EL Rincón de Yanka: EL PELIGRO DE UN LIDER QUE NO "CREE" ES QUE NO "CREA" Y QUE DESTRUYA COMO ZAPATERO

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domingo, 7 de febrero de 2010

EL PELIGRO DE UN LIDER QUE NO "CREE" ES QUE NO "CREA" Y QUE DESTRUYA COMO ZAPATERO


La civilización y el progreso ha sido gracias a las personas que creen, que tienen Fe en Dios y en Su Voluntad (Porque Dios sigue creando).
"El valor de una civilización se mide no solo por lo que sabe crear, sino por lo que sabe conservar"

Zapatero y Chávez destructores de UTOPÍAS.
Creadores de ENTROPÍAS.

"Entropía es la medida de la incertidumbre por el desorden ocasionado ante un conjunto de mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo: CAOS".

"Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad".
Enrique Tierno Galván


Dime lo que crees y te diré quién eres, cómo estás y cómo estarás. Qué es la fe sino creer?
La palabra creatividad comienza con la palabra crea. No podemos crear nada si no creemos. Los descreídos tienen vida vegetativa solamente porque no se animan a creer.

Aunque el descreído también cree; cree en la Teoría del Caos y en la Ley de Murphy, cree que desde el hombre nace ya está muriendo de alguna manera y como no puede aceptar la muerte, en lugar de vivir la vida vive la muerte.
Cree que siempre para morir hay que enfermarse y sufrir primero, que el tiempo va a empeorar, cree que todo tiempo pasado fue mejor y también cree en el Apocalipsis, porque su falta de esperanza lo obliga a pensar en el suicidio y quiere llevarse a todos con él.
Como también cree en el azar, entonces está siempre a la defensiva.

Los descreídos son los que tienen seguros de vida para que los cobre alguien cuando él esté muerto, los que necesitan servicios de seguridad, los que se sienten perseguidos, los que viven teniendo miedo y se lo pasan hablando de cómo aumentan las estadísticas de los delitos a la propiedad privada.

Los periodistas son las personas más descreídas que existen.
La teoría del caos supone que todo sistema ordenado tenderá a desordenarse basándose en la ley de la entropía, que sostiene lo mismo. Supone la existencia del azar en los fenómenos físicos. Es decir, no siempre pasa lo más probable sino que a veces ocurre una singularidad que da por tierra con las reglas, por lo tanto mejor no creer en nada.

El caos es ordenado porque dentro de sí encubre un patrón, por lo tanto parece un caos pero no es. Una estación de ferrocarril a las seis de la tarde parece un caos, sin embargo, los movimientos de cada persona dista mucho de ser erráticos, ya que todos caminan hacia su propio destino.

La Ley de la conservación de la energía, nos dice que nada se pierde, todo se transforma; y el desorden de esa transformación da lugar a un nuevo orden, el orden inteligente de la naturaleza que se manifiesta claramente en todas las cosas.
La Ley de Murphy, que todos conocemos, dice por ejemplo que siempre la tostada se caerá del lado de la mermelada. Eso es verdad, porque el peso de la mermelada influye para que caiga para ese lado.

Cuando esta Ley se refiere a que siempre estamos en la cola que avanza más lentamente no es por otra cosa que porque creen en que eso es lo que les va a pasar. Recuerden qué es lo que piensan primero antes de ir al banco. “Seguro que está lleno de gente”. Si en vez , nos programáramos para hacer sólo dos minutos de fila, nos divertiríamos al ver cómo este simple pensamiento da su resultado.

Yo le propondría a los descreídos hacer la prueba de creer en lo contrario de lo que creen por un día y observar los resultados.
Es una experiencia que además les servirá para divertirse. Aprenderán así a reírse, de sí mismos, de los demás, y de lo que les está pasando; en lugar de estar siempre tan preocupados pensando en cosas serias.
Aprenderán a creer, que es la forma más fácil de sentirse seguros y a salvo.

Todas las personas exitosas se aferran a sus creencias y pueden visualizar sus deseos realizados. Cuando le preguntaron al Sr. Rockefeller cómo había hecho para hacer su fortuna les contestó que creía en Dios y además que siempre creyó que sería rico.
Si tenemos totalmente claros nuestros proyectos, el Universo conspira para su realización.

Aparte de todo lo que he leido en mi vida sobre la fe… y como entusiasta de la “Logocracia”, piesno que muchas veces a nuestra fe hay que ponerle F.E.

F… Fidelidad. La fe es lealtad, fidelidad a nuestra fe, ya nosotros mismos, a nuestros principios, a nuestros sueños, a nuestros planes, a nuestro yo verdadero. es un asunto de honestidad y valor. Pero además, la fe es…

E…Entusiasmo – in:dentro, Theos: Dios – A vedes nuestra fe es moribunda, anémica, no siente entusiasmo por si misma… y hay que pnerle entusismo a la fe, poenerle pilas… y si es necesario – como el Señor con el látigo desalojando a los mercaderes del templo, llevarla hasta los extrekos de la ira y la hiracundia… que el mundo tiemble ante nuestra fe… Como se atribuye a Prometeo entregando el fuego alos hombres: “Si los Dioses desaprueban mi parecer… que se atengan a las consecuencias”.

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"Ya veis que no soy un pesimista, ni un desencantado, ni un vencido, ni un amargado por derrota alguna. A mí no me ha derrotado nadie, y aunque así hubiera sido, la derrota sólo habría conseguido hacerme más fuerte, más optimista, más idealista, porque los únicos derrotados en este mundo son los que no creen en nada, los que no conciben un ideal, los que no ven más camino que el de su casa o su negocio, y se desesperan y reniegan de sí mismos, de su patria y de su Dios, si lo tienen, cada vez que le sale mal algún cálculo financiero o político de la matemática de su egoísmo.

¡Trabajo va a tener el enemigo para desalojarme a mi del campo de batalla!
El territorio de mi estrategia es infinito, y puedo fatigar, desconcertar, desarmar y doblegar al adversario, obligándolo a recorrer por toda la tierra distancias inmensurables, a combatir sin comer, ni beber, ni tomar aliento, la vida entera; y cuando se acabe la tierra, a cabalgar por los aires sobre corceles alados, si quiere perseguirme por los campos de la imaginación y del ensueño. Y después, el enemigo no podrá renovar su gente, por la fuerza o por el interés., que no resisten mucho tiempo, y entonces, o se queda solo, o se pasa al amor, que es mi conquista, y se rinde con armas y bagajes a mi ejército invisible e invencible...."

(Fragmento de una página del discurso de Joaquín V. González "La universidad y alma argentina" 1918).


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