EL sociólogo Zygmunt Bauman (Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010) es el autor del concepto «modernidad líquida» para definir el estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos. Lo que antes eran nexos potentes ahora se han convertido en lazos provisionales y frágiles.
"NO HAY CAPACIDAD DE RENUNCIA NI DE COMPROMISO NI DE PASIÓN".Hoy día tenemos varios trabajos, varias parejas, varias vidas. No es como antaño. Todo era uno, que no único. Vivimos en una sociedad líquida, y para vivir en ella, se requiere de una gran fuerza emocional. Cada cual debe tener sus pilares bien establecidos. Porque somos más líquidos que sólidos. Somos agua.
Y movernos en esta sociedad líquida requiere de fortaleza, por lo menos, emocional. Manejarnos con las emociones, ardua tarea. Porque somos emociones, aunque no se vean. Todo lo que afrontamos, es con emociones, hasta lo razonable, contiene emociones. Nada ni nadie, se escapa. Y lo peor es cuando nos adentramos en tormentas emocionales que llevan a un fin aunque no lo deseemos, agotarnos. Nos ocurren cosas que alteran nuestra cotidianidad emocional y convierten la vida en una verdadera montaña rusa emocional, o incluso un dragón Khan del cual se hace difícil bajar, porque nos hemos atado mucho y muy bien el cinturón. Y entonces, sin solidez, nos ahogamos. El líquido sobrepasa y colma el vaso.
No se si es cuestión de poder o querer. ¿Resignación? Parece que nuestra generación vive más en la incertidumbre emocional que no la estabilidad. Hoy todo es cambiante, rápido. La velocidad es de crucero. Nuestra capacidad emocional, no.
http://www.margencero.com/articulos/new/modernidad_liquida.html
http://mon-bcn.lacoctelera.net/post/2008/01/29/sociedad-liquida
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