EL Rincón de Yanka: LIBRO "1936: CRUZADA. NO GUERRA CIVIL" por GABRIEL CALVO ZARRAUTE 💣💥💀

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martes, 24 de junio de 2025

LIBRO "1936: CRUZADA. NO GUERRA CIVIL" por GABRIEL CALVO ZARRAUTE 💣💥💀

 
1936
CRUZADA
NO GUERRA CIVIL

Vivimos un momento de imposición de un relato que esconde la historia de España, que por sus propias circunstancias formativas se encuentra profundamente enraizada en el ser católico, y el negarlo imposibilita el entendimiento del pasado de España como comunidad nacional en la Historia. En este propósito la obra que tenemos entre manos, 1936. Guerra Civil, no: Cruzada. Historia comparada el pensamiento político de la Iglesia del Padre Gabriel Calvo Zarraute, se convierte en un elemento historiográfico de suma importancia en esta labor de recuperación del entendimiento de nuestra historia. El autor, con el aval de su amplia formación ampliamente demostrada en sus anteriores libros, puede llevar con autoridad un estudio profundo de cómo la fidelidad al cristianismo ha sido el hilo conductor de la historia de España.

Bajo este prisma, sin el cual no se entiende el «alma de España», el Padre Gabriel es la persona más adecuada para ofrecernos un ensayo altamente cualificado donde nos proyecta, primero, los fundamentos de Filosofía de la Historia para que nos sirvan de elementos auxiliares necesarios de cara a entender su análisis historiográfico. 
En segundo lugar, nos narra la historia de España en aquel momento tan falseado actualmente por causas políticas, como fue la Segunda República, su proyecto de descristianización y la comprensión del levantamiento de la mitad de la sociedad española en defensa de la Religión católica y de sus libertades básicas, de las que se la iba privando desde la toma del poder por el Frente Popular. La visión de aquellos graves acontecimientos fue respondida por los responsables de la Iglesia de una manera valiente y decidida, acompaña de la documentación que arropa tales decisiones. Del mismo modo, el autor realiza una breve historia de la toma del poder en Rusia por parte de los bolcheviques, de su actuación política, y los asesinatos contra las personas relevantes del régimen zarista, trabajo que va respaldado por la documentación pontificia acerca del discurso marxista y las doctrinas filosóficas que abonaron la instauración del primer Estado ateo comunista.

No obstante, su profundo trabajo de investigación no queda como una mera referencia al pasado reciente, si no que, amalgamando historia y filosofía, teología y derecho, cobra fuerza haciendo de la Historia madre del presente. En un perfecto estudio comparativo pasa a analizar nuestro presente con la amenaza del nuevo totalitarismo woke, que se asemeja al marxista de antaño, describiendo el discurso filosófico-político que arropa aquella amenaza que, para su éxito, vuelve a necesitar la destrucción de la Iglesia por su responsabilidad en la defensa de la naturaleza humana y la formación de la sociedad a través de la familia natural.

Prólogo

El hombre es el sujeto de estudio a través de su historia. Con el paso de los tiempos, la necesidad de describir los hechos transcurridos ha sido una realidad, pero el modo de interpretarlos ha ido variando, según el contexto cultural, religioso o político demandaba una herramienta cultural formativa de la sociedad. Desde la Antigüedad hasta hoy, la necesidad de predecir el futuro, conociendo las «leyes» del pasado ha sido un hábito recurrente del hombre en la tierra. El cristianismo ha roto el tiempo circular y ha orientado la historia de forma lineal, dándole un sentido y una visión de progreso. Esta era la razón, mediante la cual Marc Bloch se refería al cristianismo como «la religión de los historiadores», al permitirle a la humanidad acercarse al pasado a través de la fe. El gran santo Tomás de Aquino remarcó también la historia lineal al plantear a Dios no sólo como un ordenador del mundo, sino como el Dios Creador, que marca la existencia de la humanidad en un orden, establecido por Él, que es quien le da la razón última de su existencia.
En ese aspecto Juan Pablo II, originario de uno de aquellos pueblos sin romanizar, pero cristianizados en el primer milenio, subrayó el peso del cristianismo en la concepción de la historia, especialmente europea. El santo pontífice se expresó de esta forma:

«Simplemente porque la evangelización estaba creando Europa, inició la civilización y la cultura de sus pueblos. La propagación de la fe en el continente ha propiciado la creación de las diversas naciones europeas, sembrando en ellas los gérmenes de culturas con rasgos diferentes, pero unidas entre sí por un patrimonio común de valores arraigados en el Evangelio».

Sin embargo, esta visión ha sido respondida desde el liberalismo, por ejemplo, por Maximilien Robespierre, el hombre perfecto, quien quiso reconstruir un nuevo presente, succionando del pasado de la muerta Roma su razón de ser, y hacer de Francia una Roma retornada al siglo XVIII. La posibilidad de que un gran hombre, como en el caso de Robespierre, pudiese «corregir» la derrota de la Historia, traerá en el futuro muchos intentos de «corregir» la Historia en beneficio de una ideología política. La Revolución francesa será el gran hecho histórico que marcará un antes y un después de la historia de la humanidad.

En nuestro presente vivimos un momento de imposición de un relato que esconda nuestra historia, la historia de España, que por sus propias circunstancias formativas se encuentra profundamente enraizada en el ser católico, y el negarlo imposibilita el entendimiento del pasado de España como comunidad nacional en la Historia. En este propósito la obra que tenemos entre manos, 1936. Guerra Civil, no: Cruzada. Historia comparada el pensamiento político de la Iglesia del Padre Gabriel Calvo Zarraute, se convierte en un elemento historiográfico de suma importancia en esta labor de recuperación del entendimiento de nuestra historia. El autor lleva España y la Iglesia en su mente y en su corazón, y con el aval de su extensa preparación ampliamente demostrada en sus anteriores libros, puede llevar con autoridad un estudio profundo de cómo la fidelidad al cristianismo ha sido el hilo conductor de la historia de España

La importancia de este tema viene porque en nuestra dolorosa historia contemporánea, la Guerra Civil se convierte en uno de los puntos más importantes y llamativos a nivel internacional. La ruptura social causó una gran pérdida de vidas humanas. Se calculan entre 150.000 y 200.000 víctimas por las represiones de uno u otro bando, y similar cantidad en el frente de batalla. No obstante, en la zona republicana, las cifras llegaron a 85.940 víctimas, según la Causa General. 
La represión revolucionaria se cebó principalmente en las comunidades religiosas, calculándose en 6.832 clérigos asesinados. De los que 13 eran obispos, 4.184 sacerdotes diocesanos, incluidos seminaristas; 2.365 eran religiosos y 283 religiosas. A los que hay que sumar a aquellos seglares miembros de diversas asociaciones apostólicas que fueron perseguidos y exterminados, como los 2.125 miembros de la Adoración nocturna, o los 1.608 jóvenes pertenecientes a los scouts católicos. El resto fueron simpatizantes de partidos de derechas, suscriptores de periódicos de la misma orientación y profesionales del Ejército. 

Una persecución de este tipo no se daba desde la Revolución francesa, que había hecho recordar las persecuciones de la época romana. A excepción del genocidio armenio y asirio durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), no se había asistido a un exterminio masivo. La más reciente Guerra Cristera había causado la matanza de los célebres cristeros mejicanos, pero el clero asesinado no llegó al centenar. La intención era doblegar a la Iglesia, pero no desarraigarla, arrancarla de raíz, exterminando a sus miembros como sí que sucedió en España. Cuando el Papa Pío XI recibió en septiembre de 1936 a un grupo de varios centenares de peregrinos españoles, les habló del martirio que sufría la Iglesia en España. El 12 de diciembre, el Papa recibió al cardenal Isidro Gomá en Roma, recibiendo de él el testimonio de lo que acontecía en España, y de cómo el bando nacional era el único donde la Iglesia podía encontrar refugio. 

El Papa pidió al cardenal que los prelados españoles supervivientes escribiesen una carta colectiva a sus hermanos del resto del mundo explicando la situación de la Iglesia en España. La Carta Colectiva del episcopado español fue publicada el 1 de julio de 1937. En ella, los obispos negaron que la Iglesia hubiese instigado la guerra, que esta fuese una lucha social, que la causa del conflicto tuviera algo que ver con que la Iglesia se hubiese aliado con los ricos, o que apoyase una opción política. Además, la carta constataba la persecución exterminadora que se estaba realizando contra la Iglesia. Bajo este prisma, sin el cual no se entiende el «alma de España», el padre Gabriel es la persona, por su amplia formación, más adecuada para ofrecernos un ensayo altamente cualificado donde nos proyecta, primero, los fundamentos de filosofía de la Historia para que nos sirvan de elementos auxiliares necesarios de cara a entender su análisis historiográfico. 

En segundo lugar, nos narra la historia de España en aquel momento tan delicado y falseado actualmente por causas políticas, como fue la Segunda República, su proyecto de descristianización y la comprensión del levantamiento de la mitad de la sociedad española en defensa de la religión católica y de sus libertades básicas, de las que se la iba privando desde la toma del poder por el Frente Popular. La visión de aquellos graves acontecimientos fue respondida por los responsables de la Iglesia de una manera valiente y decidida, acompaña de la documentación que arropa tales decisiones. Del mismo modo, el autor nos realiza una breve historia de la toma del poder en Rusia por parte de los bolcheviques, de su actuación política, y los asesinatos contra las personas relevantes del régimen zarista, trabajo que va respaldado por la documentación pontificia acerca del discurso marxista y las doctrinas filosóficas que abonaron la instauración del primer Estado ateo comunista. 

No obstante, su profundo trabajo de investigación no queda como una mera referencia al pasado reciente, si no que, amalgamando historia y filosofía, teología y derecho, cobra fuerza haciendo de la Historia madre del presente. En un perfecto estudio comparativo pasa a analizar nuestro presente con la amenaza del nuevo totalitarismo woke, que se asemeja al marxista de antaño, describiendo el discurso filosófico-político que arropa aquella amenaza que, para su éxito, vuelve a necesitar la destrucción de la Iglesia por su responsabilidad en la defensa de la naturaleza humana y la formación de la sociedad a través de la familia natural. El Padre Gabriel Calvo Zarraute enseña que la Historia, que es madre de la humanidad y de nuestra patria, unida de forma apostólica a la expansión de la fe en el mundo, se ve tan atacada e invadida por los enemigos del cristianismo por la repercusión que España tiene en la Hispanidad.

José Luis Orella. 
Catedrático de Historia de España Contemporánea 
Director de la Cátedra CEU de Historia Memoria e Identidad

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