JESÚS SI MURIÓ POR MÍ Y POR TI
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Lc 24:46,47, "Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se ..." En Colosenses 1:14 Pablo dice algo semejante, "en quién tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados."
1 Pedro 1:18,19, "sabiendo que fuisteis rescatados.....no con cosas corruptibles, como oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cristo." Somos redimidos por su sangre, y la razón por la cual nos salva en esa manera es "sin derramamiento no se hace remisión" (Hebreos 9:22). Este es un principio del Antiguo Testamentos que se aplica a la raza humana - desde Adán hasta el último hombre. Pero ya no somos redimidos por la sangre de animales sino por medio de la sangre preciosa que Cristo derramó en el Calvario. Por eso podemos obtener "el perdón de Pecados."
"Cualquier enseñanza que no esté de acuerdo con la Escritura, debe ser rechazada, aunque haga llover milagros todos los días" . Dr. Martín Lutero
Jn, 12:
27 Ahora mi alma está turbada.Y ¿que voy a decir? ¡Padre, líbrame de esta
hora! Pero ¡si he llegado a esta hora para esto!
28 Padre, glorifica tu
Nombre." Vino entonces una voz del cielo: "Le he glorificado y de nuevo le
glorificaré."
29 La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un
trueno. Otros decían: "Le ha hablado un ángel."
30 Jesús respondió: "No ha
venido esta voz por mí, sino por vosotros.
31 Ahora es el juicio de este
mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado fuera.
32 Y yo cuando sea
levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí."
33 Decía esto para
significar de qué muerte iba a morir.
34 La gente le respondió: "Nosotros
sabemos por la Ley que el Cristo permanece para siempre. ¿Cómo dices tú que es
preciso que el Hijo del hombre sea levantado? ¿Quién es ese Hijo del
hombre?"
35 Jesús les dijo: "Todavía, por un poco de tiempo, está la luz
entre vosotros.Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las
tinieblas; el que camina en tinieblas, no sabe a dónde va.
36 Mientras tenéis
la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz."Dicho esto, se marchó
Jesús y se ocultó de ellos.
"No soy lo que debo ser.
No soy lo que deseo ser.
Ni siquiera soy lo que espero ser,
pero una cosa sé,
por la cruz de Cristo,
no soy lo que antes fui"
John Newton
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"Hay algunos que tendrían a un Cristo barato.
Le tendrán sin la cruz.
Pero el precio no va a bajar".
Samuel Rutherford - Siglo XVII
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Sabemos que la cruz no es de Dios ni salva,
y lo que representa:
el mal del mundo que ya fue vencido.
Y para el cristiano no es la última palabra:
hemos resucitado en y por Él salvados.
Porque no hay nada más liberador y salvador que experimentar el amor de Dios.
Juan 10
1 "En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;
2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.
4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños."
6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir.
1 "En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador;
2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas.
3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera.
4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños."
6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: "En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir.
Yo he venido
para que tengan vida y la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,
13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí,
15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.
18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente.Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre."
19 Se produjo otra vez una disensión entre los judíos por estas palabras.
20 Muchos de ellos decían: "Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le escucháis?"
21 Pero otros decían: "Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?"
11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa,
13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí,
15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.
18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente.Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre."
19 Se produjo otra vez una disensión entre los judíos por estas palabras.
20 Muchos de ellos decían: "Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le escucháis?"
21 Pero otros decían: "Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?"
Jesús no murió por mí
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Tiempo de Pascua.
Tiempo de rituales repetidos
y de palabras dichas mil veces.
Tiempo de silencios de muerte,
de ayunos, de promesas y de procesiones.
Tiempo de euforia que se contiene,
porque parece pecado anticipar el final
que ya conocemos
y que debería inundar todo de vida.
Tiempo de superficialidad e hipocresías:
“¡Felices pascuas!”
+
Tiempo de iglesias que de mil maneras diferentes
pero de mil maneras tan iguales
no saben decir otra cosa
que lo que siempre se ha dicho:
“Jesús murió por nuestra salvación”.
Pero, ¿sabés qué?
Jesús no murió por mí.
Jesús murió a causa de la cobardía,
la ambición, la soberbia, el amor al poder,
de quienes no entendieron su mensaje,
de quienes le temían a lo nuevo,
de quienes se habían construido
un dios a su propia medida,
de quienes no aceptaron
su propuesta de vida en plenitud
no para unos pocos, sino para todos y todas.
Aquella muerte no salvó a nadie,
ni siquiera a quienes creían
que se iban a salvar de Jesús.
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Lo que me salvó y te salvó
y sigue salvando
es aquel Jesús que se hizo persona,
que se identificó con la gente,
que fue bebé y lloró,
que fue niño y jugó,
que creció y trabajó,
que fue llamado a una misión y la asumió,
que se detuvo ante el dolor de otros y otras,
que fue solidario en gestos, en palabras, en acciones,
que no calló lo que debía ser dicho
y que, aún temiendo, siguió adelante,
por amor, por puro amor.
No fue su muerte, tan cruel e injusta.
¡Fue su vida!
Si la muerte fuera salvadora,
¿qué sentido tendría la resurrección?,
¿con qué razón celebraríamos la Pascua?
La muerte no salva,
aunque se escandalice la teología.
Salva la vida.
Por eso la resurrección es el gran anuncio,
es el gran tema, es la gran noticia de este tiempo.
Por eso la piedra se corre, la tumba se abre
y se oyen pasos en el huerto.
Dios resucita a Jesús
para condenar eternamente a la muerte,
para anunciar que la VIDA triunfa
y que la fe en ese Jesús que vive,
que vence a los mercenarios del terror,
es la que salva y la que libera.
Lo dice Pedro, con tanta claridad:
“a ese mismo Jesús a quienes ustedes crucificaron,
Dios lo ha hecho Mesías y Señor”.
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Jesús no murió por mí.
¡A Jesús lo mataron!
Jesús murió porque lo torturaron con saña,
porque lo quisieran desaparecer y hacer callar,
y porque lo mataron los poderosos de siempre.
Jesús sí nació por mí.
También vivió por mí,
enseñó, sanó, perdonó, amó y resucitó por mí.
Y por vos y por cada persona.
Jesús no murió por mí
ni por vos ni por nadie.
Tal vez algún día
dejemos de honrar su muerte
para empezar a celebrar su VIDA.
Gerardo Oberman
20/03/2008
1 comments :
Gracias, por esta reflexión, es una gran verdad si tomaramos conciencia del amor tan grande que nos tiene el Señor nuestra vida sería distinta, gracias
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