Escrito por un estudiante
de 15 años en Arizona, USA.
Ahora me siento en la escuela
donde orar va en contra las reglas
para esta gran nación bajo Dios,
encuentra que mencionarlo es muy extraño.
Si ahora la clase recita las Escrituras,
viola la Declaración de Derechos.
Y cada vez que inclino mi cabeza
se convierte ahora en un asunto federal.
Nuestro cabello puede ser morado, naranja o verde,
eso no es ofender; es una escena de libertad.
La ley es específica, la ley es precisa.
Las oraciones pronunciadas en voz alta son un vicio grave.
Porque orar en un salón público
podría ofender a alguien sin fe alguna.
Solo en silencio debemos meditar,
el nombre de Dios está prohibido por el estado.
Se nos permite maldecir y vestirnos como monstruos
y perforarnos la nariz, la lengua y las mejillas.
Han prohibido las armas, pero PRIMERO fue la Biblia.
Citar el Buen Libro me hace responsable y,
el tema sobre las drogas, nos dicen que nos neguemos
y que el sexo sea seguro.
Podemos elegir a una Reina Mayor embarazada
y al 'papá soltero', nuestro Rey Mayor.
Es "inapropiado" enseñar el bien y el mal.
Nos enseñan que tales "juicios" no nos pertenecen.
Podemos conseguir condones y anticonceptivos,
estudiar brujería, vampiros e idolatría;
pero, los Diez Mandamientos no están permitidos.
Da terror estudiar aquí, debo confesar.
Cuando reina el caos, la escuela es un desastre.
Por eso, Señor, hago esta súplica silenciosa:
¡Señor, si me disparan, por favor, toma mi alma!
Amén
Después del último tiroteo mortal en una escuela de Virginia, en abril, en el que murieron 32 personas, alguien me envió este mensaje de internet respondiéndole al joven que le preguntaba a Dios sobre la existencia del mal en el mundo:
- Querido Dios por qué no salvas a tus hijos. Querido Dios por qué no salvaste a tus hijos en la universidad de Virginia Tech; Por qué no salvaste a tus hijos en Columb High School; Por qué no salvastes a tus hijos en Moses Lake Washington; Betel Alaska; por el tornado de Mississippi y todos los demás...
La respuesta fue de alguien que tuvo la audacia de responder en el nombre de Dios:
- Mi querida niña lamento mucho informarte que he sido expulsado de sus escuelas.
ORACIÓN POR LA ESCUELA
Oh Señor Dios, Hacedor y Constructor
de toda casa no hecha con manos,
te damos gracias por esta Escuela
en la que tenemos nuestra parte.
Da tu bendición, te suplicamos,
a todo este nuestro cuerpo, al director,
a los miembros del personal,
a los niños y a quienes atienden nuestras necesidades.
Inspíranos, oh Señor, para que hagamos
nuestra obra hoy de manera que,
así como el recuerdo de las vidas leales
de quienes nos precedieron, nos ayuden,
así nuestra fidelidad en tu servicio pueda ayudar
a quienes ocuparán nuestro lugar.
Recuerda, oh Señor, para siempre,
a todos los que han salido de esta Escuela,
para trabajar en otras partes de tu reino.
Concede que tanto ellos como nosotros
podamos cumplir tu propósito para nosotros en esta vida,
y finalmente podamos alcanzar tu reino eterno,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
VER+:
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