Los Tres Perfiles Psicológicos
en una sociedad "mediatizada"
La sociedad contemporánea está compuesta por personas con diferentes perfiles psicológicos en relación con los medios de comunicación.
Los aceptadores incondicionales, los volátiles sin ideología propia y los despiertos e informados representan una amplia gama de respuestas a la información vertida por los medios de comunicación, que en la actualidad funcionan como agentes de propaganda mercenaria con la ideología del dinero como premisa en sus intención primigenia.
Comprender estos perfiles es crucial para entender e interpretar cómo se forman las opiniones y cómo se toman decisiones en una sociedad cada vez más influenciada por los medios. Fomentar el pensamiento crítico y la búsqueda activa de información se vuelve esencial para contrarrestar la manipulación mediática y promover una ciudadanía informada y consciente.
En el complejo entramado de la sociedad moderna, nos encontramos con diferentes perfiles psicológicos en relación con la recepción y procesamiento de información proporcionada por las agencias de noticias.
Hay tres tipos de actitudes personales que suelen surgir en este contexto: aquellos que aceptan ciegamente los mensajes mediáticos, los individuos volátiles y sin ideología propia, y aquellos que se caracterizan por su capacidad crítica y su búsqueda de información adicional antes de tomar decisiones. Estas diferencias tienen un impacto significativo en cómo las personas comprenden el mundo y en su toma de decisiones.
1. Los Aceptadores Incondicionales:
Un porcentaje considerable de la sociedad está compuesto por personas que aceptan y creen todo lo que se les dice a través de los medios de comunicación y la ingeniería social utilizada tanto en estos medios como en las redes sociales para manipular a la masa.
Estas personas confían plenamente en las fuentes de información y se adhieren a ellas sin cuestionamientos, casi con una actitud infantil si lo miramos desde un punto de vista psicológico. Este comportamiento puede ser atribuido a la comodidad y la sensación de seguridad que brinda seguir una fuente confiable (lo dice papá, lo dice mamá, entonces es verdad).
Sin embargo, también existe el riesgo de manipulación por parte de grupos financieros con intereses económicos, quienes utilizan los medios para influir en la opinión pública en función de sus propios intereses.
2. Los Volátiles Sin Ideología Propia:
Otro grupo significativo (normalmente el mayor número de integrantes) lo conforman aquellos individuos que carecen de una ideología o convicciones políticas sólidas y, por lo tanto, se mueven según se mueva la mayoría o la corriente dominante del momento (de allí lo de compartir fotos durante la época de vacunación C19), un recurso efectivo utilizado por los manipuladores sociales a sabiendas del resultado positivo y contagioso de esta práctica en un grupo social muy manipulable conforme a cómo se mueva el rebaño en el que elige pasivamente estar.
Estas personas suelen adoptar posturas y opiniones basadas en la influencia inmediata de su entorno real y virtual, lo que los hace susceptibles a cambios repentinos y a la implantación subliminal de comportamientos muchas veces inexplicables, desde el punto de vista del buen uso de la razón y la lógica individual. Su falta de una brújula ideológica propia los lleva a adaptarse a las tendencias y a seguir la opinión pública sin cuestionarla en profundidad.
3. Los Despiertos e Informados:
El tercer perfil psicológico en esta sociedad mediática lo conforma el grupo de personas despiertas y comprometidas con el ejercicio de la crítica y la investigación antes de aceptar cualquier información proporcionada por los medios de comunicación. Estos individuos, conscientes de la influencia y los intereses detrás de los mensajes que se repiten en los medios como un mantra, se esfuerzan por obtener diferentes perspectivas y fuentes de información antes de tomar decisiones fundamentadas. Su capacidad para discernir entre lo que es verídico y lo que está influenciado por intereses externos les permite formar opiniones propias y ejercer un pensamiento crítico.
No están exentos de caer en la manipulación, que también existe para ellos, pero la gimnasia proporcionada por la búsqueda de la verdad, les da un plus de habilidad para distinguir entre el bien y el mal aún con el riesgo de caer en el error.
Son personas en general con una visión más amplia y real de su entorno que no obstante se exponen al rechazo de los otros dos grupos sociales.
Laila Beret
Las Habilidades del Pensamiento Crítico son la capacidad de recopilar, analizar y evaluar información para llegar a conclusiones y tomar decisiones.
Algunas de estas habilidades son:
1. Identificar y definir problemas: Saber plantear preguntas relevantes para la investigación
2. Analizar argumentos: Identificar la intención principal de una conclusión y los motivos que la que la apoyan
3. Evitar sesgos cognitivos: Considerar toda la información disponible, no solo la que se alinea con el punto de vista
4. Comunicar de forma efectiva: Explicar y discutir problemas y soluciones con otros, manteniendo buenos hábitos de comunicación.
0 comments :
Publicar un comentario