EL Rincón de Yanka: INTELIGENCIA EMOCIONAL: DISTINGUIR LAS EMOCIONES

inicio














sábado, 20 de septiembre de 2014

INTELIGENCIA EMOCIONAL: DISTINGUIR LAS EMOCIONES




Todos queremos controlar o eliminar las emociones negativas.
Sin embargo, no siempre sabemos hacerlo.
Con frecuencia, ni siquiera podemos reconocer lo que sentimos.
Para poder manejar, adecuadamente, nuestras emociones negativas, necesitamos:
  • Aceptar que las emociones negativas, tienen una razón de ser.
Este tipo de emociones, sirven para indicarnos que algo nos está molestando o interfiriendo con nuestros deseos, valores, expectativas o actividades.

Nos demuestran, que es necesario hacer algo al respecto.

  • Reconocer que algo en nuestro interior o exterior, nos molesta, disgusta o nos hace sentir mal.
Esto parece obvio, pero no lo es.
La sociedad no nos enseña a estar en contacto con nuestras emociones, sobre todo a los hombres.
Desde pequeños, cuando algo nos causa dolor, nos enseñan que con un dulce, un juguete, un beso o haciendo algo, se nos va a pasar.
Y que mientras más pronto, mejor.
  • Detectar cuál es el sentimiento.
Hay personas que se sienten enojados, cuando en realidad están deprimidos, asustados o se sienten culpables.
  • Aprender a identificar la emoción, lo antes posible.
Mientras mayor sea su intensidad, menos control tenemos sobre ella.
  • Detectar que tipos de pensamientos tenemos respecto a esa situación, a las personas involucradas y a nosotros mismos.
Recuerda que, independientemente de la situación, nuestros pensamientos aumentan y mantienen nuestros sentimientos.
  • Practicar algunas técnicas que nos ayuden a eliminar o disminuir las emociones negativas.
Por ejemplo, cómo reconocer los diferentes estilos de pensamiento que tenemos, para aprender a modificarlos, cómo relajarnos, y respirar adecuadamente, etc.
  • Si la situación tiene solución, hacer lo necesario para solucionarla.
Utilizando técnicas de comunicación, manejo de tiempo, solución de problemas, cómo establecer prioridades, etc.
  • Si no la tiene, aceptarla y cambiar nuestra actitud ante ella.

  • Aprender a vivir el presente.
Que el pasado nos sirva sólo para aprender de él, no para vivir en él.

El futuro debe ser sólo una orientación hacia dónde vamos y cómo queremos llegar.

No para depositar todo lo malo que puede pasar y que no podemos solucionar.

Empieza por identificar tus emociones.
No estamos acostumbrados a hacerlo, por varias razones:
  • Es algo que aprendimos desde pequeños, ya sea porque nuestros padres lo hacían o porque le quitaban importancia a nuestras emociones con comentarios como:
    "No llores, eso no puede dolerte tanto. No debes enojarte con tu hermano. No tienes porque estar triste, no es más que un juguete que se rompió".
  • Creemos, equivocadamente, que si "no sentimos", o que si nos mantenemos muy ocupados, el dolor va a desaparecer.
  • Pensamos que no deberíamos sentirnos así, porque no está de acuerdo con la imagen que tenemos de nosotros mismos o con la que queremos dar.
Pero existen ciertas señales, que pueden indicarnos que algo nos está afectando, como por ejemplo:
  • Estar aburridos constantemente,
  • humillar a la gente, con "bromas" que les molestan,
  • ver que la gente nos evita,
  • encontrarle defectos a casi todas las cosas o personas,
  • estar deprimidos, desganados, sin energía o apáticos, con frecuencia,
  • tener molestias físicas, problemas para dormir, etc., sin que sean resultado de alguna enfermedad o medicina que estemos tomando,
  • dedicarnos a alguna actividad en exceso, como comer, trabajar, comprar, hacer ejercicio, ver televisión, etc. 

    Esto nos indica que hay alguna situación y/o emoción a la que no nos podemos enfrentar; sin darnos cuenta de que, escondiéndola, sólo la ayudamos a tomar más fuerza.
Nuestras emociones se manifiestan en nuestro cuerpo.

Por lo tanto, para aprender a detectarlas, necesitamos prestar atención a nuestras sensaciones físicas.


El primer paso es, simplemente, poner atención a cada parte de nuestro cuerpo y ver qué está sucediendo.


¿Tenemos tensión o alguna molestia en algún lado?
¿Estamos sudando, sin motivo aparente?
¿Tenemos las manos más frías que siempre y no hace frío?
¿Estamos cansados, sin ninguna razón que lo justifique?
Etc.

También podemos identificar nuestras emociones, observando nuestra conducta y los comentarios que nos hace la gente.


¿Nos da flojera hacer las cosas que tenemos que hacer?
¿Estamos sobrecargados de cosas y actividades y algunas o muchas, no son tan necesarias?
¿La gente nos pregunta que nos pasa, si estamos enojados o por qué estamos tristes?
Etc.

El siguiente ejercicio, te puede ayudar a tomar mayor consciencia de tu cuerpo.

Cierra tus ojos y recorre con tu mente, lentamente, todo tu cuerpo.
A medida que vayas pasando por cada, parte describe que es lo que sientes o percibes.
Por ejemplo:
Mis pies están cruzados, los siento fríos, mi mano derecha está sobre la izquierda, al respirar siento… etc.
Hazlo sin calificar si está bien o mal, ni calificarte a ti, por lo que haces o cómo lo haces.
Ahora, Con los ojos cerrados imagínate o piensa que estás haciendo algo que no te gusta, que te molesta.
Piensa en todos los detalles y movimientos que necesitas hacer, para llevar a cabo esa actividad.
Concéntrate en ellos.


Después de unos minutos, vuelve a recorrer tu cuerpo, con tu mente y nota que sensaciones tienes en las diferentes partes del cuerpo.
¿Cómo te está diciendo el cuerpo, que no le gusta esa imagen?
Ahora piensa en algo muy, muy agradable.
En alguna actividad que disfrutes, unas vacaciones o cualquier otra cosa que haya sido muy placentero.
Concéntrate en recordar la mayor cantidad de detalles posibles y disfruta de ese recuerdo.
Luego revisa nuevamente todo tu cuerpo y ve que diferencias encuentras.


Si te cuesta trabajo hacer este ejercicio, pídele a alguien de confianza, que te vaya dando las instrucciones o grábalas, pero dándote el tiempo suficiente, tanto para pensar en cada situación, como para recorrer tu cuerpo y detectar los cambios.
Recuerda que no puedes cambiar un hábito o actitud de muchos años, en unas cuantas semanas.
Necesitas practicar, equivocarte, corregir y seguir practicando.
Pero vale la pena.


La investigación realizada a nivel mundial por The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, arrojó un resultado sorprendente y vinculado a nuestro Cociente de Éxito: el mismo se debe un 23% a nuestras capacidades intelectuales, y un 77% a nuestras aptitudes emocionales.

Entrenarse en el desarrollo de las aptitudes emocionales permite desarrollar la capacidad de manejar las emociones idóneas para cada acción y regular su manifestación, manteniendo el equilibrio emocional; transmitiendo estados de ánimo para generar actitudes y respuestas positivas; aprendiendo a evaluar el 'costo emocional' de situaciones y acciones; desarrollando destrezas sociales, forjando y manejando relaciones con clientes, proveedores, colegas, etc.; realizando un plan de aplicación en el terreno de nuestra esfera de influencia empresarial y laboral, extendiéndolo a la vida familiar y social.
David Caruso es psicólogo e investigador del Departamento de Psicología de Yale. Dirige prestigiosos seminarios de formación y desarrollos obre inteligencia emocional en la empresa y ha publicado numerosos artículos científicos y libros sobre el tema.

Dicen que existen 6 emociones universales: asco, miedo, sorpresa, alegría, ira y tristeza. Es un mundo paralelo pero conectado al que conforman los sentimientos, bastantes más variados y complejos. La suma de todo ello - más el destino y el carácter diría Bauman- nos conforma.
Rueda de las emociones de la Dra Gloria Willcox que parte del modelo desarrollado por psicólogo Robert Plutchik, con ocho emociones básicas.

VER+:

SOMOS UNA SOCIEDAD ALEXITÍMICA 
(Incapacidad de identificar y expresar emociones)

Los sentimientos son el resultado de las emociones. La palabra sentimiento viene del verbo “sentir” y se refiere a un estado de ánimo afectivo, por lo general de larga duración, que se presenta en el sujeto como producto de las emociones que le hace experimentar algo o alguien. 

Las emociones son expresiones psicofisiológicas , biológicas y de estados mentales. Es un término genérico para referirse a la adaptación por parte de los individuos, a estímulos provocados por personas, animales, cosas…
  • Los sentimientos son más duraderos que las emociones, pero las emociones son más intensas que los sentimientos.
  • Los sentimientos son el resultado de las emociones.
  • Las emociones son reacciones psicofisiológicas ante diversos estímulos, mientras que los sentimientos son evaluaciones conscientes de nuestras emociones.

Aprenda a identificar las emociones

A continuación daré un listado de emociones más comunes dónde podrá aprender más acerca de cada una de ellas y cómo superarlas.

Compasión
Confusión
Desesperación
Desconfianza
Esperanza
Fastidio
Hastío
Hostilidad
Indiferencia
Insatisfación
Irritación
Negación
Odio
Paciencia
Pánico
Pesismismo
Rebeldía
Rechazo
Rencor
Resignación
Satisfacción
Serenidad
Esperanza
Tranquilidad
Ternura
Timidez
Tristeza
Valentía

VER+: