BIENAVENTURANZAS DEL EDUCADOR DEL SIGLO XXI
(del Hermano marista Eugenio Magdaleno)
1. Bienaventurado el educador que cree y ama su tiempo, su historia y su siglo, porque sembrará esperanza y optimismo. Bienaventurado el educador que siente la patria como país viable, tierra privilegiada, porque despertará ilusión y ganas de vivir y trabajar por ella.
2. Bienaventurado el educador que descubre su tarea como misión, como vocación, porque sublimará los sinsabores de los magros sueldos y la incomprensión de la gente.
3. Bienaventurado el educador, la educadora, que infunde amor a la tecnología educativa, fuerza del hoy, pero no olvida la ética, el culto de la verdad, el cultivo de la fe, las fuerzas de siempre, porque serán maestros de verdad.
4. Bienaventurados los educadores que poseen un corazón sin fronteras, abierto al pluralismo étnico, religioso, social, político e intelectual; un corazón en el que quepan todos los niños y los jóvenes todos, porque serán cultores de la unidad.
5. Bienaventurados los educadores que saben mirar al futuro, que creen en el cambio, que saborean lo nuevo, porque prolongarán su juventud.
6. Bienaventurados los educadores que con humildad se acercan a los chicos, para compartir con ellos la soledad, la inseguridad, la tristeza porque serán padres de muchas sonrisas.
7. Bienaventurado el educador, la educadora, para que, como el Jesús de Emaús, hace camino junto a los chicos, porque habrá abierto y ganado su corazón.
8. Bienaventurados los educadores que, solidarios, se arremangan para "lavar pies", enjugar lágrimas y perdonar desaires, porque revelarán el rostro de Dios Padre.
9. Bienaventurado el educador que, como la Virgen, sabe guardar las alegrías y las penas de la educación en el corazón, porque será gloria, alegría y corona.
10. Bienaventurado el educador, la educadora que, al estilo de los grandes pedagogos, no esperan que los tiempos sean buenos, sino hacen de los malos momentos, tiempos óptimos, porque serán constructores de la mejor educación.
BIENAVENTURANZAS DE LOS MAESTROS
- Dichosos los llamados a enseñar, porque caminan sobra las pisadas del Maestro.
- Dichosos los que siembran paz y armonía en la sala de profesores y en los equipos docentes, porque de ellos será el gozo del Señor.
- Dichosos los que plantan semillas de esperanza en los corazones infantiles, de los adolescentes y jóvenes, porque heredarán el amanecer.
- Dichosos los sensibles a los gritos de los discentes de hoy, porque anhelarán la venida del Reino.
- Dichosos los que transmiten la fe y la comparten con los otros, porque sus nombres están escritos en mi corazón.
- Dichosos los que padecen ahora a causa de que sus alumnos son difíciles, porque un día les agradecerán su tierna solicitud.
- Dichosos los que vean disminuida su eficacia por la compasión y la empatía, porque de ellos es la educación secreta más profunda.
- Dichosos los que salen a mi encuentro en los alumnos porque me encontrarán ciertamente y se regocijarán.
- Dichosos los que guían a los niños, adolescentes y jóvenes por senderos de justicia y de paz, porque brillarán como las estrellas por toda la eternidad.
Canciones para Maestros - MAESTROS DE VERDAD
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