Hay que construir la vida, regarla de sueños
y sembrarla de esperanza.
Hemos de abonar la vida de puro amor derramado,
repartido en cada mirada y en cada acción.
Andemos los caminos de esta historia con el corazón en alto,
venciendo nuestro propio cansancio,
mirando hacia la Fuente que nos da la libertad.
Esta sangre y esta carne nuestra está para vivir...
y vivir en plenitud.
El Reino de Dios está en medio nuestro
haciendo latir los sueños.
Nadie puede quedar fuera...
No restemos nuestras manos,
nuestras miradas, nuestros esfuerzos, nuestra compasión.
Hay que vendar las heridas y abrazar el dolor,
como lo hizo Jesús;
como lo sigue haciendo en nosotros.
Son tantos y tantas que esperan nuestro compromiso.
Romper los silencios con la fuerza del servicio,
irrumpir con el canto el dominio de lo injusto,
traspasar las fronteras y todas las distancias,
acercarnos al que sufre y secar el llanto del solitario.
ESCUCHAR AQUÍ:
Así se nos juega la salvación: calmando los dolores,
siendo fuerza y consuelo, abrazando nuestro pueblo,
como lo hace el Emanuel.
Nos ofrecemos para luchar por la vida
y la dignidad de la vida.
Toma, Señor, lo que somos...
Tú nos lo diste,
a Ti lo tornamos con el fuego que nos enciende.
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ESCUCHAR AQUÍ:
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ESCOJO LA VIDA:
1 comments :
Hola Yanka!! Me gusta mucho tu blog. También lo sigo por facebook.
Saludos
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