EL FUTURO
tiene su historia:
EL RETO DE COMPRENDER
UNA AVENTURA CRUCIAL HACIA LOS RETOS DEL PRESENTE Y EL FUTURO…
Viajando en un tren imaginario, autor y lector recorren varios continentes disfrutando un relato que entrelaza los acontecimientos más relevantes de la historia contemporánea con las actuaciones de líderes fundamentales, y a estos -a su vez- con reflexiones ingeniosas y anécdotas personales que le dan mucho sabor a la lectura, ayudan a comprender el presente y a dilucidar los oscuros secretos del porvenir.
Contrario a lo que se suele pensar, el autor demuestra en esta obra que la Historia es una secuencia de procesos que evolucionan formando órbitas de duración predecible.
La explicación de ese hallazgo, que amplía la "Teoría de las Generaciones" de José Ortega y Gasset, y la vincula al estudio de los hitos históricos, es el punto de partida para esta aventura estelar que pone a prueba una nueva teoría filosófica de la historia, e intenta demostrar públicamente lo que en privado el autor venía sosteniendo: Que 2019 sería un año decisivo para la humanidad.
El libro fue publicado a mitad de ese año para que el lector pudiera llegar a sus propias conclusiones.
Sin embargo, el autor asomó varias posibilidades. De uno de sus capítulos finales tomó lo siguiente:
EN BUSCA DEL CISNE NEGRO
“¿Cuál será el Hito que en 2019 marcará el fin del actual Ciclo Generacional y del Procesos histórico que venimos recorriendo?
¿Cuál será la naturaleza del Cisne Negro?
“Les menciono cinco posibilidades… pero hay muchas más.
¿Una profunda recesión económica mundial?
¿Un cataclismo que obligue a cambiar totalmente las prioridades de la Humanidad?
¿El debut de la OTAN en las Américas?
¿Un ataque cibernético de origen no identificable que deje sin luz y comunicaciones a los EE. UU.?
¿Una guerra entre potencias continentales y extracontinentales por espacios en la Hoya del Caribe?”
Del COVID 19 aún nada se conocía.
Opiniones de personalidades autorizadas:
Carlos Alberto Montaner:
“EL FUTURO TIENE SU HISTORIA es mucho más que un libro escrito por un experimentado estadista. Es un esfuerzo concebido para entender y explicar el curso de la historia. Me interesó el hilo conductor: la teoría de Ortega sobre las generaciones para llegar a la conclusión de que estamos en un cambio de Época (mucho más que en una época de cambios). Es una obra amena, bien documentada y muy inteligente”.
Elisabeth Burgos-Debray
“Con este libro se aprende mucho, además de una pluma sabrosa: es historia como debe ser escrita; como un relato, que enseña y es placentero leer”.
Henrique Salas Römer ha sido parlamentario, gobernador del Estado Carabobo y candidato presidencial. A él le impresionó la tesis del filósofo español José Ortega y Gasset de que los ciclos y los procesos históricos están matemática-mente vinculados a los relevos generacionales. La historia humana se mueve en ciclos de 30 años más o menos y los relevos generacionales cada 15 años. Salas estudia por tanto los procesos históricos ocurridos entre 1899 – inicio del protagonismo de Estados Unidos al conquistar Cuba – y 2019, para concluir que estamos en un momento de cambio de ciclo en el que concurren tantas variantes que es difícil saber hacia dónde se encaminará la humanidad.
Los ciclos que examina con detalle entre esas dos fechas – 1899 y 2019 – son los siguientes (p. 29):
1899: Estados Unidos aparece en la escena global.
1914: estalla la Primera Guerra Mundial.
1929: La Gran Depresión.
1944: La conferencia de Breton Woods acuerda las bases del Nuevo Orden Mundial.
1959: se inicia la Carrera Espacial.
1974: el embargo petrolero árabe genera una recesión global.
1989: cae el Muro de Berlín y Estados Unidos emerge como potencia hegemónica mundial.
2004: Estados Unidos ocupa a Irak luego de su invasión y destruye el equilibrio geopolítico al este del Golfo Pérsico.
2019: ya lo veremos. Allí terminará nuestra travesía temporal.
El autor señala cómo la oposición a Estados Unidos se ha ido trasladando, después de la elección de Chávez, desde el Medio Oriente hasta la Hoya del Caribe, el “patio de atrás”, como dicen los norteamericanos, y cómo éstos han sido totalmente ciegos para caer en la cuenta de esa amenaza. Porque en Venezuela confluyen ahora sus enemigos tradicionales: Rusia, Irán, Cuba, los grupos terroristas musulmanes y colombianos (Hezbollah, las FARC, el ELN), pero el actual presidente de USA juega su propio juego, que es ser reelegido a fines de 2020 y apenas comienza a prestar atención a lo que ocurre en Venezuela. China entra en esa oposición a USA, pero desde el punto de vista económico y de inteligencia artificial.
Fidel Castro está presente permanentemente en esta narración por su astucia, su atrevimiento y su juego político, financiado primero por Rusia y luego por Venezuela. El autor detalla la adoración que Chávez sintió por Castro y cómo le entregó el país. En cambio, Fidel no se mostró tan entusiasmado por el caudillo venezolano, sino que lo usó para sus fines económicos y políticos.
La creación del Foro de São Paulo en 1990, compuesto por todos los partidos y grupos guerrilleros de Latinoamérica y presidido por Fidel Castro, Lula da Silva y Daniel Ortega, fue financiado por Chávez, ayudado por el boom petrolero de esos años.
Venezuela está actualmente ocupada por unos 22.000 cubanos: militares que entrenan a los grupos paramilitares, que hacen espionaje interno contra los militares descontentos, que llevan la documentación civil y ejecutan tareas represivas como el control de las manifestaciones y la tortura.
Citando a Luis Almagro afirma que “Queda claro que el régimen de Maduro perdió el control territorial del país en beneficio de estos grupos, que van desde el crimen organizado al narcotráfico o la minería ilegal, y ha convertido Venezuela en un centro de logística criminal que impide la estabilidad y la paz continental” (p. 377).
Uniendo el trabajo de Salas Römer con el de María Werlau (“La intervención de Cuba en Venezuela: Una ocupación estratégica con implicaciones globales”) «Cuba se apodera de toda la data de identidad de los venezolanos, maneja las comunicaciones, el ‘social media’ (redes sociales).
El programa para monitorear esto se llama Estela. En Cuba tienen acceso a toda la identidad de los venezolanos; ni te hablo del padrón electoral», comenta la autora.
«No necesitas una fuerza militar ni armas en la calle para tomar un país», explica Werlau sobre su concepto de ocupación asimétrica».
El éxodo de más de 4 millones de venezolanos (2019) [en 2024 serán más de nueve millones] no tiene precedentes en Latinoamérica, menos aún, porque Venezuela fue tierra de inmigración y acogida durante todo el siglo XX. Colombia alberga a un millón 300.000 y es muy factible que las cifras crezcan, lo cual causa muchos problemas en los países receptores.
El hambre, la falta de medicinas, la violencia y la inseguridad creciente son los principales factores de ese éxodo.
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