Soporta la carga conmigo;
rápido cae el atardecer;
la oscuridad se hace profunda,
Señor, soporta la carga conmigo.
Cuando otros socorros fallan y no huyen,
ayuda de los desamparados,
oh, quédate conmigo.
Rápido a su fin recede el día pequeño de la vida;
Rápido a su fin recede el día pequeño de la vida;
las alegrías de la tierra los oscurece,
sus glorias pasan,
el cambio y la decadencia es todo lo que veo,
oh Tú que no cambias, quédate conmigo.
Necesito Tu presencia cada hora que pasa.
Necesito Tu presencia cada hora que pasa.
Pero, ¿la gracia puede frustrar el poder del tentador?
Quién, como Tú, mi guía y apoyo puede ser?
A través de nubes y el sol,
Señor, quédate conmigo.
Me temo que no hay enemigo,
Me temo que no hay enemigo,
Contigo en la mano para bendecir;
los malos no tienen peso,
y las lágrimas no son amargas.
¿Dónde está el aguijón de la muerte?
¿Dónde, tumba, está la victoria?
Triunfo aún, sí te quedas conmigo.
Mantén Tu cruz antes de cerrar mis ojos,
Mantén Tu cruz antes de cerrar mis ojos,
brilla a través de la oscuridad
y señálame los cielos.
La mañana del cielo se quiebra,
y las sombras vanas de la tierra huyen,
en la vida, en la muerte,
Oh Señor, quédate conmigo.
VER+:
1 comments :
Hermosos y profundos versos los que nos brindas hoy.
Me han gustado mucho.
Si estamos con Dios nuestro señor... QUIÉN CONTRA NOSOTROS?
Gracias por tu visita y cálido saludo en mi humilde rincón. Siempre eres bienvenido.
Cariños!
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