uso del lenguaje político, entre ellas: aceptar la existencia del problema de la neolengua, evitar usar las palabras insultantes del gobierno, pues al utilizarlas, se está colaborando con el oficialismo al reproducirlas en nuestro vocabulario, rechazar con un lenguaje sencillo la manipulación, la ambigüedad y la mentira que crea la neolengua, y fomentar el pensamiento crítico, reflexivo, la expresión de las ideas a través de diferentes espacios, entre otras acciones.

Para finalizar, Marjuli Matheus Hidalgo, nos entrega en su artículo La neolengua política y su impacto en la comunicación y la democracia, tanto la experiencia como los resultados de talleres realizados por la Asociación Civil Un Estado de Derecho, para dar a conocer el significado de la palabra neolengua y sus implicaciones. Los talleres se realizaron en tres momentos: junio, julio y septiembre del año 2014 y en diferentes escenarios y con público distinto: la sede del Colegio Nacional de Periodistas, en el Municipio Chacao y en la Cámara de Comercio de Valencia, para periodistas y trabajadores de la prensa, comunidades organizadas y empresarios y personas relacionadas con sectores de la economía respectivamente. 

En cada taller se desarrolló un contenido conceptual sobre la neolengua, sus características, implicaciones, objetivos, diversos usos, Se presentaron videos oficialistas donde se utiliza la lengua para dividir, manipular, engañar, se respondieron preguntas, planteamientos y finalmente se aplicó una encuesta al público asistente, en total: 138 personas. De acuerdo con los resultados, se puede decir que las personas no solo pudieron darse cuenta del problema que representa el uso de la neolengua, pues si bien es cierto que una gran cantidad de la población observa y manifiesta que “algo está pasando con el lenguaje” no pueden identificar específicamente qué es. Una de las recomendaciones que deja la comunicadora social para contrarrestar este flagelo que ataca nuestro lenguaje, es no hacernos eco de ese léxico, sino utilizar cada día las palabras con propiedad y para esto nuestro idioma nos ofrece un vasto léxico.

Como reflexión final, una persona se define a sí misma en la medida que habla, que describe, que narra, que argumenta y que expresa sus ideas y pensamientos de forma crítica y reflexiva hacia sí misma, hacia situaciones que le ocurren, que lo envuelven, y esa forma de hablar también le permite definir a los otros. Lo que decimos de otras personas, también lo decimos de cada uno de nosotros. El uso del lenguaje es la carta de presentación de cada ser humano, con las palabras nos acercamos a los demás o también nos alejamos de ellos. Con el uso adecuado y preciso del lenguaje generamos tolerancia y respeto a las ideas del otro, que no es más que el respeto y la tolerancia de nosotros mismos.

“El siglo XXI como oportunidad panhispánica" con César Pérez Guevara, 
Carlos Leáñez Aristimuño, Marcelo Gullo y Julio José Henche.
 
500 Millones de hispanohablantes: una potencia mundial en ciernes. Carlos Leáñez Aristimuño