LA LLAMA DE EUROPA:
Su persona me apasionó desde que le descubrí hace ya unos cuantos años, leyendo “La familia que alcanzó a Cristo”, segunda obra de la trilogía titulada “La saga de Citeaux” de M. Raimond. A través de este tipo de lectura amena, descriptiva, entusiasta que consigue meterte en escena, vibrar con los personajes y los acontecimientos, S. Bernardo me cautivó. Descubrí un santo con una personalidad apasionada, arrebatada, firme, radical, diríamos un digno hijo de su tiempo, una época de caballeros, nobleza, grandes ideales, con la mirada bien puesta en lo esencial, en Cristo y en la Eternidad.
¿Cómo se integra en la línea de documentales de santos que llevan en HM Televisión?
Estamos presentando un elenco de santos medievales con una misión trascendental para la historia de la humanidad. Tratamos de buscar personajes, cuya misión, no se quede aislada en su patria, en su época o en una faceta muy concreta, sino con una repercusión en la historia que la ha hecho pivotar. A través de su sí el Cielo “ha movido ficha en la Historia”, por así decirlo, que hay un antes y un después, han sido relevantes en los grandes acontecimientos que han movido la Historia de su tiempo, y han dejado una huella que perdura hasta nuestros tiempos y que estoy segura que continuará.
Se percibe una clara línea de difundir lo más granado de la cristiandad y sus principales luminarias…
Así es, quizá una época tan maltratada por los malos historiadores o por los atrevidos difamadores con una intencionalidad clara de desarraigarnos de nuestras raíces cristianas tan esplendorosas y de una manera muy especial en la época medieval, nos ha empujado a luchar por recuperar ese ardor primitivo que mantuvo encendida la llama de la Cristiandad. Estos grandes santos no solo han dejado una huella que perdura sino que han dado un giro a la historia, una historia que podría habernos tragado hace mucho tiempo. Somos grandes benefactores de lo que ellos han sembrado con su generosa entrega. No se ama lo que se desconoce, no se agradece lo que se ignora y no sabemos hasta qué punto somos deudores de una generación que se lo jugó todo por rendir homenaje a su único Señor.
¿Cuál fue la influencia de Bernardo en Europa ante las herejías de su época?
San Bernardo es un aguerrido defensor de la Iglesia, de la pureza de la fe y por ello le tocó “combatir” con los enemigos más peligrosos en su tiempo. Luchó por el reconocimiento del verdadero Papa, Inocencio II, ante el cisma de Anacleto. Se enfrentó ante Pedro Abelardo, un intelectual de éxito y de moda, en el que percibió el gran peligro con el que su doctrina errónea arrastraba y apartaba a la gente de la fe.
Y cooperó en la derrota de la herejía de los cátaros a través de algunos de sus escritos y predicaciones en colaboración con Sta Hildegarda de Bingen.
También fue un apasionado de la Segunda Cruzada…
Sin duda S. Bernardo es un apasionado, un apasionado de Cristo, de su Iglesia, de la Verdad, y por lo tanto de la extensión y protección de la Cristiandad. Cuando toma conciencia, a través de muchos de sus amigos, de la complicada situación en Tierra Santa, en donde los cristianos que peregrinan y los propios lugares santos están en peligro, se implica de una manera directa en buscar soluciones.
Fue el gran impulsor de esta segunda Cruzada, avalada con incontables milagros que el Señor obró a través de sus manos. Sin embargo los resultados no fueron los esperados porque desgraciadamente la cizaña se mezcló con el trigo y los intereses de muchos de los que acudieron al llamamiento a cruzada no fueron los de Cristo, sino los propios.
San Bernardo es uno de los grandes devotos marianos que tiene una oración preciosa de confianza a la Virgen…
S. Bernardo es un enamorado de la Virgen María, la belleza de sus escritos rebosan amor, reverencia, cercanía, confianza, agradecimiento, etc. Podríamos decir que su doctrina marca un antes y un después con respecto a la toma de conciencia del lugar que la Virgen María ocupa en la Iglesia, y por lo tanto nuestra relación con María.
¿Qué es lo que tiene San Bernardo de fascinante?
Yo me atrevería a preguntar más bien, ¿qué no tiene San Bernardo de fascinante? Creo que fue un “titán” del espíritu, que de alguna forma fue el “alma” de la Europa de su tiempo y por añadidura del resto del mundo. No deja de sorprenderme que un hombre, debilitado por los excesos de la penitencia en su juventud, llamado a una vocación claustral, muy amante de su comunidad y de la soledad de su monasterio, que nunca le dijo no al Señor y ello le llevó a entregarse hasta desgastarse por completo, convirtiéndose en la llama de Europa.
Todos le solicitaban para resolver todos los problemas existentes en su tiempo… papas, obispos, reyes, nobles, intelectuales, para lo cual siempre estuvo en camino de un lado para otro. Y en medio de esta agitación exterior su alma permanecía serena en Dios. Es un hombre cuyo centro es Dios, vive en y para Dios. El Evangelio era su brújula y cuando hablaba no podía sino exteriorizar lo que llevaba en su corazón, respira y transmite el Evangelio. Dios puede hacer cosas tan grandes con hombres tan humildes como lo fue S. Bernardo.
¿Cómo ha sido la selección de expertos del documental y qué ha supuesto contar con gente tan sabia?
Contamos ya con buenos amigos en estos ámbitos, grandes catedráticos y estudiosos, conocedores de la época medieval, pero sobre todo que aman la Verdad y no tienen complejos en reconocer la grandeza de la FE en la construcción de nuestra Civilización. Además buscamos invitados relacionados de una manera directa con el santo en cuestión, ¡cómo no acudir a Citeaux, Fontaine, Grancey, Claraval, Fontenay!, a la raíces y a los continuadores del Císter. El número de amigos va creciendo y esto es un gran tesoro para nosotros.
¿Cómo ha sido la experiencia de visitar monasterios y santos lugares?
Realmente es más que emocionante, porque de alguna forma experimentamos como el Santo en cuestión nos va abriendo puertas y acogiendo en su casa. Es un profundizar en la raíces, un viajar en el tiempo y vibrar en una época, que no es la nuestra, pero de la cual somos grandes deudores. En el caso de S. Bernardo, una época de grandes ideales, de una gran nobleza, de una fe arraiga en los corazones, de un conocimiento de Dios y de una mirada puesta en los valores eternos. Sin embargo también hemos podido comprobar con profundo dolor los estragos de la “Revolución Francesa”, demoledora del hombre, de su historia y su civilización. A pesar de todo la fuerza del espíritu perdura en todos estos lugares, Dios sigue hablando y actuando a través de sus santos.
¿Qué aporta este trabajo de nuevo en relación a lo que se había hecho hasta ahora?
No pretendemos ser novedosos con nuestros trabajos, pero sí recuperar esas figuras significativas, con un papel decisivo en la historia, es decir, sacarlas a la luz, en un tiempo convulso en el que parece que el pasado ha sido borrado, porque son luminarias en medio de la oscuridad y la tiniebla. En este tiempo nos hemos convertido en buscadores de novedades y nos es más fácil o cómodo creer en cosas raras, olvidando a los grandes del espíritu que son los que verdaderamente han marcado el camino y saben dar respuesta a la sed que experimentamos en nuestros corazones. Ellos han sabido elegir bien y esa elección, que en definitiva ha sido aceptar el plan de Dios sobre ellos, les ha llevado a dar grandes frutos con gran repercusión en la historia de la humanidad que perduran en el tiempo y la eternidad. Tratamos de hacerles presentes hoy con la convicción de que su misión no ha terminado y tienen la fuerza para seguir actuando hoy.
¿Qué frutos esperan del documental?
Lo que realmente desearíamos es poder transmitir esa personalidad de S. Bernardo con un carisma irresistible, que sigue siendo actual hoy y que arrastra a entregarlo todo con generosidad. Desearíamos que muchos al verlo experimentasen esa atracción por S. Bernardo, por lo que vivía, por lo que predicaba, como tantos generosos caballeros de su tiempo lo experimentaron y con decisión se encaminaron. Desearía que su ejemplo nos ayudase a tomar conciencia de que Dios suscita hombres y mujeres en todos los tiempos capaces de salir al paso de las necesidades, cambiando el rumbo de los acontecimientos, y ello nos llenase de esperanza y nos empujase a sacar lo mejor.
Desearíamos que despertase la chispa y el deseo de ser verdaderos caballeros de Jesucristo, que nos prendiese con la llama de una radical defensa de la Verdad, que nos despertase de este adormecimiento y pasividad que nos empuja hacia abajo cuando hemos sido llamados por Dios a cosas tan grandes como no hubiéramos podido soñar. En definitiva que fuese motor de esperanza en medio de la tormenta.
VER+:
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