JUAN (PUEBLO) DON NADIE
(MEET JOHN DOE, 1941)
(MEET JOHN DOE, 1941)
"Juan Nadie" es como casi siempre en Frank Capra un homenaje a la gente sencilla y honrada. Y como en la mayoría de las ocasiones, tiene esa combinación suya tan maravillosa de drama y comedia. Porque aunque sea una idea muy ñoña o tonta hoy día, Frank Capra realmente creía en el bien y en la bondad de la humanidad, en el triunfo frente a las adversidades. Un mensaje muy tópico y de lágrima fácil, es verdad, pero que él consiguió llevar con sentido a la gran pantalla y elevarlo a las cotas más altas del arte cinematográfico, y esa es también una de las mayores virtudes de este cineasta tan infravalorado y olvidado (y no obstante tan vigente hoy día en todos sus planteamientos).
Esperanza es lo que nos ofrece esta magnífica (y profética) película del genial Frank Capra, uno de los gigantes del séptimo arte. Porque, a pesar de las manipulaciones de los políticos, banqueros y magnates de la prensa (especies que apenas han evolucionado con el paso del tiempo), el ser humano, sí posee la verdad en su corazón (no cualquier verdad, sino la única que merece la pena: la de Cristo) puede llegar a vivir en un mundo infinitamente mejor del que ellos nos ofrecen.
Porque muy pocos autores hoy día saben transmitir o plasmar con firmeza los problemas sociales de su país sin caer en algo cercano a la parodia, porque muy pocos son honestos y se preocupan verdaderamente de esos temas o saben siquiera cómo ocurren. Y es que para Capra pocas cosas había peores que los políticos y los periodistas. El director Aki Kaurismäki afirmó que Frank Capra, a diferencia de él, era serio, y hoy día ya nadie puede serlo. Puede que ahí resida uno de los problemas del cine actual.
Y es que nosotros, los ciudadanos de ahora mismo, los poseedores de esos votos tan preciados, necesitamos de esas verdades como el comer. Porque somos los Juan Nadie del siglo XXI: verdaderos indigentes de valores, verdaderos pordioseros de virtudes cristianas. Porque, a diferencia de aquellos, apenas sabemos qué significa la palabra esperanza. En estos tiempos, en los que el cristianismo se diluye como un azucarillo en el agua insípida del nihilismo o en la charca maloliente del vacío existencial, la esperanza cristiana es el flotador que nos impedirá hundirnos hasta las profundidades sin fondo de nuestro sinsentido.
Más de tres cuartos de siglo desde su estreno y, sin embargo, parece que es de ahora mismo. Es lo que tienen los clásicos: que el tiempo no pasa por ellos. Porque un clásico siempre cuenta verdades como catedrales. Y esas verdades nunca envejecen. Y Juan Nadie, más que contarlas, las grita a los cuatro vientos para que podamos oírlas con nitidez; siempre y cuando, claro, no tengamos nuestros oídos sellados con la cera de la cobardía, con el tapón del pasotismo o, lo que es peor: con el suave algodón de la costumbre y la tibieza.
Juan Nadie es una inyección de esa esperanza que tanto necesitamos. Porque, a pesar de que la película comienza con una mentira, al final, esa mentira, se transforma en una verdad con mayúsculas.
Y es que, si a los ciudadanos del siglo XXI se nos recuerda que, por encima de todo, somos personas y no máquinas de votar, a lo mejor, cuando, la próxima vez, estemos delante de las urnas, en lugar de suicidarnos (una vez más), seamos capaces (como el protagonista) de alzar nuestra mirada desde el oscuro abismo que nos espera allá abajo hasta ese cielo luminoso que calienta nuestros corazones: el hogar de la esperanza.
Colonel, el amigo de Juan Nadie advierte de los peligros individualismo materialista y, sobre todo, del poder de los bancos y del consumismo:
Muchos empiezan con 50 dólares y acaban con una cuenta corriente… Permíteme decirte, Long John que cuando abres una cuenta corriente te tienen atrapado. Sí, atrapado… [¿Quiénes?] Los pisatalones (heelots)… Cuando te atrapan, eres como un conejo en la carretera… Bien, estás solo, sin un centavo, eres libre, nadie te molesta. La gente se dedica a sus negocios. Zapatos, sombreros, radios, coches, muebles, de todo. Son buenas personas y te dejan en paz, ¿no es así? ¿Qué ocurre cuando consigues dinero? Esa gente encantadora se convierte en pisatalones. Te pisan los talones. Se arrastran hacia ti, intentando venderte algo. Tienen largas garras y te atrapan para ahogarte. Les esquivas e intentas sacudírtelos de encima, pero es imposible, te han atrapado.
Con agudeza, describe las redes propias de la sociedad de consumo, de la que el automóvil es el prototipo:
Luego, empiezas a tener cosas. Un coche, por ejemplo. Tu vida se complica con más cosas aún: pagas licencias, matrículas, el gas, la gasolina, impuestos, pólizas de seguros, carnets de conducir, letras, facturas, pinchazos, abolladuras, multas de tráfico, policía motorizada, tribunales, abogados, finanzas, y un millón de cosas más.
Y concluye sentenciando:
¿Y qué ocurre? Que ya no eres el tipo libre y feliz que eras antes. Necesitas dinero para pagar todo eso. Tienes que hacer lo mismo que todos los demás. Y te conviertes en pisatalones.
IDIOTAS
Discurso de Juan Nadie
"Voy a hablar de nosotros, la gente normal: los Juan Nadie. Si les preguntaran cómo es el Juan Nadie corriente, no podrían decirlo porque... es un millón de cosas. Es el señor grande y es el señor pequeño, es ignorante y es sabio; es esencialmente honrado, pero tiene un grado de ladrón dentro de sí. Rara vez entra en una cabina telefónica sin mirar en la ranura por si alguien se ha dejado diez céntimos. Es el hombre para quien redactan los anuncios, aquél a quien todo el mundo vende cosas, aquél que siempre acaba pagando el pato, y es la mayor fuerza del mundo. Sí señor, somos una gran familia los Juan Nadie. Somos los mansos que teníamos que heredar la Tierra.
Los Juan Nadie están en todas partes y han existido desde siempre: hemos construido las pirámides, hemos visto a Cristo crucificado, extraído metales para los emperadores romanos, navegado en las carabelas de Colón... Sí señor, hemos estado allí aportando nuestro grano de arena desde los inicios de la Historia del mundo, y en nuestra lucha por la libertad hemos golpeado la lona muchas veces, pero siempre hemos vuelto a la lucha porque somos el pueblo y somos fuertes. La gente libre podemos cambiar el mundo si nos lo proponemos. Sé que muchos de ustedes se preguntan: ¿Qué puedo hacer?, sólo soy un hombre, yo no cuento. -Pues se equivocan. Tenemos que actuar todos juntos y lanzarnos. No podremos ganar el juego si no hacemos un trabajo de equipo, y ahí es donde aparece cada Juan Nadie. Depende de él el unirse a su compañero, y su compañero de equipo, amigos míos, es la persona que tiene al lado. Su vecino es una persona terriblemente importante... Para la mayoría de ustedes, su vecino es un extraño... Pero ahora ya no puede ser extraño nadie que forme parte de su equipo. Así que derriben esos setos que les separan. Derríbenlos, y derribarán todos los odios y prejuicios. Sí, amigos míos: los mansos heredará la Tierra cuando los Juan Nadie comiencen a amar a sus vecinos. Y será mejor que empiecen ahora: no esperen a que el juego se suspenda por falta de luz. ¡DESPIERTA, Juan Nadie. Eres la esperanza del mundo!"
Juan Nadie (Meet John Doe, 1941) - Completa
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4 comments :
Excelente artículo sobre esta película (Meet John Doe) que no conocía (confieso mi ignorancia) y que gracias a Juan Carlos "Yanka" he podido disfrutar y conocer un poco más sobre la obra de FranK Capra.
Como lo expresa muy bien Yanka:
"Juan Nadie (John Doe) es una inyección de esa esperanza que tanto necesitamos. Porque, a pesar de que la película comienza con una mentira, al final, esa mentira, se transforma en una verdad con mayúsculas."
Gracias Juan Carlos por tus excelentes publicaciones que nos enseñan y nos sensibilizan ante grandes dilemas y conflictos existenciales muy propios de los tiempos que vivimos.
Recibe un solidario y respetuoso abrazo desde Venezuela hermano.
Saludos.
Paz y bien.
Víctor Federico
Gracias amigo de la palabra amiga, por tus palabras... Gracias a ti por comentar...
Buenos días desde el Puerto de Veracruz.
Buscando esta película el día de hoy, que había visto apenas en diciembre del año pasado, la encontré afortunadamente en tu blog.
Te felicito, no tengo el gusto de conocerte y me gustaría poder tener mayor comunicación contigo. Te envío la dirección de mi correo: eliseo_jiménez@hotmail.com
Nuevamente felicidades y saludos con mucho aprecio para todos.
Gracias Eliseo por tus palabras.
También estoy a la orden. Gracias...
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