EL Rincón de Yanka: ALEGRÍA

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martes, 24 de diciembre de 2024

VILLANCICO 2024 "SÓLO TÚ" CORO DE TAJAMAR y VILLANCICO POPULAR MEXICANO "PEDIR POSADA" 👪💕🕂🎄

Sólo Tú 
Coro de Tajamar
Villancico 2024 

COLEGIO TAJAMAR

Sólo Tú 
Din, don, din, don, estrellas brillad, 
Din, don, din, don, es Navidad, 
Din, don, din, don, ángeles cantad, 
Din, don, din, don, es Navidad 

Uhhhhhhhhhh 
Pronto llegará la paz Nada 
para abrigarle Llegará la claridad 
El calor de su Madre 
Todo será humanidad 
El amor de su Padre Todo un remanso de paz. 
Y yo quiero que sepas que estoy aquí, 
para cuidarte y mimarte por siempre 
yo estaré aquí. 

Sólo Tú, sabes bien como soy Sólo 
Tú, tienes mi corazón, 
Solo Tú, quiero llegar a ser como Tú 
Y mirar como Tú. 

Como Tú, amaré a los demás, 
Como Tú, lucharé hasta el final, 
Como Tú, Niño volver a ser como Tú, como Tú. 

Mi Navidad, quiero que seas Tú, no más, 
contemplar, volver a recordar, que la felicidad, 
es darse a los demás, sin querer calcular, 
Tal como hiciste Tú, mi Niño… 
Mi Navidad solo eres Tú 
Mirarte, quererte, soñarte, amarte, 
Mirarte, quererte, soñarte, amarte, 
De todas las penas que pueda librarte 
Que un día Tú puedas a mi perdonarme 
Ser como Tú Sólo Tú, sabes bien como soy 
Sólo Tú, tienes mi corazón, 
Solo Tú, quiero llegar a ser como Tú 
Y mirar como Tú. 

Como Tú, amaré a los demás, 
Como Tú, lucharé hasta el final, 
Como Tú, Niño volver a ser como Tú, como Tú. 

Un corazón tan bonito como el de tu Madre, 
ser tan valiente y leal como lo fue tu Padre, 
y con tu luz, llegar a ser, como eres Tú, como eres Tú. 

Sólo Tú, sabes bien como soy 
Sólo Tú, tienes mi corazón, 
Solo Tú, quiero llegar a ser como Tú 
Y mirar como Tú. 

Como Tú, amaré a los demás, 
Como Tú, lucharé hasta el final, 
Como Tú, Niño volver a ser como Tú, como Tú.

Villancico 2024 | Sólo Tú - Coro de Tajamar



PEDIR POSADA
 
VILLANCICO: PEDIR POSADA / CON LETRA (TRADICIÓN DE MÉXICO)

lunes, 4 de marzo de 2024

LIBRO "GRACIA DE CRISTO": LA GRACIA ES UN VALOR VITAL DE VIRTUD PLENA. JESÚS DERROCHABA ENCANTO Y EMPATÍA 😄😇


GRACIA   DE   CRISTO
"La gracia es una virtud en el mejor sentido. 
Tener gracia es tener también una virtualidad transformadora 
de cuanto procede del sujeto gracioso. 
No es un valor cultural, es un valor vital".
Jesús era amento y entretenido por naturaleza. 
Derrochaba encanto y empatía".

Los Evangelios dicen de Cristo que se entristece, que llora, ¡incluso que se enfurece y se indigna!, pero no llegan a decir nunca que sonría. Es como si hubiera asumido todas las expresiones humanas salvo la risa, lo cual ha hecho pensar prolijamente a los teólogos: ¿cómo es posible que Cristo, perfecto hombre, no haga algo tan específicamente humano como (son)reírse? ¿No es ya eso una broma? G.K. Chesterton terció en este debate afirmando que Dios había ocultado su alegría al hombre porque era algo demasiado grande para mostrárselo.
En Gracia de Cristo, Enrique García-Máiquez, que es chestertoniano para todo salvo para esto, contradice al maestro y sostiene, primero, que basta una lectura atenta de los Evangelios para imaginar las (son)risas de Jesús y, segundo, que Éste no sólo reía sino que fue, además, lógicamente, el perfecto humorista: no dejó ni uno de los géneros sin cultivar, ni siquiera los humores marrón y negro.
El autor glosa en este ensayo los momentos más luminosos, ¡los más desternillantes también!, de la vida de Cristo y nos muestra que los Evangelios pueden leerse como la mejor comedia jamás escrita: qué existencia tan graciosa, la de Jesús, y qué final tan insuperablemente feliz.
SANGRE DE CRISTO, EMBRIÁGAME

La risa ¿es seria o no? ¿Resulta irremediablemente mal­ vada o desdeñosa o cruel? Raro es el pensador que en los ú ltimos 25 siglos no haya echado su cuarto a espadas en este laborioso debate. Dentro de la gran controversia, se inserta la duda trascendental acerca de si Jesús reía y sonreía o no, que ha tenido partid arios y detractores dentro y fuera de la Iglesia, santos y doctores, escritores y artistas, en un lado y en otro. En una serie de tres artícu­ los titulada «Risas divinas», Juan Manuel de Prada hizo en 2017 un repaso de los defensores a ultranza de la cir­cunspección del Redentor, y les dio un repaso. Yo llevaba unos años siguiendo las huellas de la sonrisa de Cristo, me encantó la coincidencia y admiré la complementarie­dad de enfoques. De Prada nos regalaba un comprimido trabajo de campo que ni mi falta de estudios patrísticos ni mi pereza me permiten.

Mi posición de partida es distinta. El gran Ramón Llull había dicho que «quien a Jesucristo no ama no tiene derecho a reír». Yo no diría tanto o, mejor dicho, tiendo a decirlo al revés: «Quien a Jesucristo ama no dejará de reír». No me conformo con el silogismo que discurre que Jesucristo era perfecto hombre y que el humor es una virtud humana, ergo Él tenía humor. No me sirve porque es un abstracto apriorismo aséptico y yo quiero verlo -también al humor- encarnado. Leo en los Evangelios situaciones concretas y frases literales con una sonrisa que acá y allá estalla en una carcajada. Este pequeño glosario sigue el hilo de esa hilarante lectura y nada más. En ningún versículo se avisa de que «Jesús rio», pero en muchos salta a la vista que predicó con el ejemplo. Im­porta estar a la que salta porque, como advierte Tomás Moro en "La agonía de Cristo", los circunspectos, «al no contar con la ironía, no aciertan a veces en el sentido real de la Escritura».

Benedicto XVI comienza su biografía de Jesús apun­tando que el saludo del ángel a María ya anunciaba muy claramente el pellizco de la alegría. «Conviene comprender -escribió el Papa- el verdadero significado de la pa­labra chaire: ¡Alégrate![...] La misma palabra reaparece en la Noche Santa en labios del ángel, que dijo a los pastores: "Os anuncio una gran alegría" (Lc 2,10)». Con chaire se marca en el pórtico mismo de los Evangelios «la conexión entre la alegría y la gracia. En griego, las dos palabras, alegría y gracia (chará y cháris), se forman a partir de la misma raíz. Alegría y gracia van juntas».

Con tal pórtico, abundan en los Evangelios las res­puestas y las circunstancias provocadas por Jesús que demuestran esa jovialidad y hasta la retranca mediterránea de la personalidad del Maestro. Por supuesto, no se subrayan en el texto o en el margen con un «ja, ja, ja ,., mas al fondo se escuchan las risas y, sobre todo, se vis­lumbran las sonrisas. Eso basta para un buen lector. (Y además es más gracioso).

Me he ceñido a los Evangelios sin recurrir a añadidos imaginativos ni al comodín de los apócrifos. Vengo a recrearme en su sentido del humor, no a recrearlo. He seguido el orden de losevangelistas y, cada vez que di con la dulzura gozosa de Jesús, su piedad inaudita, su deliciosa astucia, su guasa amable, sus paradojas, su finura intelec­tual. .., anoté la ocasión, contextualizándola lo mínimo o extrayéndola de las entrelíneas.

Mis glosas dan por sentado que se conocen los episo­dios evangélicos o incluso que están recién leídos. Este modus operandi me dispensa de hacer una narración para­lela, inexorablemente más torpe. También de abismarme en los laberintos de la sistematización de los tipos de humor, que es tarea académicamente interesante, pero cal vez con tradictoria con el humor mismo, que va por libre. He ido recogiendo, fiándome de mi instinto, lo que abraza la gracia de Cristo: ironía, delicadeza, retintín, sátira, ingenio, socarronería... Jesús se inclina por lo que Adán Buenosayres, el personaje de Leopoldo Marechal, llamó chumorismo angélico,., por el cual la risa sigue «el orden manso de la caridad,. y «Se dirige a los humanos con la sonrisa que tal vez los ángeles esbozan ante la locura de los hombres».

Claro que Cristo, tan por encima de los espíritus pu­ros, suma a ese humorismo angélico una soterrada gracia encarnada, que nace de la sorpresa inconcebible de verse compartiendo nuestra naturaleza, tan cómica de por sí, si se piensa. Aquí anduvo -sobre las aguas o sobre la tie­rra, es igual de sorprendente- con su cuerpo sometido al tiempo, al sueño, al hambre y a un sinfín de limitaciones extravagantes para Dios. Leonardo Castellani resumió el trasfondo teológico: «El humor de Cristo traduce la inserción de lo eterno en lo finito, y desparrama lo finito. Podría destruirlo y aniquilarlo, pero no hace más que despatarrarlo; y por eso es humor». Jesucristo es la apo­teosis del Deus ludens, cuyas delicias son jugar con los hijos de los hombres, y del que Daniel Capó nos habla en su libro "Florecer".

Un paso por detrás de los que dicen que no río nun­ca, vienen los que reconocen su risa, pero acusan a la lglesia de haber hecho oídos sordos. Qué diparate. El cristianismo y la Cristiandad han sido siempre como mí­nimo subconscientes de la gracia del Señor y de cómo lo transfiguraba todo. Puede apreciarse en la vida de tan­tos santos -imitadores de Cristo- jocundos. «Un santo triste es un triste santo», cinceló san Francisco de Sales. Y también se disfruta en innumerables obras de arte, simbolizadas en las gárgolas góticas de las catedrales eu­ropeas, por no hablar de tantas otras manifestaciones culturales, como las fiestas populares o los vinos, licores y cervezas monacales.

Jesús tampoco supuso ruptura alguna con la veta ve­terotesramentaria. «Quien lo hereda no lo hurta», reza el refrán, y Él es digno Hijo de su Padre, que, además de en la Creación, demuestra un extenso sentido del humor a lo largo y ancho del Antiguo Testamento. Esta mezcla de sarcasmo y de compasión del Levítico, por ejemplo, resulta desternillante: «No maldigas a un sordo ni le colo­ques nada delante a un ciego». Georges Mikes, reputado especialista anglo-húngaro en humorismo, contó: «Una vez oí a un piadoso y sabio no judío q ue la Biblia ordena a los judíos el sentido del humor». Mikes añadía que los Evangelios no han abolido ni una jota ni u na tilde de esta Ley y que la mejor definición de humor práctico del mundo es de Jesús: «Aquel que se exalte será humillado y aquel que se humille será exaltado».

La gracia bien puede definirse como «verdad con gozo»; y a Cristo se la vieron sus contemporáneos. No­ sotros la vamos a atisbar en el Evangelio, pero Flavio Josefo (primer testimonio histórico sobre Jesús, siglo 1, Roma) deja constancia de que fue recibido con un amor que ni la tremenda cruz ensombreció: «En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, porque fue autor de hechos asombros, maestro de gente que recibe la ver­dad con gozo, y atrajo a muchos judíos y a muchos de origen griego. Cuando Pilato, frente a la denuncia de aquel los que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la cruz, los que antes le habían amado, no dejaron de hacerlo».

En cambio, sir Arthur Quiller-Couch, profesor de li­teratura en Cambridge, en su famosa conferencia «Ün the Art of Reading», expuso: «Asumo que si a un hombre corriente de mi edad se le preguntase qué le había ayu­dado mejor a soportar los golpes de la vida, si la religión o el buen humor, él, siendo honesto, sería lapidado por su respuesta». Lo cuenta Elron Trueblood, autor de "The Humor of Christ", que añade un punto en el cual el hombre corriente no rendría por qué escoger: «Es verdad que en la vida odinaria nos ayudan las dos cosas: el hu mor auténtico y la religión auténtica. En las enseñanzas de Cristo, van unidas». Qué bien lo ve alzarse don José Ji­ménez Lozano sencilla e implacablemente contra todos los pesimismos y ni hilismos del mundo: 

«El pensamiento filosófico de Qoholet o Nietzsche no puede encontrar si no lo que hay en la realidad: el atroz vacío, el mundo que no pesa, el tarro de mermelada echada a estropear:

"humo de humo y todo humo'', como literalmente dice Qoholet. Y quizá a los mismos poetas un día u otro les espera ese destino: enfrentarse a una nada, a un agujero negro, el mismo que Teresita veía en su agonía y todos los místicos han conocido. ¡Ah!, pero Jesús cuenta historias de hombre, del sembrador o el pescador y la mujer que ha perdido una de las monedas de su tocado de novia, menciona los lirios y a los pájaros, y junto a un pozo mantiene una formidable conversación con una mujer no muy bien afamada. El mundo entero se ilumina, y se ilumina la vida de cada hombre en su trabajo, en su alegría y en su tristeza. Todo esto no sólo no es vano, sino que no será roído por el tiempo ni por los gusanos. Cuando Jesús ponía la mano sobre las cabezas de los niños para hacerlos un repelús, los veía viviendo para siempre; no destinados a la nada como Qoholet y los otros».

Así de sencillo, y ya podríamos em peza r a leer los Evangelios. Sin embargo, antes de entrar en materia, quisiera advertir de los riesgos que me acechan. Las po­sibilidades de degeneración de la teología, según san John Henry Newman, son «la hipersistematización, el fanta­sear, el dogmatismo y la mojigatería». Se conoce que este libro no es en absoluto de teología porque esas posibili­dades no me amenazan para nada, pero sí otras...

martes, 27 de febrero de 2024

"GAUDEAMUS IGITUR" 🙋🎓




De modo que «dice Google» que le bastan 6 meses, 300 $ y recursos en línea para entregarte «un certificado que equivale a una carrera», y el personal se pone de los nervios. La cosa, por supuesto, proviene de la enésima banalización periodística de una nota del gigante tecnológico que se refiere a puestos de «analista de datos», «diseñador UX» y otros así, esto es, proletariado informático (y a mucha honra) con sueldos que aquí suenan estratosféricos, pero en California dan para lo que dan. Valga, en cualquier caso, el enésimo sobresalto en el corazón de la educación superior para recordarnos sus complejos y su mala conciencia.
La moral de la tropa universitaria está por los suelos. No ayuda que quien ostenta la cartera del asunto no haya dicho esta boca es mía en meses; ni que, cuando, bronceado y broncíneo, lo ha hecho, haya afirmado que no hay plan B para la pandemia (plan A tampoco había). Con tanta pata en tanto charco no es mal momento para limpiarse las gafas de cieno y recordar para qué sirve la universidad.
Recuperar esta misión emancipadora de nuestras universidades no solo no colisiona con la empleabilidad, sino que la mejora. La innovación, con la que tanto se nos llena la boca, requiere personalidades ricas, diletantes en el mejor sentido del término, personas con los suficientes recursos intelectuales, sentimentales y morales.
Por lo visto, no es «educación», la universidad. Cuando la educación sale a la palestra, en los medios de comunicación, en las redes sociales o en las cenas familiares, se alude exclusivamente a la primaria y la secundaria. Si la terciaria asoma en un periódico o en Twitter es para lamentar que las universidades nacionales salgan hundidas en esos rankings internacionales con los que de vez en cuando nos asustan. Y en nueve de cada diez discusiones sobre la universitas solo se emplea el vocabulario de la empleabilidad. Hemos terminado por creernos que educar, lo que se dice educar, es algo que nos compete hasta la mayoría de edad (hasta los dieciséis para los que no llegan al bachillerato), y que a partir de ese punto lo que no sea aprender un oficio es perder el tiempo. No cabe duda de que ganarse la vida, además de una necesidad, es una contribución civil imprescindible. Pero no es menos cierto que la profesión no agota la ciudadanía de uno, y mucho menos supone el todo de lo que significa vivir.

Condorcet, que fue el pensador ilustrado más brillante en la arena educativa, concibió que la misión de la universidad era doble, técnica y moral. John Henry Newman dijo que una educación liberal consistía, además de en la capacitación profesional, en el ejercicio libre y reflexivo de la razón. En Misión de la universidad, Ortega escribía: «Se entenderá por universidad stricto sensu la institución en que se enseña al estudiante medio a ser un hombre culto y un buen profesional». A causa de cierto pragmatismo miope —una moral de esclavo, que diría Nietzsche—, estas afirmaciones suenan cada vez más a bravatas lisérgicas estilo Woodstock o a nostálgicas lamentaciones de humanistas trasnochados.

Solo una visión extraordinariamente pobre de la vida, de la educación o de ambas cosas justifica que obviemos que la educación terciaria, como sostenía Giner de los Ríos, forma una «continuidad indivisa», con la primaria y la secundaria. La universidad no es una mera agencia de capacitación profesional; es también el lugar donde se cultiva la libertad. En su vertiente individual, eso implica preparar el terreno para la autónoma búsqueda de nuestro camino en la vida. En términos civiles, conlleva conseguir que proliferen los ciudadanos libres. Basta atender a lo que ocurre en nuestras sociedades crispadas, emotivistas y a pique de repetir grandes errores del pasado para que nos demos cuenta de que la convivencia democrática nos va en ello.
Un ciudadano libre posee un espíritu crítico. Esto es algo que no se aprende en casa (de suyo); y es algo que resulta especialmente perentorio en una sociedad en la que el engaño está a la orden del día y cuenta con mecanismos más masivos y efectivos que nunca. De ahí la importancia democrática de conseguir que la gente sepa desmontar embustes, para lo cual se ha de disponer de cierta cultura política. Estar políticamente cultivado es lo opuesto a estar politizado, que es lo que abunda en nuestras actuales universidades. El fenómeno es global: las encuestas nos dicen que cada vez hay más jóvenes que reniegan de nuestras conquistas democráticas; y qué les voy a contar de los escraches WOKE y la cultura de la cancelación que se extiende como una mancha de aceite. De algún modo hemos creído que la política es más sencilla que la arquitectura o la física; no obstante, entenderla requiere cierta madurez en el educando, y por eso el lugar natural para aprender cómo se convive en las sociedades complejas es la formación profesional y universitaria.
La soberanía de un pueblo empieza y termina en la capacidad de sus miembros para pensar libremente. La libertad, sin andamiaje intelectual, es de pega. No nos ponen de rodillas Soros ni el club Bilderberg, sino nuestra ignorancia. Y es tarea de la universidad explicar que esto es ser joven y rebelde: 
tener juicio propio y ejercerlo, en vez de asentir a los politicastros o mercachifles de turno. 
Promulgar leyes contra la corrupción y castigar a los corruptos es un ejercicio necesario y sano. Pero, como escribe Condorcet en sus Cinco memorias, «difundiendo las luces es como, al reducir la corrupción a una vergonzosa impotencia, haréis nacer esas virtudes públicas que son las únicas que pueden dar firmeza y honrar el reino eterno de una apacible libertad».

Tenemos un problema de nivel, y es general. Nos gusta consolarnos pensando que quienes hacen el ridículo en el Congreso, en los mítines y en las tertulias no nos representan; pero no es cierto. «Ellos» son «nosotros», por definición estadística. Y la calidad de las sociedades suele estar en su medio. También lo había visto Ortega, quien en «La elección del amor» escribía: «Nótese que lo decisivo en la historia de un pueblo es el hombre medio […] Y lo que hace magníficos a los pueblos no es primariamente sus grandes hombres, sino la altura de los innumerables mediocres». Este enanismo intelectual y ético es el que nos está conduciendo dócilmente al despeñadero.

Si queremos un espacio de convivencia a resguardo de impresentables, ladrones y autoritarios, la universidad tiene que forjar caracteres sobrios, valientes y críticos. Para ello hace falta cierto bagaje estético, porque se aprende tanto o más en la literatura, la música o en la pintura que en las ciencias sociales. Además, todo ciudadano merece ser instruido en la fragilidad del ser humano, en sus limitaciones y en sus fallas. ¿Cómo puede un economista no hacer el ridículo si no sabe nada de antropología? ¿Y cuánto daño hace que haya tantos dirigentes a los que las Humanidades les suenen a chino? El conocimiento del ser humano por parte de quienes dirigen a otros seres humanos es, por lo común, paupérrimo. Y la gente que no sabe cómo piensan, actúan y padecen sus semejantes está siempre causando problemas.

«Un pueblo ignorante» —escribe Condorcet— se convierte necesariamente en víctima de los bribones que, ya sea que los adulen, ya sea que los opriman, lo hacen instrumento de sus proyectos y víctima de sus intereses personales». Así las cosas, cabe plantearse si no convendría fusionar los ministerios de Educación, Universidades y Defensa, siendo como es la educación la principal arma con la que un pueblo cuenta para defenderse de los que tratan de expoliarlo. Mataríamos tres pájaros de un tiro: también ahorraríamos fondos (que falta hace), y las carteras ministeriales de Castells y Celaá revertirían en Margarita Robles.

Recuperar esta misión emancipadora de nuestras universidades no solo no colisiona con la empleabilidad, sino que la mejora. La innovación, con la que tanto se nos llena la boca, requiere personalidades ricas, diletantes en el mejor sentido del término, personas con los suficientes recursos intelectuales, sentimentales y morales. Y otro tanto cabe decir de la dirección de equipos y organizaciones. El mercado, que no es idiota, lo sabe, lo valora y busca esta riqueza desesperadamente. Les reto a que se hagan uno de esos cursillos de Google y traten de alcanzar un puesto de responsabilidad en el gigante de Mountain View, California; uno de esos que multiplica por diez (o por cien) lo que gana un «analista de datos».

No toda la libertad es civil, ni mucho menos. También se va a la universidad, como dice Allan Bloom, «a tener una aventura con uno mismo». Recuerden que los 18 años de ahora son, siendo benévolos, como los 15 de antes. Un campus es un lugar donde se desarrollan intereses, proyectos y relaciones que con suerte nutrirán el resto de nuestras vidas. En la universidad, puesto que hay educación, también se aprende a vivir. Es igualmente un lugar idóneo para sacudirse prejuicios y falsas seguridades. El proceso no es fácil, ni cómodo. Como le decía al escritor Lewis Lapham uno de sus profesores más queridos, «una educación es como una herida que uno se inflige a sí mismo». No estoy seguro de que eso apetezca a todos, dada la histérica aversión a lo difícil y a lo doloroso que estamos desarrollando. Pero el anhelo persiste. Como escribe William Deresiewicz en El rebaño excelente:
Mis viajes de los últimos años me han enseñado que hay un hambre intensa entre los estudiantes de hoy de lo que la universidad tendría que estar haciendo, pero no hace: ayudarles a encontrar un sentido mayor, un propósito y un rumbo; proporcionarles una experiencia que les hable como seres humanos, no de amasijos de aptitudes; ofrecerles una guía para que afronten las cuestiones importantes de la vida; u otorgarles el simple permiso para pensar sobre esas cosas y el vocabulario con el que hacerlo.
Doy fe, en primera línea de fuego, de lo que Deresiewicz describe: sigue habiendo hambre de encontrar un camino entre tanto ruido y tanto vendedor de crecepelo. Lo de ser un esclavo también deja de tener gracia en cuanto te das cuenta. Y hasta en los peores momentos, saber y entender dignifica y da sabor a la vida. Nos gusta despreciar a los jóvenes (a nosotros, los viejos), pero son todavía muchos los que sueñan, al matricularse, con adentrarse en el mundo para vivir una genuina aventura. Gaudeamus igitur

VER+:


jueves, 13 de julio de 2023

ALMUERZO CON DIOS 🍪

ALMUERZO CON DIOS

Un niño pequeño quería conocer a Dios.
Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vive, así que guardó en su maleta pastelitos de chocolate y refrescos de fruta…
Y empezó su andadura.

Cuando había caminado unas horas, se encontró con una mujer anciana.
Estaba sentada en un banco del parque, sola, contemplando en silencio
El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta.
Comenzó a beber uno de sus refrescos cuando notó que la anciana le miraba, así que le ofreció uno de ellos. Ella agradecida lo aceptó y le sonrió. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo, así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos.

De nuevo ella le sonrió. El niño estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a ella, comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.
Cuando oscurecía, el niño se levantó para irse.
Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo.
Ella después de abrazarlo, le dedicó la más grande sonrisa de su vida.
Cuando el niño llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que traía.

Entonces le preguntó:
-”Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?”.
El niño le contestó:”¡Hoy almorcé con Dios!”…
Y antes de que su madre reaccionara, añadió:
-”Y ¿sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que nunca he visto!”

Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa.
Su hijo se quedó sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó:

-”Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?“.
La anciana le contestó:
-”¡Comí pastelitos de chocolate con Dios, en el parque!”…
Y antes de que su hijo respondiera, añadió:
-”Y ¿sabes? ¡Es más joven de lo que yo pensaba!” …

Moraleja:

Muy seguido, no le damos importancia al poder del abrazo, la palmada en la espalda, una sonrisa, una palabra de aliento, un oído que te escucha, un cumplido honesto o el acto más pequeño de preocupación… todos esos detalles que tienen el potencial de cambiar la vida o de darle un gran giro.
Las personas llegan a nuestras vidas por una razón, ya sea por una temporada o para toda una vida. ¡Recíbelos a todos por igual! Sean familiares, amigos de la infancia, amigos de siempre, compañeros de trabajo o personas con las cuales tienen contacto, aunque tal vez no frecuentes… ¡o no conozcas! ¡Déjales saber que tan importantes son para ti… así como tú lo eres para mí….y almuerza con Dios, de vez en cuando. “El Espíritu del Ser Humano es más fuerte que cualquier cosa que le pueda suceder”.

ALMUERZO CON DIOS

domingo, 23 de abril de 2023

PELÍCULA DOCUMENTAL "LIBRES": 🙏 UNA EXPOSICIÓN CINEMATOGRÁFICA DE LA ALEGRÍA DEL ENCUENTRO PERSONAL AL MISTERIO ACOMPAÑADO


una película inolvidable sobre 
la alegría de la vida contemplativa

Una exposición cinematográfica 
de la alegría del encuentro cristiano

Desde hace siglos, muchos hombres y mujeres lo dejan todo para entregar su vida a la contemplación.
LIBRES es un viaje al interior del hombre. Hemos logrado el permiso para entrar y hablar con personas que rara vez pronuncian palabra, en lugares que permanecen cerrados para el mundo: LOS MONASTERIOS.
¿Qué lleva a una persona a despojarse del mundo que conoce, a retirarse de él para el resto de su vida? ¿Cómo piensa una persona así? 
LIBRES se acerca a grandes cuestiones de la existencia del hombre, con un solo objetivo: escucharles.


Libres, de Santos Blanco, es un documental sobre la vida monástica. Pero en realidad se puede definir como una exposición cinematográfica de la alegría cristiana. Vayamos por partes. La película, a través de la cámara de Carlos de la Rosa, nos introduce silenciosamente en multitud de monasterios y conventos, casi todos del norte de España. Allí, dentro de sus muros, nos encontramos con diversas personas (monjes, frailes, monjas…) que nos ofrecen testimonios de la alegría cristiana. Nos hablan, sí, de su vocación, de su historia personal, pero el poso que siempre queda es el de la alegría y la paz. Y la ausencia de miedo.

Entre los lugares en que nos vamos a colar están, por ejemplo, las comunidades benedictinas de los monasterios de Leyre (Navarra) y del Valle de los Caídos (Madrid), de las monjas cistercienses del Monasterio de Las Huelgas (Burgos), de los monjes cistercienses del Monasterio de Oseira (Orense), del monasterio de las Oblatas de Cristo Sacerdote en Madrid, o de la comunidad de Monjes trapenses de San Pedro de Cardeña (Burgos). Pero también nos vamos a asomar a la peculiar vida de los ermitaños camaldulenses del Yermo de Nuestra Señora de Herrera (Burgos), con una espiritualidad cercana a los cartujos.

Y en esos monasterios nos vamos a encontrar con personas. Personas que nos van a contar su historia y que nos van a conmover. No con una conmoción meramente sentimental, sino con el estremecimiento de quien palpa un milagro. Como el milagro de un fraile franciscano inglés, que tras una infancia difícil llegó a ser un gran artista en Nueva York, se casó con una cantante de ópera y tuvo una hija. Después del suicidio de su hermano y de su suegro, y del divorcio de su mujer, su encuentro con Cristo le descubre la belleza que siempre había buscado y la alegría verdadera. O la historia de una monja anciana, pero aún novicia, a la que diagnostican un cáncer terminal. Ella testimonia la alegría que experimentó cuando supo que en pocos meses se encontraría cara a cara con su Señor. O el caso sencillísimo de un cisterciense que llevaba una divertida existencia en el mundo: trabajaba, salía de fiestas, viajaba con sus amigos… hasta que se encontró con Cristo y experimentó tal alegría que decidió entregarle su vida en el Císter. También nos encontramos con un joven cartujo que vivió sumido en la oscuridad del satanismo, del que salió gracias a las oraciones de su madre, como San Agustín.
Por todo ello, la alegría es el bajo continuo de esta sinfonía de vocaciones. «Alegría», que es una de las palabras cristianas más olvidadas en el lenguaje pastoral contemporáneo. Y, sin embargo, expresa a la perfección el primer sentimiento que experimenta estos hombres y mujeres que se han encontrado con Cristo.
Un camino hacia el interior del hombre...

En el mundo hay alrededor de 2.100 monasterios de clausura.
En ellos habitan personas que renuncian a una vida exterior 
por una búsqueda de plenitud interior.
Pocas veces se ha permitido entrar 
a una cámara en sus vidas. En su mundo.
Lo que vas a ver y escuchar aquí es INÉDITO.

El documental está dividido en tres capítulos, Camino, Verdad y Vida, y el conjunto nos ofrece un rosario de experiencias que van armando una preciosa vidriera que plasma lo esencial de la vida cristiana. No solo de la vida contemplativa como algo limitado a unas pocas vocaciones muy específicas, sino de la vida cristiana en general. La película nos ilustra la alegría, la paz, la relación cercana con Cristo, la confianza en su providencia, la esperanza, la certeza, el amor, el gozo de los sacramentos, la ilusión en el trabajo, el servicio a los demás,… sin censurar la experiencia compleja de la convivencia comunitaria, las heridas del pasado que aún supuran o el dolor de la propia infidelidad. Quizá se echa algo de menos, una mayor expresividad de la vida comunitaria, y de la relación fecunda de estos monasterios con el mundo.

La película viene coronada por la belleza arquitectónica de los monasterios, de la armonía de sus huertos y de la imponencia de los paisajes naturales. En fin, Libres es una película que, cuando se ve, nos devuelve la alegría del Encuentro cristiano.

EL DIRECTOR NOS CUENTA

«Me gusta pensar que de las buenas decisiones que en ocasiones tomamos en la vida, salen cosas grandes e inesperadas»

La película «Libres» nace en la trágica pandemia del año 2020. Durante la misma, formé parte de un equipo de profesionales para realizar una campaña de comunicación. El objetivo era recaudar fondos para ayudar a religiosos de clausura que, al no poder vender sus productos, no tenían dinero para comprar alimentos si quiera. Me gusta pensar que de las buenas decisiones que en ocasiones tomamos en la vida, salen cosas grandes e inesperadas.
Cuando pudimos salir, dirigí una campaña publicitaria para la Fundación DeClausura. Esta vez, pasé cuatro días en un monasterio conviviendo con monjes. A mi regreso, empecé a investigar más sobre esta vida oculta tan especial y desconocida en el siglo XXI.

«El mundo y la Iglesia os necesita como faros que iluminan el camino de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo». 

¿Qué filosofía de vida o plenitud interior deben tener estas personas para que el Papa les ponga de referentes, de faros que nos iluminan?
Así comienza un camino que culmina con la película «Libres». Ojalá haga descubrir a muchos la verdad de algunos temas que nos afectan a diario y quizá el mundo en el que vivimos nos arrastra en otra dirección.

A veces el mundo se mueve tan rápido 
que encontrar paz parece algo imposible.

Sin embargo, el sosiego y el silencio 
son tesoros que se esconden 
tras los muros de los monasterios.

Si alguna vez te has preguntado 
cómo sería vivir como un monje en pleno siglo XXI


El documental ha contado con el apoyo de Methos Media, Asociación Católica de Propagandistas(ACdP), Duc in Altum Faith Ivesting, Advenire Films y la Fundación DeClausura (gracias a la cual se revertirá parte de los ingresos en los propios monasterios que aparecen en la película).




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"No me buscarías, 
si Yo no te hubiese encontrado primero".
San Agustín
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Caminaba hacia Ti,
pero Te he visto venir hacia mí.
Quería correr hacia Ti,
pero Te he visto correr hacia mí.
Deseaba esperarte,
pero he sabido que Tú ya me esperabas.
Deseaba buscarte,
pero Te he visto buscándome.
Pensaba: "¡Qué alegría! ¡Te he encontrado!",
pero me he sentido encontrado por Ti.
Quería decirte: "¡Te quiero!",
pero soy yo quien Te oído decir: "¡Te amo!"
Quería escogerte,
pero Tú me habías escogido de antemano.
Quería escribirte,
pero ya había recibido Tu carta.
Quería vivir en Ti,
pero Te he descubierto viviendo en mí.
Quería pedirte perdón,
pero me he dado cuenta de que Tú me habías perdonado.
Quería ofrecerme a Ti,
pero Te he recibido como regalo a Ti mismo.
Deseaba ofrecerte mi amistad,
pero he recibido el don de la Tuya.
Quería llamarte: "¡Abba, Padre"!,
pero he oído que me llamabas: "¡Mi hijo amado!".
Quería revelarte mi vida interior,
pero Te he encontrado revelándome
la profundidad de Tu Ser.
Deseaba invitarte a la intimidad de mi vida,
pero me ha llegado la invitación a entrar en la tuya.
Deseaba alegrarme de haber vuelto a Ti,
pero he visto cómo Te alegrabas de mi vida.
Dios mío, ¿seré alguna vez el primero?

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"No vengo a Ti
solamente por un vaso de agua,
sino por la fuente misma.
No vengo
buscando guía sólo hasta la puerta,
sino hasta dentro
de la casa del Señor;
no busco solamente
el presente de amor,
sino el Amor Mismo".

Rabindranath Tagore

VER+:



LIBRO "LA CRISIS DE OCCIDENTE": 
EN UN MOMENTO DE CONFUSIÓN Y PÉRDIDA 
DE IDENTIDAD EUROPEA, 
DEBEMOS VOLVER A NUESTROS FUNDAMENTOS




martes, 10 de enero de 2023

CANCIÓN "ES UN HERMOSO DÍA (IT´S A BEAUTIFUL DAY)" ORIGINAL DE JERMAINE EDWARDS ☆⛆🌝🌑


The Kiffness x Rushawn 
It's a Beautiful Day 
(Es un hermoso día)

(Original song by Jermaine Edwards)

Di esta mañana
Say this morning
Me desperté y me miré en el espejo.
I woke up and I looked in the mirror
Y cada parte de mi cuerpo estaba en su lugar
And every part of my body was in place
Muchas personas murieron y nunca vieron este día
Many people died and never saw this day
Así que otro día que vivo agradezco
So another day I live I appreciate
Nunca quiero actuar, también
Don't ever wanna act, too
Grande y poderoso
High and mighty
porque mañana
'Cause tomorrow
Puedo caerme de cara
I can fall down on my face
pues en todo
So in everything

Señor, te doy alabanza
Lord, I give You praise
Y eso pone una sonrisa en mi cara
And that puts a smile on my face
Señor, te agradezco por la luz del sol
Lord, I thank You for sunshine

gracias por la lluvia
Thank You for rain
gracias por la alegría
Thank You for joy
gracias por el dolor
Thank You for pain
Es un hermoso día
It's a beautiful day

(Hermoso dia)
(Beautiful day)
Es un hermoso día
It's a beautiful day
No te quejes y pelea
Don't fuss and fight
unámonos
Let us unite
Tenemos una vida
We've got one life
Así que hagámoslo bien
So let's make it right

Es un hermoso día
It's a beautiful day
Es un hermoso día
It's a beautiful day
Así que sí, tú camino
So yeah, thou I walk

A través de los valles de las sombras de la muerte
Through the valleys of the shadows of death
No temeré mal alguno, no desmayaré
I will fear no evil, won't be dismayed
Cuando veo el reloj corriendo
When I see the clock ticking away
Y las cosas no están en su lugar
And things are not in place
Todo en la vida pasa por una razón
Everything in life happens for a reason
La decepción viene con una lección
Disappointment comes with a lesson
Es para mí volverme más sabio
It's for me to get wiser
Tengo que trabajar más duro
Got to work harder
Al final mejorará
In the end it will get better

Señor, te agradezco por la luz del sol
Lord, I thank You for sunshine
gracias por la lluvia
Thank You for rain
gracias por la alegría
Thank You for joy
gracias por el dolor
Thank You for pain
Es un hermoso día
It's a beautiful day
Es un hermoso día
It's a beautiful day

No te quejes y pelea
Don't fuss and fight
unámonos
Let us unite
Tenemos una vida
We've got one life
Así que hagámoslo bien
So let's make it right
Es un hermoso día, sí
It's a beautiful day, yeah
Es un hermoso día
It's a beautiful day
si tienes vida
If you got life

Entonces alaba a Dios
Then give God praise
Puede que no tengas mucho
You may not have much
Pero estás viviendo el día a día (¡Oye!)
But you're living day by day (Hey!)

No puedes tener fe y no quieres trabajar
You can't have faith and don't wanna work
Levántate de ese asiento y pon ese cerebro a trabajar
Get up off that seat and put that brain to work

Ey ey
Aye, aye
Es un hermoso día
It's a beautiful day
Es un hermoso día
It's a beautiful day
Es un hermoso día
It's a beautiful day

Puede que no sea como yo quiero que sea
It may not be the way I want it to be
Pero te agradezco por cada situación.
But I thank You for every situation
Eso me hizo buenos y malos amigos.
That made me good and bad friends
que llego a mi vida
That came into my life
Y los que todavía están aquí hoy
And those who are still here today

Señor, te agradezco, sí
Lord, I thank You, yeah
Señor, te agradezco, sí
Lord, I thank You, yeah
Señor, te agradezco
Lord, I thank You

Señor, te agradezco por la luz del sol
Lord, I thank You for sunshine
gracias por la lluvia
Thank You for rain
gracias por la alegría
Thank You for joy
gracias por el dolor
Thank You for pain
Es un hermoso día
It's a beautiful day

(Hermoso dia)
(Beautiful day)
Es un hermoso día
It's a beautiful day
No te quejes y pelea
Don't fuss and fight
unámonos
Let us unite
Tenemos una vida
We've got one life
Así que hagámoslo bien
So let's make it right

Es un hermoso día, sí
It's a beautiful day, yeah
Es un hermoso día
It's a beautiful day

Autores de la canción: 
Jermaine Andrae Edwards

The Kiffness x Rushawn - It's a Beautiful Day (Original song by Jermaine Edwards)


JERMAINE EDWARDS - Beautiful Day