LA GRAN EPOPEYA DE ESPAÑA
La historia de España es inmensamente rica. Su lenguaje, su cultura y sus gentes son universales. En este libro, José Javier Esparza hace un recorrido completo y épico por ella para viajar a través de todas las épocas y conocer sus grandes personajes y acontecimientos. Desde Atapuerca hasta la democracia actual, pasando por Hispania, los visigodos, la conquista musulmuna y la Reconquista, América, los Siglos de Oro, la Guerra de Independencia o el turbulento siglo XX, esta impresionante obra de síntesis está destinada a convertirse en un referente.
«Te voy a contar tu historia está escrito para interpelar al español que mira alrededor y quiere saber quién es y por qué está aquí. Y para que, sabiendo todo eso, llegue a la conclusión de que España merece sobrevivir. Ese es, en realidad, el reto fundamental de nuestro tiempo». José Javier Esparza
PRÓLOGO
Este es un libro de Historia de España. Es un libro escrito por un español y desde el punto de vista de esa realidad histórica que se llama España. Porque España existe, aunque puede dejar de existir. El objetivo de este libro es contar nuestra historia colectiva a una generación a la que ya nadie se la enseña o, aún peor, se la enseñan al revés de como fue. También es una forma de intentar que España siga viva: pronunciar una vez más su nombre.
España es, efectivamente, una realidad histórica y sólo desde esa perspectiva puede entenderse. Hay naciones que surgen por un acto administrativo o por un arreglo diplomático o por el derrumbe de alguna construcción anterior. Otras nacen como producto decantado de un camino histórico. España pertenece a esta última categoría.
Es el curso de la historia lo que ha creado a nuestra nación. España podría no haber existido. Habría bastado con que los cartagineses vencieran a los romanos en la segunda guerra púnica, o que los vándalos hubieran podido con los visigodos en el siglo v, o que don Pelayo hubiera sido derrotado y decapitado en Covadonga, o que las armas cristianas naufragaran frente a los almohades en Las Navas de Tolosa, o que Isabel de Castilla se hubiera casado con cualquier otro que no fuera Fernando de Aragón. Incluso habría sido suficiente con que el primer romano que nos puso nombre hubiera optado por otro topónimo, y entonces todos nos llamaríamos de distinta manera. Pero no. Las cosas ocurrieron como ocurrieron. Y porque ocurrieron así, existe España. Por eso el relato de este libro empieza cuando España aún no era España. En el curso de esa enorme construcción colectiva que es España, la gente de este suelo, tan diversa de un tiempo a otro, de un espacio a otro, hizo cosas que han pasado a formar parte imprescindible de la historia universal. Empezando por el propio concepto de «universal», que debe a los españoles su completa definición geográfica. En los años más siniestros de nuestro camino, cuando todo parecía hundido, hubo quien dio en considerar la Historia de España como una suerte de enfermedad nacional (una «sífilis», decía Azaña). Es una perspectiva que suscribe buena parte de la actual elite del poder. Pero la realidad es exactamente la contraria: lejos de ser una enfermedad, la historia puede constituir precisamente un remedio sanador cuando uno deja de saber qué tiene alrededor y quién está ahí al lado.
Por supuesto que la Historia puede contarse de muchas maneras. La que este libro ofrece es una entre otras posibles. Ante los hechos caben muchas interpretaciones. Lo que no cabe es deformar los propios hechos, porque son ellos los que, como en un esquema de puntos, nos permiten completar el dibujo. Este libro es, ante todo, un libro de hechos. Y el lector, a buen seguro, sabrá componer el conjunto del retrato con su propia interpretación.
¿Y nuestra interpretación? Bueno: digamos que, reconstruido el cuadro de nuestra historia desde el principio, hoy, en el momento presente, es como si se nos acumularan de golpe, bajo otros ropajes, todos los desafíos a los que España ha tenido que hacer frente a lo largo de su camino. La progresiva desaparición de la identidad colectiva bajo la influencia de fuerzas externas. La paulatina disgregación del tejido común por efecto de los particularismos locales. La incapacidad de las elites políticas —pero no sólo de ellas— para estar a la altura de su misión. Hay una especie de decorado de pesadilla donde parecen volver, todos a la vez, el caballo de Almanzor y los «nobles bandoleros del siglo xv», los cantones de la I República y los egoístas oligarcas de la Restauración, el populacho alienado que mataba frailes en 1835 y los caciques del XIX que manipulaban en su propio provecho la palabra «libertad». Es tan oscuro ese decorado, que muchas mentes brillantes han dado en vaticinar la muerte inminente de España como realidad histórica. Puede ser. Después de todo, en ninguna parte está escrito que una nación haya de vivir para siempre. Al final, siempre hay un acto de voluntad. España puede desaparecer si los españoles lo permiten. Pero, por lo mismo, puede sobrevivir si los españoles así lo deciden.
Este libro, modestamente, está escrito para interpelar al español que mira alrededor y quiere saber quién es y por qué está aquí. Y para que, sabiendo todo eso, llegue a la conclusión de que España merece sobrevivir. Ése es, en realidad, el reto fundamental de nuestro tiempo.
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