EL Rincón de Yanka: NO ME COSIFIQUEN (ETIQUETEN) NI ME IDEOLOGICEN: NO SOY PROGRESISTA NI CONSERVADOR

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martes, 21 de septiembre de 2010

NO ME COSIFIQUEN (ETIQUETEN) NI ME IDEOLOGICEN: NO SOY PROGRESISTA NI CONSERVADOR


Me confieso renovadamente centrado en Cristo que me centrifuga hacia el hermano en alteridad.
 
Sin conversión y alegría no hay renovación

Conservador y progresista son más bien categorías "ideologistas".
Conservador en lo que hay que conservar y progresar en lo que hay que progresar.

Por ejemplo:

"En la naturaleza la mejor política posible es ser lo más conservador posible".  Werner Heisenberg

Progresismo no es lo mismo que Progreso. Tradicional no es lo mismo que tradicionalismo.
Pacifismo no es lo mismo que Paz. Radicalidad que radicalismo.

El progresismo son de esos "ismos" corrupcionistas y viciosos.
En nuestras lenguas romances, el sufijo "ismo" sirve para denotar la corrupción de algo que en sí puede ser puro e íntegro.
Así, por ejemplo: el liberalismo endiosa la libertad individual, el nacionalismo niega la existencia de otras naciones...


O si eres de derechas o de izquierdas. Menos mal que tengo dos manos, dos pies, dos ojos, dos oídos: uno a la derecha y otro a la izquierda.
Los dos lados (Este y Oeste) con su centro son necesarios para que haya sentido y dirección... Para los indígenas hay cinco puntos cardinales, incluyen el centro.

Soy políticamente e independientemente una persona de centro. Y centrado en Cristo Nuestro Señor.
Además para saber dónde está la derecha o la izquierda se necesita saber donde está el centro. Y como dice un refrán inglés: "Demasiado al oeste es el este".  Demasiado a la izquierda es la derecha. 

Para los que cosifican, etiquetan a las personas, su centro es su egocentrismo egotista y ególatra.
"Ser de izquierdas es, como ser de derechas, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejia moral. José Ortega y Gasset.
"Si me etiquetas, me niegas". 
Søren Kierkegaard



RENUÉVANOS LA VIDA


Donde quiera que las manos se entrelacen,

donde quiera que el pan sea partido y repartido,

donde quiera que la vida

sea celebrada a través de un abrazo,
de un mirar cuidadoso, tu amor, oh Dios,
es como perfume de primavera,
con aire de septiembre
que anuncia el despertar de la vida,
coloreando nuestros sueños y nuestras esperanzas.
Renuévanos la vida, tíranos la tinta vieja,
píntanos con colores nuevos y brillantes,
de modo que podamos ser tus colaboradores
y tus colaboradoras en el espacio donde construimos
y reconstruimos nuestra vida.