💕Para qué la poesía
"El poeta no es un filósofo, sino un clarividente".
Juan Ramón Jiménez
"Sólo la poesía es clarividente".
Gabriel García Márquez
“POETA ES AQUEL QUE EN MEDIO
DE LAS DIEZ MIL COSAS QUE NOS DISTRAEN,
ES CAPAZ DE “VER” LO ESENCIAL
Y LLAMARLO POR SU VERDADERO NOMBRE”.
RUBEM ALVES
"Hombre, redime al hombre vivo.
Álzate y anda entre los vivos,
lucha con los vivos, gánate el pan.
Hombre, haz que las flores sean para los vivos,
haz que el aceite sea para los vivos
y el vino de la vid para la vida".
Pablo Armando Fernández, poeta cubano.
Para descubrir los secretos del mundo
Para mantener abierta la palabra
Para reinar sobre la muerte
Para revivir cada día
Para sentir junto con los otros
Para sacar la flor de las cenizas
Para vigilar mientras todos duermen
Para que le sirvan
Para apuntalar el sueño
Para servirse
Para alimento espiritual
Para unir lo posible con lo imposible
Para salvar del diario morir
Para hacer más vivo el vivir
Para la Poesía y la Verdad
Para la vida
Para transformar la vida
Para limpiar cuando el poder corrompe
Para cambiar la vida
Para alentar todas las otras formas
Para la fidelidad al relámpago
Para la memoria de los pueblos
Para la salvación del hombre
Para el asombro antiguo
Para un no sé qué
Para descubrir los secretos del mundo
Para llevar el infinito a cuestas
Para salir a la percepción de la mirada
Para alumbrar la maravilla
Para todos y por todos
Para despertar a latigazos el silencio
Para defender el milagro de la vida
Para amar a los otros
Para descubrir los secretos del mundo
“La poesía existe. Tal vez no sepamos entenderla, tal vez la vida que llevamos no nos deje sentirla, tal vez la vivamos sin darnos cuenta o dándonos cuenta, tal vez, tal vez. La poesía existe así como existe la violencia, lo mismo que existe el amor. Vivimos entre años-oscuridad y años luz y sin embargo la poesía existe y un día tendremos que comprenderla, tal vez, tal vez”. Neftalí Beltrán
Desciende por favor a sus entrañas. Verás que el corazón de los poetas es un injerto de desierto y luna. Amigo de la sombra y sus caudales, de la sombra difusa de la muerte, de las maneras de morir al día. Revelarás el triunfo del poeta: saberse polvo, polvo enamorado, velando a pensamiento desatados. Vive fuera de sí o muy adentro. Sabe el tamaño exacto de la pena. Conoce el lado oscuro de la rosa y la terrible majestad del pan. De lumbre en lumbre, en orfandad suprema -hijas de los trigales y las piedras- su cólera y ternura vagando andan por campos, farallones y veredas. Vigilia del asombro detenido, marchándose de prisa sin moverse, estatua en soledad, en estampida. Remontando hacia adentro de la lumbre, entre umbrales, abrojos y neblinas, subterránea fuente al descubierto.
“El poeta representa el drama angustioso que se realiza entre el mundo y el cerebro humano, entre el mundo y su representación. El que no haya sentido el drama que se juega entre la cosa y la palabra, no podrá comprenderlo. El poeta conoce el eco de los llamados de las cosas a las palabras, ve los lazos sutiles que se tienden las cosas entre sí, oye las voces secretas que se lanzan unas a otras palabras separadas por distancias inconmensurables. Hace darse la mano a vocablos enemigos desde el principio del mundo, los agrupa y los obliga a marchar en su rebaño por rebeldes que sean, descubre las alusiones más misteriosas del verbo y las condensa en un plano superior, las entreteje en su discurso, en donde lo arbitrario pasa a tomar un rol encantatorio...
El poeta os tiende la mano para conduciros más allá del último horizonte, más arriba de la punta de la pirámide, en ese campo que se extiende más allá de lo verdadero y lo falso, más allá de la vida y de la muerte, más allá del espacio y del tiempo, más allá de la razón y la fantasía, más allá del espíritu y la materia. Allí ha plantado el árbol de sus ojos y desde allí contempla el mundo, desde allí os habla y os descubre los secretos del mundo. Hay en su garganta un incendio inextinguible Hay además ese balanceo de mar entre dos estrellas. Y hay ese Fiat Lux que lleva clavado en su lengua.” (Vicente Huidobro).
“La poesía cruza la tierra sola,/ apoya su voz en el dolor del mundo/ y nada pide/ -ni siquiera palabras.// Llega de lejos y sin hora, nunca avisa;/ tiene la llave de la puerta./ Al entrar siempre se detiene a mirarnos./ Después abre su mano y nos entrega/ una flor o un guijarro, algo secreto,/ pero tan intenso que el corazón palpita/ demasiado veloz. Y despertamos”. Eugenio Montejo
“La poesía existe o no existe; eso es todo. Si es, es con tal evidencia, con tan imperial y desafectada seguridad, que se me pone por encima de toda posible defensa, innecesaria. Su delicadeza, su delgadez suma, es su grande invencible corporeidad, su resistencia y su victoria. Por eso considero la poesía como algo esencialmente indefendible. Y, claro es, en justa correlación, esencialmente inatacable. La poesía se explica sola; si no, no se explica. Todo comentario a una poesía se refiere a elementos circundantes de ella, estilo, lenguaje, sentimientos, aspiración, pero no a la poesía misma. La poesía es una aventura hacia lo absoluto. Se llega más o menos cerca, se recorre más o menos camino; eso es todo. Hay que dejar que corra la aventura, con toda esa belleza de riesgo, de probabilidad, de jugada... Cuando una poesía está escrita se termina, pero no acaba; empieza, busca otra en sí misma, en el autor, en el lector, en el silencio... Estimo en la poesía, sobre todo, la autenticidad. Luego, la belleza. Después, el ingenio”. Pedro Salinas
“Antes que sucumbir, la tierra se renovará por sí sola. Pero el hombre no sabe si sobrevivirá. Dirán: la poesía no ha erradicado la miseria, no ha evitado la guerra, no salvará al mundo. No nos ha salvado la poesía de la mezquindad de unos, devenida en miseria de todos. Pero ella nos rodea y constituye, aunque tantos resisten a su acción y su espíritu. La poesía puede salvarnos de nosotros, a pesar de nosotros. Para trascender la tragedia, el hombre tendrá que ser Otro. Porque la poesía existe, la humanidad a la que la exigencia del sueño habrá hecho sobrehumana, se reconocerá a sí misma. Para abolir la matanza. Y celebrar de nuevo en hermandad y cumplida justicia la existencia”. Revista Prometeo
“La poesía sigue en pie... no lucha porque no está dicotomizada... no se radicaliza porque va más allá de los contrarios... no se polariza porque es TODO... todo lo unifica, todo lo abarca, todo lo existe, todo lo sabe, todo lo goza, todo lo religa...”. Jazmín Sambrano
Sabe de noche, sabe de alborada. Del supremo quejido del obrero. Del fresco amanecer de la vacada. Del llanto del turpial sin hijo y nido. Del asomo del niño en el barranco. Del manso arroyo donde el cielo ríe. Del tardo abuelo en busca de una estrella. De la triste moneda del mercado. De ninfas, girasoles y arrebatos. Del sagrado silencio de las piedras. Del grito bochornoso, el pueblo bravo. De la muerte sonora de la patria. De la palabra, el pueblo y de la pólvora. De la pobre miseria enriquecida. Del siglo que despierta ensangrentado. De la aventura, el riesgo, la emboscada. De la belleza en que se enciende el alba. Del lugar en que el grito nos religa.
Momento en el que el hombre ofrece un caudal de indicios necesarios como para que la lluvia crea en él. Manera de subir al horizonte para contemplar la humana peripecia. Fórmula de atisbar, descubrir y denunciar la locura en que galopan los insomnios. Artilugio que pretende la construcción o destrucción del mundo.
Quijotada forjadora, ingenuo sueño, orgía mística, dolor humano, alma y lo que ocurre en ella: chanza, juego, danza. Memoria universal, lugar del alumbraje, laberinto creador, agonía de recuerdos. Soledad del laberinto, doloroso trance. Noche profunda, vagabunda, lujuriosa.Libertad. Vacío, tempestad, silencio, mar. Cita, emoción, ofrenda, elevación. Intercambio, comprensión, goce, comunión. Vínculo, amor, muerte, vida. Diálogo, reflexión, espejo, cavilación. Retrato del mundo y sus costumbres. Ágora del lirio y la tragedia... La palabra.
José Hierro
“Todas las cosas tienen su misterio,
y la poesía es el misterio
que tienen todas las cosas”
García Lorca
...laborando por todos
los que callan, y avanzan, y protestan y empuñan
la luz como un cuchillo o la paz como un fusil.
Blas de Otero: Escrito con lluvia.
PABLO MORA
grabar el sueño entre los árboles
desentrañar los secretos al asombro
estar en el centro de la vida de por vida
tener mucha imaginación para ver la realidad
asumir absurdos enigmas laberintos y zozobras
perpetuar la gloria del mundo en un grano de maíz
mantener la espada en la trocha que corresponda abrir
compartir la luz al mismo tiempo que la noche oscura
encender lámparas en el túnel de la infamia enloquecida
empuñar las manceras del arado en el lugar apropiado
en el momento apropiado y en la circunstancia apropiada
La poesía es un acto de fe en el hombre, en la palabra y en la vida. Sorprenderse, extrañarse, asombrarse. Un instrumento para transformar el mundo. Experiencia de vida. Momento de liberación, individual y colectiva. Un destino. Un asombro que se pasa a limpio. Un renglón que se le añade al mundo. Ser poeta es estar dispuesto a la vigilia. Estar de guardia. Buscar la luz. Navegar hacia adentro del asombro. Acompañarnos con un pan en la mano y un camino en el pie. Saber el tamaño exacto de la pena. Conocer el lado oscuro de la rosa y la terrible majestad del pan. Volverse vagabundo, apoyar las palabras sobre la sangre, arrestar al viento, al sol, las mariposas. Inventar ratos, penas, alegrías y tardanzas. Echar un vistazo al mundo. Ponerle trampas a la muerte. Infundir a los hombres un hambre ardorosa e insaciable de belleza, entusiasmo y libertad.
¿Cómo se reveló la poesía en tu vida? ¿Cómo se reveló la poesía en mi vida?
Tal vez, el día que de casa me dijeron: ve por el camino, tan sólo encontrarás algunos duendes; mientras en busca de esos duendes ando todavía. Lo cierto fue que comencé por cultivar almácigos cabe la sombra de los guamos memoriosos de mi aldea. Almácigo llamé al primero de los sueños que pasé a limpio. Y así a mis seis primeros sueños. En homenaje al arbusto sabeo que nuestra fecunda zona viste de jazmines. Semillero, en la esperanza de que algo el tiempo salvaría de aquella siembra. Era el tiempo del despertar al infortunio desde la comarca de la infancia, desde el útero feliz de la campiña. La aldea dichosa que de antiguo requería el milagro del canto mañanero. De pronto llegó la noche insomne. Ante la escalofriante letanía del dolor humano, la cósmica plegaria, la bienaventuranza nueva, la meditación en el desierto en busca de la tierra prometida. El ansia de la Paz, la solidaridad, el sueño, la utopía, la pazpoesía. Hasta que nos sentimos en asombro, al descubierto, a coro en el asombro, capturando instantes, tristumbres, arrecheras, oquedades, lanzando pompas de jabón a los caminos, convencidos de que el asombro es la mejor forma de lidiar la muerte. Ahora, mientras la madre mira desde la lejanía, la sombra antigua que a las costas de la divina antigüedad nos ata. Mientras el mundo se desvive entre galácticos presagios y alientos de hecatombes, construimos nuestra trinchera, desde donde disparamos, a diestra y siniestra, contra obnubilados y díscolos, con la más convincente de las armas, el verso. Soldados de la Paz, disparamos nuestros versos contra la guerra.
¿Cómo definirías a tu poesía? ¿Mi poesía?
Una forma o fase de la luna de mi aldea. Un almácigo que se quema al sol. Un coro en el que canta un insomne. Hacer caber a Dios en un dedal, al sol en el ojo de una hormiga, al mar en los labios de una perla o al universo en una gota de rocío. Un deseo de arrear la luz. Querer encontrarle al silencio su guarida. Cuando uno adopta a la poesía como elemento fundamental de su vida
¿Qué cosas gana y qué pierde?
Pareciera maldición o bendición, ese estado fundamental de vida. Lo cierto es que uno logra que lo oigan las estrellas. Sabe que una piedra es un pájaro que ya no vuela; que el hombre es un gran dolor en viaje. Conoce del reverso de las cosas y la vida. Se convence del poder de creación de la palabra. De que habrá de haber lugar para la poesía si no quieren pueblos y hombres sucumbir. Y, viéndolo bien, nada pierde. ¿Qué poetas te guiaron e inspiraron en tu vida y marcaron tu destino? Temprano me conseguí con Juan Ramón Jiménez y el aquelárrico Fausto de Goethe. Siempre estuvimos a la sombra de Neruda, Vallejo, Whitman y Miguel Hernández. Más fraternalmente, con la iracundia de nuestro entrañable hermano Dionisio Aymará. En mi errancia italiana, compartimos con la Escuela Lombarda, sobre todo con Edoardo Sanguinetti y Luciano Erba. Con el dolor a cuestas de Pavese. Con Ungaretti, Montale y Quasimodo. Otros poetas en el camino fueron Maiakovsky, Rimbaud, Rilke. De nuestra frontera, Jorge Gaitán Durán y Cote Lamus. Pero, entre todos, nos selló la vida, el camarada Rafael Guerrero — Carlos Guerin— cuando el fusil le dio la mano al verso, cuando, frente a la violencia institucionalizada, aprendimos que la poesía ha de ser fusil, vida, protesta y alarido permanentes.¿Qué opinás de la poesía latinoamericana actual? Se nota una patente tendencia porque las palabras recuperen su desnudez:
Que cada palabra lleve lo que dice./ Que sea como el temblor que la sostiene./ Que se mantenga como un latido. (Rafael Cadenas, Venezuela).
Se insiste en la inocencia semántica de la palabra. Se pelea por un verdadero espacio verbal a veces a espaldas de un genuino espacio temporal ideológico.
¿Qué papel ocupa la poesía en la realidad actual?
Actualmente, en tres planos se desliza el quehacer poético: el semántico o verbal, el creativo o emocional y el ideológico o conceptual. Importante que ninguno de los tres faltase a la hora de la verdad o creación: La emoción, la palabra y el contexto sociopolítico-ideológico.
¿El poeta es un “poeta comprometido” cuando se compromete con su obra o cuando trata temas políticos y sociales?
Asombro, imaginación, descubrimiento, encuentro, convocatoria, rebelión, revelación, libertad de vuelo, la poesía, antes que contar con una esencia única, se fundamenta en una búsqueda de la verdad-belleza fincada en una vivencia personal, a la luz de una praxis cimentada en un colectivo, ofrecida como testimonio creador. Ponga la atención en sí o en el colectivo, a partir de su interioridad en el común misterio, dentro de una perenne vigilancia, el poeta da cuenta de lo que siente, vive, medita o ve. Poesía revolucionaria o social —el nombre no importa (política, civil)— sustantivamente es expresión literaria y adjetivamente realidad social. Es arte, ciencia y técnica, que conllevan un profundo mensaje humano. Una literatura que sobre su finalidad característica —la búsqueda de la belleza— persigue otra: la de tocar muy de cerca la sensibilidad popular. Ahora bien, para que se dé esta poesía, cabalmente, se requiere un artista de genio, un creador pleno. De resto, se expone a dejarse llevar por el soporte —la realidad social—, olvidando su papel de recreador de la belleza. De ahí que sean pocos los elegidos. El campo atrae, pero sobran los versificadores y faltan los poetas, los poetas de hecho. Tanto es así que de encontrarnos frente a un verdadero poema social, éste no ha de tener ni fecha de emisión —de nacimiento— ni de defunción. Estaríamos frente a la eterna poesía: la que resiste a los siglos por su mensaje. Hasta un poeta griego antiguo mantendría, así, la vigencia, hoy: Tirteo.
Para Ludovico Silva, la belleza es revolucionaria. Todo arte verdadero per se es revolucionario, independientemente o más allá de su contenido ideológico-político, si es que lo tiene. Toda revolución artística genera una transformación y una expansión de la sensibilidad humana y de la conciencia del hombre.
¿Hay palabras no poéticas?
Toda palabra es poética, crea. Soplo de aire con poder de creación. (José Ortega y Gasset). Siempre la Palabra, en la punta del tiempo navegando. Liberada, purificada, primordial, esencial, resolutiva, signo del ser, una palabra-ser. La palabra revela el porvenir. Soy de creer que después de la inspiración, el poeta necesita moldear su poesía para que llegue a los ojos del lector, para que esa entrega de su cuerpo y de su alma logre su máxima belleza
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