LOS DOCE APÓSTOLES
Estas páginas están escritas para conocer a Cristo
a través de los ojos -y las reacciones-
de esos doce hombres que tan de cerca convivieron con Él
Los apóstoles fueron hombres como los demás, pero con una vocación divina muy especial: ser las columnas del nuevo Pueblo de Dios inaugurado por Jesucristo. Nos interesa, pues, conocer sus vidas y comprobar cómo entrelazan la libertad humana y la gracia de la llamada divina para realizar una tarea grandiosa.Toda la historia gira alrededor de Jesús. Pero la historia del grupo de los doce lo hace con más intensidad. A lo largo de este libro vamos a intentar introducirnos en sus vidas basadas en lo que nos refieren los evangelios. Descubriremos personalidades ricas, interesantes, vivas. Eran muy humanos, cada uno tiene sus emociones, su temperamento, sus aciertos y sus fallos. Sus vidas se divinizan sin dejar de ser muy humanas, excepto la de Judas Iscariote, que por traidor perdió la gracia de la elección y se hizo modelo de ingratitud e infidelidad.
Cada hombre y cada mujer son únicos e irrepetibles. La libertad marca el sentido de la vida de cada uno. Dios quiere a cada hombre. Crea el alma inmortal de cada uno y le llama para que viva una vida de amor que será eterna en el cielo. Además, le da una misión para cumplir en el tiempo que viva en la tierra. A esto le llamamos vocación. Los apóstoles fueron hombres como los demás, pero con una vocación divina muy especial: ser las columnas del nuevo Pueblo de Dios inaugurado por Jesucristo. Nos interesa, pues, conocer sus vidas y comprobar como entrelazan la libertad humana y la gracia de la llamada divina para realizar una tarea grandiosa.
Simón Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, también llamado Judas de Santiago, Simón y Judas Iscariote.
Estos son sus nombres. La vida de cada uno de ellos se cruzó de tal manera con la de Jesús que discurre plenamente en torno a la llamada que recibieron del Maestro.
Toda la historia gira alrededor de Jesús. Pero la historia del grupo de los doce lo hace con más intensidad. A lo largo de este libro vamos a intentar introducirnos en sus vidas basadas en lo que nos refieren los evangelios. Descubriremos personalidades ricas, interesantes, vivas. Eran muy humanos, cada uno tiene sus emociones, su temperamento, sus aciertos y sus fallos. Sus vidas se divinizan sin dejar de ser muy humanas, excepto la de Judas Iscariote, que por traidor perdió la gracia de la elección y se hizo modelo de ingratitud e infidelidad.
Los veremos en conjunto en el primer capítulo considerando la vocación que se origina en la eternidad y se manifiesta en la llamada concreta de Jesús Seguiremos observando cómo los educa el Maestro. Y los contemplaremos por fin uno a uno. Sus aciertos y sus fallos manifiestan vidas reales como las nuestras. Algunos, como Pedro, son más expresivos, otros más silenciosos como Andrés, Simón el celotes y el mismo Bartolomé que tuvo un comienzo locuaz, pero nada más se recoge en el evangelio de sus palabras.
Veremos también a los que tienen intervenciones breves como Felipe, Judas Tadeo y Tomás, dando así origen a ricas revelaciones del Señor. También a los dos Santiagos tan similares en el nombre y en la heroicidad, pues uno fue el primer mártir de entre los apóstoles y el otro fue la cabeza de la Iglesia en Jerusalén.
Contemplaremos también al primer apóstol, el predilecto, que es Juan, aquel que recibe la herencia humana de Jesús: su santa Madre. Y no dejaremos de meditar sobre el traidor que nos revela la permisión divina de la libertad rebelde, incluso habiendo recibido una óptima y cuidadosa formación.
Estas páginas no están escritas sólo para una lectura erudita, pero fría y desapasionada, sino para conocer a Cristo a través de los ojos -y las reacciones - de esos doce hombres que tan de cerca convivieron con Él.
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