AMÉRICA HISPÁNICA
La obra de España en el Nuevo Mundo
El legado de España en América es colosal, una simbiosis trascendental de la que emergen una historia, una raza, unas tradiciones y una filosofía vital híbridas que conforman una de las grandes culturas del mundo occidental: la civilización hispánica.
La obra de España en el Nuevo Mundo es aún muy desconocida, pese a que el sorprendente descubrimiento de un continente hasta entonces ignoto revolucionó la realidad geográfica y el orden vigente del mundo medieval. El fruto más relevante de esa obra es el nacimiento de un nuevo espacio cultural, la Civilización Hispánica, 600 millones de personas que comparten una misma sangre mestiza, así como unas comunes lengua, religión, cultura y costumbres, y que se extiende sobre España, Iberoamérica y los Estados Unidos.
La huella de España en Estados Unidos es profunda, ya que permaneció allí durante tres siglos, con soberanía sobre tres cuartas partes de su territorio, dejando un inmenso legado explorador, material, cultural y humanístico, y logrando a través de las misiones la supervivencia de las razas indias hasta el momento actual. Aún más desconocida es la gesta de España en el Pacífico, que descubre y emplea para circunnavegar por vez primera el planeta, y que luego explora profundamente hasta dominarlo, llegando a ser llamado El Lago español, incorporándolo a su acervo colonizador a través del Galeón de Manila, la primera globalización del mundo.
La Leyenda Negra ha falseado la realidad de la colonización española, ya que a través de las Leyes de Indias, cuerpo jurídico precursor de los derechos humanos, proteccionistas a ultranza del indio americano, logró la supervivencia a largo plazo de las razas nativas, de tal modo que, pese a la mortandad inicial indígena causada por los virus, cuando España salió de América vivían más nativos que a su llegada, y en los Estados Unidos solo queda abundante población india en las áreas ocupadas por España.
América hispánica constituye, en esencia, el encuentro entre dos mundos, una simbiosis trascendental de la que emergen una historia, una raza, unas tradiciones y una filosofía vital híbridas que conforman una de las grandes culturas del mundo occidental: la civilización hispánica.
«Si a América hubiera llegado antes Inglaterra,
los indios hubieran sido exterminados»
En su nuevo libro, ‘América hispánica’ (Almuzara), este abogado, economista y divulgador cultural aglutina los grandes temas que cimentaron la civilización hispánica
Una Roma en América. En cuanto comprendieron la magnitud de la empresa que tenían entre manos, los Reyes Católicos buscaron la manera de romanizar América, esto es, «de trasladar la cultura grecorromana al otro lado del charco y de mestizar a sus habitantes», como apunta Borja Cardelús, que acaba de publicar el libro ‘América hispánica’ (Almuzara). La magna obra (casi 900 páginas) de Cardelús aglutina los grandes temas que han centrado el interés en los últimos años de este abogado, economista y divulgador cultural. De las leyes de Indias a las huellas españolas en Norteamérica, pasando por la historia del Galeón de Manila o la aventura de Hernán Cortés, la ‘América hispánica’ desgrana el mestizaje físico y cultural que dio a luz a una civilización de 600 millones de personas. «El legado hispánico está vivo hoy, no solo es Historia, sino presente», recuerda.
Imperios como el español han servido a lo largo de la historia para abrir caminos, puestos comerciales, universidades, hospitales y toda suerte de estructuras para unir bajo una figura supranacional a muchos pueblos que, viviendo a pocos kilómetros, no habían interactuado nunca entre ellos. Solo los imperios que han traído prosperidad con ellos han sobrevivido en el tiempo. Y solo ellos pueden llamarse imperios. Que el español sobreviviera casi quinientos años habla de lo rocoso de sus cimientos.
–¿Está amenazado ese legado hispánico más que nunca?
–La civilización hispánica está amenazada desde el siglo XVIII, cuando irrumpieron todas las ideas nuevas de la Ilustración y España pasó a un segundo plano intelectual. Considero, igualmente, que hay muchos grupos que han comprendido al fin que la verdad está en la civilización hispánica y que la Ilustración lo que dejó es muchos males actuales como el progreso material y un individualismo excesivo. La civilización hispánica está montada sobre cosas muy antiguas, como la artesanía o la relación con la tierra, mientras que la Ilustración cabalga sobre la industria, el comercio libre…
–Cuando se tiran estatuas españolas en América, ¿quiénes son los damnificados?
–Están tirando piedras contra su propio tejado. Por un lado, los indígenas son descendientes de personas que fueron protegidas por gente como Fray Junípero Serra, que los capacitó en agricultura, ganadería y lenguaje para poder adaptarse a la cultura occidental. Gracias a eso sobrevivieron cuando los anglosajones llegaron a sus tierras. Por otra parte, la contaminación política ha hecho que los propios hispanos se hayan creído falsedades tales como el genocidio o el robo de oro. La incultura y la falta de criterio han hecho que los propios criollos ataquen sus principios, sus esencias culturales, a sus personajes históricos.
–Un argumento recurrente en países hispanoamericanos es que España es culpable de sus males recientes.
–Si en vez de España hubiera llegado Inglaterra antes a toda América, los indios hubieran sido exterminados. Si hubieran sido los portugueses, hubieran sido esclavizados todos. Y si hubieran sido los franceses, hubieran quedado alcoholizados, como hicieron en los territorios que controlaron en Norteamérica. El único país que aplicó realmente una política proteccionista, basada en el humanismo cristiano, fue España. Es un tópico culpar a España de los males presentes. Cuando se resquebrajó la Monarquía católica y se rompió la Pax Hispánica, el continente se fragmentó en una veintena de repúblicas y comenzó un caos tremendo. Sin la tutela de la Corona españa, se entró en una vorágine de guerras civiles, de extinción de tribus y en el puro caos. La culpa de todo lo que ha pasado no es por la responsabilidad española, sino por lo que han hecho en los últimos doscientos años ellos.«Cuando se resquebrajó la Monarquía católica y se rompe la Pax Hispánica, el continente se fragmentó en una veintena de repúblicas»
–En su libro dedica un importante espacio a las Leyes de Indias como piedra angular para el mestizaje.
–Las Leyes de Indias es un cuerpo jurídico de más de siete mil leyes que están basadas en la Escuela de Francisco de Vitoria y buscan proteger al indio, su dignidad, sus tierras, su integridad jurídica. Se establece que sean retribuidos de forma justa y en dinero, no especies. Las leyes marcaron la pauta de la presencia de España en América durante siglos. Hernán Cortés tuvo un papel fundamental para su éxito cuando las aplicó en México y logró que el resto de conquistadores con grandes territorios bajo su control le siguieran. Tomó la determinación de aplicar una estrategia muy distinta de la antillana, que había estado muy basada en la explotación de los indios, y ordenó traer colonos, frailes, oficios... Ahí es cuando quedó claro que no serían colonias, sino una Nueva España. Marcó el modelo para todo el continente y por eso es tan importante conmemorar su hazaña estos días.
–Usted que también es abogado, ¿no le llama la atención lo obsesionados que estaban los españoles con el cumplimiento de las leyes incluso en esos años?
–España fue muy reglamentista y fue documentándolo todo al milímetro. En el Archivo de Indias se encuentra cada acto documentado porque de cada suceso podían derivar consecuencias muy graves. Cualquier motín o alzamiento de un capitán era muy severamente castigado. Cortés, cuando se alejó de las instrucciones de Velázquez, gobernador de Cuba, procuró hacerlo con toda delicadeza y buscando legalizar su situación de cara al Emperador. El aspecto legal fue muy importante desde el principio.
–En estos años también se conmemora la Primera Circunnavegación a la Tierra, ¿cómo fue el paso de España por el Pacífico?
–España tiene tanta historia que ha relegado a un segundo plano lo que hizo en el Pacífico. España no solo dio la vuelta al mundo, es que descubrió Australia, aunque no se reconozca, todo tipo de archipiélagos como Hawai, y navegó por los confines de este océano. En otro país esto daría para muchas películas y libros, y por eso lo incluyo en mi obra. El Pacífico fue llamado el mar español porque nadie que no fuera español podía entrar allí más allá de algunos piratas. España tuvo controlado todo un océano durante doscientos cincuenta años.
–¿Se corre el riesgo de caer en una leyenda blanca por combatir la leyenda negra?
–No, la leyenda negra ha sido tan exagerada, tan extrema, que basta con contrarrestarla usando la verdad. No hubo genocidio en América, como sí lo hubo en los territorios bajo control de Inglaterra. Es cierto que los primeros años de España en América fueron dolorosos por la mortandad causada por los virus europeos, que afectaron de manera contundente a los indios. Sin embargo, cuando España llegó a América había unos 13 millones de indios, y cuando España se marchó, había 16 millones. Las Leyes de Indias fueron tan paternalistas con los nativos que los protegió. Mientras que Inglaterra se apropió de sus tierras, les quitó sus recursos y, cuando protestaron, les aniquilaron. Cuando los ingleses llegaron a sus territorios en Norteamérica, había un millón de indios, pero cuando salieron quedaban medio millón, todos ellos en los territorios colonizados por España.
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España acudió a América no para formar un imperio, sino para construir una nueva civilización, integrándose con los nativos en un intenso proceso de mestizaje que ha dado lugar a la creación de la comunidad hispana, que alberga a más de quinientos millones de personas en todo el planeta. Este ámbito cultural es la Civilización Hispánica, compuesta por un rico arsenal de ingredientes materiales: la alimentación, la arquitectura, la música; e intangibles como la lengua española (el tercer idioma del mundo) y la religión, ya que España expande el catolicismo hasta hacerlo universal. Pese a lo que de modo insistente ha reiterado la Leyenda Negra, y a pesar de que existieran casos de abusos individuales, la obra de España en América es altamente positiva y humanitaria, ya que las Leyes de Indias, protectoras y hasta paternalistas hacia el indio americano, llevaron a la supervivencia a la larga de las razas indias —como es visible hoy— y a la creación de una nueva raza híbrida, mestiza, que en su conjunto ha labrado esa cultura hispana, compuesta por un rico contenido de ingredientes materiales e inmateriales; unas mismas costumbres, tradiciones y fi estas y, sobre todo, una común filosofía vital, resumida en la pasión por vivir. Todo ello conforma una de las grandes culturas actuales del mundo occidental: la Civilización Hispánica.
A punto de celebrar el 12 de octubre -el Día de la Fiesta Nacional de España– tenemos que decir que lo hacemos en unos tristes momentos para España. Para su historia, por su impuesta memoria histórica en todos sus campos, y para su unidad. En palabras de una de las mayores autoridades en Historia de América, la sevillana Enriqueta Vila Vilar: ‹‹No se comprende que nos quedemos aparentemente impertérritos ante estas dos nuevas verdades inventadas: “España nos roba” y “Los españoles que llegaron con Colón a América son unos genocidas”. Es decir que, comúnmente, ahora se nos vea como ladrones y algo que nunca hemos sido porque la acepción de la palabra genocidio nada tiene que ver con nosotros. Pero ante esto y ese es el gran interrogante: ¿qué se puede hacer?››.
Ustedes ya saben dónde está el origen de estas mentiras que pretenden que se instalen en nuestra cultura diaria.
Todos nos preguntamos: ¿Qué se puede hacer?
Por ejemplo Contar la verdad, luchar por la verdad.
Miren: Los Ángeles es la ciudad más grande que decide eliminar de su calendario el nombre de Colón. El Día de Colón es sustituido por el de los Pueblos Indígenas. Antes lo habían hecho Seattle, Minneapolis, Berkeley, Santa Cruz, Phoenix, Denver y estados como Vermont y Dakota del Sur.
La estatua de Colón a los pies de Central Park desde 1894 fue hace un año casi destrozada. Después de una seria controversia parece que seguirá allí, pero con el debate abierto, que cada vez se alienta más, de que los españoles que llegaron con Colón a América fueron unos genocidas.
Pero no hace falta irse tan lejos: La estatua de Colón de Barcelona corre el mismo peligro. La CUP pretende derribarla para poner en su lugar una alegoría de la resistencia de los pueblos indígenas. Un relato que cada vez coge más fuerza. Durante el pasado mes de julio se celebró el 56 Congreso Internacional de Americanistas en la Universidad de Salamanca. Ahí, nadie sabe cómo, se ha colado una cosa creada en 2008 que se hace llamar "El Círculo Catalán de Historia" cuyo objetivo dicen ser: «promover la recuperación de la memoria histórica mediante el conocimiento de la historia de Cataluña». Sus planteamientos hacen reír y enfadan a los grandes historiadores americanistas, pero el hecho es que ahí han estado y siguen erre que erre con sus planteamientos en foros de alto nivel. ¿Por qué? Cristóbal Colón se llamaba Colom, pariente de Francesc Colom, una familia burguesa catalana del siglo XV. Las carabelas nada tuvieron que ver con Palos de la Frontera sino que eran y salieron de Pals (Gerona), un pueblito del Bajo Ampurdán. Podíamos seguir poniendo ejemplos del ataque feroz que se ha desencadenado con todo lo español en América y en España. Lo último es la figura de Fray Junípero Serra cuya estatua representa a California en el Capitolio de Washington en reconocimiento a ser el creador de las primeras vías de comunicación y de asentamientos estables en California. En 2015 con la visita del Papa Francisco comenzó un movimiento contra la figura del fraile español que desde el indigenismo se levantaron calificando al mallorquín de genocida. Su estatua en Los Ángeles apareció con pintura roja y las palabras "Santo del genocidio". Ahora la Junta Directiva de la Universidad de Stanford eliminará al santo de sus calles y edificios porque quieren evitar el "trauma y daño emocional" que le provoca a muchos estudiantes.
Si leen el libro de Borja Cardelús saldrán de dudas y entenderán aquella obra gigantesca que hicieron los españoles, nuestra monarquía, y que hoy sigue llamándose Hispanidad, palabra que ha sido borrada de nuestro ideario y que debemos luchar por ella y su contenido.
Además del libro, Borja Cardelús ha creado una Fundación así llamada –Fundación Civilización Hispánica– que actualmente dirige con la finalidad de difundir la obra de España en América y el contenido del espacio cultural hispano en los tres aspectos que destaca en su libro: La cultura material, la cultura intangible, la cultura mestiza.
Con la proximidad del 12 de octubre Día de la Fiesta Nacional de España es un buen momento para escuchar el nombre de España junto al de América y celebrar junto a ellos este día histórico.
Desgraciadamente la participación queda reducida a la Corona y a las Fuerzas Armadas.
La celebración es el descubrimiento de América, por simbolizar la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos. Son palabras llenas de buenos propósitos que no tienen su reflejo en el conjunto de las instituciones del Estado y, por lo tanto, tampoco en la sociedad. Ninguna Institución del Estado, al margen de la Corona, cooperan en realzar esta fecha. Nada, ni declaraciones institucionales, conferencias, jornadas de recíproco conocimiento. De España como Nación, nada. ¿Dónde están los políticos, profesores y colegios, universidades, embajadas, autonomías, medios de comunicación, Reales Academias, el Instituto Cervantes o la Marca España? ¿Cómo celebran esta festividad? ¿Fiesta Nacional? Mucho queda por hacer; todo queda por hacer. Recoges lo que siembras. Si siembras vientos recoges tempestades.
Ni España roba, ni los españoles que llegaron a América eran unos genocidas. Tenemos lo que nos merecemos aunque España y los españoles no se merezcan lo que tienen.
Tenemos la oportunidad de saber algo más, de compartir esta festividad, con este libro que nos va a sorprender y abrir horizontes desconocidos.
Bienvenido a nuestra cultura. Así se engrandece España. Con la verdad.
Gracias Borja y mucha suerte en tu nuevo camino.
12 DE OCTUBRE,
¡FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD!
LAS RELIGIONES SON LAS QUE FUNDAN LAS CIVILIZACIONES:
Ante la crisis cierta de la civilización occidental, presa de altas dosis de relativismo moral e ideologización de las instituciones, es necesario rescatar la obra de uno de los grandes historiadores de la edad contemporánea, el erudito británico Arnold Joseph Toynbee [1889- 1975]. Desde una maestra filosofía de la historia, Toynbee nos ha dejado para los anales de la ciencia histórica una teoría fundamental no ajena a polémicas y críticas, tanto en las comparaciones realizadas como en las conclusiones obtenidas. Su teoría “cícilica” sobre la Historia, esencia de su pensamiento, partía del desarrollo de las civilizaciones como resultado de la respuesta de un grupo humano a los desafíos que sufría, ya fueran naturales o sociales. No existía una “historia universal” (propia de un Universo extra-histórico), sino una historia humana centrada en las creaciones y relaciones de las civilizaciones. Así lo propuso en dos de sus grandes libros. En Estudio de la Historia (A Study of History,) compuesto por doce volúmenes (escritos entre 1934 y 1961) principió esta teorización sobre “el concepto de desarrollo de las civilizaciones”. Toda civilización crecía y evolucionaba sí su respuesta a un desafío estimulaba una nueva serie de desafíos (especialmente en función de factores religiosos), mientras que decaía y llegaba a desaparece cuando la misma se mostraba impotente para enfrentarse a los desafíos que se le presentaban. En este texto desarrolló, pues, la idea de “unidad del Estudio Histórico”, al presentar una visión sistemática y unificadora de la historia de la humanidad comprendida en el estudio de sus diversas civilizaciones.
Elegias de Varones Ilustres... by Roberto Córdoba
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