Don Juan, arquetipo romántico
de Byron a Zorrilla
Seductor y libertino de origen español pero vida europea, Don Juan es un personaje clásico, libertino y seductor, propio de los siglos XVII y XVIII, pero cuya importancia ha trascendido épocas y movimientos literarios.
Su creación se atribuye a Tirso de Molina, en cuyo caso su primera aparición se daría en la obra de teatro "El burlador de Sevilla (1630)", aunque algunos expertos atribuyen la paternidad del personaje a Andrés de Claramonte.
Don Juan es un hombre cuyo pasión le hace desafiar leyes tanto humanas como divinas y no conoce freno para conseguir lo que desea. Si bien diferentes autores han preferido concederle el arrepentimiento al llegar la hora de su muerte, otros han preferido hacerle morir de acuerdo a lo que realizó en vida.
A lo largo de los siglos muchos han sido los autores, como Byron, Molière o Zorrilla, los que han escrito sobre el personaje, incluyendo una ópera de Mozart, Don Giovanni, así como numerosas adaptaciones y referencias en el cine o la televisión.
La figura de Don Juan ha calado tanto en la cultura popular que la expresión «Ser todo un Don Juan», refiriéndose a una persona, quiere dar a entender una gran capacidad de seducción.
La figura del Don Juan, creada por Tirso de Molina en "El burlador de Sevilla" y recreada por José Zorrilla en el siglo XIX en su "Don Juan Tenorio (1844)" ha sido una de las aportaciones más productivas de la literatura española a la cultura europea: una opera, el Don Giovanni de Mozart, un poema sinfónico de Richard Strauss, el Don Juan de Molière o el de Lord Byron son muestra suficiente de la influencia que este personaje ha tenido a lo largo del tiempo en todos los campos de la creación. El Don Juan, el burlador, debía de existir ya en el imaginario popular antes de cobrar cuerpo literario y su pervivencia como mito se debe en realidad a un talante moralizador y profundamente católico que pretende mantener dentro del orden establecido la vida y el pensamiento del pueblo. Lo que representa Don Juan es la ruptura absoluta de todas las normas y reglas preestablecidas. Ni la moral de la iglesia ni la justicia de los hombres tienen valor alguno, únicamente la vida como juego y disfrute tiene sentido. Ese es posiblemente uno de los sueños más antiguos del ser humano: una vida vivida en absoluta libertad, y esa es la mayor pesadilla imaginable para la rígida mentalidad de la España de la Contrarreforma.
El burlador de Sevilla acaba trágicamente con un Don Juan abrasado por el fuego del infierno, el Don Juan de Zorrilla muere tras arrepentirse, redimido por el amor. Su conducta ha sido errónea y es justamente castigada. Ese desenlace, curiosamente, ha sido olvidado en la trasposición del mito a la realidad: hoy "ser un Don Juan" es un halago, el mayor elogio que se le puede hacer a un "varón". Si un hombre recibe tal calificativo tenemos que entender que, en primer lugar, una de sus principales ocupaciones es la de seducir mujeres, y en segundo lugar, que además las mujeres caen literalmente rendidas a sus pies. Un par de versos conocidos por casi todo el mundo y esa idea básica del hombre capaz de seducir a cualquier mujer, incluyendo a una monja, es todo lo que ha quedado del Don Juan. ¿Qué motivos han llevado a una simplificación tan radical de un personaje literario lleno en sus orígenes de matices y contradicciones morales?
Es cierto que es tradición el representar el Don Juan Tenorio de Zorrilla en muchos teatros españoles durante la festividad de Todos los Santos el día 1 de noviembre, y que es seguramente una de las obras literarias que cualquier español conoce, al margen de su nivel cultural o condición social (conoce el nombre y en muchas ocasiones el argumento, lo que no quiere decir que la haya leído); sin embargo, al menos desde mi punto de vista, la frivolización del mito ha hecho olvidar el trascendente retrato que Tirso de Molina hizo de la condición humana mediante ese personaje contradictorio que, empujado por su absoluto egoísmo, enfrenta duramente la esencia del instinto con las creencias religiosas, normas de conducta y leyes, a menudo absurdas, con que el hombre civilizado ha intentado someter ese instinto a lo largo de los siglos.
Don Juan es un mito que había parte de la cultura española por muchos años. Como la mayoría de los mitos, había muchos versiones diferentes que cambian el mito para expresar ideas diferentes. Un ejemplo de una versión diferente es el poema épico de "Don Juan" por Lord Byron que estaba escrito en 1824. Este poema estaba escrito en cantos que habían lanzado como una obra serial. Hay 16 cantos completos y 1 incompleto porque Lord Byron murió antes de completarlo. Tiene grupos de ocho lineas que están escritas en pentámetro yámbico. Es un poema satírico que burla de otros poemas épicos y trata de ser cómico. También burla de muchas partes de la sociedad durante esta época como los problemas con sociedad alta.
En esta versión, el personaje de Don Juan es muy diferente de otras versiones. Normalmente, Don Juan es un “mujeriego” quien ama a muchas mujeres sin consecuencias y sin pensar de sus acciones. Pero en el poema épico, es completamente el opuesto. Don Juan es un hombre quien está seducido por mujeres muy fácilmente. él es retratado como la personaje inocente en vez de las mujeres, porque normalmente ellas son las víctimas de Don Juan. También él es el opuesto de héroes de poemas épicos normales porque él es muy ingenuo y causa muchos accidentes en vez de ser heroico y valiente.
Durante su vida, Lord Byron recibió mucho criticismo para este poema. La gente pensó que el contenido estaba demasiado inmoral. Aunque había controversia sobre los poemas, estaban muy populares. También puede ver semejanzas entre la vida la interpretación normal de Don Juan y la vida de Lord Byron. Como Don Juan, Lord Byron tuvo relaciones disfuncionales con muchas mujeres. Aunque no es una biografía, ofrece el lector un poco de percepción a su vida. Hay debate sobre cuales partes son verdades
Se han estudiado abundantemente las diversas versiones realizadas sobre el tema de don Juan y el donjuanismo. El poema de Byron es típicamente romántico y añade algunos matices al significado más conocido y divulgado en España. Resulta en cualquier caso un personaje más moderno y menos barroco; más un paladín de la libertad que un pecador casi irredento. Ese tono del hombre libérrimo es lo que atrajo a Byron que, como indicaba Luis Antonio de Villena al hablar de esta obra, estuvo también personalmente atrapado entre la libertad y el malditismo: don Juan sería, en esta interpretación, una máscara del propio poeta inglés. No faltan referencias autobiográficas en la obra que han sido y seguirán siendo objeto de estudio para los especialistas, como si conociendo exhaustivamente a don Juan pudiera saberse más de Byron. Así también el poema estuvo, por suerte o por desgracia, sometido a los avatares de su propia existencia: publicó los cantos iniciales en 1819, pero lo retomó pasado el tiempo, en 1824, sin concluirlo desgraciadamente a causa de su propia muerte.
A diferencia de otras obras, en el Don Juan de Byron el personaje se presenta a sí mismo y lo hace como un conquistador de la libertad, más que de las mujeres, como alguien que, en lugar de acoger el castigo o de mostrar su arrepentimiento, rompe con las convenciones, sea cual sea el lugar donde se encuentre. Es también mujeriego, qué duda cabe. Algo muy romántico, es cierto. Además el encantador de damas, que juega a seducir o engatusar en otros casos, aparece bajo un disfraz de inocencia. No es tanto ya el seductor como el seducido. Satírico y mordaz, en ocasiones falto de delicadeza, desfilan junto con don Juan y doña Julia, Haydée, piratas y esclavos, la amada Grecia de Byron, Rusia, además de un retrato de la aristocracia inglesa en los cantos finales. Byron fue en el poema demasiado atrevido con sus invectivas y mostró una genial hostilidad hacia determinadas convenciones sociales que, en verso y sazonadas con gracia e ironía, pudieron resultar más tolerables o llevaderas. Sería injusto negar la poderosa influencia que ejerció su poético Don Juan en la literatura inglesa posterior. Está considerada su mejor obra. Una lectura obligada, sin lugar a dudas.
Don Juan de Marco:
Las mejores frases de amor
Francis Ford Coppola produce en 1995 Don Juan de Marco. La película está interpretada por Johnny Deep (que dice ser Don Juan de Marco, el mejor amante del mundo) y Marlon Brando (el Dr. Jack Mickler).
A continuación os dejamos las mejores frases de amor de este largometraje:
Don Juan DeMarco:
- Hay personas que no creen que una sola alma nacida en el cielo pueda dividirse en dos espíritus gemelos y precipitarse como estrellas fugaces sobre la Tierra, por encima de océanos y continentes, donde sus fuerzas magnéticas acabarán uniéndose de nuevo en un solo ser… ¿de qué otra forma se puede explicar un flechazo?
- En la vida sólo hay cuatro cuestiones importantes: qué es sagrado, de qué está hecho el espíritu, para qué vale la pena vivir, y para qué vale la pena morir. Sólo existe una respuesta: el amor.
- Cada vez que nos estrechábamos entre nuestros brazos el tiempo se detenía. Durante aquellos cuatro meses no existió el día ni la noche, solo mi amor y el suyo.
- ¿Nunca habéis conocido a una mujer que os inspire amarla hasta que todos vuestros sentidos se llenen de ella? Inhalándola, saboreándola, descubriendo en sus ojos a vuestros futuros hijos y comprendiendo que vuestro corazón por fin ha hallado un lugar. Vuestra vida empieza con ella y sin ella debe finalizar.
- Soy el mejor amante del mundo. He hecho el amor con más de mil mujeres. El martes pasado cumplí 21 años.
- Ninguna mujer se ha apartado de mis brazos insatisfecha. Sólo una me ha rechazado, y el destino ha querido, que ella sea la única que me ha importado.
- Por tal motivo, a los 21 años, he decidido poner fin a mi vida. Pero antes una última conquista.
- Sin embargo yo veo a esas mujeres como realmente son: ¡gloriosas, radiantes espectaculares y perfectas! Porque mi vista no se limita al horizonte.
- Una mujer, es lo más cerca que puede estar un hombre de Dios.
- Toda mujer es un misterio por resolver, pero ninguna mujer le oculta nada a un amor verdadero.
- Todo verdadero amante sabe que el momento de mayor satisfacción viene cuando el éxtasis ha terminado y contempla ante si la flor que se ha abierto bajo su experto tacto.
- Aunque ninguna metáfora describe con justicia el hecho de hacer el amor con una mujer la analogía más próxima sería la de tocar un instrumento musical poco común.
- ¿Has amado de tal modo a una mujer que el sonido de tu voz en su oído provocara una explosión de placer de tal intensidad que sólo el llanto pudiese aliviarla?
- Su belleza no consistía en figuras y formas, sino que resplandecía desde el interior como una estrella.
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- En la vida sólo hay cuatro cuestiones importantes: qué es sagrado, de qué está hecho el espíritu, para qué vale la pena vivir, y para qué vale la pena morir. Sólo existe una respuesta: el amor.
- Cada vez que nos estrechábamos entre nuestros brazos el tiempo se detenía. Durante aquellos cuatro meses no existió el día ni la noche, solo mi amor y el suyo.
- ¿Nunca habéis conocido a una mujer que os inspire amarla hasta que todos vuestros sentidos se llenen de ella? Inhalándola, saboreándola, descubriendo en sus ojos a vuestros futuros hijos y comprendiendo que vuestro corazón por fin ha hallado un lugar. Vuestra vida empieza con ella y sin ella debe finalizar.
- Yo veo a esas mujeres como realmente son: ¡gloriosas, radiantes espectaculares y perfectas! Porque mi vista no se limita al horizonte.
- Una mujer, es lo más cerca que puede estar un hombre de Dios.
- Toda mujer es un misterio por resolver, pero ninguna mujer le oculta nada a un amor verdadero.
- Todo verdadero amante sabe que el momento de mayor satisfacción viene cuando el éxtasis ha terminado y contempla ante si la flor que se ha abierto bajo su experto tacto.
- Aunque ninguna metáfora describe con justicia el hecho de hacer el amor con una mujer la analogía más próxima sería la de tocar un instrumento musical poco común.
- ¿Has amado de tal modo a una mujer que el sonido de tu voz en su oído provocara una explosión de placer de tal intensidad que sólo el llanto pudiese aliviarla?
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