EL Rincón de Yanka: HA FALLECIDO EL SENTIDO COMÚN por FRANCISCO J. HUERTA (2014)

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¿Por qué los hombres luchan por su esclavitud como si fuera por su libertad? Porque el poder y la cultura los mantiene en el engaño.



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domingo, 6 de septiembre de 2009

HA FALLECIDO EL SENTIDO COMÚN por FRANCISCO J. HUERTA (2014)


Murió el Sentido Común

“Hoy lloramos la muerte de un querido amigo, Sentido Común, que ha estado con nosotros durante muchos años. No se sabe con certeza la edad que tenía, puesto que sus registros de nacimiento se perdieron hace mucho tiempo entre las formalidades de la burocracia. 

Será recordado por haber cultivado lecciones tan valiosas como saber “tener los pies en la tierra” o por qué los pájaros madrugadores son los que consiguen lombrices, y, también, por reconocer la validez de frases tales como “la vida no siempre es justa” y “tal vez haya sido yo el culpable”. 

Sentido Común vivió bajo simples y sensatas políticas financieras (no gastar más de lo que se gana) y estrategias confiables (los adultos, no los niños, están al mando). Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando las regulaciones bien intencionadas, pero ineficaces, fueron fijadas en su lugar. 

Noticias como la de que un niño de 6 años de edad fue acusado de acoso sexual por besar a una compañera de clase, adolescentes expulsados del colegio por utilizar enjuague bucal después de comer, o la de una maestra que fue despedida por reprender a un alumno indisciplinado, solo empeoraron su condición. 

Sentido Común perdió terreno cuando los padres arremetieron contra los maestros por hacer el trabajo disciplinar que ellos mismos habían dejado de hacer con sus ingobernables hijos. Pero declinó aún más cuando las escuelas fueron obligadas a obtener el consentimiento de los padres para administrar loción bronceadora o una aspirina a un estudiante; pero no podían informar a los padres cuando una estudiante quedaba embarazada y quería abortar. 

Sentido Común perdió las ganas de vivir cuando las iglesias se convirtieron en empresas y los criminales recibían mejor trato que sus víctimas. 

Sentido Común recibió una paliza cuando no podía defenderse de un ladrón en su propia casa, mientras que este podía demandarle por agresión. 

Sentido común renunció finalmente a su voluntad de vivir, después de que una mujer recibiese una gran compensación económica por derramarse, a causa de un descuido suyo, un café hirviendo en un conocido restaurante de comida rápida. 

Sentido Común perdió el deseo de vivir cuando los Diez Mandamientos se convirtieron en material risible, algunas iglesias en negocios, y los criminales empezaron a recibir mejor trato que sus víctimas.

Para Sentido Común fue un duro golpe que uno ya no pueda defenderse de un ladrón en su propia casa, pero que el ladrón pueda demandarnos por agresión; y que si un policía mata a un ladrón, incluso si éste estaba armado, sea inmediatamente investigado por exceso de defensa, cuando no acusado de gatillo fácil.

Y así, muchísimos casos más de nuestra vida terrenal.

La muerte de Sentido Común fue precedida por la de sus padres, Verdad y Confianza, la de su esposa Discreción, la de su hija Responsabilidad y la de su hijo Raciocinio. 

Le sobreviven sus 5 hermanastros: Conozco Mis Derechos, "Lo Quiero Ahora", "Alguien Más Tiene La Culpa", "Soy Una Víctima" y "Págame Por No Hacer Nada". 

Fueron pocos los que asistieron a su funeral porque casi nadie se dio cuenta de que se había ido. 

Si aún lo recuerdas, compártelo. Si no, únete a la mayoría y no hagas nada”

FUENTE ORIGINAL

“Sentido Común” ha fallecido

Ha fallecido un querido amigo de muchos de nosotros, estaba bastante mal de salud y no ha sobrevivido a las inclemencias de los últimos tiempos. Nuestro amigo Sentido Común que ha estado entre nosotros durante tantos años ha pasado a otra vida (antes se decía a mejor vida)

Alguien que sabe que a veces escribo, mal, pero escribo, tuvo la feliz idea de encargarme que escribiera unas palabras de despedida para su velatorio. Así que allá voy…

“Queridos todos. Nuestro entrañable Sentido Común nos ha dejado.

Era bastante popular, hace no demasiado tiempo todo el mundo había oído hablar de él y muchos lo conocíamos bastante.

Nadie sabe muy bien cuando nació pero nuestros padres ya nos hablaban de él.

Llevaba tanto tiempo entre nosotros, estaba tan integrado en nuestras vidas y era tan discreto que apenas le prestábamos atención. Como con tantas otras cosas, nos damos cuenta de su valor cuando nos falta.

Será recordado por haber difundido enseñanzas como que hay que pensar en los demás, que hay que trabajar para vivir, que todos los días hay que leer un poco, que hay que estudiar, que no debemos gastar más de lo que ganamos… y frases como “la vida no siempre es justa”, “dos no discuten si uno no quiere”, “hablando se entiende la gente”…

Su salud empezó a fallar cuando nuestros políticos empezaron a aplicar reglas posiblemente bien intencionadas pero inútiles y empezaron a sobre-regularlo todo. Esto provocó bobadas como lo de decir todos y todas, bomberos y bomberas… y aberraciones como acusar de delito sexual a un chaval por darle un beso a una chica en el patio del cole o despedir a una maestra por regañar a un alumno indisciplinado.

Sentido Común empeoró cuando los padres empezaron a atacar a los maestros por hacer su trabajo de disciplina, cuando empezó a ser necesario un permiso especial para dar una aspirina o poner una tirita a un niño pero no informar que una alumna estaba embarazada con intenciones de abortar.

Empezó a perder las ganas de vivir cuando algunas religiones se convirtieron en negocios y cuando a los criminales se les empezó a tratar mejor que a sus víctimas.

El darse cuenta de que hay mucha gente reclama sus derechos –sin saber a que derechos se refiere- pero sin asumir ni cumplir sus obligaciones fue algo tremendo para el.

Pegó un gran bajón cuando se enteró de que no podemos defendernos de un ladrón que entre en nuestra casa pero en cambio el ladrón si nos puede demandar por agresión.

Los últimos casos de pederastia perpetrados presuntamente (cuantas vueltas para no decir las cosas como todos lo estamos pensando ¿verdad?) por religiosos, castigaron su precaria salud.

Sus defensas casi desaparecieron al descubrir la enorme magnitud de la corrupción política que –aunque pensaba que existía- en ningún caso pudo imaginar que fuera tan grande. Descubrir que algún “honorable” que otro y muchos aprovechados de turno, se han estado repartiendo durante años el dinero -que ahora dicen que no hay-, nadie devuelve lo que ha robado y no pasa nada. Enterarse de que un pobre hombre que deja de pagar la hipoteca porque pierde el trabajo, le quitan la casa, le dejan en la calle y no pasa nada.

Pero lo que acabó con él fue la aparición de un nuevo partido político en el que unos personajes jóvenes arropados por una aureola universitaria que prometen aplicar una serie de “novedades sociales” copiadas de las “novedades sociales” de políticas autoritarias que fueron novedad hace cincuenta años. No me malentiendan, lo que acabó con él no fue la ligereza de argumentos de estos señores que, como todos –de momento-, tienen todo el derecho de expresar sus opiniones. Lo que fue definitivo para su maltrecha salud fue el que estuvieran estos señores dando la paliza todos los días en la televisión siendo tema de conversación de barra de bar de todo el mundo.

Eso si fue un mazazo para él.

Dicen que los padres de Sentido Común eran Verdad y Confianza, les recuerdo vagamente. Últimamente casi nadie dice la verdad y casi nadie confía en nadie.

Desgraciadamente su familia no está aquí para honrarle, su esposa Discreción, su hija Responsabilidad y su hijo Raciocinio prácticamente están desaparecidos y los que ahora asumen su rol familiar, los señores Conozco mis derechos (pero no mis obligaciones), Otro tiene la culpa (por supuesto) y Soy una víctima de la sociedad (sin comentarios) no han podido venir”.

En el funeral casi no hubo nadie, muy pocos se enteraron de su desaparición. Rogamos honrar su recuerdo



MONÓLOGO DE GUILLERMO AMIGO